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 Theresia: Dear Emile (Fanfic sin terminar)

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Veran

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MensajeTema: Theresia: Dear Emile (Fanfic sin terminar)   Theresia: Dear Emile (Fanfic sin terminar) Icon_minitime15/04/10, 04:52 pm

Buenas ^^

Un fanfic más, éste sobre el juego de terror de la DS "Theresia: Dear Emile". Una de esas obras maestras que no suelen pasar más allá de EEUU. No voy a resumiros nada, porque el capitulo es el juego en si (al menos, el inicio del juego). Escalofriante, con toques de "Dungeon Crawler" y endiablados puzzles que no dejarán indiferente a más de uno. Puede que algún día lo retome, pero si lo hago, os advierto: es tremendamente corto XD.

------------------------------------------------------------------------------------------------

Un repiqueteo me despertó. Ese fue el comienzo de todo.

El repiqueteo coincidía en mi frente. Estaba frío. Levanté los párpados con esfuerzo, enfocando la vista con algo de dificultad. El techo, adintelado y oscuro, tenía una gotera. Y las gotas caían sin cesar. ¿Cuánto tiempo llevaría allí?

Me levanté y aparté mi cabeza del agua cuanto antes. No lo había notado hasta entonces, pero un fuerte dolor me atenazó la mano en cuanto la moví un poco. ¿A qué podía deberse? Contemplé, extrañada, el medallón en forma de corazón estrujado por cadenas que sujetaba con tanta fuerza en mi mano derecha que incluso me había herido. Ahora no era el agua la única que goteaba por la estancia.

Estancia que por cierto, me detuve a estudiar bajo la tenue luz de una lamparita encendida sobre una mesa de madera que tenía delante. Los muros de roca dejaban entrever algunas grietas por las que se filtraba la humedad. Era una habitación pequeña, con un escritorio a mi derecha junto a una estantería repleta de libros polvorientos. En ese mismo lado de la habitación había una puerta.

Me colgué el colgante del corazón encadenado alrededor del cuello y me levanté de la cama. Por más que miraba, no conseguía recordar como había llegado hasta esa habitación. Me acerqué al escritorio y eché un vistazo: había una hoja de papel con algo escrito. Leí para mis adentros, forzando un poco la vista por la falta de luz:

The...re...sia...

Theresia. No tenía ni idea de que podía significar. Además, estaba escrita de un color tan rojo como la sangre que antes había brotado de las heridas de mi mano. No pensaba detenerme a averiguar si era la misma sustancia. Bastante mala espina me estaba ya dando todo aquello al no saber cómo había llegado hasta allí, ni que lugar era ese. Y el incesante goteo de agua no ayudaba mucho a calmarme.

Tenía que tranquilizarme primero si quería pensar con claridad. Casi sin saber muy bien lo que hacía, sujeté en un acto casi reflejo el colgante entre mis manos y, entre susurros, entoné una oración.

Mis plegarias fueron escuchadas, y la calma vino a mí. Suspiré profundamente antes de abrir los ojos, topandome con otro papel que había en el escritorio, junto al primero que leí antes. Lo cogí y desdoblé para echar un vistazo.

Era un mapa. Había algunas habitaciones dibujadas, unidas por un pasillo en forma de L. Lo guardé en el bolsillo, puesto que podría serme útil si se trataba del plano del edificio en el que estaba. Mi atención se dirigió entonces a la puerta del rincón.

Pasé la mano por encima del relieve que tenía: un perro tumbado. Agarré el pomo y tiré de la puerta. Al no funcionar, empuje. Estaba cerrada. ¿Me habían encerrado allí? Tragué saliva intentando no perder la calma. Miré al otro lado de la habitación. No había más muebles, pero si había otra puerta más. Esperando que también estuviera cerrada como la anterior, puse mi mano encima y empujé. Para mi sorpresa, la puerta se abrió chirriando.

Me sumergí por un momento en la oscuridad antes de salir a un pasillo estrecho e iluminado por antorchas que reflejaban sombras juguetonas sobre las paredes de roca. El gorgoteo de la gotera quedó ahogado a mis espaldas. Había salido de la habitación, y no se veía ni un alma por allí. Y seguía igual de desorientada que cuando desperté. Miré a mi derecha con cierto resquemor. A pocos metros, el pasillo se cortaba abruptamente por culpa de un derrumbamiento. No podía ir por allí. Así que empecé a andar hacía la izquierda.

Lo único que se escuchaba, era mi respiración y mis pasos produciendo ecos que rebotaban contra las paredes. El resto, era absoluto y oprimente silencio. Llevaba obviando el erizado vello de mi nuca casi desde que me desperté, pero éste me llamó la atención cuando llegué a una intersección del pasillo.

Sólo me asomé un poco, lo suficiente para que una daga lanzada desde la otra punta del pasillo me rozase al ser lanzada y terminase chocando contra el suelo al esconderme tras la esquina. ¡¿De dónde había salido?! Me cogí el brazo izquierdo con fuerza, donde el dolor empezaba a hacer mella. La sangre empezó a manchar mi ropa lentamente.

Me quedé congelada, con el corazón latiendome con fuerza y la respiración acelerada por el terror. Todo dolor quedó ahogado por aquel macabro pensamiento: podría haberme matado... El cuchillo no me había dado por error. Lo observé allí, en el suelo, donde había quedado. La hoja manchada de sangre lanzaba breves y pequeños destellos bajo la luz de las antorchas. Y seguía sin escucharse ningún ruido. ¿Qué estaba pasando? ¿Dónde estaba? ¿Alguien quería matarme? Todo empezó a dar vueltas. Estaba a punto de desmayarme por la impresión y la angustia. Tenía que escapar. Salir de ese sitio cuanto antes. Temblando, me encogí hasta quedar acuclillada en el suelo, enterrando el coglante entre mis manos y orando casi sin voz. Con cada palabra, mi corazón se serenaba. Hasta que recobró su ritmo normal y mi mente se aclaró un poco.

Quien quiera que fuera el que había lanzado el cuchillo, lo había hecho desde el final del pasillo que se cruzaba con el que había tomado. Y no podía andar muy lejos. Así que tragando saliva, primero me asomé un poco para comprobar si había alguna otra daga esperando para lanzarse a por mí de nuevo. Estaba vacío. ¡Pero el culpable no podía andar muy lejos! Así que doble la esquina y aligeré un poco el paso, intentando no hacer mucho ruido, hasta el final del nuevo pasillo. De nuevo me aseguré de que no había peligro antes de doblar la siguiente esquina y continué mi búsqueda.

A pocos pasos, el pasillo se sumía en semi tinieblas por la falta de antorchas por esa zona. Me guié tanteando la pared con las manos. La poca luz que llegaba me descubrió una masa uniforme en el muro de la derecha. Entorné los ojos para ver mejor, y enseguida me arrepentí de haberlo hecho.

Una persona. Crucificada en la pared, envuelta en harapos. Hallé manchas de sangre alrededor de la figura, y lo peor es que parecía fresca. Y aquella peste terminaba de delatarlo. Era reciente. Muy reciente.

Caí en las garras del pánico. Me tapé la boca con una profunda sensación de asco volcándome el estomago, ahogando un grito. ¡¿Dónde estaba?! ¡No! ¡No había tiempo para preguntarme qué lugar era aquél! Definitivamente, se trataba de un lugar peligroso. ¡Tenía que salir de allí cuanto antes!

Sin preocuparme por hacer ruido y evitando en todo momento mirar el cuerpo, salí corriendo, girando otra esquina más. Antes de girar la siguiente, me fijé que había algo colgando en la pared. Al tenerlo más de cerca, casi suspiré aliviada. Una llave pendía de una cadena sobre una gancho de hierro. ¡Podría servirme para escapar! Así que la cogí de un manotazo.

Sin embargo, justo cuando el frío contacto de la llave acariciaba mi mano, un estruendo metálico se escuchó desde el otro lado del pasillo, de dónde había venido, haciéndome dar un brinco. Mis piernas por sí solas se dieron cuenta de la situación y corrieron cuanto pudieron corredor abajo, alejándose lo más posible de aquella zona. Hasta que me topé con una puerta que cerraba el paso. Y las manchas rojas que intentaban ocultar el relieve de un perro no eran precisamente de tinta...
Tiré del pomo totalmente fuera de mí, mas la puerta no se abrió. Entre fuertes temblores, conseguí a duras penas encajar la llave en la cerradura y la giré. La puerta se abrió con un chasquido. La traspasé y cerré tras de mí lo más rápido que pude, continuando con mi huida. El fondo del corredor era visible desde allí, y me dio un vuelco al corazón al encontrarme ante un callejón sin salida a causa de un derrumbamiento. La puerta de la habitación en la que desperté estaba allí mismo. Entré a todo correr, bloqueando la puerta con la mesa de madera del centro del dormitorio. Esperaba que eso retrasara a quién fuera que estuviera deambulando por ahí.

Aquello hizo que me sintiera algo más tranquila. Recé de nuevo con el medallón entre las manos, paseándome por la habitación. Por más que lo intentaba, mis recuerdos anteriores a mi despertar eran un fundido en negro. ¿Qué podía hacer?

Exasperada por mi situación, di un fuerte empujón a la silla del escritorio, tirándola al suelo. Las lágrimas que se empezaban a agolpar en mis ojos no me impidieron vislumbrar un destello debajo de dicha mesa. Me agaché para ver de que se trataba: una botella de cristal de pequeño tamaño con un espeso líquido azul. La tomé entre mis manos y leí a la luz de la lámpara la etiqueta. Se trataba de una medicina. Quizás fuera un tranquilizante, ya que el nombre de la etiqueta no aclaraba mucho; pero visto lo que llevaba visto, también podría tratarse de veneno. La única forma que tenía de saberlo, era probarlo. Así que, por si las moscas, la guardé en el bolsillo.

Después de mi descubrimiento, levanté la silla y volví a colocarla en su sitio. Al moverla hacía arriba, se escuchó un leve sonido. Algo bisbiseó en el aire y una pequeña brisa me removió un poco el pelo. Sentí un ligero escozor en la mejilla, que enseguida me toqué con cuidado. Más sangre. Observé con cuidado el suelo hasta encontrar la causa de las nuevas heridas: la pata de la silla había levantado una baldosa y unas cuantas agujas afiladas asomaban por el hueco. Otras tantas habían salido volando hasta caer al otro lado de la habitación, rozándome.

Ya no pensaba preguntarme si alguien quería matarme. ¡Aquel lugar en si quería matarme! Me propuse a mi misma no tocar absolutamente nada, hasta que reparé en la primera puerta del relieve del perro. Aún guardaba en la mano, sin darme cuenta, la llave que encontré en el pasillo. La examiné con atención bajo la luz: tenía grabado un animal muy parecido al del relieve, en la misma postura. ¿Y si fuera la llave que abría aquella puerta?

Entró sin problemas, giró sin problemas y la puerta se abrió.

Evidentemente, no era la salida. Otra estancia pobremente iluminada, carente de más muebles que no fueran las estanterías llenas hasta arriba de libros, pergaminos y polvo que se acumulaban en las paredes, además de una mesa de madera llena de papeles desordenados. ¿Un archivo? Miré el mapa que cogí nada más empezar con mis peripecias, intentando descifrarlo y compararlo. Me figuré que estaba en la segunda habitación de la esquina inferior izquierda. Reconocí el corredor en forma de O que recorrí nada más salir de mi habitación.

La biblioteca en la que estaba tenía dos posibles salidas. Una de ellas, según el mapa, daba a unas escaleras, y la otra, a otra habitación contigua. La salida de aquella pesadilla no andaba muy lejos. Y entre aquellos polvorientos libros, quizás hallase alguna respuesta. ¿Me daría tiempo a encontrarla y salir de allí antes de que el lugar mismo acabase conmigo...?
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Darkspinus

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MensajeTema: Re: Theresia: Dear Emile (Fanfic sin terminar)   Theresia: Dear Emile (Fanfic sin terminar) Icon_minitime16/04/10, 01:47 am

Como ya he dicho, o no,xd: tienes muchísimo talento, colega.
Una pena que ese juego sea para la dichosa Ds,xd. Pinta guapo.
En fin, espero que continúes escribiendo.

Un saludo malvado
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Veran

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MensajeTema: Re: Theresia: Dear Emile (Fanfic sin terminar)   Theresia: Dear Emile (Fanfic sin terminar) Icon_minitime16/04/10, 12:34 pm

Darkspinus escribió:
Como ya he dicho, o no,xd: tienes muchísimo talento, colega.
Una pena que ese juego sea para la dichosa Ds,xd. Pinta guapo.
En fin, espero que continúes escribiendo.

Un saludo malvado

Es un juegazo. No funcionaba en mi Flash card, y lo estuve probando en el emulador de DS del ordenador (No$GBA). Si te entran ganas de jugar, solo tienes que buscarlo por google ^^ El juego no ha salido de EEUU, y tiene pinta de no moverse de allí. Y es una lástima.

Gracias por tu comentario ^^. Saludos!
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Darkspinus

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MensajeTema: Re: Theresia: Dear Emile (Fanfic sin terminar)   Theresia: Dear Emile (Fanfic sin terminar) Icon_minitime17/04/10, 10:12 pm

Buscaré por google, pues.
Gracias por escribir, lo haces de miedo.
Un saludo malvado
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Evan

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MensajeTema: Re: Theresia: Dear Emile (Fanfic sin terminar)   Theresia: Dear Emile (Fanfic sin terminar) Icon_minitime18/04/10, 05:44 pm

Uf, voy con días de retraso XD.

Me ha gustado mucho, pinta muy bien. En serio, pones tantas palabras "raras" (en sentido que no se usan al hablar normalmente, si no al escribir y, eso me encanta XD) que me gustan...eres muy buena xD

Y espero que lo retomes
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MensajeTema: Re: Theresia: Dear Emile (Fanfic sin terminar)   Theresia: Dear Emile (Fanfic sin terminar) Icon_minitime

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