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UN HOBBY , UNA PASIÓN Y UNA VIDA - APOYO 100 % Y SI , SOMOS LIBRES DE DAR NUESTRAS OPINIONES , LIBERTAD GAMER PARA TODO SIN UN MEDIO OPRESOR QUE RETENGA NUESTROS PENSAMIENTOS - EL HYPE CALLO POR SI SOLO ANTE EL VERDADERO TALENTO , QUIEN ARRIESGA ,GANA ¡¡¡
 
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 La Tumba de las Ruinas

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Evan

Evan


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MensajeTema: La Tumba de las Ruinas   La Tumba de las Ruinas Icon_minitime14/02/09, 09:13 pm

Bueno, ésta mini-historia es de un trabajo de lengua, no puedo decir que es de mi estilo pero bueno, creo que no me salió del todo mal.

Disfrutadla y a poner coments xD
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Respiré agitadamente, gotas de sudor perlaban mi frente. Había sido un mal sueño, una pesadilla. No podía recordar de que trataba; pero había sido horrible, traté de calmarme, el corazón aún me latía fuerte en el pecho, achiné los ojos para tratar de ver algo en las negras tinieblas que envolvían mi habitación, ¿o no era mi habitación?. La pesadilla me había puesto frenético, un mal augurio se cernía sobre mí, no pude evitar pensar que era una idiotez, pero a pesar de ello no me tranquilizaba más. Decidí levantarme de la cama, lo hice despacio, con cuidado, como si hubiese algo de lo que temer, me acerqué al interruptor de la luz, a cada paso que daba me sentía más seguro, al juzgar por los pasos que había dado, era el recorrido que hacía en mi habitación para encender la luz si tenía que levantarme alguna vez a estudiar. Encendí la luz, y haciendo de tripas corazón observé la estancia, esperándome algo infrecuente y que no hubiese estado allí, pero a pesar de todo, mi habitación seguía igual y en su sitio. Algo más aliviado, me acerqué a la puerta, agucé el oído para tratar de distinguir algún sonido, nada, calma. Llevé la mano al pomo de la puerta reuniendo el valor suficiente para abrir la puerta y ver el pasillo, cuando toqué el pomo, como activado por algún misterioso resorte la voz chillona de mi madre llenó los pasillos hasta atravesar la puerta y llegarme a mí, por una vez en la vida me alegraba de oír sus gritos:


-¡Alejandro, piensas levantarte o no!, ¡hoy es la excursión al Valle de la Niebla!, ¡El autobús sale en media hora!-.

No pude reprimir una sonrisa, mi madre, tan impaciente como siempre.

-Ya voy mamá-dije algo somnoliento- después de los momentos de absurda tensión vividos minutos antes el sueño volvía a apoderarse de mí-.

La puerta de la habitación de mi hermano se entreabrió despacio, de ella, salió una figura infantil enfundada un pijama de los lunnis, mi hermano de once años.

-Jo macho, ya me ha vuelto a despertar, ¡que pesada!, de verdad, voy a tener que comprarme unos tapones-dijo entre bostezos.

-Cállate enano- le respondí- los lunnis aún no han venido a despertarte así que vuélvete a meter en el sobre- después de varios segundos añadí- a ver si crecemos un poquito, seguir siendo fan de los lunnis a tus años....que vergüenza-.

A pesar de esto pasó de mí, solo cuando lo fulminé con la mirada volvió a pasar a su habitación en un mutismo total, continué por el pasillo y pasé al baño, casi salté del susto al mirarme, tenía unas ojeras muy marcadas debajo de los ojos verdes y la cara demacrada con el pelo castaño despeinado, como un destello vino a mi memoria una imagen del sueño pasado, veía a través de mis ojos en primera persona, estaba en una especie de cueva y podía ver una escalera que salía a la luz, cuando el fotograma cesó sacudí la cabeza como si de esa forma pudiese librarme de la pesadilla.

Una vez adecentado lo suficiente, después de haber desayunado y recoger un par de cosas que se me habían olvidado, salí cinco minutos antes de la hora en la que el autobús partiría hacia la excursión, no me preocupé, la estación desde la que saldríamos estaba a menos de tres minutos de mi casa, antes de cerrar la puerta mi madre me plantó un beso en la mejilla y me dijo que me cuidase, lo que provocó en mí la ira, ¡estaba en cuarto de la ESO!, como sabía que si le decía algo se enfadaría me limité a fulminarla con la mirada como había hecho con mi hermano aquella mañana, llamé al ascensor, mi madre no cerró la puerta de casa, y sabía que no lo haría hasta que me fuese, no quería que siguiese atravesándome con su mirada así que, desafiante, bajé por las escaleras. Últimamente todo el mundo se empeñaba en hacerme la vida lo más insoportable posible, quizás solo fuesen tonterías, pero tantas bobadas seguidas terminaban por cansar “hasta a Dios y a su madre” como había oído alguna vez en boca de mi padre.


Cuando llegué al punto de encuentro, dos autobuses descansaban, de un vistazo observé a la “peña” veinte chicos y chicas de los cuales la mayoría se rascaban los ojos o bostezaban, busqué con la mirada a Ana, la encontré hablando animadamente con Carlos, alias “Charly”, mi antiguo mejor amigo, un chaval de pelo cobrizo y corto y sus ojos azules escondidos detrás de unas gafas, Ana, se alzaba a su lado con su hermosa melena negra y su perfecto rostro de proporciones adecuadas, además sus ojos de color avellana me enfocaron durante una milésima de segundo, Ana había sido mi mejor amiga, un día me había enamorado de ella y me había declarado, ella aceptó; pero después de llevar tres meses saliendo me dejó sin conocer yo el motivo. Más tarde me enteré que mantenía con Charly una relación secreta a voces, yo era el único que no me había dado cuenta, desde entonces apenas había hablado con ambos y odiaba a Charly tanto como lo envidiaba, me ajusté el mp3 lo más rápido que pude y subí el volumen al máximo; iba a ser un viaje muy muy largo.


Al final tuvimos que esperar otros quince minutos de más hasta que llegó el último chico, nos habíamos reunido sobre los ochenta chicos en dos autobuses. Me apoltroné en un asiento cercano a una de las minúsculas teles que habitaban el automóvil haciendo caso omiso de los demás, nadie se sentó a mi lado, una punzada de añoranza me sobresaltó, hasta no hacia mucho siempre me sentaba con Charly...fruncí el ceño, todo había sido culpa suya, si no fuese por él todo seguiría en su lugar, en ese momento me fijé en el conductor, era Pedro, solía llevarnos el a las excursiones y eso significaba...puse cara aburrida, tendría que tragarme Rambo III de nuevo.


Mi vaticinio no fue en absoluto equivocado, después de media hora, nos coló a Rambo en los televisores.

Nos comimos con patatas más de cinco horas de autobús con una mísera parada entre medias, y el profesor de lengua que iba con nosotros no quiso decir si faltaba mucho, era fácil de saber, en parte por las señales que lo indicaban, en parte porque cada vez una niebla más densa invadía las proximidades; entonces pararon, así, sin más, en mitad de un bosque. El profesor de lengua se acercó a la parte delantera del autobús, cogió un objeto y habló, su voz retumbó por todo el autobús atravesándome los tímpanos, anunció que íbamos a ver primero la cabaña dónde el archiconocido Federico de Monteverde descubrió el por qué de ésta fantasmagórica niebla, después visitaremos las Ruinas del Templo del Sol, que no quedan muy lejos de aquí...


Todos bajamos del autobús en tropel dándonos de bruces con un claro entre el los árboles

Miré interesado el lugar, muy verde, con la niebla, verdaderamente podría ambientarse allí una película de terror.


También observé deprimido que Charly y Ana estaban demasiado cerca para mi gusto...

Decidí intervenir, bastante que trataba de ignorarlos para ahora tener que soportar eso:


-Vosotros- dije en tono desapasionado e indiferente- si vais a hacer algo que sea en privado- señalé una de hilera de árboles.

-¿Quién te crees que er....-comenzó a decir Charly, pero Ana le interrumpió.

-Será mejor Charly, tampoco es muy agradable para mí con toda la gente delante- me dirigió una mirada encantadora- gracias Alex, me sentía un poco incómoda aquí pero no me sentía segura de decírselo a Charly-.

Indignado porque recibiesen bien mi sutil sugerencia me di la vuelta para atender a la perorata de la profesora de Mates, que había sustituido al de Lengua en el turno de la palabra.


Nos íbamos a ir a la cabaña-museo de la que habían estado hablando, cuando me dí cuenta de que Ana y Charly aún no habían vuelto, puse los ojos en blanco, la gente tardaría aún varios minutos en ponerse en marcha así que me interné en los árboles para buscarlos, después de un par de minutos viéndome solo y rodeado de naturaleza dí con ellos, estaban sentados en el grueso tronco de un árbol, abrazados, la escena me pareció repulsiva y de mal gusto, me acerqué a ellos tratando de cincelar mi cara en piedra sin mostrar ninguna emoción:

-Nos vamos, si queréis seguir toda la vida en esa grotesca postura seguir ahí-.

Rápidamente se levantaron un poco avergonzados, la cara de Charly reconoció que yo tenía que soportar bastante, y hasta me hizo un ofrecimiento:

-Alex, seamos colegas de nuevo, Ana me eligió a mí, ya sabes que el amor cambia de un día para otro, si Ana se cansa de mi y se va contigo no podré hacer nada, podríamos salir de nuevo los tres de vez en cuando...


No le respondí, la escena y su ofrecimiento me parecían vomitivos por lo que me concentré en cerrar la boca antes de decir algo de lo que me pudiese arrepentir.

Cuando encontramos el camino de regreso al autobús no había nadie, solo la pobre máquina, así que dije:


-Quedaros como Tarzán en ese árbol ha sido lo más inteligente que habréis hecho en vuestras vidas, ahora nos tocará esperarlos aquí-.


A lo que Ana respondió:


-Yo fui una vez a la cabaña del Federico en cuestión, no era lo más interesante del mundo, pero si te empeñas puedo llevaros, me acuerdo del camino...más o menos-.

Ese más o menos lo dijo en voz baja por lo que Charly, ensimismado con las altas copas de los árboles no escuchó, y él aceptó encantado la idea de ir, yo no tuve más remedio que asentir, iban a irse sin mí, podía imaginarme lo que pasaría si los dejaba de nuevo solos, otra vomitiva escena de carantoñas sin sentido. Resignado a mi suerte los seguí varios pasos por detrás, lo suficientemente cerca para que no hiciesen nada raro y lo suficientemente lejos para que no me molestasen, o eso creía yo, después de andar varios cientos de metros tuve que acercarme a ellos ya que Ana me lo pidió, y seguimos caminando los tres juntos, como otras muchas veces por fuera, pero con sentimientos muy diferentes en cada uno por dentro.



Charly lanzó una piedra que entrechocó contra el suelo produciendo un ruido sordo, nos habíamos perdido, ya que habíamos aparecido en la entrada de unas ruinas, como hasta ese momento estábamos seguros de seguir el buen camino, no habíamos pensado en los móviles, cuando llegamos a las ruinas sí, cual fue nuestra sorpresa al ver que todos estaban apagados sin remedio, por mucha fuerza que hicimos contra el botón de encendido de cada uno, por mucha limpieza que les dimos a sus baterías, no conseguimos que funcionasen, y allí estábamos, entre edificios de piedra derruidos, con plantas creciendo a sus lados, nosotros estábamos al principio de las ruinas, había una larga hilera de columnas derruidas ahí y aprovechamos para agenciárnoslas y acomodarnos. Los tres mirábamos hacia la espesura del bosque (que se había abierto en un nuevo claro y sobre ese claro estaban las ruinas) tratando de localizar la señal de algún compañero, en realidad no estábamos demasiado preocupados, estábamos en unas ruinas, y ellos tenían que ir a unas ruinas, no caímos en ese momento en “la leyenda”, fue varias horas más tarde, aún quedaban tres o cuatro horas de luz cuando Ana la recordó, buscaba en su mochila el último bocadillo que le quedaba cuando dio con un papel arrugado, era el folleto que los profesores habían repartido en clase para saber a dónde íbamos, el folleto no mencionaba solo el Templo del Sol, sino, también el de la Luna, miramos hacia atrás localizando algún signo...y dimos con él, sobre un pabellón medio derruido había grabado en la piedra una media luna, habíamos ido a parar al Templo Maldito, sí, el Templo de la Luna según contaban estaba maldito, hacia cincuenta años que habían intentado explorarlo, todo aquel que lo exploraba desaparecía sin rastro, seguimos esperando en la entrada del Templo, a esas horas nos habrían dado por desaparecidos y era muy probable que ya nos estuviesen buscando desde hace rato, pero cayó la noche, el frío era intenso, la niebla también era más sobrecogedora, por lo que Ana acabó declarando:

-¡Yo no aguanto más aquí!, vayamos dentro de alguno de esos edificios, estaremos más calentitos, o, al menos no tendremos este frío que traspasa los huesos, es probable que si nos buscan hayan parado hasta que amanezca.

A falta de una idea mejor le hicimos caso, nos refugiamos en el edificio que parecía menos siniestro y más grande, además del que tenía menos desperfectos. Allí permanecimos, pero sin poder dormir, Ana y Charly estaban abrazados de nuevo, yo en otra esquina tratando de ordenar mi cabeza y de no pensar en nada malo.

No sabría decir cuanto tiempo transcurrió, pero Ana se liberó del abrazo de Charly, que se había quedado dormido finalmente y se acercó a mi, se apoyó en una pared a un metro de mí, abrió la boca para decir:

-Todavía no hemos aclarado entre nosotros lo que ocurrió...-la voz se le rompió-.

Apartó la vista de mí y empezó a jugar con un pequeño de bloque de piedra que sobresalía, cuando lo hizo, se oyó un “clic”, del suelo se abrió la roca y absorbió todo el aire de la sala, todo sucedió en menos de cinco segundos por lo que solo me había hecho una idea de lo ocurrido, cuando me quise dar cuenta, habíamos caído los tres por el agujero, que después se había cerrado, lo más curioso es que no estábamos en la más completa oscuridad, en aquel agujero había niebla, y ésta extraña niebla brillaba ligeramente produciendo algo de luz en el túnel. Charly se despertó con el golpe, Ana estaba sentada de rodillas con la boca abierta tratando de emitir un grito que no salía de su garganta y yo, había caído de espaldas por lo que decidí quedarme un momento más tumbado en el suelo. Finalmente, a tientas, me levanté, levanté a Ana y a Charly que aún estaba desorientado, y les dije sin odio, pero sí asustado:

-Chavales, la hemos cagado-.


Sin mediar más palabra seguimos el único camino posible, hacia delante, todos estábamos realmente asustados, los muros fríos, sin vida, el suelo de piedra y la extraña niebla envolviendo y dando una atmósfera terrorífica, de nuevo, no sabría decir cuanto tiempo anduvimos en el estado de letargo y miedo que estábamos pasando, todo el rato pasillo tras pasillo, apretujados y esperando algo siniestro detrás de cada esquina, algo siniestro que no llegó, finalmente llegamos a una cámara más amplia, en medio había una especie de sarcófago de mármol cerrado, luego otra sala de menor tamaño que daba a otro pasillo con otra esquina, decidimos tomarnos un respiro ahí, aunque no nos sentíamos seguros con esa extraña tumba en piedra.
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Evan

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MensajeTema: Re: La Tumba de las Ruinas   La Tumba de las Ruinas Icon_minitime14/02/09, 09:14 pm

2º parte (no cabía en un solo coment)

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-Éste es el peor día de mi vida-musité.

Ana y Charly se giraron hacia mí alarmados, llevábamos mucho tiempo sin haber emitido ningún sonido, incluso tratábamos de que nuestras respiraciones fueran lo menos ruidosas posibles, no descansamos mucho en esa sala, finalmente la tumba sobrecogedora pudo con nuestro ánimo, me levanté el primero, cogí a Ana de la manó pero no se levantó, así que cogí a Charly, que si dejó el suelo y se estiró intranquilo, lo llevé a la siguiente habitación para decirle:

-Tío, después de esto, creo que si saldré de paseo con vosotros de vez en cuando, dejémonos de ésta tontería.

-De acuerdo, apresurémonos a salir de éste lugar...¿No te parece que de pronto hace tanto frío como arriba, ese frío que traspasaba el alma?.

Me giré y entorné los ojos, Ana, había abierto la tumba, una voz furiosa y estridente soltó un gemido ensordecedor, algo estaba tratando de salir de la tumba, Ana profirió un grito y corrió hacia nosotros gritando sonidos ininteligibles. No sería verdad decir de mi parte que la esperamos, cuando oímos el sonido salimos corriendo tan rápido como nuestras piernas nos lo permitieron, la voz estridente se acercaba, y de pronto oímos un grito de Ana, yo seguí corriendo, Charly no, se frenó en seco y me dijo:

-Sigue tú, ahora te alcanzamos.

-Ni de coña- le respondí simplemente-.

Charly retrocedió y deshizo el camino, yo me quedé de piedra, no moví ningún músculo, algo se acercaba, noté que empezaba a sudar y a respirar agitadamente, era Ana, tenía un brazo colgando de forma extravagante.

Y se oyeron gritos de nuevo, desgarradores gritos de dolor, los últimos gritos de Charly, Ana me sobrepasó y no miró hacia atrás, yo seguía plantado en mi sitio, hoy una exclamación de esperanza, era Ana:

-¡Luz, hay una salida!.

Mientras tanto ví asomarse a Charly por la esquina, se arrastraba con un brazo, porque...le faltaba el otro, estaba empapado de sangre y emitía unos extraños gritos, el movimiento volvió a mis miembros y me giré para correr, corrí más rápido de lo que creía posible y giré una esquina, Ana estaba tendida en el suelo llorando por la nueva esperanza, yo también sentí esperanza, sentía que lo que había salido de la tumba no saldría a la luz, no podría salir a semejante pureza, la levanté y nos acercamos a la luz, se oyó de nuevo el grito furioso del asesino de Carlos, estaba cerca, lo sentía y la luz muy lejos...no llegaríamos, ambos corrimos de nuevo yo más rápido que Ana, era una velocidad inhumana, y de pronto, caí estrepitosamente al suelo, estaba muy cerca de la luz pero, ¿qué había pasado?, además ¿porque no me podía mover?.

Ana me mostró una sonrisa triste y me dijo:

-Lo siento, ya está ahí, necesito ganar tiempo-.

Echo a correr, yo me quedé quieto, no podía moverme, al caer a esa velocidad mis pierna había sufrido un golpe grave, traté de arrastrarme con los brazos, sentí detrás de mí el frío de la muerte, antes de morir dirigí una última vista hacia la luz:

Ana estaba fuera y dijo contemplando cómo perecía:

-Siento todo esto, yo solo quería investigar este templo...se giró y echó a correr sobre la espesura

Y entonces me dí cuenta, ella nos había llevado hasta las Ruinas, ella nos dijo que pasásemos la noche dentro del edificio, ella activó el interruptor que nos llevó a la pesadilla...

Con un último y agonizante grito lo comprendí todo, demasiado tarde.



Respiré agitadamente, gotas de sudor perlaban mi frente. Había sido un mal sueño, una pesadilla. No podía recordar de que trataba; pero había sido horrible, traté de calmarme, el corazón aún me latía fuerte en el pecho, achiné los ojos para tratar de ver algo en las negras tinieblas que envolvían mi habitación...
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MensajeTema: Re: La Tumba de las Ruinas   La Tumba de las Ruinas Icon_minitime15/02/09, 06:53 pm

Mola , me gusta siue asin Wink
salu2
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Skeith

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MensajeTema: Re: La Tumba de las Ruinas   La Tumba de las Ruinas Icon_minitime15/02/09, 07:25 pm

esta bien tio, yo para un trabajo no me esforzaria tantoxD
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syli

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MensajeTema: Re: La Tumba de las Ruinas   La Tumba de las Ruinas Icon_minitime15/02/09, 07:32 pm

exelente muy buenas historia me agrado saludos
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FiniX

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MensajeTema: Re: La Tumba de las Ruinas   La Tumba de las Ruinas Icon_minitime15/02/09, 08:27 pm

exelente ...me gustao muxo sigue asi.
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MensajeTema: Re: La Tumba de las Ruinas   La Tumba de las Ruinas Icon_minitime

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