Opinad, plz

voy a postear el principio de una historia y si os gusta la sigo. Asi que si la leeis decid lo k os a parecido,plz;)


-------------------


Era de noche, una noche fría y oscura, y, en medio de una innatural ventisca, una persona solitaria andaba por las Montañas Nevadas. No era ni lo suficiente alto ni fuerte como para ser un adulto, tendría unos quince años. Iba envuelto en unas gruesas ropas llamadas Mafomofu, lucía una vieja espada de cazador en la espalda y un abollado escudo en el brazo, pero no se veía por ningún lado el cuchillo que caracteriza a todos los cazadores.

La ventisca comenzó a arreciar. La intranquilidad creció en nuestro joven protagonista, pero no por el frío. Sacó su bolsa de piel de Kelbi e inspeccionó lo que había dentro, nada de ello era comida, aun así cogió una esfera brillante con un botón para activarla. Lo poco que quedaba en la bolsa no le servía de nada en la situación en la que se encontraba.

Siguió andando, más seguro con este objeto preparado para utilizar. Entonces escuchó un batir de alas en la lejanía seguido de un potente rugido. La ventisca era fortísima.

- ¡Mierda! – dijo el chico.

Se dio la vuelta y observó una inmensa sombra plateada volando en el aire, estaba rodeada de viento y, a pesar de la oscuridad, sus ojos iluminados por la furia se veían con claridad.

“Ese maldito Kushala Daora me ha arruinado mi vida y ahora quiere arrebatármela, ¡pues no se lo dejaré fácil!” pensó.

Pulsó el botón de la bomba de luz e inmediatamente dio media vuelta y empezó a correr, vio el fogonazo que había provocado la bomba y se imaginó al Kushala tirado en el suelo aturdido y sin poder moverse. A los pocos metros corriendo ya no podía más, el frío había mermado mucho sus fuerzas, pero nunca permanecía parado. Otro rugido. No fue lo suficientemente rápido y de un veloz vuelo el Kushala se le puso enfrente y lanzó una bocanada de aire helado. El chico se defendió con el escudo, pero aun así se estrelló con fuerza sobre la pared de roca que tenía detrás. Sacó su espada y se puso en posición de ataque, como le había enseñado su padre. Empezó a esquivar los ataques de la bestia mientras pensaba algo, pero no había escapatoria, el Kushala había hecho acto de presencia en el lugar adecuado; la salida más cercana estaba bloqueada por la nieve y la otra la custodiaba la fiera, cada vez estaba más acorralado.

El joven se vio sin salida y se armó de valor, esquivó la envestida del dragón que inmediatamente dio la vuelta propinando un zarpazo al aire, escupió otra bocanada de aire, el chico la esquivó de una voltereta y, aprovechando que en ese momento el Kushala no estaba rodeado de aire, de un salto golpeó la cabeza del animal, pero era muy dura y la espada rebotó y se le abolló. La bestia le dio un fuerte zarpazo en el brazo, que remató con un mordisco al escudo. El chico se retorció de dolor, puede que parara el mordisco, pero la herida era en el brazo izquierdo (con el que sujetaba el escudo).

No tenía ninguna posibilidad, cómo iba a matar él con esa mierda de arma a un dragón anciano al que los mejores cazadores sólo lo pueden asustar. Pero no se daba por vencido, no quería darse por vencido, él no iba a morir por un error del pasado.

Entonces un cazador con una oscura armadura y sin ningún arma apareció de la nada. Todo él era muy siniestro. El aire se llenó de un hedor a muerte. El Kushala se giró expectante para observar a aquél intrépido cazador, que pasó al lado suyo sin inmutarse. El cazador se dirigía hacia nuestro protagonista, al que el miedo había invadido.

- D…dime tu nom…nombre cazador – dijo temblando de miedo.

El cazador siguió impasible andando hasta el joven, causaba tanto pavor que hasta el dragón se quedó quieto. Cuando llegó a la altura del chico recibió un espadazo que lo atravesó por completo y sin ninguna resistencia y sin provocarle ninguna herida. “¡Es un fantasma!” pensó nuestro protagonista.

El cazador le agarró por detrás y puso una mano en la boca del joven y la otra en los ojos. El chico lo veía todo negro, no podía resistir los brazos que lo agarraban era muy fuertes, a pesar de que antes la espada pasó entre ellos como si estuvieran formados por aire. Todo era negro, oscuro, pero dulce.

Jeje muy buena,sigue posteando que cada vez lleno mi imaginacion xD.

Aver que pasa...

Continuará...

Es buenisima claro q tienes q seguir

esta parte no es muy interesante , pero m esforzare para que esta historia quede algo decente
------------------------------------------------


Abrió los ojos, vio una imagen borrosa que poco a poca se convirtió en una nítida. Se encontraba tendido en una acogedora cama de una pequeña casa de madera provista de un baúl y otra cama más, aparte de una puerta que llevaría a otra habitación.

- ¡Te has despertado! – exclamó una aguda voz.

Entonces apareció en la imagen una preciosa joven de pelo negro y ojos profundamente azules que tendría la misma edad que el protagonista.

- ¿Cómo te llamas? – dijo la joven.

- Soyer – dijo nuestro protagonista.

- ¿Soyer… qué más?

- No hay nada más, Soyer a secas.

- De acuerdo. ¿Qué tal estás?

- Muy bien – mintió Soyer. – ¿Cuál es tu nombre? ¿Quién eres? ¿Dónde estoy? Y lo más importante ¿cómo he llegado aquí?

Soyer estaba cada vez más intranquilo y confuso, estaba buscando su arma que a pesar de estar abollada era un arma.

- Tranquilidad. Vamos a ver… me llamo Seny, soy la hija del mejor cazador del pueblo (esto lo dijo henchida de orgullo) y estás en Poke. En cuanto cómo has llegado aquí esperaba que me lo pudieras decir tú, porque mi padre te encontró con fiebre, delirando y con una cuantas heridas hace tres días en la entrada del pueblo.

- ¡Vaya! Pues yo no recuerdo nada, lo último fue… - recordó las montañas, la nieve, al Kushala y al cazador, con este último recuerdo dio un bote en la cama y un escalofrío le recorrió la espalda.

- Lo siento debo irme de aquí, gracias por todo – dijo Soyer muy alterado.

Éste fue a levantarse.

- Yo que tú no lo haría – opinó Seny.

Un fuerte dolor acudió al brazo de Soyer que hizo que se volviera a acostar en la cama.

- ¿Qué es lo último que recuerdas? – preguntó Seny.

Pues… - dijo Soyer mientras pensaba una buena respuesta. Si la decía que le perseguía un Kushala desde que tenía uso de razón (y además ese, que no era como los demás) lo echaría y él sabia, aunque no cómo, que ella sería una parte muy importante de su vida.-

Lo último que recuerdo es que estaba en las Montañas Nevadas.

- ¿Y qué más? – dijo Seny maliciosamente, se había dado cuenta de que faltaba algo.

- Nada más – respondió Soyer inmediatamente.

- Entonces como llegaste hasta aquí

- ¡No lo sé! A lo mejor me caí o me empujó algún monstruo o algo.

- Algún día me lo dirás, pero espero que no sea demasiado tarde. Me voy tengo cosas que hacer, y tú no te muevas que tienes que descansar.

- Vale – dijo Soyer a regañadientes. – Hasta luego.

- Hasta luego – dijo Seny con tal dulzura que derritió a nuestro protagonista.

Cuando Seny se fue Soyer se levantó como pudo y buscó su bolsa de piel de Kelbi, allí estaba todo lo que tenía y se aseguró de que estaba un viejo pergamino que contenía su historia y la de todo lo que le había pasado.

jo tio la historia es mui buena sigue así

esta muy bien tio, sigue asi.

aqui dejo la siguiente parte
----------------------------------------------------------


En cuatro días Soyer ya podía levantarse de la cama y dar paseos por el pueblo. La gente era muy amable. Pronto se hizo amigo de todos, pero con el que más le gustaba hablar era con un cazador retirado que le contaba antiguas hazañas. También le encantaba ver a los cazadores que venían de sus misiones con sus armas y armaduras de todo tipo de formas y colores.

El cuarto día llegó al pueblo el padre de Seny.

Seny estaba haciendo la comida con una cazuela en la hoguera que había en el centro de la habitación y Soyer estaba tumbado en la cama, cuando la puerta se abrió de un portazo. Entró un cazador con una armadura de Basarios y una Hoja Barbaroi a la espalda, Soyer estaba preparado para cualquier cosa, pero Seny se echó a los brazos de él. Después de un profundo abrazo, el cazador se quitó en casco, tenía los ojos azules y el pelo negro, como Seny.

- Te he echado de menos, cariño – dijo el padre de Seny.

- Yo también, papá – dijo Seny.

El cazador se acercó a Soyer.

- Buenos días chaval, ¿cómo te llamas? – preguntó.

- Buenos días, me llamo Soyer

- Con que Soyer ¿eh? A mí me llaman Shark. La verdad es que tengo unas cuantas cosas que hablar contigo.

- Pues dispara.

Seny echó un trozo más de carne al estofado.

- Para empezar me gustaría que me contaras de dónde vienes y quién eres. No voy a hospedar a un desconocido.

“Otra vez con preguntas del pasado” pensó Soyer.

- Soy de Kokoto e hijo de una familia de grandes cazadores.

- Bien. ¿Y por qué no estabas en tu pueblo?

- Porque… - esto fue muy doloroso para Soyer – porque ha sido destruido y soy el único sobreviviente.

- ¡En serio! Yo solía ir a Kokoto a cazar y comerciar. Sabía que un gran peligro lo acechaba, aunque nadie sabía que era, nadie sobrevivía para saberlo – esto último lo dijo con una sombra de melancolía. – ¿Qué piensas hacer cuando te recuperes?

- Si no fuera mucha molestia quedarme con vosotros.

- A mi no me importaría, papá – dijo Seny.

- De acuerdo, puedes quedarte, pero deberás hacer algo de provecho.

- Podría venir conmigo a cuidar la granja – opinó Seny.

- Podrías hacer eso.

- Lo haré – concluyó Soyer.

Empezaron a comerse la carne, que ya se había echo.

- Me encanta la carne de Aptonoth – exclamó Soyer.

- Pues por aquí no se encuentran muchos – informó Seny.

- Pero lo que si que hay son Popo que tampoco están nada mal – opinó Shark.

- ¿Qué tal la semana, papá?

- Pues un poco dura porque mientras cogía el carbón nos encontramos con dos Khezu. A uno lo maté, de hecho he encargado una armadura para artillera.

- ¡Gracias, papá!

- Y al otro lo capturamos, en la escuela de entrenamiento nos han pagado muy bien por él.



Y el tiempo pasó con una dulce monotonía. Soyer se recuperó por completo y descubrió que Seny quería ser cazadora, así que en sus tiempos libres practicaban juntos (tenía un asunto pendiente con cierto Kushala) con todos los tipos de armas que ellos mismos se fabricaban a partir de un buen trozo de madera, excepto ballestas.

La única forma que existía de empezar la carrera de cazador y ascender en ella, eran las misiones urgentes. Todos los días visitaban a la jefa del pueblo, que era una pasa pequeña y arrugada, y la preguntaban si había alguna misión urgente para novatos. Además para la edad que tenían debían hacer las misiones, si es que algún día empezaban, los dos juntos.

Pocas veces se aventuraban fuera del pueblo, y si lo hacían era para cazar un Popo o un Kelbi como mucho.



Al cabo de un mes la jefa les encomendó la misión de matar una manada de Giaprey (unos veinte) porque había superpoblación, pero debían de tener cuidado con el Giadrome al que no hacía falta eliminar.

Se pusieron muy contentos, iban a hacer su primera misión.

Shark estaba muy preocupado por los dos, pero sobretodo por Seny.

- ¡Déjame ya papá! – gritó Seny.

Shark estaba retocando excesivamente la armadura de Khezu de su hija, pero ya estaba más que bien. Ahora tenía que preparar a Soyer, pero éste no tenía ni arma (a saber dónde estaba) ni armadura. Shark llevó a Soyer a la segunda habitación de la casa (solo había dos: la habitación-salón-recibidor y esta) y le dijo:

- Elije.

Esta habitación estaba repleta de armas y armaduras que Shark había recolectado.

Soyer empezó a estudiarlo todo: desde viejos arcos, pasando por pesadas ballestas, hasta afiladas espadas. Después de mucho probar, tocar y preguntar escogió como arma una Hoja Devastadora mejorada.

- Buena elección – opinó Shark.

Siguió el mismo proceso para las armaduras. Vio armaduras muy resistentes y otras muy raras, pero no quería coger una que fuera demasiado fuerte, no iba a fastidiar a Shark haciéndolo. Cogió una armadura hecha de Giaprey, seguro que sería muy buena para luchar contra el mismo monstruo del que está hecha.

Seny cogió un trapo que tenía debajo de la cama que envolvía a lo único que quedaba de su madre, un Arco Prominencia de nivel I.
Cuando estuvieron preparados partieron hacia las Montañas Nevadas.

mola la historia esta muy chula

siento aer tardado tanto pero sk estaba jugando al mhf2 xD
Aqui delo la primera mision
PD: Alguien sabe como puedo cambiar el titulo del post?

----------------------------------------------------------


La helada brisa golpeaba las armaduras de nuestros protagonistas, llevaban dos de los siete días que tenían para completar la misión. Habían matado a cinco Giapreys que se habían arriesgado a bajar de las montañas, se estaban acostumbrando a matar a monstruos hostiles, aunque todavía no sabían lo que era un monstruo de verdad.

Nuestros protagonistas estaban empezando a escalar la montaña para terminar la misión lo antes posible y que se pudiera restaurar el paso de comercio.

Antes de meterse en una cueva llena de nieve se tomaron una bebida caliente cada uno y después entraron. Se encontraron frente a tres Giapreys.

- Mientras lucho contra ellos tú aléjate y dispáralos, apunta bien – dijo Soyer a Seny.

- De acuerdo, pero no soy de porcelana

Repentinamente montó el arco y disparó, el tiro pasó por encima de la cabeza de Soyer y acertó en el pecho del Giaprey que estaba saltando sobre éste. La flecha le explotó y cayó al suelo malherido.

- Gracias – dijo Soyer.

Éste se dio la vuelta y aprovechando la fuerza que utilizaba para sacar la pesada espada cortó la cabeza al Giaprey. Los monstruos se acercaron a Soyer que de un ataque circular los apartó. La siguiente fecha de Seny fue a parar al globo ocular de uno de los preys, cuando explotó la flecha, la cabeza le reventó salpicando sangre por todos lados.

El tercer monstruo había acumulado una extraña saliva en la boca que lanzó a Soyer, éste fue rápido y lo paró, pero quedó un círculo de hielo en la espada.

El siguiente movimiento lo tenían ensayado: Soyer atacó verticalmente al prey, que lo esquivó sin dificultad, entonces Seny lo atacó con una flecha que se le clavó en el costado, cuando el monstruo volvió a reparar en Soyer, éste estaba terminando un ataque circular que partió por la mitad al Giaprey.

Al salir de la cueva se encontraron en una ladera llena de nieve y con un solitario e incauto Giaprey. Seny armó el arco y le disparó, el monstruo lo esquivó y dio un agudo grito. Diez Giapreys aparecieron de la nada y entre ellos el Giadrome, era una trampa.

- ¿Qué hacemos? – preguntó Seny boquiabierta.

- Cazar – dijo Soyer relamiéndose, llevaba bastante tiempo esperando un reto que pudiera demostrarle lo que era de verdad.

Seny, a pesar de verse en una situación que la superaba, no pensaba darse por vencida, así que sacó el arco y comenzó a disparar a los Giapreys.

En cambio, Soyer se centró en el pez gordo, corrió hacia él e intentó golpearle, pero era muy rápido. Empezó el duelo, Soyer golpeaba al aire mientras que el Giadrome atacaba a la espada éste, así estuvieron unos cuantos minutos.

Solo quedaban tres Giapreys, cuando uno se abalanzó sobre nuestro protagonista, que perdió la espada. Aprovechando que estaba en el suelo, el Giadrome le atacó numerosas veces con su afilada garra hasta que atravesó la armadura, pero afortunadamente solo le provocó un pequeño rasguño. Tres disparos simultáneos impactaron en el Giadrome que contraatacó con una fuerza aumentada por la rabia (de su espléndida manada solo quedaban tres ejemplares, y además estaba herido) que Seny no resistió, dio cuatro volteretas en el suelo y no se movió más.

- ¡Nooo! – gritó Soyer.

Éste tuvo una especie de escalofrío, me explico, sentía lo normal cuando tienes un escalofrío, pero en vez de frío era calor, energía y fuerza lo que le recorría la espalda. Tenía los ojos en blanco, estaba rodeado de un aura roja y se encontraba como nunca. Cogió la espada, que ya no le pesaba tanto, del suelo y se acercó al Giadrome. El gran prey le atacó, Soyer alzó la espada como si estuviera echa de papel y dejó pasar al Giadrome de forma que estuviera en frente de su costado, le dio una patada y lo tiró al suelo; alzó la espada verticalmente (con la punta hacia el suelo) y ensartó al Giadrome, que intentó moverse un par de veces y murió.

Un Giaprey se tiró sobre Soyer, éste dio un paso a la derecha, cuando el prey cayó, cogió su recién adquirido cuchillo de cazador, agarró al monstruo del cuello y lo degolló.

Otro Giaprey le intentó arañar, pero Soyer le cogió de un brazo y le clavó el cuchillo en el corazón.

El último monstruo estaba en el aire apunto de dar a nuestro protagonista, que se dio la vuelta y lanzó el cuchillo, que se clavó entre ceja y ceja del monstruo destrozándole el cráneo por completo. Se acercó al cadáver y recogió el cuchillo, entonces volvió en sí. Empezó a jadear, toda la energía que había usado le desapareció de golpe.

Cuando se recuperó se acercó a Seny, que tenía la armadura desgarrada por las garras de Giadrome y estaba sangrando. La dio un par de pociones pero como no se las tragaba no hacían efecto. La cogió en brazos, sin olvidarse de su arco (era muy importante para ella y por tanto para él) y empezó a caminar hacia el campamento pensando con pavor:”No puede estar muerta, no puede estar muerta…”

Moooooooola XD

opinad plz, decidme lo k sta mal k d los errores s aprende
P.D: como cambio l nombre del post??

----------------------------------------------------------


Soyer despertó, todo estaba oscuro, pero podía verse a sí mismo, lo que indicaba que no estaba ciego y que no había nada.

Entonces apareció el mismo cazador que se encontró tiempo atrás, otra vez un hedor a muerte impregnó el aire. Esta vez si que estaba armado, lucía una katana azul que humeaba en su espalda y unas espadas duales en sus costados. Soyer echó su mano a la espalda en busca de un arma, ahora si que echaba de menos su Hoja Devastadora. A falta de armas Soyer se puso en posición de ataque.

- ¿Quién eres? – gritó Soyer.

- Soy, y a la vez no, tu; soy lo que serás y soy también tu guardián.

- ¿Por qué he de creerte?

El cazador se quitó el casco, tenía la cara de Soyer cuando fuera un adulto, pero aún así se reconoció.

- ¿Qué es lo que quieres? – preguntó nuestro protagonista cada vez más asustado.

- Ha llegado la hora de decirte algunas cosas de vital importancia y darte consejos.

- Pues empieza.

- De acuerdo. Desde el principio de los tiempos se lleva librando una dura batalla que aún permanece, pero esta guerra está empezando a perder el equilibrio y, en parte por tu culpa.

- ¿Pero yo qué he hecho?

- Seguro que te has dado que no eres como los demás, que puedes llegar a hacer cosas extraordinarias. Por ejemplo tener una sobredosis de fuerza y energía, pues eso es solo el principio.

- ¿Y que tienes que ver tu en todo esto?

- Esta lucha puede tener muy buenas o muy graves consecuencias. Yo soy el encargado de que no cometas errores y de que no mueras hasta que te puedas valer por ti mismo.

- Si soy tan extraordinario ¿por qué me tienes que proteger?

- Porque ellos te buscan.

-¿Quiénes son ellos y par qué me quieren?

- Ellos son los bandos de la batalla y te quieren alistar o matar, les da igual.

Soyer no conseguía asimilar toda la información, ¿sería el Kushala uno de “ellos” y lo que destruyó su pueblo?

- Una cosa más – dijo el cazador.- Cuida a Seny de mi parte.

Dicho esto, desapareció.

LLAMADA A GRIM: pido tu evaluacion, maestro!!