La Guerra De La Inmolación

Esta es la 2ª parte de "El Emperador de las Llamas", publicada en esta misma seccion (asi que es MUY recomendable leerla primero, y ya que estais, comentais)

Pero antes de empezar, necesito... 5 voluntarios, para incluirlos como personajes, asi que... ¿Quien se apunta?

EDITADO:

Lista:

1- Sigma
2- Syli
3- Spirit
4- Akamu
5- Destino


PD: Los personajes que os toquen lo hare a sorteo

Yo mismo Lao ^^. Si quieres, usa solo Sigma, Five_Sigma no quedaria bien en una historia .

Perfecto, te voy a "inscribir" xD Pondre la lista en mi primer mensaje... cuando sea mas numerosa, pondre aqui el tocho-post del dia XD

Bien, mientras la gente se va apuntando (Es que no me va eso de inventarme nombres) voy escribiendo como un esclavo xD




2 Años después...



Las 5 de la mañana. Los rayos del Sol nacían y se expandían tras las Montañas Nevadas. Desperezándome, me levanté de la cama con un enorme sueño. Me pareció que no había dormido en 3 días al menos. El olor de la madrugada se percibía notablemente en el ambiente. A tientas, busqué la lámpara de aceite y unos fósforos, ya que aún no se podía distinguir 3 en un Popo. Después de encontrarlos y encender la lámpara, me lavé la cara y me vestí con ropa más bien simplona y me cubrí con una túnica, una túnica hecha de piel de Anteka y de Kelbi y con una combinación de colores de blanco y morado. Era esa túnica la misma que usaban los miembros del Centro de Observación de Dragones Ancianos (C.O.D.A.), la máxima autoridad del Gremio de Cazadores de Dondruma sobre el estudio de los Dragones Ancianos. Esta organización poseía a su vez una Academia, construida al lado de la Escuela de Entrenamiento, para todos los cazadores que quisieran conocer datos y costumbres de los Dragones, pero la Academia no sólo se especializaba en material sobre los D.A. (Dragones Ancianos, para abreviar), si no que con el tiempo, desde que se fundó, hará unos 30 años, se fue dedicando también a otras materias, como por ejemplo en “Hábitos de los Monstruos”, donde se explicaban las características de las bestias en general, o en “Uso de las Armas”, que te enseñaban como usar correctamente cada tipo de arma y todas sus aplicaciones. Gracias a esto, el índice de muerte de los cazadores en las misiones de caza y matanza había bajado considerablemente, ya que desde entonces los cazadores en general iban más y mejor preparados a las misiones, conocían mejor a los monstruos, etc. Esto ayudó en parte a la Escuela de Entrenamiento, ya que los alumnos de ésta usaban los conocimientos adquiridos en la Academia para practicar, por ejemplo, en lucha contra monstruos (parte de los monstruos capturados eran enviados a la Escuela para que los aspirantes a cazadores hiciesen sus primeras luchas de “prueba” contra monstruos menores, ya fuesen Velocipreys, Bullfangos, etc. y ya contra oponentes de mayor calibre, como el Yian Kut-Ku o el Congalala).


Ya vestido, cogí del cesto que se encontraba en la mesa una manzana y me la llevé a la boca, tenía mucha hambre por las mañanas últimamente, así que cogí otra y me la guardé en el bolsillo de la túnica. Miré en mis cajones un par de pergaminos enrollados, un mapa de Minegarde y salí por la puerta. Nada mas salir a la calle pensé: “¡Dios que frííííoooo...!”
Me abroché la túnica y me puse los guantes que había guardado el día anterior en el bolsillo interno. A paso ligero, fui atravesando el pueblo hasta llegar a la Academia de cazadores, donde al llegar llamé a la puerta lateral, que era por donde entraban los profesores y los miembros del C.O.D.A. Pasaron los segundos, y como me estaba pelando del frío que hacía en ese momento me impacienté de mala manera y estaba tan nervioso que iba a volver a picar a la puerta con más fuerza que antes y justo cuando me disponía a hacerlo se abrió una ranura de la puerta muy lentamente y escuché una voz que venía de dentro que decía:


-¿Quién...? Ah, eres tú. Pasa, pasa. ¡Te estaba esperando!

-Gracias –Contesté.


Entré, y desgraciadamente para mí, dentro no hacía la temperatura que me esperaba; no había mucha diferencia con el exterior. La voz era de un hombre de aproximadamente mi edad, medía como yo a ojo y tenía el cabello largo y algo rizado.


-¡Cuánto tiempo... maestro Sigma! –Dije sonriente.

-¡Que no me llames maestro, leñe! –Respondió. –Y para empezar, yo nunca he sido maestro tuyo...

-Vale, vale, lo siento, era una broma...


Él se ocupaba de la supervisión y elaboración de diversos experimentos en los monstruos, básicamente para la docilidad de los wyverns a la hora de criarlos, y fue por eso por que recurrí a él antes que a nadie, además de que ya nos conocíamos desde hacía tiempo en la Academia (En ese momento ya se dedicaba a esos estudios secretos) y donde le conté mi secreto, hace casi 2 años, sobre aquél huevo. Y no era de extrañar que yo supiese por qué sabía que él fue miembro de esos equipos secretos ya que fui compañero suyo en gran cantidad de ocasiones, y hasta habíamos cazado juntos en alguna ocasión. Él, como yo, usaba Espadas Largas junto a los Arcos, y su técnica de caza consistía en rodear al enemigo hasta atacar en el momento justo para volver a rodearle y atacarle de nuevo. Yo, por otra parte, prefería ir hacia puntos más sensibles como las cabezas y a las partes rompibles de cada monstruo. Esto, no obstante, no significaba que sólo supiéramos manejar esas armas, sino que ambos éramos capaces de defendernos con cualquier cosa.


–Te llamé para que vieras los resultados del crecimiento, pero insisto, esto es un hecho increíble del que todos jamás podrían ni imaginarse... y ni siquiera hemos informado al Gremio de esto... si se enterasen, nos meteríamos en un buen lío, y lo sabes.

-Pero no se tienen por qué enterar, ¿verdad? –respondí. –Hemos llevado esto a cabo desde hace unos 2 años en secreto y nadie se ha ni percatado, así que ¿por qué deberían enterarse justo ahora?

-Lo sé, lo sé... pero es que cada vez tiene más hambre, y ya no sé como conseguir más carne sin despertar sospechas en el Gremio... ¿Y has visto qué tamaño tiene? Se ha hecho enorme.

- No será para tanto... sólo hará unos 3 meses que no le veo... y no medía más que un Giaprey... por cierto, ¿Cómo se ha comportado? La última vez que volví después de una ausencia como esta se había puesto muy nervioso...

-Bueno... esta vez se ha controlado un poco, y menos mal que estaba yo... en fin, de todas maneras, ya no tienes que volver a Kokoto para nada, ¿cierto?

-Pues... no, de momento. Aunque la verdad es que tengo muchas ganas de verle. –Afirmé con decisión.

-¡Baja la voz! –Dijo con un susurro, llevándose el dedo índice a los labios. –Aún está durmiendo...

-¡Lo siento...! –Me disculpé, con un hilo de voz.



¿Que os parece? ^^

Mola mucho, solo que esta vez he echado de menos que pusiese mas historia de golpe XD he tardado como 5 minutos en leer todo. Quiero maaaas!!!

Five_Sigma escribió:

Mola mucho, solo que esta vez he echado de menos que pusiese mas historia de golpe XD he tardado como 5 minutos en leer todo. Quiero maaaas!!!

Joder... que si no me quedo sin commetns... XD pero bueno, he aqui un adelanto xD:


Sigma y yo llegamos a un tramo donde estaba tan oscuro que debíamos recurrir a usar unas antorchas para poder vislumbrar el camino. Evitando hacer el mínimo ruido, llegamos al cabo de casi un minuto a una especie de sala subterránea, llena de estalactitas, estalagmitas y columnas. Al entrar, una ola de calor nos sacudió de tal manera que me entró un sofoco descomunal y me tuve que sacar la túnica para no tener una insolación. El calor parecía venir de una gran fogata de leña y carbón aproximadamente en el medio de la sala. A escasos metros del fuego, una figura yacía tendida en el suelo. A medida que nos acercábamos, y gracias a la luz de las antorchas, porque el área estaba a oscuras, logramos distinguir claramente la figura que se encontraba allí con nosotros. Medía aproximadamente unos 3 metros de largo, era de color carmesí y morado, con 2 enormes alas, cada una del color del fuego con unos dibujos negros azabache. Pese a su temprana edad, había desarrollado unas fuertes garras, y sus colmillos podían verse a simple vista. Lo único que le diferenciaba de un adulto era el tamaño de sus cuernos, que aún tenían que crecer y su corta melena .Su fuerte respiración se oía desde lejos, e intentando hacer el mínimo ruido con nuestros pasos, nos dirigimos a un rincón de la habitación done había un par de sillas y una mesa de forma circular con una pila de documentos muy variados y diversos borradores llenos de notas encima. Sigma se sentó y me invitó a hacer lo mismo. En voz muy baja, empezamos a discutir el tema más preocupante: ¿Qué haríamos con él? La respuesta se antojaba difícil.


-Tendríamos que buscar un lugar apropiado para él –Sugerí. –Donde se sienta a gusto y pueda subsistir por sí mismo sin nuestra ayuda. Además, hay que tener en cuenta el clima. Esta cueva es muy húmeda... si no llega a ser por la fogata...

-¿Y qué demonios quieres que haga? Bastante tengo con mantenerlo mientras “haces turismo” por los pueblos de la región. Como si no tuviese nada que hacer... –Me replicó con cierta molestia.

-¡Eh, eh, eh, no te enfades...! Además, sabes perfectamente por qué lo hago... y no es por gusto –Me defendí. –Lo hago porque se lo debo; Aquella vez... lo maté... y su madre había muerto a manos de un monstruo desconocido que, por desgracia, no he conseguido sacar casi información alguna sobre él. Si pudiese colarme en la Biblioteca...

-...Pero no puedes –Afirmó el maestro. –Sabes perfectamente que aunque trabajes en el C.O.D.A y aunque hagas las investigaciones para el Gremio, sólo unos pocos pueden acceder a esa base de datos... y se pueden contar con los dedos.

-Venga, no me animes tanto –Respondí con cierta ironía –Bueno, aquí tengo todos los datos que he encontrado en los diferentes pueblos y villas de la región.


Saqué un antiguo y roñoso pergamino enrollado que estaba en el bolsillo de la túnica y lo extendí sobre la mesa. En él había dibujado una montaña con fuego alrededor y una poco distinguible figura negra en la falda de ésta. Al estar tan desgastado, sólo se podían vislumbrar con claridad pequeños detalles, como por ejemplo: Parecía que el dibujo (de un monstruo seguramente) estaba de perfil, y en él se veían unas enormes púas y pinchos por todo su cuerpo. Por su tamaño en comparación al de la montaña uno se podía imaginar lo grande que parecía ser. Éste último dato, pensé, debería ser cierto, porque me acordaba de cómo quedó el cuello del Dragón de Fuego, así que era más que probable que así fuese.


-Se ve que existe un mito sobre esta bestia desconocida, y casualmente en todos pero las pruebas de que existe son tan escasas e insignificantes que parece que para el Gremio es una mera leyenda popular... pero todo esto me escama, y mucho. Que algo así pueda existir, o existió hace tiempo, y que el Gremio de Cazadores ni lo mencione... debe haber algo detrás de todo esto. Y seguro que no es nada bueno –Dije.

-No tomes conclusiones precipitadas... que nunca es bueno –Respondió Sigma con firmeza.

-Lo sé, pero he estado pensando y todo esto es muy sospechoso. Hay algo que no encaja. Y voy a averiguarlo. –Decidí con una seguridad que me sorprendió hasta a mí.


Continuara... xD

Pues a peticion del mod aqui presente, voy a continuar ^^


En ese instante, escuché unos ruidos extraños, como fuertes pasos a nuestro alrededor. Me giré y con un escalofrío que no sentía desde hacía mucho tiempo, me di cuenta que había alguien más. Sigma y yo nos miramos; no hacían falta las palabras. Esperando el inminente ataque, él desenfundó su Cortador Demoníaco y se puso en una pose de ataque, mientras yo, lentamente, cogí una Lanza de Hierro y un escudo que por suerte estaban allí, en el suelo. Pasaron los segundos, y la tensión iba aumentando. Los dos permanecíamos inmóviles y un sudor frío recorría por mi frente. Entonces, algo me atacó por detrás y, en menos de un segundo, logré girarme y cubrirme con aquél gran escudo que de no haberlo tenido las hubiese pasado canutas. El brutal impacto fue tal que aterricé casi 3 metros más allá de donde estaba. Sigma, sin pensárselo dos veces, saltó hacia mi atacante con un grito de guerra y sin vacilación alguna empezó a lanzar tajos a diestro y siniestro, pero fue sin resultado. El enemigo se movía tan deprisa que apenas podíamos fijar la vista en él, y la escasa luminiscencia de la sala no nos ayudaba mucho, que digamos. Me levanté, apunté con el venablo hacia delante y corrí con todas mis fuerzas; le había visto, y esta vez no se me escaparía. Sorprendido, nuestro agresor saltó hacia atrás y lo único que logró con eso fue quedarse en un rincón, acorralado. Sigma y yo, sin pensárnoslo dos veces, nos pusimos en tal posición que si quería pasar, debía, literalmente, pasar por encima de nosotros.


Hubo una pausa. Nosotros no abandonamos nuestras posiciones y nuestro rival tampoco lo hizo. Yo hice el primer movimiento dando un paso adelante y Sigma hizo lo mismo. Con muchísima cautela y muy lentamente, me cubrí lo máximo que pude y avancé hacia el enemigo (que ya sabía de quien se trataba). De un salto, y sin dificultad alguna, nuestro atacante nos sobrevoló para aterrizar detrás de nosotros y una ráfaga de viento nos dejó aturdidos durante unos segundos, y justo cuando se disponía a atacar de nuevo, grité con una voz que retumbó en la sala:


-¡BASTA!


El Teostra se detuvo en seco. Sus ojos eran como dos zafiros brillantes, que contrastaban con el color morado bermellón del resto del cuerpo. Con un fuerte ronroneo, se acercó a mí y se pegó a mi cuerpo. Dejé caer mi lanza al suelo y me di cuenta que ahora no hacía falta agacharse para acariciarlo; desde luego, se había hecho realmente grande en comparación desde la última vez que lo vi, hará casi 3 meses.


Que os parece? Pr favor, dejad comentarios y criticas constructivas, y recordad, no podre escribir mucho mas sin algun voluntario para salir...


Saludos!

aaaaaaa muy bien yo pense qe el apuntarse era para escribir no soy muy bueno yo me apunto de personaje saludos

syli escribió:

aaaaaaa muy bien yo pense qe el apuntarse era para escribir no soy muy bueno yo me apunto de personaje saludos

No, no XD eso ya seria demasiado XD solo pido voluntarios para que aparezcan... en ese caso, edito el pimer post ^^


PD: Vamos, animaos, que solo faltan 3 mas (de momento)

Que currada .

Striker_Dark escribió:

Que currada .

Si quieres, puedo meterte para que salgas

Que padres tus historias xD ¿se tratara de un akantor?

SAlu2!

Akamu escribió:

Que padres tus historias xD ¿se tratara de un akantor?

SAlu2!

Es posible XD (o no, a lo mejor hago como Hiro Mashima y me invento un monstruo XD)

Y repito, si alguien quiere que ponga su nombre a algun personaje... que me lo diga

yo quiero ser personaje XD

Spirit escribió:

yo quiero ser personaje XD

Pues agregado

Lao-Chan escribió:

Akamu escribió:

Que padres tus historias xD ¿se tratara de un akantor?

SAlu2!

Es posible XD (o no, a lo mejor hago como Hiro Mashima y me invento un monstruo XD)

Y repito, si alguien quiere que ponga su nombre a algun personaje... que me lo diga

Yo tambien quiero ser prsonaje XD, y quizas a lo mejor es godzilla(q se parece a akantor xD)

1 Saludo!

Pues nada, a la lista vas XDDDD

no me e visto en la historia cuando salgo?

Spirit escribió:

no me e visto en la historia cuando salgo?

Tranquiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiilo, mi joven Padawan XDDDD saldreis todos a la vez mas adelante, despues de varias parrafadas de hechos y pensamientos mios XD

Asi que de momento, continuo



-¿Cómo te has quedado? Flipado, ¿verdad? –dijo con cierta sonrisa Sigma al enfundar su katana. Los dos (él y yo) estábamos sudando a chorros y el corazón nos iba a una velocidad de vértigo.

-Pues mira, si te soy sincero, no me lo esperaba para nada, es increíble como ha desarrollado sus instintos en tan poco tiempo... y es tan joven... ¿seguro que lo ha aprendido el solo? –bromeé. –Si ahora, que tiene poco más de 2 años de edad, se desenvuelve así en combate... no quiero ni imaginarme como será de mayor...

-Me da en la nariz –añadió resoplando –que nos ha puesto a prueba...

-¡Jajajajaja! Es muy propio de él. Si es que te lo tenía dicho; su inteligencia es superior a cualquier otro monstruo que me puedas decir ahora... si es que parece que nos entiende. ¿A que sí, mi chiquitín? –Dije con un tono muy cariñoso.


El dragón se acurrucó a mi lado y me empezó a lamerme la mano y la cara como señal de afecto, al que respondí con unas fuertes caricias y cosquillas.


-¡Carne va! –gritó Sigma.


Un pedazo de carne cruda cayó en el medio de la cueva. La joven “quimera” corrió hacia ella con una ferocidad terrible y la empezó a devorarla a grandes bocados. Para mi sorpresa, trituró hasta el hueso con sus colmillos; no había perdido para nada sus instintos de depredador. Después de hacerlo, me dijo Sigma:


-¿Ves lo que pasa? Traga como una lima. Ya casi no me queda carne... debemos solucionar este problema de inmediato.

-¡Tengo una idea! –señalé sin pensar. –Se puede llevar al Valle de las Tormentas: Allí estará seguro, hay cuevas en las que refugiarse, bastantes herbívoros y además estará a salvo de posibles miradas.

-¿Y ya lo has pensado bien? Sabes que allí los vientos son muy traicioneros... una vez, hace mucho tiempo, un ciclón arrasó completamente la zona y la dejó devastada a más no poder...

-Lo sé, pero es que no se me ocurre otro sitio. Y no quiero llevarle al volcán por lo que tú ya sabes...

-Que sí, que sí, que ya me lo has contado tropecientas veces... el bicharraco aquél que ronda por allí...

-Pues eso. Y lo haremos ahora. –Dije sin contemplaciones.

-Espera, espera, espera... ¿Has dicho “nosotros”?

-Pues... sí.

-¡Ni hablar! ¡Yo allí no voy ni aunque me paguen por hacerlo!

-¿No? Pero si solo es ir y volver, y ya está...

-He dicho... ¡NO! Y no me harás cambiar de opinión. Encima que cuido de tu mascota por ti...

-No es una mascota. Pues si tú no me acompañas, me las apañaré para hacerlo.

-Pues mira, me parece muy bien. ¿Y cómo lo harás? –Preguntó.

-Pues... déjame pensar... ¡Ya lo tengo! Le pediré ayuda a quién tú ya sabes.

-¿A él? Pues si piensas que lo hará gratis...

-Yo sé como... convencerle. Tengo algo por lo que daría un brazo por conseguir. –Dije con una sonrisa dibujada en mi cara.

-Está bien, pues... mucha suerte. ¡Adiós, Teo! –Dijo acariciando al Teostra.

-¿Qué? ¿Teo? No... no me lo puedo creer... ¿Teo? –Repetí, atónito.

-He decidido llamarle así. ¿No te gusta? Es mejor que Wenceslao, por ejemplo, ¿No?

-Joder... comparándolo así... hostia... pues sí –Respondí con resignación. –En fin, eso mejor que nada... Dios... Wenceslao... bueno, nos vemos.

-¡Adiós! Ya me contarás como te ha ido –Respondió Sigma.




Que os parece? XD

dios como mola, eso de ponerle los nombres de la gente mientras te inventas la istoria, muy bueno

Tienes a tus cinco personajes xdddd??Esque como en la rayita de 5 en el primer tema no as puesto nada , si te falta un 5 mapunto.Ah por cierto pasame el link del emperador de las llamas que no lo encuentro.

Que valla bien.l

Salu2

Pues nada, te inscribo XDDDDD

Y contigo creo que ya estan todas las suscripciones XDDD



PD: El Emperador de las Llamas es la 4ª de la lista, empezando por arriba ahora mismo XD

Bien, pues llego la hora de continuar, arrasemos a la competencia XDDDD


Le hice un gesto al dragón (no soporto llamarlo Teo, pensándolo mejor preferiría llamarlo Wenceslao) para que me siguiese y así lo hizo. Después de perder de vista a Sigma, subimos las escaleras, y al llegar arriba, abrí cuidadosamente la puerta para comprobar que no había nadie cerca, y al comprobar que por suerte así era, hice salir al Teostra a la calle. Por la posición del Sol (que ya sobrepasaba la cumbre de las montañas), diría que no eran más de las 7, aunque tampoco estaba muy seguro. Con mucho sigilo, nos escabullimos detrás de unos matorrales y llegamos a las afueras del pueblo, para evitar ser vistos y levantar la alarma.


En pocos minutos llegamos a mi casa, donde había construido un pequeño sótano para ocultar al joven dragón mientras buscaba un nuevo hogar para él. Dentro había un par de mantas gruesas, unas brasas para mantener una alta temperatura y carne y agua para su abastecimiento. Entró, se acomodó entre las mantas y se durmió en un momento. Cerré la puerta, intentando hacer el mínimo ruido posible y subí al piso de arriba. Dejé los papeles que me llevé y saqué una cajita de madera de arce cerrada con un candado de hierro del fondo de un armario en mi habitáculo y salí de mi casa con ella en las manos. A ojo, eran las 7:30 aproximadamente, y me dirigí a casa de cierto conocido el cual me podía ayudar con el asunto. Como habían unos 10 minutos de mi casa a la suya, ya que vivía en el otro extremo de Pokke (que aunque penséis que no, el hecho de subir y bajar constantemente por el pueblo te hacía perder la tira de tiempo), me dirigí al puesto de avanzada del Gremio y me dispuse a tomar una copa, para descansar un poco y para entrar en calor. Cuando acabé, aproveché la ocasión y pregunté a la jefa del puesto de avanzada si había alguna noticia de última hora sobre la que preocuparse, pero dijo que no, que todo era normal. Hecho esto, sin dilación alguna cogí bien la cajita de madera y me dispuse a llegar cuanto antes y hablar con esa persona. Tras los mencionados 10 minutos, llegué a su casa. Tenía 2 pisos visibles, y a saber si también tenía sótano. Un verde jardín algo descuidado rodeaba el caserón y su puerta, de roble macizo, tenía un gran pomo dorado y una rendija en ella, como el resto de puertas de Pokke. Cuidadosamente llamé a la puerta haciendo 3 sonoros golpes y esperé. Tras unos largos segundos, se abrió la mencionada rendija por la cual unos ojos se quedaron observándome, a lo que una voz masculina preguntó:


-¿Qué quieres?

-Vengo a pedirte un favor –dije con la máxima educación que pude.

-Pues pídeselo al gato –respondió.

-¿Qué ga...?

-¡NYAAAAA!

-¡AAAAAAAH!


Casi me caí al suelo del susto. Un Felyne del pelaje color pardo y con un traje de samurai, martillo en mano, acababa de salir de un agujero del suelo apenas a un metro de distancia de donde me encontraba. Bueno, de samurai sólo llevaba el casco y el peto, pero esa maza de madera era casi más grande que él, y eso que medía casi un metro de alto. Llevaba una enorme bellota de color verde como mochila y estaba lleno de barro hasta arriba. Entonces, después de intentar quitarse como la tierra (sin éxito), dejó la mochila y fue a sentarse al lado de la puerta para descansar. Una sonora carcajada provenía del interior de la casa, y me pareció que se podía oír desde mi casa, de lo fuerte que reía.


-Qué gracioso... –Dije sarcásticamente –Entonces, quizá no te interese esto, ¿cierto? –Pregunté sacando y abriendo la cajita de madera que portaba en el abrigo, mostrándola por la rendija del portón.

El ojo parecía haberse paralizado al ver el contenido de la cajita; no parpadeó en casi un minuto observándolo y analizándolo y, de repente, se abrió como un balón de baloncesto y abrió la puerta con tanta prisa que el Felyne se cayó dentro de la casa al hacerlo.

Ya te va faltando historia Lao XDD. Corre que me entran los nervios XD.

AAAA me dejas con la curiosidad a tope xDDD