El Estigma Del Guardian [TERMINADA] disfrutenla.

que poner , pues que al igual que los otros capitulos logran captar mucho mi atencion y mas si ay accion y los dibujos tb molan , la historia de templanza

GRan historia grim, me he leído 4 capítulos del tirón, la curiosidad me podía xD

Capitulo 7 - ¿Enemistad o Amistad?

-¡¿Qué le esta pasando?!

Toda la casa estaba alborotada, Naldia gritaba pidiendo ayuda mientras a su guardián parecía darle algún tipo de convulsión de tal magnitud que la muchacha era incapaz de agarrarlo, rápidamente un hombre corpulento entro en la sala sosteniéndole con fuerza y sin mediar palabras lo ato a la cama con fuertes cuerdas que parecían hechas con hilo blanco. El hombre de al menos dos metros de altura vestía una túnica gris que cubría todo su cuerpo, tenia barba y pelo largo canoso lo que resaltaba su ya larga andanza en esta vida así como sus arrugado rostro y sus ya apagados ojos color miel.

-¡Tabulk! – Dijo Naldia intentando tranquilizarse. ¡¿Qué le esta pasando?!

-El ritual para ser Guardia de Sangre ha comenzado en su interior… - Después levanto la camisa que cubría el torso de muchacho y pudo ver como algo asomaba por la cicatriz de su pecho, era una especie de moneda de oro. El Medallón… se esta rompiendo el sello de unión.

-¡Nadie me había explicado esto, se supone que no debía de pasar así! – Grito Naldia asustada mientras se llevaba las manos a la cabeza caminando de un lado a otro de la habitación.

-¡Cálmate niña insufrible! – grito el anciano mientras señalaba una silla al lado de la puerta para que se sentara, luego todo estuvo en silencio observo detenidamente los gestos del chico, parecía sufrir dentro de si mismo como si terribles pesadillas se adueñaran de el. Pesadillas que tendrá que enfrentar tarde o temprano… el contacto directo con la corrupción de Templanza a tenido estas consecuencias, solo un puro de corazón puede ser guardián… ¡no tenemos mucho tiempo en cuanto despierte tendremos que empezar con su entrenamiento o esto ira a peor!

En ese momento Otto abrió los ojos, intento incorporarse pero estaba totalmente atado, sus ojos estaban fijos en el techo sin parpadear, si piel estaba pálida y comenzaba a respirar entrecortadamente… Tabulk puso el dedo índice en la frente del muchacho y lentamente lo volvió a acostar en la cama, parecía que por fin la bestia de su interior comenzaba a sosegarse pues volvía a respirar con calma, nuevamente cerro los ojos… para seguir dormido.


…

Aquella habitación nuevamente y esa figura deforme que intentaba desesperadamente volver a su forma original, esos quejidos y lamentos harían que cualquier valeroso guerrero se estremecieran… pero alguien volvió a cruzar esa cortina.

-Así… que… habéis acuidado… a mi… mi llamada. – susurro la voz. Wyvern Slayer. Habéis recibido a mi mensajero.

Los tres Wyvern Slayer estaban frente a aquella cosa, parecían haber sido llamado para hacer algún tipo de trabajo para aquella cosa.
-¡Antes de que digas nada, no haremos nada que vaya en contra de nuestro pueblo! – Exclamo Reinarz que parecía desconfiar de aquel ser.

-Tranquilos… yo solo quiero… lo mejor para todos – Después volvió a caer formando un charco de una sustancia verde en la que se dibujo una cara. Despertad el poder… del guardián.

Todos sorprendidos sonrieron, el guardián no tenia ningún tipo de poder, ni siquiera era capaz de hacer magia como ellos, era un cero a la izquierda comparado con ellos ¿Qué tipo de poder podrían despertar en el?

-¿Qué tenemos que hacer?

-Solamente tenéis que conseguir que vuelva… a usar el poder de Templanza – susurro volviendo a formar un torso y una cabeza para luego volver a desmoronarse. Mirad a vuestra… derecha… esos guanteletes están impregnados con mi poder, superior al de Templanza, son vuestros, pero no matadlo…

-Tranquilo… solo le dejaremos mal herido – Susurro Reisen agarrando uno de los guanteletes.

-Ya volveremos con buenas nuevas, jefe. – Se despidió Éozan saliendo del lugar junto a sus compañeros.

La figura una vez sola se desmorono quedando un charco burbujeante…

…

Una vez más todo estaba tranquilo, el muchacho dormía apaciblemente en una nueva cama, al mismo tiempo Naldia estaba asomada en la ventana, Tabulk les había llevado a las afueras de la ciudad donde el mismo le prepararía para lo que se avecinaba. Mientras tanto el anciano lo preparaba todo, la joven Dahak podía ver por la ventana como en el suelo alrededor de un pozo comenzaba a dibujar unas extrañas runas que brillaban en color rojo carmesí haciendo que el agua de pozo burbujeara como si estuviera hirviendo.

Minutos después Otto despertó lentamente, podía sentir todo su cuerpo dolorido… en especial la mano, justo cuando miro hacia la ventana pudo verla… sonrió levemente pues ni fuerzas para eso tenia.

-¿Qué haces aquí…? – Dijo entre susurros. Tú… no deberías estar aquí.

Naldia se percato de que por fin había vuelto en si y rápidamente le miro sonriendo, pero la expresión del muchacho era totalmente distinta, su mirada estaba llena de odio hacia lo que veía y así lo maldecía con palabras de frustración mientras apretaba con su dolorida mano derecha la sabana.

-Tu… no deberías… ¡ESTAR!...¡¡AQUÍ!! – Grito incorporándose en la cama, luego cerro los ojos y volvió a caer hacia atrás llorando. No… tu otra vez no… por favor… ¡márchate!
Naldia agacho la cabeza al ver la reacción del muchacho, se sentía tan mal por aquellas palabras que en aquel momento quisiera morirse, jamás pensó escuchar de la boca de ese chico tan duras palabras ¿Por qué no quería volver a verla? Era un misterio. Tabulk al oír los gritos subió arriba rápidamente y repitió la acción de relajar al muchacho mientras en su pecho aquel medallón seguía sobresaliendo cada vez mas, aunque por suerte lentamente… y el Estigma de su cuello cada vez parecía verse menos.

-El Vinculo se esta rompiendo Naldia… no tenemos mucho tiempo antes de que se nos vaya – Dijo Tabulk sacando de su bolsillo una botella con un liquido multicolor, sin duda alguna era aquel liquido peligroso que Otto intento tocar en el mercado y Naldia evito que lo hiciera. Hace rato que observo al muchacho y me di cuenta enseguida de que no era como nosotros, era especial… a diferencia de nosotros no a nacido bajo la estrella de alguno de los dioses elementales, es… diferente y esto lo probara.

Al dejar caer un chorro de elementium sobre su cuerpo este se vaporizo a una velocidad abismal comparada a la de una gota de agua en un volcán en plena ignición. Eso dio que pensar para todos ¿Cómo podía ser que Otto no perteneciera a ningún elemento? Y evidentemente no pudiera hacer magia… este hecho abría mucho mas incógnitas para todos.

-El me dijo… que venia de un lugar muy lejano… - Explico Naldia con temor de lo que pudiera decirle Tabulk. Me dijo que de donde el viene la Magia no existe y los únicos monstruos son las personas… las personas malas.

-Es posible… recuerdo el dia de tu ritual, el dia que le encontraste pude notar una distorsión de la materia… es posible que este niño llegara aquí de alguna manera, debido a algún tipo de poder oculto o quizás fue el mismísimo señor supremo, la Materia… quien le envió aquí pues este era su destino.

-No creo en dioses… ni gilipolleces de esas… viejo – susurro el joven que parecía haber vuelto en si. ¿Qué me ha pasado? Naldia… ¿Por qué lloras?

En ese instante Naldia salio de la habitación corriendo, Otto estiro la mano derecha y le grito: ¡Espera! Pero algo le hizo ahogar un grito de horror, pudo ver su brazo desde el codo hasta la punta de los dedos totalmente en carne viva, no solo eso había trozos donde faltaba algún que otro trozo de carne. Sin pensárselo se cubrió con las sabanas y miro al viejo totalmente desesperado, esperando a que dijera algo.

-¿y ahora… crees en dioses? – respondió sonriendo irónicamente. Por cierto… ¿Cuánto hace que no te lavas?

-¿eh? – Se pregunto Otto mirando al viejo, luego se óleo una de las axilas y sonriendo dijo. Desde que llegue a este infierno.

-Entonces pediré a Naldia que te acompañe a las termas…

-No, yo iré solo – dijo Otto poniéndose en pie casi sin fuerzas, las piernas le temblaban y la cabeza aun le daba vueltas así que tuvo que sentarse nuevamente en la cama. Vale… que venga.

…

El vapor tranquilizaba todo, Otto entro apoyado en Naldia con una simple toalla cubriéndose sus partes íntimas, lentamente entro en las aguas termales y se sentó, después miro a Naldia que se quedo en el sitio mirándole.

-¿A que esperas para irte? – le dijo mientras señalaba la puerta. No esperes ver nada más que mis musculosos brazos.

-A decir verdad… desnudo pierdes mucho. – Dijo Naldia en un ataque de sinceridad mientras se giraba dándole la espalda. Ese tipito de chulo forzudo que te hechas no te favorece, en el fondo eres tierno… por cierto eres un chico, no deberías llevar pendientes.

-Que te den – Le respondió Otto con total desinterés hacia las palabras de la chica mientras hacia un corte de mangas con su mano herida. Además si empezamos a criticarnos unos a otros tienes todas las de perder… Odio esa forma de vestir oscura y maligna que te calzas, evidentemente no te pega nada por que en el fondo eres cobarde aunque intentes dártelas de chica mala, te vienes abajo con facilidad y… tu primera vía de escape es el suicidio, cosa que me parece ¡¡PATETICO!!

Otto golpeo al agua en ese momento, parecía morderse la lengua (literalmente) para no seguir diciendo lo que pensaba sobre Naldia, la opinión que tenia de ella era la esperada por todos ¿Qué se podía esperar de alguien obligado a la fuerza a pasar todo esto? Aunque el muchacho en el fondo se arrepentía de lo que había dicho pero solamente por herir sus sentimientos, no por que no lo creyera.

-Puedes llamarme Hijo de puta… realmente lo soy – dijo estirando los brazos y apoyándolos sobre el bordillo y echando la cabeza hacia atrás cerrando los ojos. Estoy seguro que sin la ropa oscura y ese maquillaje horroroso serias mucho más guapa, es un consejo de… amigo, si, amigo.

Todo se hizo silencio después de eso, parecía que se había ido por fin, Otto siguió relajado en aquellas aguas termales que realmente desprendían un aroma único con el vapor, posiblemente debido a los pétalos de esa extraña flor parecida a la rosa que crecía en el árbol a la derecha de aquellas termas, a pesar de estar en lo alto de una montaña el clima era excepcional.

-¿Puedo? – Le susurro una voz al oído.

El chico dio un pequeño salto y se giro para ver nuevamente a Naldia, pero esta vez estaba totalmente desnuda con el único refugio que sus propias manos para tapar sus intimidades de mujer, al muchacho se le salieron los ojos de sus orbitas al verla así, sin esperar respuesta entro en el agua y se sentó. Aun sin quitar la mirada de ella Otto comenzó a alejarse hasta el centro de las termas que a decir verdad no eran muy grandes.
-Va-vale… pero tu allí y yo… aquí – Respondió por fin cuando recupero la voz un poco pues aun tartamudeaba al girarse sonrió y susurro. Realmente gana mucho sin la ropa oscura y ese maquillaje tan horroroso.

-¿En serio…? – Dijo Naldia apoyándose en la espalda del muchacho. ¿Piensas que soy guapa?

-Bueno… tampoco es eso – Dijo Otto casi temblando al ver que una de sus manos se deslizaba por la cadera. Pero… mantengamos la distancia que das calambre ¿va?

En ese instante Otto se puso en pie, estaba empezando a cansarle el provocativo juego de la chica ¡¿Qué demonios esperaba conseguir?! Justo cuando Otto agarro la toalla para secarse la mano derecha herida se quedo totalmente rígida mientras todas las venas parecían hincharse debida a una extraña saturación.

-Joder… como duele – pensó apoyando la cabeza en la pared de espalda a la chica.

-Deja que yo te seque... – Susurro Naldia poniendo ambas manos en la espalda del chico cubiertas por la toalla y moviéndolas lentamente de arriba abajo.

-Gra-gracias… - agradeció este totalmente sonrojado sin volverse hacia ella.




CONTINUARA…

dioss esto mola mas ya le as puesto lo unico que le faltaba a la historia ya puedo decir es perfecta , sigue aciendo obras maestras como esta tio

Yeah grim, siqgue así, la historia mola mucho, como ha dicho reisen es perfecta, espero el proximo capítulo

Capitulo 8 - El lago negro y las historias sin acabar.

Una vez ambos estuvieron aseados salieron de la ducha, Otto totalmente al descubierto pues había cedido su toalla a Naldia para que se tapara bien, luego de haber terminado el chico volvió a la casa de Tabulk bajando lentamente la cuesta de aquella montaña desde donde podía verse el mar, a su lado un poco mas atrás le seguía Naldia totalmente inmersa en sus pensamientos como era ya costumbre. Otto se paro y se subió sobre una piedra en el borde del acantilado de aquella bajada, no le importaba estar desnudo en aquel momento, tampoco el poder caerse a pesar de tener vértigo, estiro los brazos y cerrando los ojos cogio aire para luego sonreír.

-Odio este lugar… odio a su gente… - Después bajo de la piedra y siguió caminando. Pero tengo que reconocer que estoy tranquilo a pesar de todas las dificultades que estoy pasando en estos últimos días.

-¿y por que no vuelves a casa? – pregunto Naldia por curiosidad aun algo ofendida por el comentario despectivo hacia su hogar.

-Lo haría si pudiera, pero algo dentro de mi me dice que de tiempo al tiempo… que aquí encontrare lo que busco.

-¿Cómo… llegaste aquí exactamente? – respondió Naldia con una nueva pregunta. ¿Y si no te gusta esto por que venir?

Otto paro y agacho la cabeza, por un momento parecía que muchos recuerdos malos atormentaran su pensamiento, sin mediar palabras se inclino quedando en cuclillas para luego golpear el suelo con el puño derecho el cual estaba demacrado por el guantelete de templaza, aun así el dolor no era nada comparado con la rabia que sentía en aquellos momentos.

-Yo llegue aquí de la misma manera que tu intentabas irte… huyendo. – Susurro mientras se llevaba las manos a la cara soltando una lagrima. Pero fui cobarde incluso para eso, entonces pedí una oportunidad de vivir… para vivir este calvario hubiera preferido morir; que jodida ironía y que estupido soy.

-Siempre me pregunte que cubres con esa… muñequera como tu la llamas, creo comprender que es – Dijo Naldia cruzándose de brazos y agachando la cabeza con una expresión dolorida en el rostro. Lo siento… siento que tengas que pasar por todo esto.

El muchacho se levanto y se giro, su expresión era seria aunque tranquila pues parecía haberse recompuesto de esa pequeña bajada de ánimos, con la mano izquierda le indico a Naldia que se acercara y cuando estuvo lo suficientemente cerca la agarro de la mano y le dijo.

-No lo sientas, me salvaste la vida… es lo menos que puedo hacer – Después de eso siguió la marcha cuesta abajo hasta llegar a la casa del Anciano que seguía alrededor de aquel extraño pozo.

Tal y como llego el chico saludo con la mano e intento entrar en casa pero con un grito de “¡Espera!” Tabulk le paro en seco, el anciano parecía cansado después de todos los preparativos pero parecía satisfecho, aquel pozo estaba preparado para lo que fuera que tenia planeado hacer con el, lentamente el muchacho aun desnudo se acerco al viejo y este le indico que mirara dentro del pozo.

-Esto… es sangre, viejo… - Dijo Otto algo aterrado de lo que veía.

-La sangre es el símbolo de los Guardianes, nuestro poder esta ligado a ella así como todo lo demás, tu primera prueba esta a punto de comenzar – Después abrió la palma de la mano y dijo. Pon en mi mano tu posesión mas preciada.

Otto arqueo la ceja derecha, luego miro a Naldia que asintió con la cabeza aun cubierta por ambas toallas pues parecía no pretender perderse nada de nada… pero el chico sonrió y dijo con voz sarcástica.

-¿Qué coño crees que me traje a este sitio? No tengo nada… - Después se giro y camino hasta la puerta de la casa.

“No te vayas…”

El joven paro en seco, las piernas comenzaron a temblarle una vez mas y los ojos se quedaron abiertos como platos… su corazón comenzaba a palpitar con fuerza, cada vez mas acelerado como su respiración.

-A veces la posesión mas preciada no es material… e incluso no la tenemos. – Susurro Tabulk mientras señalaba al pozo con la mano derecha. Entra ahí y recupera lo que mas quieres… si puedes.

“Ayúdame… por favor.”

-¡No… no entrare ahí para ti! – Grito Otto golpeando la puerta con la mano derecha. ¡¿Por qué… debería ir tras alguien que me alejo para siempre?! ¡¿Por qué debería ayudar a alguien como tu?!

Una vez mas de aquel pozo salio aquella voz femenina que hacia llorar de rabia al muchacho, nuevamente entro en la casa mientras todos se sorprendieron de la reacción del muchacho, Naldia se quedo inmóvil pues aquella voz le sorprendió nuevamente.

“sigo esperándote…”

Naldia se acerco al pozo junto a Tabulk, en aquella sangre podía verse reflejada otra chica de características similares a la Dahak, aunque parecía triste y desolada cuando tenia algo que decir sonreía con amabilidad ¿Quién era esa persona? Nuevamente escucharon la puerta de la cabaña y ambos apartaron la vista del pozo para ver que ocurría. Era Otto completamente vestido además de con su espada y escudo enfundadas en la espalda camino hacia el pozo con decisión.

-¿Vas a ir a buscar lo que mas deseas? – pregunto Naldia aun prefiriendo que no lo hiciera.

-No… - Respondió Otto subiéndose al borde de aquel pozo. Voy a terminar algo que debió acabar hace mucho tiempo.

Después de decir eso y sin esperar un segundo salto al interior del pozo donde sintió un tremendo escalofrió, cerro los ojos pues incluso estando decidido tenia miedo de lo que pudiera ver, se sentía pesado y notaba como caía lentamente sin poder remediarlo… aunque tampoco quería. A su mente llegaron mil recuerdos relacionados con esa voz, momentos buenos… malos lo cual le hacia sentir mas valor y tener la firmeza necesaria para continuar.

“Ya has llegado… ven vamos”

Cuando abrió los ojos el muchacho pudo ver que estaba tumbado sobre césped, al levantar la cabeza para mirar al frente pudo ver un enorme lago… pero no era un lago corriente pues si agua era negra algo que hizo al muchacho llevarse la mano al pecho casi sin aire.

-¿Acaso no tengo suficiente con ver este maldito lugar en sueños? – Susurro con voz temblorosa mientras se ponía en pie.

En el centro del lago flotando sobre aquella oscura agua pudo ver nuevamente a aquella chica… con en la peor de sus pesadillas todo volvía a repetirse, volvía a estar en aquel lugar. Sin pensarlo dos veces desenfundo su espada y escudo para acercarse a la orilla del lago.

Justo cuando puso el primer pie sobre aquel lago, pues el joven al igual que aquella misteriosa chica era capaz de caminar sobre aquella agua negra, montones de cadáveres cuerpos de personas sin vida salieron a flote formando un pasillo hacia la chica mientras gritaban al joven.

¡Despreciable!

¡Inútil!

¡No lo intentes, fracasaras y morirás!

¡No eres lo suficiente bueno para conseguir lo que quieres!

¡Estarías mejor muerto!

Todas esas mofas e insultos se repetían constantemente mientras el joven caminaba lentamente hacia la muchacha, durante minutos sus ojos no se desviaron de su objetivo… llegar a ella. La espada de su mano derecha temblaba con todo su brazo, tenía un miedo horrible a lo que aun estaba por venir, poco después a medio camino la chica sonrió y dijo:

-Adelante… estas cerca. – Luego estiro el brazo y dijo: agarra mi mano.

El muchacho no había oído nada, su atención estaba tan puesta en observarla que casi no era capaz de oír lo que ocurría a su alrededor donde el agua parecía agitarse y estremecerse cada vez con mas violencia.

-¡Cuidado! – Grito ella llevándose las manos a la cara.

Otto se giro y pudo ver como en sus pesadillas aquella agua se volvía contra el intentando impedir que cumpliera su objetivo, filos pero largos tentáculos agarraban al chico por las piernas, brazos y cuello incluso propinándole cortes si se movía. Intento usar su espada pero era tan fuerte la presión que ejercía aquel látigo contra el que cayó hundiéndose en el agua, fue entonces cuando comprendió que debía llegar por sus propios medios. Una vez mas comenzó a caminar esta vez agarrado con fuerza por aquella agua viva que tiraba de el con fuerza y fiereza, pero no era lo suficientemente fuerte, no mas que sus sentimientos.

Totalmente pálido y sin aire consiguió zafarse de lo que lo retenía y dio un enorme salto para caer a los pies de ella quedando de rodillas, por su boca además de múltiples cortes por todo su cuerpo que podían verse bajo los harapos de lo que fue su nueva vestimenta.

-Por fin estas aquí – Dijo ella con alegría. Te he estado esperando.

-Mientes… - Susurro aun sin ponerse de pie, con la vista perdida. Tú no me esperabas, soy yo quien seguía esperándote.

En ese instante el agua se abrió formando un enorme pozo y el chico cayo sobre una pila de cadáveres, todos se agitaron con violencia volviendo a insultarle y mofarse de su mala estrella mientras el se incorporaba mirando hacia arriba, en el borde de aquel agujero esa chica le observaba con tristeza.

-Todo a acabado… no volverá a tragarme la oscuridad. – Susurro mientras miraba hacia atrás, aquel pozo comenzaba a formar una enorme boca que se acercaba a el lentamente por la espalda. Ahora tengo otras cosas de las que preocuparme.

-¿Por qué has venido si no es para ayudarme?

-Tu no necesitas mi ayuda… necesitas salir de mi mente, de mi corazón… - Explico Otto. He venido a despedirme de ti y a decirte lo que jamás pude, cuenta conmigo siempre que necesites ayuda.

En la mano de Otto apareció por arte de magia la espada que había perdido, la agarro con firmeza y gritando ¡Adiós! Salto dentro de aquella boca cambiando totalmente el plano de lo ocurrido.

Ahora era el joven quien estaba arriba y ella estaba en el pozo donde los cadáveres permanecían en un silencio sepulcral, el joven miraba al cielo mientras esa chica parecía desviar su mirada hacia aquella oscuridad que la tragaría lentamente.

-¿Dejaras que la oscuridad me trague? – Susurro con los ojos llorosos. Pensé que venias a salvarme y…
-He venido a salvarme a mi mismo y para ello tengo que salvarte a ti… - Otto se descubrió la mano derecha mostrando el Guantelete de templanza.

A su lado apareció una sombra uniforme que carcajeo de forma maligna, nuevamente parecía haber cometido el mismo error, el joven miro aquella sombra y sonrió.

-Te dije que yo me parezco a ti… ¿me crees ahora?

-Quizás si podamos vivir en armonía tu y yo después de todo… - susurro la sombra desapareciendo.

En ese instante Otto se incorporo, el guantelete desapareció y el joven miro al cielo donde pudo ver un agujero que se abría lentamente, lo estaban esperando pero antes tenia algo que hacer. Se quito el colgante y agarro entre sus manos una chapa con un símbolo azul que tenias.

-¡Hey, quédate esto! – Dijo sonriendo mientras lo lanzaba junto a la chica. Es el recuerdo perfecto… de una persona imperfecta.

Del cuello de la muchacha colgaba una chapa igual solo que con un símbolo en rojo, tiempo atrás era algo mas que un colgante… simbolizaba la unión de ambos y eso ahora no era necesario, por fin dejaría de sentirse mal… había logrado despedirse de ella, Otto alzo la mano y…

…

Se agarro con fuerza al borde de pozo saliendo con fuerza de el, una vez estuvo bien agarrado cogio aire con fuerza y escupió algo de sangre, las heridas de su brazo derecho estaban curadas por fin, al igual que las heridas del corazón. Estaba tan transpuesto que no consiguió mantenerse en pie y cayo al suelo apoyándose en sus manos y rodilla.

-Yo… - En ese instante se puso a llorar pero rápidamente se seco las lagrimas con la mano.

Naldia y Tabulk permanecían inmóviles, en todo momento habían visto lo que ocurrían y no sabían cual seria la reacción del muchacho al escuchar a esa chica otra vez… Naldia se acerco al pozo y miro, podía verla sentada entre aquellos cadáveres cantando mientras Otto la escuchaba.

-Canta... esta feliz – Susurro Naldia.

Otto comenzó a llorar con mas fuerza mientras apoyaba la cabeza en el pozo, totalmente desconsolado, era una imagen totalmente diferente de la que había dado ahí dentro pero todos estaban seguros de algo: Ambos son felices… o lo intentaran, siempre.

-Este es el final de una historia que hace tiempo debió terminar… - Susurro la chica mientras desaparecía en el reflejo del pozo.




Dedicado a la persona que nunca volvere a ver, pues en el pozo quedo y nunca volvere a entrar.

muy bueno , las piezas del origen de otto enpiezan a encajar y eso es bueno , la historia como siempre muy bien

Capitulo 9 - Prueba de Union




< Vamos a dar un pequeño salto en
el tiempo, hacia delante o hacia atrás es aun un misterio para todos… >





Una figura cubierta por una túnica negra estaba sentada en
una enorme piedra, la mano derecha que aguantaba una espada sencilla estaba
totalmente tatuada con extraños símbolos tribales. Lentamente se puso en pie y
observo el paisaje desolado, era un desierto de piedras, árboles muertos y
cadáveres putrefactos.





-¿Cómo hemos llegado a esto? – Susurro mientras apretaba la
empuñadura de su espada con la mano. ¿Todo era mentira…?





Después alzo la vista al cielo totalmente cubierto por nubes
negras que tapaban cualquier rastro de lo que antes conocían como luz.
Lentamente el chico se quito la capucha y miro al frente. Las ojeras que tenía
le daban un toque un tanto oscuro así como lo pálido que estaba, su pelo largo
caía hacia un lado cubriendo parte del rostro y a destacar tenia cinco
pendientes. Un brillante azul en la oreja izquierda, un brillante rojo en la
oreja derecha, una aro verde izquierda
en el la parte izquierda del labio inferior y en el lado derecho uno plateado,
por ultimo un aro negro en la nariz que parecía desprender un aura oscura. Sin
duda alguna ese chico era un Guardia de Sangre, podía verse por el collar que
rodeaba su cuello ahora podrido y roto a tiras que se sostenía a duras penas.





-¿Esta era mi misión en la vida? – Susurro triste mirando a
su alrededor. ¿Acaso fui una marioneta y
este es mi destino?





Lentamente alguien apareció a su lado como si de una sombra
se tratase, era un tipo delgado y cubierto por una túnica negra al igual que
el, tenia el cuerpo totalmente tatuado y en su cabeza totalmente calva tenia
tatuada cuatro marcas de distintos colores.





-Gracias a ti muchacho he conseguido renacer en un cuerpo
perfecto… - agradeció aquel hombre. Eres el castigo divino que este mundo
esperaba, junto a ti seré invencible… y luego me ayudes en mi cometido cumpliré
tu sueño.





-Maestro Dionise, Confió en que así sea… - Dijo el Guardia
de Sangre blandiendo su espada, podía oír a lo lejos pasos que se acercaban con
velocidad y firmeza. Yo me encargare de ellos por ti…





Diciendo eso dio un tremendo salto perdiéndose entre la
niebla





…








Un nuevo dia para la joven Naldia y su guardián empezaba en
el instante en el que el anciano Tabulk les indicaba que era hora de comenzar
su entrenamiento, aun perezoso y adormilado Otto se levanto y miro por la
ventana, estaba amaneciendo y no estaba acostumbrado a madrugar empezando a
sentir un tremendo odio hacia aquel viejo y sus estrictos entrenamientos. Sin
pensar mas en ello se vistió y salio de su habitación dándose de cara con
Naldia la cual estaba ya vestida y al parecer espabilada totalmente, hoy no
parecía haberse maquillado y tenia el pelo recogido en una pequeña cola
mostrando todos los rasgos de su pálida cara, aunque realmente así ganaba mucho
atractivo, al menos para el muchacho que ya se había acostumbrado a la oscura
apariencia de su compañera de desventura.





-Buenos días – Sonrió Naldia a Otto, el cual hizo un gesto
con la cabeza mientras bostezaba y sin darle mayor importancia bajo las
escaleras.





-Buenos para ti… - Susurro cuando estaba abajo, al mirar a
todos lados no pudo ver al viejo lo cual quería decir que nuevamente estaba en
la entrada esperándole para otro difícil entrenamiento. Primero el pozo, luego
leer todos esos libros, aprender a usar varios tipos de arma ¡Que probablemente
no tendré la oportunidad de usar!… llevo cinco asquerosos días así viejo
estupido ¡¿Se te a ocurrido otro absurdo entr…?!





El chico se quedo sin palabras al ver el patio trasero
totalmente lleno de lo que parecían esculturas de madera, sin ninguna forma en
general eran maniquíes que formaban humanos sin ningún tipo de apariencia en
concreto, en el centro Tabulk estaba sentado bajo uno de ellos. Naldia se adelanto
al guardián y se puso a su lado, evidentemente era una de las muchas pruebas a
las que había sido sometido





-¿Dije entrenamiento…? – pregunto Otto de forma irónica.
Quería decir manera de ¡¡SODOMIZARME!! ¡¿Pero que coño es esto?!





El viejo se levanto y sonrió al ver la cara de enfado del
muchacho, sabia que eso le sorprendería pero aun estaba todo por ver, sin
mediar palabras saco su bastón y apunto al muchacho.





-¿Sabes cual es la fuente de tu poder joven? – pregunto
sonriendo mientras con el báculo apuntaba a su cuello. ¡Este!





Hizo un movimiento circular con el bastón y una cadena
blanca apareció atada desde aquel collar de pinchos que rodeaba el cuello de
joven hasta el corazón de Naldia, el viejo tiro de el y Otto cayo al suelo
asfixiado, sin aliento.





-Joder casi había olvidado este collar de mierda… - dijo
mientras se sentaba en el suelo llevándose la mano al cuello.





-¿No te sientes con mayor fuerza de lo normal, agilidad e
incluso valor?





-No, eso último reside aquí. – Señalo apretándose con la mano
derecha los genitales.





-Muy gracioso, pero eres carne de cañón en este mundo… eres
un desgraciado que no a nacido bajo el manto de ninguno de los dioses… -
Mientras Tabulk se recreaba en su poética explicación el chico indico a Naldia
que se acercara y le susurro.





-¿Qué coño quiere decirme…?





Naldia se sentó a su lado y se acerco al oído del chico
apoyándose en su hombro, este arqueo la ceja al oír lo simple y fácil que era
decir < No puedes usar magia > para que Tabulk le soltara todo aquel
estremecedor y aburrido discurso.





-¡Vaaaaale vaaaale! – Grito Otto poniéndose en pie y
haciendo una señal con la mano. Tiempo muerto abuelo, ¿Todo esto por que no se
usar magia? Pues venga, enséñame a hacer ondas vitales y bolas de energías y
esas cosas guapas que hacéis aquí va.





-¿Es que acaso no as oído lo que te he dicho? – pregunto el
viejo cogiendo aire algo enfadado.





-Evidentemente… - el joven pensó dos veces que contestar
hasta que odio con la respuesta mas adecuada. No.





El anciano se llevo la mano a la cabeza y rápidamente golpeo
al chico con el bastón en la cabeza haciendo que se tambaleara de izquierda a
derecha, luego volvió a apoyarse en el y resoplando cansado volvió a hablar.





-Quiero decir que solo puedes valerte de tu vínculo con
Naldia, no hay manera de que uses magia pues tu cuerpo no genera Elementium –
Explico Tabulk.





-¿Te refieres a la mierda brillante esa? – Pregunto Otto.





-Si… supongo. – Luego señalo de nuevo a la cadena que
apareció al tocarla con el bastón. Esta es la cadena de alma, esta en otro
plano pero hay maneras de romperla, si eso sucederá solo hay dos maneras de
volver a unirla.





Naldia parecía estar empapada en el tema aun así levanto la
mano y en un susurro pidió la vez para hablar a lo que Tabulk no tardo en
denegar.





-Se lo que quieres Naldia y bien, una de las maneras es
volviendo a introducir en tu cuerpo el Medallón del Dahak.





-¡¿Cómo, tengo dentro de mi una mierda alhaja?! – Dijo Otto
luego se levanto enfadado y señalo a Naldia. Espera, ¡Ahora lo recuerdo todo!
¡Tú me apuñalaste esa noche, bruja!





Naldia agacho la cabeza triste, realmente no le había
apuñalado por que lo quisiera, era la única manera de salvarle la vida, aunque
como explicarle eso a alguien que a la mínima te salta con una contestación
borde, alguien tan desconfiado como el.





-¡Eso ahora no importa! Esa es una manera y la otra… -
Tabulk lo pensó durante unos segundos y luego se giro. Por el momento no es
conveniente revelarlo, ¡Pero recuerda si tu vinculo con Naldia se rompe
volverás a ser un humano corriente y ocurrirán terribles desgracias!








Otto miro a la chica y luego pensó para si mismo < ¿Qué
podría ser peor que esto? > Pero antes de que pudiera hablar el anciano se
acerco a Naldia y la pinchó con una aguja en el dedo, luego señalo uno de los
maniquíes de madera indicándole que escribiera su nombre con sangre sobre el.
Mientras tanto el joven pensaba lo sádico que era todo en aquel mundo, un pozo
con sangre, un ritual con sangre… ¿Es que acaso todo en aquel mundo estaba
ligado a la sangre? ¿Era tan importante la sangre como parecía? ¿Qué
significado podía tener? Eran cosas que desconocía por completo pero de momento
no le importaban, después de todo era un simple invitado esperando su barco
para poder marcharse no sin antes agradecer a esa muchacha que le salvara la
vida. Justo cuando Naldia termino de escribir su nombre un destello ilumino
todo el lugar.





-Que comience la prueba… - Indico Tabulk sentándose en un
lugar apartado de todo el jaleo que se avecinaba.





Cuando el muchacho abrió los ojos estaba completamente
rodeado de Naldias, había tantas que empezaba a asustarse, todas le miraban
fijamente reflejando distintos estados de ánimo, tristeza, alegría, furia,
pasividad... Pero todos tenían entre sus manos distintos tipos de armas lo cual
le inquietaba. Ante el aparecieron varias armas clavadas en el suelo, Lanza,
Espada y escudo, mandoble de un tamaño considerable, Arco y flechas.





-¿Qué coño es esto? Un ejercito de niñas emo? – Se mofo
intentando evadir el tremendo miedo que sentía al verse amenazado por tantas
personas completamente iguales.





-¡Tienes que liquidar a todas ellas, excepto a la verdadera!
– Explico Tabulk. El objetivo de esta prueba es… ¡Pedazo de Animal, pero que
demonios haces!





Antes de poder terminar la explicación pudo ver como el
chico agarraba el enorme mandoble partiendo en dos a una fila completa de
chicas que caían al suelo transformándose en trozos de madera seca. El chico se
apoyo la enorme espada en el hombro y se giro a Tabulk.





-¡Naldia es la única que no atacara, estoy seguro! – Sonrió
rascándose la Nariz. Solo tengo que machacar a las que vengan a mí.





-¡Te equivocas, esta bajo un potente hechizo! ¡Ni yo mismo
se quien es la verdadera! – Grito Tabulk al ver la estupidez del guardián. Si
la matas será el fin.





Eso no pareció preocupar al muchacho que agarraba la espada
y escudo después de tirar el mandoble ensartando a una de las muchachas, corrió
hacia una fila y cargo con el escudo tumbando a varias que comenzaban a gritar
y patalear mientras lloraban.





-Muy de su estilo… pero no eres ella. – Dijo mientras
apuñalaba de nuevo a otra de ellas al tiempo que rodaba hacia un lado
esquivando varios hechizos de agua. ¿Magia Es que acaso estas marionetas saben
hacer de todo?





-No solo eso… - Susurro Tabulk sonriendo al ver como de los
trozos de los caídos formaban más y mas. Además se multiplican… si no la
encuentras rápido acabaran contigo.





Minutos después el chico se había juntado con la friolera
cantidad de doscientos o mas marionetas asesinas y estaba completamente
agotado, la maza estaba totalmente quebrada, el escudo agujereado y no tenia
flechas. Estaba escondido tras un árbol cerca del lugar, eran tantas que había
tenido que salir corriendo montaña abajo hasta encontrar un claro lo
suficientemente grande para defenderse con desahogo de los centenares de
enemigos que salían de todos lados. Una vez encontrado el lugar adecuado corrió
perseguido por toda la muchedumbre que paro formando una línea y alzando las
manos hacia el chico, todas brillaban con un intenso color azul que delataba
que tipo de hechizo era.





-Un hechizo de agua… - Pensó Otto que blandía la espada
larga con ambas manos mientras flexionaba las rodillas esperando su
oportunidad. Estoy tremendamente acojonado, me va a matar una persona tan
inocente que roza lo estupido… increíble.





La primera ráfaga de lanzas de agua se dirigía con rapidez
hacia Otto que hecho la espada hacia atrás y dio un tremendo salto
esquivándola, pero pudo ver como otra fila preparaba un nuevo hechizo y estaba
totalmente indefenso, era en esos instantes cuando realmente añoraba su escudo.





-Esto era algo que quería guardar en secreto pero… - El
chico en medio de la caída se llevo la mano al brazo derecho pero antes de
hacer nada se le ocurrió algo. ¡Ya esta!





Una vez cayo al suelo la segunda ráfaga fue directa hacia el
que se protegió con ambos brazos, por suerte eran esferas de agua lo que hizo
provoco severas contusiones en todo su cuerpo pero nada irremediable como ser
ensartado por miles de lanzas de agua. Mareado se apoyo sobre la rodilla y
brazo derecho mirando al frente.





-¡Eres una inútil! – Grito con todas sus fuerzas viendo como
las todas al mismo tiempo parpadeaban. ¡¿Me oyes?! ¡No sabes cuanto puedo
llegar a odiarte, por tu culpa estoy aquí! ¡No vales para nada, ni siquiera
eres guapa y… eres rara! ¡Realmente no me extraña que nadie te quiera, eres
insoportable!





Lentamente todas cesaron el ataque, pero aun no había
encontrado lo que buscaba, se puso en pie y comenzó a caminar hacia ellas
profiriendo terribles insultos hacia ellas que cada vez parecían estar más y
más dolidas, pero aun no… tenia que seguir bombardeándolas donde realmente les
dolía, en el corazón.





-¿Recuerdas que leí tu diario? Solo encontré estupideces y
gilipolleces dignas de una cría como tu, es por tu jodida mentalidad infantil
que estas ahora metida en esto completamente sola, por que aquí donde me ves
sigo a tu lado esperando ¡una jodida oportunidad para volver a mi mundo!





Ya se había adentrado lo suficiente entre aquel centenar de
Naldias que no paraban de mirarle fijamente, algunas comenzaban a lagrimear,
otras caían de rodillas con la cabeza agachada y otras le miraban totalmente
furiosas… pero todas cesaron el ataque. En aquel instante y solo una rompió a
llorar con tanta fuerza que casi parecía haber sido torturada, el chico se giro
y pudo verla. Lentamente se acerco a ella y la miro, estaba triste pues había
tenido que recurrir a algo así para conseguir la victoria, no esperaba un
perdón pero aun así la abrazo con fuerza.





-Lo siento… - Se disculpo mientras apoyaba la barbilla sobre
su cabeza y la abrazaba con fuerza, todas las demás desaparecieron quedando
nuevamente aquellos maniquíes, entonces el chico la soltó y suspiro con alivio.
Al final para salir victorioso tuve que hacerte daño...





Después de eso la dejo sentada en el césped mientras el
subía hacia la casa de Tabulk que parecía haberlo visto todo desde la lejanía, al
ver la expresión triste del joven se acerco a el y le dijo:





-No temas, no guardara rencor…





-Es una lastima, así todo seria mas fácil – Respondió
pasando de largo y echándose por encima un cubo de agua para refrescarse. Todo
seria más fácil…

Capitulo 10 - La prueba definitiva 1ª parte.




Todo el dia parecía estar tranquilo, Naldia seguía en aquel
claro pensando mientras Otto estaba sentado en el tejado observando todo el
lugar, un sitio pan pacifico a la vez que hostil. El muchacho durante unos
minutos estuvo pensativo hasta que recordó que tenia algo por hacer, lentamente
bajo del tejado y camino hasta la que era su habitación en aquel lugar y se
quito la camisa mostrando la cicatriz de su pecho y el brazo derecho totalmente
vendado. Durante un momento lo levanto y acerco a sus ojos, notaba como algo había
cambiado en el, sabia perfectamente que no eran esas cicatrices y heridas que
ahora llenaban todo su cuerpo, en su interior notaba como algo comenzaba a
crecer.





-Muchacho… - le llamo Tabulk que estaba observando en la
puerta. Tienes que prepararte para tu ultima prueba, aprisa.





El chico asintió con la cabeza y luego se puso nuevamente la
camisa.





…





Mientras tanto Naldia parecía volver montaña arriba al
tiempo que miraba a su alrededor con tristeza, aun no tenia claro lo que quería,
ni a quien quería pues en su mente aun podía recordar a cierta persona de su
pasado.





-Si no fuera por mí ahora estarías conmigo… - susurro
mientras observaba a Otto desde lejos, algo que le sorprendió pues estaba listo
para algún tipo de viaje, sin pensárselo dos veces corrió hacia el y le
pregunto: ¿A dónde vas?





El muchacho ni se digno a mirarla a la cara, en cambio se
hecho a hombros la espada y el escudo para luego caminar lentamente hasta el
anciano que le señalo el pico de la montaña donde podía verse una cueva justo
en una pequeña agrupación de rocas.





-El camino esta lleno de peligros, es rocoso y muy empinado
por lo cual hay mucho riesgo de desprendimientos – Explico Tabulk. La última
prueba consiste en subir ahí arriba, coger a Elionhir y Danhir… para luego
bajar.





-¿Elionhir y Danhir, que se supone que es eso? – pregunto Otto
que estaba totalmente perdido.





-Elionhir significa “La sangre que mancha el metal del
protector” es tu nueva arma y Danhir significa “La sangre que cubre los deseos
del protector” tu nuevo escudo… - Explico el anciano. Esos preciados objetos
son mágicos, no tienen una forma material concreta a diferencia de cualquier
arma, se adaptan al portador… para conseguirlas tendrás que entrar en esa cueva
y derrotar a su custodio.





El chico medito durante unos instantes la jugada, estaba
claro que quien protegía esas armas debía de ser algún tipo peligroso por lo
cual tendría que tener cuidado, por otra parte no tenia mucho tiempo ya que el
reto de aquel bárbaro estaba a la vuelta de la esquina así que tendría que
darse prisa.





“Vamos date prisa… - Susurro dentro de el una voz al tiempo
que el brazo derecho sufría un espasmo extraño. Yo soy tu mejor arma, recuerda.”


-Lo se… tranquilo – Dijo Otto apretando el puño con fuerza.





-¿A quien hablas? – pregunto Tabulk confuso.





-Fantasmas… no me dejan tranquilo. – Sonrió Otto mientras
daba la espalda a los dos y comenzaba la dura prueba.





Naldia intento seguirle pero Tabulk le puso la mano en el
hombro derecho dándole a entender que era algo que tenia que hacer
completamente solo y sin ayuda mas que de sus propios poderes, al mismo tiempo
pudieron ver como su brazo derecho completamente vendado sufría un nuevo
espasmo en el que todos sus dados se doblaron violentamente, cosa que no pareció
siquiera llamar la atención del muchacho.





-Aquí esta ocurriendo algo… - Pensó Tabulk mientras seguía
observando al chico a lo lejos. Será mejor que prepares algo de té Naldia,
tenemos que hablar…





…





Poco después ambos estuvieron sentados en la mesa del patio
trasero tomando algo de te, el anciano sirvió a ambos y luego dio un trago del
pequeño cuenco de barro donde lo tomaba, luego suspiro lentamente y dijo:





-Naldia… ¿hiciste lo que te dije con el guantelete de
templanza?





-Si señor, lo enterré en el bosque tal y como me dijo – Después
agacho la cabeza y dijo. Después de ocasionar la muerte de uno de mis
guardianes, pensé que el podría dominarlo pero nuevamente casi pierdo a mi guardián.





-¿Estas segura de que Otto no ha encontrado el guantelete
nuevamente? – Pregunto Tabulk aun no confiado. Rompí los lazos de unión entre
ellos pero… esa sombra que vimos a su lado en el pozo ¿Seria Templanza?





-Es imposible… aunque Otto ha estado muy extraño, todas las
noches salía al bosque a entrenar, al menos eso creo pues iba con su
equipamiento. Explico Naldia mientras daba un sorbo a su cuenco de té. ¿Crees
que pudo encontrarlo? Si fuera así estaría muerto…





-Quizás ha conseguido dominarlo por completo, cosa que dudo…
quizás ese no fuera Otto.





-¿Insinúa que Templanza se a apoderado del cuerpo de Otto?





-Lo único claro es que este no es el joven que todos
conocemos… - Después de decir eso se levanto de su asiento e indico a Naldia
que hiciera lo mismo. Indicare donde enterraste el guantelete.





…





Poco después Otto estaba cerca de la cumbre de aquella
montaña, sus manos estaban llenas de cortes de agarrarse a la superficie de
rocas afiladas que allí se encontraban, por no mencionar algún que otro animal
salvaje al que tuvo que plantar cara dándole mas de un susto, igualmente seguía
su camino pensando en sus cosas, añorando su mundo y sobretodo…





-Como hecho de menos las hamburguesas Macdonald – Dijo casi
dolido. Lo que daría por… una grasienta hamburguesa doble, con ketchup,
cebolla, pepino, lechuga… ¡y no esa mierda de comida que prepara el viejo!





Estaba agotado y casi había llegado, podía sentir como el
aire estaba viciado en la altura, lo que le hacia cansarse mas rápido así que
tuvo que parar y sentarse en una roca para beber algo de agua. Al ver el
asombroso paisaje a sus pies no tuvo mas remedio que soltar un “guau” aunque rápidamente
se entristeció pues… no tenia nadie con quien compartirlo algo que le suponía
un gran dolor en su interior.





-Todo saldrá bien ¡En marcha! – dijo sacando la espada y
empuñando el escudo en su mano izquierda, estaba cerca de la cueva, tanto que
casi podía notar como algo le llamaba, algo que le inspiraba confianza, fuerza
y valor. Es la hora, voy a convertirme en un verdadero guardián y les
demostrare que no necesito de absurdas magias para ello.





Justo cuando estaba en la entrada de la cueva pudo ver como
dos enormes ojos brillaban en la oscuridad observándole mientras un enorme
rugido se dirigía a el y luego una voz ronca que venia de dentro de la cueva.





-¡Quien osa enfrentarse al Custodio del quinto elemento! –
Bramo aquella voz, lentamente asomo la cabeza un enorme dragón rojo, luego las
patas hasta que por fin estuvo completamente a fuera. ¡¿Eres otro aspirante a guardián?!






-¡Mi nombre es Otto! – Se presento mientras le señalaba con
la espada, al mismo tiempo parecía haber otra persona a su lado, un caballero
de pelo largo sostenía la espada en la misma postura que el, como si fuera un
reflejo en el espejo. ¡Vengo a reclamar como mía a Elionhir y Danhir! ¡Así como
a asesinarte!





La sombra desapareció dejando a Otto completamente solo, en
su mirada se notaba una decisión digna de un verdadero héroe, alineo la espada
con sus ojos que se reflejaron en el brillante metal y luego la blandió con la
mano derecha mientras ponía el escudo por delante previniendo cualquier tipo de
ataque la batalla iba a comenzar en breves instantes.





…





Naldia había llevado al anciano hasta donde el guantelete se
encontraba, después de cavar durante unos minutos encontraron una caja de
hierro donde la muchacha deposito el guantelete, al abrirla pudo ver como seguía
ahí pero algo extraño podía verse en el ¿era realmente el guantelete maldito de
templanza? Arma que nunca un guardián pudo dominar… Al lado del guantelete había una nota,
apresuradamente la chica la agarro y aunque jamás había visto la ortografía de
muchacho había quedado claro que era de el pues iba dirigido expresamente a
ella.


Después de aquel enfrentamiento contra el tipo de la tienda
de armas


Mi orgullo estaba totalmente herido, ¿era acaso un inútil?
Me pasaba las noches enteras sin dormir, pensando en por que me elegiste a mi
en vez de a aquel tipo que casi me mata. Luego recordé tu diario y aquel
retrato que colgaba en tu habitación, no viste nada en mi… solo me salvaste por
que te recordaba a alguien que querías en el pasado, la rabia se apodera de mi
cada vez que recuerdo eso… entonces una voz llego a mi interior, nuevamente ese
fantasma estaba junto a mi… mejor dicho nunca se fue. Indago en mi interior
durante todo este tiempo hasta conocerme, intento controlarme pero… mis
sentimientos eran tan fuertes que fue el quien tuvo que ceder a vivir en mi
interior como un simple parásito atormentado. Todas las noches entrenaba duro
para controlar con mas pericia aun los poderes que esta arma me brindaba a
costa de mucho dolor, sangre y lagrimas pues era de lo que el se alimentaba ya
que no estaba en armonía conmigo. En sueños pude ver su vida y el la mía, fue
entonces cuando ocurrió lo de aquel pozo… comprendió que en el fondo no éramos
tan distintos y… ocurrió lo inesperado, ahora reside en mi como un nuevo
compañero de aventura y desventura, ambos juramos proteger a la Dahak justo después
de la prueba en la que te hice llorar, lo siento pero… era necesario pues no
tenia escapatoria.





Ahora me encamino hasta la última prueba, te demostrare que
aunque no pueda hacer magia, ni siquiera estimes mi valía, mi fuerza o bravura puedo
ser útil… te demostrare que soy alguien en quien confiar, aunque en el fondo no
confié en nadie… Juro que sobreviviré a esta prueba y que templanza no me
dominara pues ahora no es más que una fuente de energía más que corre por mi
cuerpo. Cabe la posibilidad de que no vuelva con vida… así que me gustaría
decirte que has sido una buena amiga, mi única amiga en este mundo a pesar de
que te trate mal me cuidaste… por el motivo que fuera, no quiero pensar ahora
en que cuando me ayudabas, pensabas que ayudabas a una persona que añoras… no
eres la culpable de nada Naldia, eres una buena chica y conseguirás cualquier
cosa que te propongas.








-Y conseguirás cualquier cosa que te propongas… - Termino de
leer Naldia, después arrugo la carta y cerro los ojos para terminar.
Atentamente… tu guardián.





Tabulk se inclino a su lado y agarro el guantelete, estaba vació,
en el no yacía ahora ningún tipo de espíritu pero entonces ¿Dónde estaba ahora?
Necesitaba algo que hiciera de recipiente.





-A conseguido dominar a Templanza en menos de una semana,
ese chico es verdaderamente especial… - Sonrió el viejo tirando el guantelete. Vamos
Naldia, volvamos a esperar el regreso de tu guardián.





…





¡Adelante! – Grito Otto corriendo hacia el enorme dragón.





Este le lanzo una brutal dentellada que el muchacho esquivo
saltando hacia un lado, de repente pudo notar como algo recorría todo su cuerpo
y sin hacer nada se impulso en el aire poniéndose en pie, dentro de el
templanza le indico que no perdiera de vista al enemigo. Tal como se giro pudo
ver como el dragón abría la boca lanzando una lengua de fuego que bloqueo con
el escudo haciéndole salir disparado hacia atrás unos metros, rápidamente se
puso en pie pues vio como el dragón le embestía así que volvió a esquivarlo
saltando hacia un lado. Estaba al borde de aquella montaña y aquella criatura parecía
prepararse para lanzar otro de sus ataques de fuego.





El rostro de Otto se torció desesperado buscando alguna
escapatoria pero realmente ¿había alguna? Si… lentamente con la mano izquierda
intento desvendar el brazo derecho pero nuevamente tuvo que saltar hacia un
lado para esquivar una bola de fuego de aquel monstruo. Estaba agotado y le era
difícil ponerse en pie, por su mente paso nuevamente esa nota que había escrito…
tenia que demostrar que podía hacerlo pero ¿Cómo vencer a algo tan grande si no
era capaz de usar magia? Lentamente se puso en pie y volvió la vista hacia el dragón,
este le propino un fuerte latigazo con su cola haciendo que rodara metros atrás
dejando atrás un rastro de sangre que goteaba por su boca, el joven quedo de
rodillas mirando al suelo.





-¿Qué puedo hacer? Mi espada no es capaz de herir a esa
criatura… ni siquiera consigo acercarme a el – después miro al dragón que comenzaba
a desprender humo por su boca. Tan solo un hechizo poderoso podría penetrar en
esas duras escamas ¿No, Templanza?





“Sin elementium que corra por tu cuerpo no serás capaz de
lanzar un hechizo…”





-Elementium… es ese liquido multicolor que desprende esa luz
calida, pude verlo pero… ¿no tengo en mi cuerpo ni una gota?





“¡Nunca te des por vencido, levántate y ve hacia la derecha
vamos!”





-¿Qué demonios quieres? tan siquiera puedo mantenerme en pie
y prefiero morir antes que huir.





“¡Hazlo! – Grito dentro de el Templanza moviendo sus piernas
y levantando al muchacho.”





El joven miro al dragón que expulso una bola de fuego de
enorme tamaño directa hacia el muchacho, pero algo le hizo saltar hacia un
agujero quedando colgado de borde por su mano derecha.





-Perfecto… empiezo a pensar que estas en contra mía.





“Estupido, mira hacia abajo…”





Al mirar hacia abajo pudo ver lo que parecía un lago, pero
no un lago normal… aquella cueva estaba llena de elementium, era increíble pero
Templanza había percibido la presencia de elementium y había llevado al joven
hasta el.





-¿Qué se supone que tengo que hacer? – Dijo viendo como el dragón
se asomaba al agujero. Explícate rápido
o seremos devorados.





“Corrijo, serás devorado… - Bromeo el fantasma. Bien…
solamente tienes que saltar, pero pueden ocurrir muchas cosas y ninguna buena”


-¿Cuál es la parte buena de todo esto?





“Si el elementium se adapta a tu cuerpo podrás hacer magia,
pero si no podrías disolverte, mutar o dios sabe que…”





-Me encanta… - Dijo mientras se soltaba. Jugaré todo a una
sola carta.





La impresionante caída comenzó mientras el dragón agrando el
agujero lo suficiente con un golpe de su cabeza para saltar tras el muchacho el
cual abrió los ojos asustado al ver a la velocidad que se dirigía hacia el,
justo cuando lo tenia encima sintió un duro golpe y todo se hizo oscuro. No
sabia donde estaba… solo sabia que estaba vivo o eso parecía, se encontraba en
un lugar oscuro junto a templanza. La fantasmal sombra le rodeaba mientras el
confundido miraba a todos lados.





“¿Recuerda todo lo que aprendiste en esos libros?”





-Esos libros llenos de hechizos de todos los elementos… si,
ahora los recuerdo – Dijo con voz temblorosa mientras permanecía con los ojos
cerrados.





“Conjura alguno… vamos”





-Técnicas del dragón de fuego: Látigos de fuego…

Genial grim, la historia se sale, tengo ganas de seguir leyendola pero yaaaa xDD, enga tio, muy buena

bue esta vez as puesto elementos humoristicos muy buenos como lo de ser devorado jejeje sigue escribiendo asi , y te prometo k estoy en tramites de la mia

genial socio genial ,si señor

La Prueba Definitiva 2ª Parte

-Técnica del dragón de fuego: Látigos de fuego.

En ese instante abrió los ojos y pudo ver como flotaba sobre
la fuente de elementium, su cuerpo brillaba con la misma fuerza que aquel
liquido energético y se sentía totalmente fuera de si, tenia la sensación de
que el pecho le iba a estallar si seguía absorbiendo aquella materia.


“¡Atrás vamos, tu cuerpo es un enorme conductor de
elementium… es peligroso!”

Otto agacho la vista para comprobar que Templanza tenía razón
pues podía ver como las plantas de sus pies absorbían ese liquido sin cesar,
luego miro hacia arriba… no sabia como pero sus brazos estaban extendidos y
algo estaba atado a ellos, dos cadenas de fuego que sorprendentemente tiraban
de su enemigo. El chico sonrió y comenzó a tirar con fuerza hacia si mismo
mientras la criatura agitaba las alas con fuerza intentando zafarse de las
garras de su rival.

Sin pensarlo dos veces el joven soltó aquellas cadenas de
fuego dejando en libertad al dragón y dio un enorme salto, apuntando hacia el
suelo su pelo comenzó a agitarse con fuerza como si empezara a invocar un
enorme tornado, entonces grito con fuerza:

-Técnicas del dragón de aire: ¡¡Aero!!

En ese mismo instante fue propulsado con fuerza hasta el dragón,
justamente a su hocico donde quedo agarrado con fuerza mientras la criatura seguía
confusa incrédula a lo que estaba viendo seguía agitando la cabeza intentando
desquitarse del muchacho que comenzaba a trepar hasta agarrarse a la cornamenta
del animal con fuerza. Fue el momento en el que se dio cuenta de que no llevaba
su espada ¿Dónde demonios había caído? Posiblemente en el fondo de aquel lago
pero si se sumergía era bastante probable que no volviera a salir con vida.

-¡Eres testarudo pero ni siquiera la fuente de Elementium te
salvara de la muerte! – Grito el dragón soltándose del muchacho que cayo sobre
un montón de piedras en el centro del lago.

El muchacho se puso en pie y levanto los brazos cruzándolos
formando una X para luego recitar un nuevo hechizo, al mismo tiempo el dragón
lanzaba una poderosa llamarada directa a calcinar al joven que seguía con los
ojos cerrados.

-Técnicas del Dragón de Tierra: ¡¡Protección de Gea!!

Las rocas de alrededor del muchacho se deformaron hasta
adoptar la forma de un enorme escudo que se interpuso en el camino del fuego de
aquel dragón protegiendo al chico, fue el momento de actuar para el muchacho.

-¡¡Ahora o nunca!! – Grito apuntando con la mano derecha
hacia el dragón mientras el escudo caía a pedazos. Este ataque según los libros
solo puede ser dominado por un caballero de dragones… no me importa intentarlo
y si tengo que morir que así sea ¡Pero tu morirás conmigo!

En la mano derecha de Otto comenzó a crearse una bola de
fuego que aumentaba de tamaño a cada segundo que pasaba mientras el dragón seguía
elevado en el aire preparado para recibir aquel ataque el cual parecía conocer.
Cuando la bola de fuego tomo el tamaño del guardián esta comenzó a desprender
un calor tan enorme que el lago de elementium comenzaba a burbujear e incluso
el chico sufría los estragos de aquel calor con síntomas como perdida de
visión. Aun así aquella bola de fuego seguía aumentando de tamaño.

…

El cambio climático producido por ese ataque comenzaba a
notarse incluso en la cabaña de Tabulk donde el y Naldia esperaban el regreso del
muchacho, un dia tranquilo y despejado comenzó a tornarse caluroso y agobiante,
aquella montaña parecía arder en silencio y el viejo Guardia de Sangre no
parecía comprender del todo lo que sucedía, pero sabia que el chico tenia algo
que ver.

-Que tienes pensado hacer con el… ¿Naldia? – pregunto el
anciano mientras se ajustaba el sombrero de pico. Sabes que no esta preparado
y… tan siquiera volverá vivo ¿lo sabes, no?

-Se que le envías a una muerte segura… - Respondió la chica.
Pero es lo mejor para todos, el quería morir ayudándome, es lo mejor… si sigue
conmigo es probable que siga sufriendo.

Naldia se seco dos pequeñas lagrimas y luego se puso en pie,
miro hacia atrás y pudo ver a Reisen junto a Reinarz y Éozan, los tres miraban
montaña arriba silenciosamente, no estaba segura de que pretendían pero algo
iba mal, estaba seguro de que no tramaban algo bueno, aun así ella les ignoro y
entro en casa.

…

“¡No lo hagas, solo conseguirás destruir toda la montaña!”

La bola de fuego que estaba frente al dragón estaba fuera de
control pero el joven seguía dándole más energía, tanto que la palma de su mano
comenzaba a quemarse, el Dragón alzo el vuelo al cielo intentando alejarse lo
mas posible de aquel brutal hechizo. Otto lo alzo sobre su cabeza y sostuvo con
ambas manos, comenzaba a fundir la piedra donde el joven estaba sentado y eso
preocupaba a templanza.

-Un poco más… - Susurro el chico mientras seguía dándole
energía a una bola de fuego que había triplicado su tamaño en pocos segundos.
Ya esta… Técnica del dragón de fuego: Infierno…

El joven inclino las piernas para coger fuerza, en ese
instante su pierna izquierda se torció quedando de rodillas ante la presión de
aquel ataque el cual comenzaba a ladear de izquierda a derecha fuera de control
mientras la cueva parecía derrumbarse poco a poco, el Custodio aprovechando la
situación lanzo una bola de fuego contra aquel hechizo haciendo que el muchacho
quedara de rodillas y poco a poco fuera cediendo.

-¡Tu mismo te destruirás humano
insensato, no estas preparado! – Bramo la criatura con la victoria casi
completa. ¡¡Desaparece!!

El brazo derecho de Otto comenzó
a brillar bajo la venda, entonces un aura azul salio y un Templanza se reflejo
frente a el, parecía triste a la vez que asustado con un “lo siento” se
desvaneció en el aire.

-Maldición… estaba convencido de
que podría, ahora ya es tarde… - Después su Hechizo se estrello contra la
tierra devorándole y arrasando con todo.

…

Tabulk miro un enorme destello,
la onda expansiva de fuego devasto todos los alrededores y enormes rocas
llegaron a caer en la casa del anciano que seguía con la vista en la montaña
ahora cubierta de fuego, en el cielo podía ver al Custodio que bramaba sin
cesar celebrando su victoria, el viejo agacho la vista y suspiro.





-Parece que no a sobrevivido… -
dijo Reisen Sonriendo. Lo siento por Naldia, pero toda esta mejor así…


-¿De verdad piensas eso? –
pregunto Reinarz sorprendido. ¿Tanto odio y rencor le tienes a ese chico como
para alegrarte de su muerte?

-El nos arrebato el derecho a
proteger a Naldia… - Respondió Reisen girándose. Ahora solo tenemos que matar
al próximo guardián que escoja.

-¡Esperemos que al menos ese sea
un reto! – Grito Éozan sonriendo. Veámonos aquí ya no pintamos nada y ese
ataque aun no a explosionado del todo, no me gustaría estar aquí cuando toque
tierra.

La chica miraba por un agujero en
la casa provocado por una de las rocas que había traído la primera explosión,
sabía que la próxima seria la última y más poderosa… sabia que nadie
sobreviviría ni mucho menos estando tan cerca, sabia que Otto había muerto.
Aquel joven que la odiaba y al mismo tiempo luchaba por ella le había marcado
de una manera dolorosa ¿era acaso que le había cogido mas cariño del debido?
Naldia cerro los ojos para rezar con el y durante unos segundos parecía oírle
gritar, parecía que el viento traía un grito desgarrador del muchacho... seria
debido a la conmoción.

Todos pudieron ver como una bola
de fuego de aquel monstruo alcanzo a Estallar la enorme cúpula de fuego que
aquel ataque había formado haciéndolo estallar, una lágrima recorría la mejilla
de la muchacha al ver como la montaña desaparecía.

…


En ese instante entre las rocas y
el fuego surgió una figura extraña, su cuerpo estaba recubierto de una armadura
de placas que parecían repeler el fuego o dominarlo a placer, el yelmo tenia la
forma de la cabeza de un dragón y de su cinturón colgaba una espada ligera
mientras de su espalda colgaba una algo mas grande de color negra. A Hombros
llevaba el cuerpo inmóvil y semi-calcinado del muchacho, aquel guerrero alzo la
vista hasta el dragón y bajo el yelmo apretó los dientes. Lentamente una
burbuja de fuego rodeo a ambos para luego elevarles lentamente en el aire hasta
llegar a cruzar casi las nubes donde aun se encontraba el custodio elemental.



-Has luchado con bravura amigo –
Susurro con voz jovial el caballero. Pero hay batallas que no puedes ganar tu
solo.


-¡Tu, caballero de Dragones! –
Bramo furioso el custodio. ¡No eres quien para interponerte en la liza entre
ese mortal y yo!

El caballero de dragones, el
guerrero oculto tras la armadura roja soltó a Otto y este se quedo flotando en
la burbuja, parecía muerto pero ¿lo estaba? El caballero blandió la espada de
su cinturón que se inmolo con rapidez.

-Supongo que ya conoces a Salamandra
de fuego – Dijo mientras sonreía al custodio. Eres un irresponsable, sabes que
ese ataque abría destruido toda la isla… por suerte llegue a tiempo para
absorberlo con mi armadura.


-¡¿Quién te ha llamado maldito
del reino de Minfhis?! – Grito mientras daba un giro sobre si mismo. ¿Acaso no
sabes que esto es territorio de Alexazra y podrías provocar una guerra si te
encontrara aquí? ¿Acaso no respetas las normas que los dioses os pusieron a los
campeones de los cuatro elementos?

-No tengo por que darte
explicaciones de nada… - Explico mientras señalaba al chico. El era tu rival,
ahora soy yo.


-¡Incrédulos los oídos que te
oyen! – Dijo en tono algo burlón el dragón. ¿Desde cuando tu, Naelis
Grizzd’ottohr se juega la vida por un simple mortal?

-¿Desde cuando tengo que darle
explicaciones a un ser inferior como tu? – Dijo mientras agarraba la espada con
dos manos. Las Leyes elementales dicen que un caballero elemental puede suplir
a un mortal en una prueba divina ¿eso incluye este tipo de rituales no?

-Acepto el intercambio… -
Respondió con furia la criatura mientras apretaba las fauces y miraba a su
nuevo enemigo con rabia. ¡¡Adelante!!

El dragón se lanzo contra el
Naelis que salto de la burbuja cayendo en picado, enfundo la espada y alzo las
manos hacia arriba mientras caía, al recitar el hechizo látigos de fuego ambos
látigos se agarraron al cuello del dragón, el guerrero cayo suavemente mientras
tiraba de la criatura que cada vez estaba mas cerca del suelo.


-Ni me tocaras… - susurro
mientras pisaba con sus duras botas los látigos que sostenían al dragón y
levantaba las manos. ¡¡INFIERNO!!

En mismo ataque que el muchacho
había realizado con anterioridad Otto era invocado esta vez por este poderoso
caballero, superando con creces la velocidad con la que crecía en cuestión de
terminar de pronunciar la palabra infierno había doblado el tamaño que la de
Otto había alcanzado, ahí quedaba clara la diferencia de poder entre ambos. Sin
pensarlo ni un segundo dio un fuerte puñetazo a la enorme bola de fuego que
podía confundirse con el sol y arraso con el dragón perdiéndose entre las nubes
y estallando sin provocar daño alguno a la isla.

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-Así se hace chaval, así se hace…
- Dijo mientras veía como la burbuja de fuego bajaba lentamente dejando en tierra el cuerpo de Otto.

Naelis corrió hasta donde estaba
y vio para su desdicha que el muchacho había muerto a causa de las heridas, un
suspiro seguido de un “OH…” de decepción salieron de la boca de aquel poderoso
guerrero que se puso en pie. Era normal que un simple humano no soportara tal
combate pero el caballero de dragones le necesitaba con vida.

-Normal que ese fantasma le
abandonara – Susurro mientras se giraba. Lo único que puedo hacer es darte algo
de tiempo… algo de tiempo, esta es una de estas batallas que solo tú puedes
ganar, una batalla por vivir, ¿Quieres vivir?

El joven se giro y desenfundo con
velocidad la espada que tenia en la espalda, los bordes dorados comenzaron a
brillar mientras se clavaba en el estomago del chico este abrió los ojos
durante un segundo y sintió de nuevo calor, calor y vida…

…

Hace
mas de cuatro horas que vimos ese segundo impacto en el cielo, hemos perdido la
esperanza de que Otto siga vivo, cuanto lo siento... cuando vi. Que volvía una
vez mas al combate y era capaz de vencer a su rival pensé que volvería, pero
ahora se que ocurrirá, nunca volverá. Una vez más pierdo a una persona
importante para mí, su mirada de enojo, sus lágrimas, su voz… tantas cosas que me gustaría haberte dicho,
Otto, te quiero… se que su corazón no pertenece a nadie, sentía rencor hacia
todo y a veces era una persona cruel, pero en el fondo estoy segura de que era
un buen chico… alguien buscando la paz que por fin a encontrado, termino otra
pagina de mi diario pensando que la culp…

El Corazón de Naldia se
sobrecogió al mirar mas abajo, podía trasparentarse un par de paginas mas
adelante una letra que reconoció rápidamente, paso las paginas y pudo verlo,
era el… era su letra, había escrito algo.

Esto
lo escribo justo antes de partir Naldia, se que no quieres que vaya contigo… se
que no soy lo suficientemente fuerte como para acompañarte, es por eso que voy
a luchar. No temo a la muerte, mas bien temo a la vida, durante estos días han
venido recuerdos a mi mente que me han atormentado… ¡Hay algo mas Naldia! No se
pero, creo que me volveré loco si sigo recordando cosas, personas y mas
tristeza… por que mi vida después de todo es triste. Se que moriré en esa
montaña, solo te pido una cosa… no me olvides, es algo que no soportaría… ser
olvidado por una persona a la que prometí dar la vida, odio a esas personas que
me dejaron atrás… pero me odio mas a mi mismo por no haberlas sabido mantener a
mi lado, ahora eso no tiene remedio… buena suerte Naldia.


-Atentamente… Otto – Termino de
leer Naldia después se llevo las manos a la cara y susurro. Eres… un idiota.

Joder grim, cada vez me gusta mas la historia en serio, espero que la sigas escribiendo pro uqe esta muy currada, y fastidiaria no ver el final

Salu2 tio, sigue así

CAPITULO 12 - Verdades reveladas, el final para una historia que solo un heroe real podia acabar.

-Así que eres tu
quien durante tanto tiempo me a atormentado… quien me hizo infeliz, quien me
hizo llorar, quien me hizo despreciarme a mi mismo, eres el ser abismal que me
trajo hasta este mundo de sombras, nada mas y nada menos que tu. – Otto
permanecía inmóvil frente a su enemigo. He entrenado duro, he aprendido a
aprovechar mis dotes al limite y por fin encuentro a quien esta detrás de todo
esto… ¡Tabulk!

Frente a el y junto a Naldia estaba el anciano que le enseño
con anterioridad todo lo que sabia, a su alrededor y tumbados en el suelo había
cuatro guerreros tumbados en el suelo, sobre ellos unas extrañas armas flotaban
y brillaban en distintos colores simbolizando su elemento. El viejo sonrió y
levanto el bastón contra Otto y lanzo una extraña cadena de relámpagos.


Otto flexiono las piernas y alzo las manos, entonces la
muñequera que cubría su mano derecha pareció estallar y una onda expansiva de
sangre y un extraño líquido negro tinto toda la zona al tiempo que frente al
muchacho una espada y un escudo colores rojo y negro se materializaban. El
muchacho bloqueo el ataque con el escudo y cargo contra el anciano que desapareció
dejando una pequeña bruma para luego aparecer sobre una piedra, una nueva
cadena de relámpagos fue lanzada directa hacia el guardia de sangre que comenzó
a correr hacia la enorme piedra esquivando el ataque, dio un enorme salto y en
el aire abrió la palma de su mano izquierda lanzando una onda expansiva que
derrumbo la roca al tiempo que lanzaba su espada unida a la palma de su mano
por un fino hilo de sangre. Esto provoco que el mago volviera a desaparecer
para esta vez reaparecer bajo el muchacho que estaba suspendido en el aire.


-¡¡Y ahora que me as descubierto que piensas hacer!! – bramo
alzando las dos manos mientras conjuraba una esfera negra que lanzo contra el
muchacho que poco pudo hacer por evitar el golpe directo la explosión arraso la
zona arrastrando a la muchacha que miraba atónita lo que ocurría sin
comprenderlo aun. Otto cayo al suelo y la sangre salpico de nuevo todo el
lugar, la espada y el escudo se deshicieron dejando dos charcos de sangre en la
lejanía dando a entender que el guardia de sangre había agotado todas sus
fuerzas.

-Siempre supe que dentro de ti dormía un poder
incontrolable, conseguiste purgar el espíritu de templanza, dominaste los
poderes de un guardia de sangre y además… - Dijo agarrando su bastón. Has
conseguido ponerme en un verdadero aprieto… ¿Quieres saber que eres? No eres más
que un recipiente creado para mí, un cuerpo creado para luego ser usado
¿Sorprendido? No puedo mantener una forma humana durante mucho tiempo por lo
cual necesito un verdadero cuerpo humano… durante cien largos años investigue
la manera de crear un cuerpo perfecto.


-¡¿De que coño hablas?! – grito levantándose con dificultad
mientras jadeaba. ¡Mientes, bastando!

-No miento… hace veinte años descubrimos la formula para
crearlo, creamos una planta a la que llamamos Higinia, esa planta en óvulos
fértiles humanos eran capaces de crear cuerpos vacíos, humanos sin corazón, sin
vida… una semilla que germina con el sufrimiento, dolor y agonía, entonces florecerá
para convertirse en el cuerpo perfecto, definitivo – Explico Tabulk mientras
señalaba al muchacho. ¡Ese es tu verdadero nombre, Higinia! Algo tuvo que salir
mal, cuando te enviamos a aquel lugar al que tu llamas “tu mundo” no llegue a
imaginar que serias capaz de nacer con un corazón humano, pronto me di cuenta
de que en el momento de tu nacimiento un alma errante entro dentro de Higinia
creando un corazón humano dentro de ese cuerpo… lo que todos conocemos como
“Otto” el guardia de sangre.


El joven no podía creer lo que oía, toda su vida había sido
manejada por ese ser inmundo… el no era realmente el, solo un impedimento para
sus planes. No alcanzaba comprender lo que quería decir, pero tenia algo claro…
el cuerpo en el que estaba no era suyo, mas siquiera debía haber nacido ¿acaso
ya había muerto? No… para el era imposible de entender todo eso, solo sabia una
cosa ¡Jamás perdonaría todo el dolor que había sufrido a lo largo de dieciocho
años de su vida!

-Solo te diré algo más… Otto, tienes la oportunidad de salir
de mi cuerpo sin causar mas daños, desaparece y serás libre de todos tus
pesares por fin ¿acaso el dolor no es demasiado grande? ¿No estas cansado de
soportar esas cargas tan dañinas para tu herido corazón? – Incito Tabulk
mientras caminaba lentamente hacia el muchacho. Solo tienes que desear
desaparecer y jamás abras existidas… tu alma se desvanecerá de ese cuerpo que
jamás te perteneció, lo olvidaras todo y todos te olvidaran… ya que jamás
debiste existir, es tu destino…


-¿Jamás… debí… nacer? – El joven estaba doblado a causa de
las heridas que le impedían estar derecho y las piernas le temblaban, por su
mejilla resbalaban lagrimas de dolor e impotencia, por su mente pasaban
recuerdos tan oscuros que jamás volverían a atormentarle. ¿Por qué… por que
tuvisteis que hacerme tanto daño? Os odio… ¡¡OS ODIO!!



En ese instante a ambos lados del muchacho se materializaron
dos figuras humanas, Naldia intento reconocerlas pero para ella no eran mas que
dos simples figuras que permanecían inmóvil mirando a Otto el cual empalideció
al verlas, pareció reconocerlas, quizás solo el era capaz de verlas
completamente y como cual… reconocerlas.

-Estáis aquí… - susurro agachando la vista una de las
figuras se agacho junto a el y le susurro al oído.

-¿Es que acaso no quieres olvidarnos? Es tu oportunidad… por
fin podrás deshacerte de todo lo que te atormenta – Luego le dio un beso en la
mejilla y se incorporo dando varios pasos hacia atrás.

-Ahora es tu momento, puedes terminar con todo de una vez…
como ya intentaste y mírate – Dijo la otra figura dando varios pasos hacia
atrás. Así llegaste aquí ¿no querías marcharte? ahora podrás solo deséalo.

Otto medito durante un momento, levanto la vista hasta mirar
a Tabulk que sonreía maliciosamente y luego hacia Naldia que permanecía de
rodillas con los ojos abiertos como platos en estado de Shock, fue entonces
cuando comprendió lo que ocurría… habían usado a esa niña para atraerle y terminar
de destruirle para así salirse con la suya, había jurado protegerla y… eso
aria.

-¡Jamás! – Grito poniéndose en pie e invocando nuevamente la
espada y el escudo. ¡Ven aquí maldito, te enseñare quien soy yo y te mostrare
lo vació que estoy!

El guardia de sangre se lanzo hacia Tabulk que no tardo en
ordenar a ambas figuras humanas que actuaran, alzaron las manos y unos hilos
ataron con fuerza al muchacho, conectados a las yemas de sus dedos
inmovilizaron al joven, unas potentes descargas eléctricas sacudieron al joven
de inmediato al tiempo que en su mente se paseaban con contundencia dolorosas
escenas de su vida, segundos después cayo de rodillas mientras seguía siendo poseído
por esos recuerdos que quisiera haber olvidado. Sus ojos se dilataron y pronto comenzó
a perder el control de su cuerpo, parecía fuera de si mismo mientras sus ojos
se apagaban lentamente...


-Lo estoy consiguiendo… pronto Higinia abra madurado por
completo destruyendo esa débil alma – Susurro Tabulk sin perder su maniaca
sonrisa. ¡¿No es acaso la mejor de las muertes muchacho?! ¡¡Asesinado por sus
recuerdos, asesinado por las dos personas que más amo un dia!!

No puede ser… No es

justo que ahora acabe así…

Te quiero…

Si quieres acabar con
esto… ¿Por qué no dices la verdad?

¡¿Acaso me odias, es
eso?! Me repugna la gente como tu… mentiras y mas mentiras.

Te… odio… miento… no
puedo odiarte…

¡Hey, siempre estaré a
tu lado… pase lo que pase! ¿No es lo que quieres…?

Vengarme solo
alimentaría mi tristeza… nadie tendrá mi odio aunque lo merezca.

Juro no volver a
confiar en nadie… para que así no puedan hacerme daño.

¡La vida es una
mierda! ¿Acaso no lo ves? ¡¡NADA ES LO QUE PARECE!!

Mis palabras serán
tenidas en cuenta en un futuro… Que burda mentira…

Si es lo que quieres
olvídame, pero recuerda… vueles lo alto que vueles…

¿De verdad quieres
saber por que soy tan frió? ¿Por qué estoy tan dolido?

Ahora se el final de
esta historia…


-Nunca… volverás… - Susurro Otto mientras se apagaba
completamente, sus ojos quedaron totalmente en blanco y el cuerpo sin vida de
muchacho cayo hacia delante, por fin Tabulk había conseguido su objetivo, ahora
tenia un nuevo cuerpo, esta vez con una potencia increíble, solamente tenia que
despertarlo.

Una pequeña esfera de luz salio lentamente de la Higinia y
se elevo en el aire, con un brillo centelleante azul que cada vez se debilitaba
mas, era la esencia de Otto que lentamente se disipaba en el aire, antes de que
desapareciera Naldia la atrapo con ambas manos y la apretó contra su pecho ante
la mirada de odio que recibía de Tabulk el cual era su enemigo ahora.

-¡Tu… ya no me sirves de nada! – Grito mientras apuntaba con
su bastón hacia ella lanzando un rayo rojo que atravesaba el pecho de la chica
haciéndola caer de espaldas al suelo donde pronto fue rodeada de un enorme
charco de sangre. Ya respiraba con dificultad, su vida se apagaba con la mirada
al cielo mientras en su mano ese pequeño brillo seguía latente aunque casi
invisible y frió luego Tabulk miro los cuerpos inmóviles de los cuatro caballeros
elementales y con un gesto de su mano fundió las cuatro armas mágicas en un
pequeño amuleto como el que Naldia uso con Otto, este amuleto se dirigió al
cuerpo de muchacho y entro por la nuca, el cuerpo se elevo en el aire
lentamente ante la atenta mirada de todos, entonces Tabulk estuvo a punto de
ver cumplido su sueño y después de una maléfica carcajada grito. ¡Y AHORA,
QUIEN PUEDE DETENERME!

-Otto por favor… no desaparezcas… - Susurro Naldia casi sin
aliento. Prometiste protegerme no puedes irte ahora… te necesito a mi lado.

El cuerpo estaba preparado para ser poseído por su nuevo
dueño, dentro de el le esperaba el poder absoluto mas allá de todos los
elementos y de la mismísima materia, unido al infinito poder de los cuatro
caballeros malheridos ahora estaba completo, Tabulk cayo formando un extraño
charco de liquido verde en el que se reflejaba su rostro y salto sobre el
cuerpo entrando por la boca y los orificios nasales, entonces el cuerpo comenzó
a cambiar completamente, el pelo se volvió negro y creció hasta llegar a la
cintura, las pupilas eran amarillentas y sus orejas se volvieron puntiagudas,
en la espalda crecieron dos enormes alas con plumas negras al tiempo que un
ensordecedor bramido profanaba los oídos de Naldia que no podía creer lo que
ocurría.

-Otto… Otto… - Repetía una y otra vez mientras sus ojos se
encharcaban en lagrimas de tristeza al oír como la voz de su amado gritaba aun
teniendo en cuenta que no era el, podía reconocerle bajo ese nuevo aspecto,
aunque realmente el estaba en su mano derecha, tan solo tenia que pensar la
manera de unirles. Quizás sea débil e inútil… pero si no soy capaz de proteger
a la persona que quiero realmente no merezco vivir, déjame que esta vez sea yo…
quien te salve.

Naldia se incorporo mientras por su boca goteaba sangre y se
estremecía de dolor, cuando estuvo en pie levanto la mano izquierda y lanzo un
rayo de escarcha a Tabulk que casi ni lo sintió, lentamente se dio la vuelta y
sonrió.

-¿Aun vivís? – Dijo con la voz de Otto. Esta bien…
probaremos el nuevo cuerpo en ti, muchacha… disfrutare destrozando en mil
pedazos tu simple e imperfecto cuerpo.

con un veloz movimiento casi imperceptible al ojo humano
Tabulk se puso tras Naldia, en su mano derecha invoco la espada de Otto y
volvió a reír maliciosamente mientras la paseaba por el cuello de la muchacha
que totalmente inmóvil solo tragaba saliva y temblaba. Con un brusco giro quedo
frente a Tabulk y puso ambas manos en el estomago lanzando un nuevo rayo de
escarcha a quema ropa totalmente inútil, Tabulk volvió a sonreír al ver la
inutilidad del ataque y dio una bofetada a la muchacha airándola al suelo.

-¿No lo entiendes…? No puedes hacer nada por detenerme –
Dijo mientras caminaba hasta Naldia y le propinaba una fuerte patada en las
costillas alzándola en el aire y amarrándola del cuello. ¿Por qué sonríes,
Acaso ver que tu asesino es la persona que quieres te hace ser feliz o
simplemente es una sonrisa de indiferencia ante lo que te espera?

-Me río por que he conseguido hacerte un rasguño en tu “perfecto”
cuerpo… - Explico Naldia satisfecha.

-¡¿Acaso piensas que hacerme sangrar un poco conseguirá
vencerme?! – Grito dando un fuerte puñetazo en el estomago a Naldia y volviendo
a tirarla al suelo, abrió la palma de la mano y apunto a la cara de la muchacha
mientras con la otra mano se limpiaba la sangre del pequeño arañazo. Estoy
cansado de ti, ahora dominare esta tierra y gobernare por encima de los
elementos… me eres totalmente inútil ¡¡MUERE!!

En el instante en que iba a rematar a Naldia desde su cuello
hasta la punta de los dedos todas las venas de su brazo se hincharon y el brazo
comenzó a retorcerse descontrolado, pronto Tabulk comenzó a temblar sin control
y caía de rodillas al suelo con fuertes dolores por todo el cuerpo, sus ojos se
hincharon y poco a poco comenzó a vomitar un liquido amarillento.

-¡Que me has hecho, maldita! – Grito entre vómitos y
quejidos lastimosos. Mi cuerpo… no responde.

-¡No es tu cuerpo! – Respondió Naldia mientras abría la
palma de la mano derecha vacía.

-¡Zorra, debí matarte cuando tuve la oportunidad! – Grito
mientras se levantaba y caminaba tambaleándose hasta la muchacha con la espada
alzada para furioso, rematarla. Yo… yo… estaba… tan cerca… maldición.

El cuerpo pareció estallar en una nube de plumas negras que cubrió
la vista de la muchacha, luego escucho como algo se derramaba por todo el suelo
y al abrir los ojos pudo ver frente a el a Otto, su cuerpo había vuelto a la
normalidad, la mirada estaba fija en la muchacha, el muchacho sonrió y se puso
en pie con la espada en la mano.

-Otto… ¿de verdad eres tu? – Grito Naldia poniéndose en pie
con los ojos llorosos de nuevo. ¿Has vuelto?

El joven dejo caer la espada y lentamente se puso de
rodillas frente a la muchacha, le aparto el pelo de la cara y la apoyo en su regazo
mientras le sonreía, el muchacho movió los labios pero no pronuncio ningún
sonido, al menos ella no escucho nada… pero pudo entender lo que quiso decirle:
“Gracias…”

Entonces el chico se levanto y miro hacia el cielo mientras
desaparecía lentamente, las heridas de la chica se curaban mientras poco a poco
veía como la persona que amaba desaparecía, pero alguien mas estaba observando,
una enorme masa verde salto sobre Otto, era Tabulk que sin ningún cuerpo
atacaba con una forma viscosa y uniforme no estaba dispuesto a aceptar la
derrota habiendo estado tan cerca de conseguir sus ambiciones, mientras caía
sobre el muchacho se torno en miles de afilados pinchos, Naldia Grito al joven
y este se dio cuenta, en una milésima de segundo levanto ambas manos y dijo:


-Infierno…


Un destello cegador invadió todo el lugar en aquel entonces...

FINAL

¿Y que si tengo miedo? ¿Y que si me encuentro solo? ¿Y que
si te hecho de menos? Algun dia te encontrare, algun dia llamaras a mi
puerta... aunque las marcas que dejastes en mi jamas desapareceran...
jamas.




...


Un chico se levantaba de entre las sabanas, con sudores fríos
y jadeante después de una terrible
pesadilla, su habitación estaba oscura... poco a poco comenzó a recordar todo,
su vida era un calvario, estaba mejor si como en su pesadilla el desapareciera…
lentamente se vistió y salio de su habitación. La casa estaba completamente
sola, el chico subió las persianas y el sol entro de frente, fue hacia el baño
y abrió el grifo del agua caliente de la ducha



luego de suspirar se quito la
camiseta, casi ahogo un grito al ver la cicatriz que tenia en su pecho…
entonces alguien llamo a la puerta, intentando quitarse de la mente todo y
pensando que había sido una coincidencia camino hasta la puerta y abrió para
llevarse una nueva sorpresa.

-Na-Naldia… - Dijo sorprendido y casi incrédulo ante lo que veía



-Lo siento, pero no podía vivir sin ti… - Dijo esta abrazándose
al muchacho, este la rodeo con los brazos y cerró los ojos.




-Por fin mis sueños se cumplen… - Susurro con los ojos
cerrados y sonriente mientras abrazaba a la chica.

FUA, es aluciante, esta genial

SEEEE, MUY BUENA GRIM!!! la verdad, que me ha encantado como has acabado la historia!!! si antes ya era la hostia, ahroa termianda es que es la censurado caña! (el vocabulario se que habria que moderarlo, pero es que vale la pena que ponga "censurado" xDD)

Te lo digo de verdad, me ha encantado, que veas si ma gustao que pa leerla he dejao de estudiar, y eso que mañana tengo examen xDDD

Buneo tio, muy buena la historia, a mi me ha gustado mucho

Vaya, al parecer no comenté en su momento...durante mucho tiempo fue mi historia preferida del foro y la verdad es que la he leído unas tres veces ( a pesar de ellos apenas recuerdo cosas XDDD ) y aprovechando la salida de la nueva parte del Estigma del Guardián pues comento para reflotar este post ya que parecía que había algún que otro interesado en echarle un ojo, creedme, merece la pena