Las espadas del Gremio Capitulo 6

Las espadas del Gremio Capitulo 1:                                                                                                                                   
El calor era abrasador… Musashi apenas se movía, siempre alerta. El sudor corría por su frente, aunque la incertidumbre pesaba mas que el calor… no se podía permitir morir por una cornada de esa maldita bestia engulle-arena…                              

El suelo tembló… las arenas se separaron, surgiendo de la brecha un enorme ejemplar de Diablos
                                                                                                                         
Musashi llevaba ya rato tras su pista, de modo que tal repentino acto no le cogió desprevenido, el mas ligero temblor de la arena bajo sus pies podía alertarle de la presencia del Diablos, pero el enorme crujido que hizo la losa de piedra que se hallaba bajo sus pies, le permitió esquivar hábilmente el embate de la bestia, que salía de su escondite en un intento de ensartarle y acabar rápido con el cazador.
Musashi rodó por el suelo y se levanto a la velocidad del rayo, desenfundo su arma, que, envuelta en cristales de hielo, emitía un espectral brillo azulado que denotaba su filo helado.
El Diablos miro con recelo el arma de Musashi, pero en un instante, su mirada cambió.

El recelo, torció a ira, y mientras emitía un brutal rugido que resonó dentro del casco del cazador, bajo la cabeza y embistió. Musashi, que estaba aun tapándose los oídos debido al grito de la bestia, sacó su escudo dispuesto a parar lo imparable… 50 toneladas de pura fuerza bruta se abalanzaban sobre el, sin darle tiempo a reaccionar… La inmensa criatura paro en seco… retorciéndose de dolor… que había pasado? La verdad… no lo savia… pero lo intuía… se fijo en la bestia… tenia algo en el ojo… si… una flecha… una flecha le había atravesado el globo ocular, privándole de la vista… aunque aun conservaba el otro ojo… Se giró, a cierta distancia, pudo ver a Ikki, que volvía a apuntar al Diablos, mientras decía que los demás llegarían en seguida.
Musashi, reconfortado por la presencia de un amigo a quien podía confiar su vida, se abalanzo sobre el Diablos con la misma fiereza con la que la criatura lo había intentado embestir a el, segundos antes.
Un corte en la cara hizo que el Diablos volviera a tener la mente en la batalla, entonces volvió a enderezarse para poder ver a sus enemigos. La ira volvió rápidamente… superando así el dolor…ahora se movía aun mas rápido… un giro… un látigo? No… Rápido cómo uno… pero mucho mas contundente, el suelo se ahueco bajo la fuerza del mazazo propinado por la poderosa cola del Diablos… si hubiese tardado un instante mas… la cabeza de Musashi no estaría ya sobre sus hombros…había conseguido esquivar el ataque… recibiendo solo una pequeña rascada en la cabeza.
Nuevamente, el Wyvern lo miraba… mientras estudiaba su próximo movimiento… Kyoshiro apareció de repente por la retaguardia de la criatura, katana en mano… y siguiéndole, Asuma ya sacaba sus sables del Gremio.
-Siempre tan afortunado verdad Musashi? – le grito Asuma.
-Por supuesto, los dioses están de nuestro lado. – respondió Musashi Dos por delante… dos por detrás… Musashi rió, pues ante la furia de los cuatro guerreros unidos, pocas opciones tenia el Diablos salvo la de la huida… o la muerte.

Kyoshiro ataco mientras gritaba:
- Inmunda criatura… nada puedes ante las “Armas carmesíes”, el poder del Gremio no tolera la existencia de los Wyverns – Y de un potente golpe, logro cercenarle la cola al Diablos… Asuma le propino un poderoso ataque en la pierna… el dolor de ambos ataques tumbo a la criatura en el polvoriento suelo del desierto…
Entonces Asuma, siguió atacándole mientras Kyoshiro y Musashi avanzaban para unirse a la batalla, con la intención de que el Diablos no volviera a levantarse, los tres atacaban con todas sus fuerzas mientras Ikki se encargaba de hacer huir a los Genpreys que se acercaban demasiado.
El Wyvern se levantó, y, aunque herido, distaba mucho de estar muerto… aun quedaba por delante un duro y arduo combate. --------------------------------------------------

Horas después, el Diablos aun vivía… pero se arrastraba penosamente, en un desesperado intento de salvar su vida… poco parecido tenia ya, con el la bestia que horas antes había atacado a Musashi con la furia de un demonio.
El Diablos se vio envuelto por los cuatro guerreros… solo cuatro… él, que a lo largo de los siglos había acabado con cientos de humanos… se hallaba ante las puertas de la muerte… por tan solo cuatro humanos… La hora final de la criatura estaba cerca… y los cuatro, sabían que ese era el momento de dar una digna muerte a un gran rival.

Los ojos del Diablos se entrecerraban… la perdida de sangre era ingente… pero aun así no moría… Musashi movió la cabeza con resignación… no le gustaba matar a unos seres que… negados de razón… no hacían otra cosa que buscar su alimento… pero el Gremio no podía aguantar que una bestia como esta acabase con los cazadores que se iniciaban, ni con los aldeanos o los mercaderes… las vidas humanas son mas valiosas que las de los Wyverns… Como si el Diablos fuese a entenderle, unas últimas palabras salieron de la boca de Musashi:
-No te lo tomes como algo personal… pero… este es nuestro trabajo…
- Dicho esto, hizo una señal a sus compañeros para k descargaran el golpe de gracia sobre la criatura, que finalmente cayo al suelo, del que ya no se levantaría… nunca mas…

Capitulo 2: Musashi limpió la negra sangre del Diablos del filo de su espada, luego su hoja reflejó el brillo del sol y la enfundo con un suspiro.
Los demás habían sacado ya sus cuchillos y rajaban a la pobre bestia para poder coger las más valiosas partes de la criatura… escamas… cuernos… resultarían muy útiles a los cazadores advenedizos, ya que la oscura piel y escamas de Diablos ofrecen una gran protección y sus cuernos son resistentes, mas incluso que algunos metales, después de coger todo lo que se podía aprovechar de la bestia, Asuma abrió el vientre del Wyvern y sus tripas cayeron al suelo, necesitaban mucha comida para atraer a sus siguiente presas, unos Cephalos que habían estado haciendo de las suyas… y con el Diablos muerto iban a continuar expandiendo su territorio.

Después de prepararlo todo, los cazadores se alejaron del cadáver.
Ikki, siempre atento, se dio cuenta de que había una brecha en una gran pared rocosa cerca de ahí… seria un buen sitio donde esconderse a esperar, serviría para resguardarse tanto del calor, como de miradas hostiles... --------------------------------------------------

Los minutos pasaban… y el calor, incluso en la sombra de la grieta, amenazaba con cocerlos dentro de sus ropas… dieron gracias de no llevar puestas unas pesadas y asfixiantes armaduras de metal, si no unas ligeras prendas de tela roja y blanca, pues como la mayoría de los grandes guerreros del Gremio, preferían la rapidez de sus reflejos y la perfecta fluidez de sus movimientos, que no la protección de una pesada armadura de hierro, ya que, aunque ofrecían mucha defensa a los golpes, dificultaban sus movimientos.
Al cabo de un rato, la arena que envolvía al Diablos empezó a moverse.
Dos… cinco… siete… e incluso más de veinte Cephalos se arremolinaban en las cercanías del cadáver.
Musashi pensaba que esta misión era digna de un principiante… la única dificultad radicaba en el gran numero de enemigos… y en lo propensos que son a huir. Poco a poco, los Chepalos iban saliendo de bajo el suelo, husmeando a cada poco, temerosos de si lo que había acabado con tan suculento manjar, andaba cerca… Ikki tensó el arco… y con una enorme flecha, apuntó a la manada…
-Dispara ya, Ikki – le dijo Asuma.
Este no respondió, parecía absorto con otra cosa, así que los otros cazadores giraron la cabeza para ver lo que miraba su compañero… Una enorme y oscura aleta cruzaba el enorme y ardiente océano de arena.
Poco a poco, iba acercándose al Diablos muerto, con la clara intención de devorar su carne… los Chepalos, estaban ya tan embelesados comiendo la carne del Diablos, que gracias al intenso calor, empezaba ya a descomponerse, que no se dieron cuenta de la presencia del Cephadrome hasta que lo tuvieron ya encima.
-¡Ahora! – gritaron Musashi, Kyoshiro y Asuma al unísono. Pero justo cuando empezaban a gritar, los dedos de Ikki habían soltado ya la flecha, que paso zumbando entre las piernas de un Chepalos yéndose a clavar entre las entrañas del Diablos muerto, justo al lado de donde tenia la cabeza el Cephadrome. Asuma se hecho a reír cuando vio que la flecha iba a dar justo en el blanco
– Jaja !Buuum! ¡Muere maldita bestia!- Grito Asuma.
La flecha impactó en una de las bombas que previamente habían introducido en el estomago de la bestia, esta detonó junto a todas las demás, haciendo volar por los aires al diablos y junto a el, la cabeza del Cephadrome y a una docena de Chepalos que se hallaban demasiado cerca.
-¡Bien! ¡A por los que faltan! – gritó Kyoshiro
-¡Si! – exclamaron los demás mientras salían todos del agujero. Un temblor bajo sus pies les saco de la euforia de la masacre y les permitió darse cuenta de que dos enormes aletas más estaban prácticamente encima de ellos…
Dos Cephadrome mas surgieron de las arenas y los cuatro cazadores desenfundaron sus armas, prestos a responder a sus nuevos enemigos.

Capitulo 3: Los Cephadromes observaban al grupo de cazadores… habían perdido una buena comida… pero creían que los cuatro guerreros les servirían para apaciguar su apetito. Pero las “Armas carmesíes” no tenian miedo… aunque eran dos bestias inmensas… no eran más que unos Cephalos grandes…
Sin previo aviso, Asuma arrojo sus sables del Gremio hacia uno de los Cephadromes clavándose estos en su lomo, Musashi; mientas ponía el escudo por encima de su cabeza; se arrodillo delante de la misma criatura mientras Asuma echaba a correr hacia él… de un salto se monto encima del escudo de Musashi que lo impulso junto a la fuerza de su propio salto, hacia la aleta superior de la bestia, donde pudo recobrar sus armas y le empezó a propinar una lluvia de golpes en la espalda hasta que el Cephadrome cayó al suelo de dolor, lanzando a Asuma por el polvoriento suelo.
Musashi se alzó entonces para acabar con la vida de la bestia, mientras esta pataleaba y peleaba para seguir con vida Musashi desenfundo su espada y cociéndola con fuerza, descargo un fuerte golpe en el cuello del Wyvern, después del cual… la bestia dejo de moverse.
- Joder… ¡Odio que se me ensucie el traje! – Dijo Asuma después de levantarse y quitarse un poco la arena de encima
- ¡Maldita bestia! – Exclamó a la vez que descargaba una fuerte patada en la cabeza de lo que, segundos antes, le había hecho rodar por el suelo, manchándose el pantalón con su sangre.
- Basta – Dijo Musashi, - Cada mancha que le hagas innecesariamente a este traje es como un insulto a todos los cazadores, y lo sabes.
- Si que lo se… por eso me cabrea que una bestia como esta me haya cubierto el traje de arena…
El otro Cephadrome, que durante unos segundos había permanecido inmóvil, como intentando analizar lo que acababa de ver… decidió que aunque fueran solo cuatro humanos… estos tenían algo que le llenaba de terror… así que se giro en redondo e intento zambullirse en la arena…pero justo antes de que diera el ultimo paso antes de enterrarse… Ikki disparo una de sus flechas paralizantes al pie de la criatura… el veneno paralizante, junto con el dolor de la flecha, dejaron a la bestia quieta durante unos instantes… tiempo suficiente como para que Kyoshiro se acercara al Wyvern y le partiera una pierna en dos…
El Cephadrome cayó al suelo sin remedio, mientras sangraba abundantemente… Kyoshiro se aparto para no quedar sepultado, pero un poco de barro; producto de la sangre de la bestia y de la arena del desierto; mancho su ropa… la cara del cazador cambió, mostrando su arrogancia, y sus palabras y actos la corroboraron…
Empezó a jactarse de la criatura mientras le propinaba cortes por todos lados, no muy profundos… por lo que no causarían una muerte rápida… mas bien parecía que quería que la pobre bestia muriese desangrada y abrasada por el calor…
Musashi se acerco a Kyoshiro y le pregunto:
- ¿Se puede saber que haces? ¡Pareces más una bestia tú que él!
Kyoshiro se paró un momento… solo para girarse hacia Musashi.
- Este monstruo me ha manchado la ropa… merece el castigo del Gremio… tu mismo lo has dicho, “Cada mancha que le hagas innecesariamente a este traje es como un insulto a todos los cazadores” ¿no? – se mofó el cazador.
- Cierto… mas no debes dejar que tu furia nuble tu raciocinio, eso también es una de las normas del gremio, no debes dejar que la ira te domine…
- ¡Ya estoy arto de tu y de tus NORMAS! – dijo mientras lanzaba un sablazo hacia Musahi.
Cualquiera se hubiese sorprendido de que un camarada atacase a uno de los suyos por una nimiedad como esa… Pero Musashi ya estaba acostumbrado a tratar con Kyoshiro, y no era la primera vez que se le subía la sangre a la cabeza… Con un rapido movimiento se escudo del ataque mientras desenfundaba su espada de nuevo…
- ¡Basta ya! – Dijo Ikki mientras agarraba el brazo de los cazadores con los que sostenían su arma, impidiéndoles así el enfrentamiento – Cualquier día de estos vais acabar haciéndoos daño… Acto seguido los soltó y mientras sacaba una flecha de su carcaj, se aproximó al Cephadrome, cuando estuvo lo bastante cerca, soltó la mano… perforándole el cerebro al moribundo Wyvern.
- Podrías haberlos dejado un poco mas… era divertido – Rió Asuma
-No hables mucho, que mas de una vez me nos ha pasado lo mismo contigo – Le soltó Ikki
– Es producto de este horroroso calor… nos debilita poco a poco… Musashi guardo su espada mientras decía que estaba de acuerdo con Ikki, y que ya le parecía hora de volver a Kokoto… ya llevaban una buena temporada fuera de su ciudad natal y echaba de menos las charlas con el anciano jefe del pueblo, y se notaba que el estrés hacia mella en sus compañeros… y en el mismo… --------------------------------------------------

Al cabo del rato se pusieron de acuerdo en que después de limpiar un poco mas esa zona de los Cephalos, se irían ha descansar a sus casas… se lo habían ganado, a parte de que ya estaba a punto de anochecer, lo cual se notaba porque ya no hacia tanto calor… y eso significaba que pronto haría un frió de muerte… Musashi estaba seguro de que todos los cazadores odiaban el desierto…
De repente oyeron un rugido…por el tono parecía un Rathian… Estaba atacando a alguien que iba con una extraña mascara que le tapaba la cara… Cuando se acercaron mas, vieron que la mascara era en realidad una calavera… solo podía haber una persona en el mundo capaz de llevar eso encima…
¿Se podía saber k hacia Alphonse ahí? Ninguno de los cuatro cazadores podía siquiera imaginarlo…

Capitulo 4:
El cazador esquivaba perfectamente al dragón, aunque eso no le dejaba mucho tiempo para atacar… desventajas de ir sin compañeros…
- ¡Alphonse! - Grito Ikki.
El grito de Ikki hizo que Alphonse se girara en un momento critico, el dragón giró bruscamente propinándole un duro golpe con la cola en toda la cabeza… el cazador cayó al suelo.
- Jaja, imbécil… - rió Kyoshiro
- Tu si que eres imbécil… – respondió Ikki con una mueca que expresaba como no podía entender que viendo lo que acababa de pasar, pudiese decir algo así… acto seguido echo a correr hacia el cuerpo caído para ver si aun estaba vivo.
Musashi, sin mediar palabra, ya hacia unos segundos que corría hacia Alphonse.
Asuma y Kyoshiro se miraron y dejando escapar un soplido de resignación corrieron también hacia el Rathian.
La bestia, al ver a cuatro cazadores más que se le acercaban, se giró hacia ellos y rugió amenazadoramente. Entonces, sin previo aviso el cuerpo inerte del cazador se levantó y moviendo mas rápidamente de lo que pudiese parecer posible, su gran espada a dos manos, hirió en la cola al pobre animal, provocando que la bestia alzara el vuelo unos instantes, el tiempo suficiente como para permitirles a los cuatro cazadores llegar hasta Alphonse.
- ¡Apartad! – Gritó Ikki. Acto seguido lanzo una andanada de flechas al cielo, que se clavaron en el Rathian, el cual cayó sin remedio desde una altura considerable, yendo a parar en medio del círculo de cazadores… Pero antes incluso de que pudiesen siquiera tocarla, la maldita bestia volvió a enderezarse, y con una mirada desafiante se fue girando para mirar a los cazadores uno por uno.
- Cuidado… según tengo entendido, este Rathian tiene el nido cerca de aquí… - Les explicó Alphonse.
Esa información era muy interesante para los cazadores, pues todos ellos sabían perfectamente que un Rathian puede llegar a hacer cosas que pueden parecer prácticamente imposibles con el fin de proteger a sus crías... este era un enemigo con el que debían andarse con mucho ojo… Ikki disparo, y, muy raro en el, fallo… por muy poco…un corte apareció en el rostro de la bestia… la cual, enfadada, le dirigió un mordisco, justo cuando estaba cogiendo otra flecha del carcaj.
Al aprovechar ese momento de descuido, la boca de la criatura consiguió arrancar un trozo de la tela provocándole una profunda herida en el vientre.
Kyoshiro aprovechó el momento en que el Rathian bajaba la cabeza para propinarle otro corte en la cara.
La bestia se quejó y Asuma y Alphonse atacaron uno por cada lado mientras Musashi termino de cortarle la cola. Ikki intentó apartarse del combate para no molestar a sus compañeros. --------------------------------------------------

Poco a poco, la criatura iba perdiendo empuje… se iba debilitando…el humo se le escapaba de la boca…y la sangre le chorreaba a litros por las decenas de heridas que los cazadores le habían provocado…
En un último aliento de fuerza, el Rathian lanzó una bola de fuego hacia Ikki, que se hallaba recostado en una roca, Musashi, al ver las oscuras intenciones de la bestia corrió hacia Ikki para hacer que se apartara… pero al ver que no llegaría a tiempo, se giro, y, alzando su escudo, se preparó para bloquear las llamas del dragón.
Logró hacerlo…pero el escudo, al rojo vivo, empezó a arderle en el brazo, así que decidió deshacerse de el, arrojándolo al suelo.
Se levantó y girándose hacia la bestia para volver a la carga se preparó para echar a correr… Pero al mirar a la bestia, cuya figura se recortaba ya contra el poniente sol… pudo ver como poco a poco cesaban sus movimientos, y tres figuras se hallaban encima suyo, secándose el sudor de la frente…

Las terribles heridas que Asuma, Kyioshiro y Alphonse le habían causado al Rathian al abalanzarse encima suyo mientras Musashi corría para ayudar a Ikki.
Musashi sonrió, y recogiendo su escudo; que ya había perdido algo de temperatura;
se dirigió hacia Ikki y dándole la mano, le ayudó a levantarse y le permitió apoyarse encima suyo para facilitarle la travesía por el deserto.
Los demás cazadores se acercaron a ellos dos. Ikki saludó a Alphonse de nuevo y le preguntó:
- Bueno amigo, ¿que hacías tú por aquí? Quitándose la calavera de la cabeza,
Alphonse respondió:
- Pues veréis…

Capitulo 5:
Quitándose la calavera de la cabeza, Alphonse respondió:
- Pues veréis… como ya sabéis, hace ciento-cincuenta años, nuestros antepasados consiguieron repeler a un Lao Shan que amenazó con adentrarse en el territorio de Kokoto, donde hubiese causado grandes daños pues toda la gente que allí vive, no hubiese podido hacer nada para evitar la destrucción de sus casas y campos…
Pues bien, hasta ahora creíamos que las terribles heridas que se le inflingieron, deberían haberle causado la muerte, pero algunos cazadores lo han reconocido, ronda por los desiertos del sur y creemos que pronto volverá a atacar, así que deberemos frenarle en la Fortaleza, es el único sitio donde los hombres pueden luchar contra una criatura de proporciones tan desmesuradas…
- Si, si… ¿y cual es el plan que el Gremio quiere que desempeñemos? – Pregubto Asuma, tan impaciente como siempre.
- Pues bien… el Gremio confía en que podáis mejorar aun mas vuestras habilidades y que encontréis las místicas armas matadragones…
- ¡Eso es tarea imposible! – Exclamó Ikki, que había estado vendándose las heridas
- Muchos lo han intentado pero no lo han logrado, ¿como pretendes que encontremos algo así? No son más que una leyenda…
- Tranquilo Ikki, muchos lo habrán intentado, pero nosotros aun no…
- Dijo Kyoshiro, como mofándose de todos los demás cazadores.
- Kyoshiro tiene razón, no nos demos por vencidos sin ni siquiera haberlo intentado… - Explicó Musashi
– Pero no creo que el Gremio confié su destino en tan solo cuatro cazadores… y mas aun… en unas armas de “leyenda” que ni siquiera se sabe que existan…
- Esas armas existen, el mismísimo anciano jefe de Kokoto me dijo antes de partir que su anciano bisabuelo tubo una es su poder… las Cismas Eternas…
- Al oir eso, la cara de Asuma se iluminó, como si pudiera ver ya, lo que seria capaz de hacer con ellas…
-no dudo de su palabra, y vosotros no deberíais hacerlo.
También me pidieron, que busquéis cazadores de gran coraje y poderosas habilidades, para que os acompañen en la lucha, puesto que el Gremio es consciente de que todos los cazadores capaces deben participar en la contienda el Lao Shan debe encontrar más dificultades en su avance de los que haya tenido en sus incontables años de vida…

Yo mismo, junto a mis compañeros, seremos enviados al campo de batalla, no sin antes intentar encontrar las armas legendarias, jeje, no creáis que lo tendréis fácil…
- Mejor vete olvidando de las mejores hojas dobles que jamás hayan existido… ellas pertenecen al mejor dualista… quien podría darles mejor uso? – Interrumpió Asuma
- No son las legendarias Cismas lo que yo quiero… si no el Erradicador Eterno… se dice que con un mandoble de esa hoja, se puede acabar con un Rathalos… puede que no mate al Lao Shan con ella… pero si que le dañare como nunca se hubiese imaginado…
- Dejad de soñar… los dos – Interrumpió Musashi, aun no las hemos encontrado… así que no podéis confiar en que la victoria se resolverá gracias a ellas… mas bien creo que la cooperación entre los cazadores será fundamental…
- Claro, claro Musashi… no hagas ver que no piensas en ellas… incluso a ti se te a iluminado la cara al pensar que tal vez… podrías encontrar algún arma a tu medida… - Le cortó Kyoshiro.
- Bueno… tal vez… pero no es eso en lo que mas confió… además… debemos llevar a Ikki a la ciudad y visitar al jefe de Kokoto para que nos informe de los últimos detalles. - Resolvió Musashi.
- Cierto… - dijo Alphonse.
– Vamos Ikki, yo te ayudare a llegar… Cuando todo quedo resuelto y empezaron la marcha hacia el pueblo, era ya noche cerrada y las sombras se extendían por doquier… --------------------------------------------------

Ya despuntaba el sol cuando los cazadores llagaron a su hogar… había que reconocer que ese, había sido un día agotador, pero eran plenamente conscientes de que lo que les esperaba en sus próximas misiones seria tan o mas duro que la mas dura de las misiones que habían llevado a cabo hasta ahora.

Capitulo 6:
Musashi se despertó, temprano como siempre, antes de que el primer gallo avisara de que los más impacientes rayos de sol, cruzaban ya el horizonte.
Se vistió con el traje que solo los cazadores del Gremio podían llevar; y que había lavado la noche anterior; y se dirigió hacia la casa de Kyoshiro, el cual lo esperaba ya en la puerta del edificio, se saludaron y fueron a buscar a Asuma, quien no solo no estaba a la entrada de su casa a la hora acordada, si no que además, aun dormía, así que entraron en su casa por una de las ventanas y le echaron un cubo de agua en toda la cara. Asuma salto de la cama de golpe, enfadado por que le habían interrumpido el sueño.
- ¿Que hora es? – Pregunto al ver la cara de sus compañeros al pie de su cama.
- Las seis y cuarto de la mañana… hace ya quince minutos que deberías estar esperando en la puerta de…
- Lo se, lo se…dadme cinco minutos y salgo… - Dijo Asuma mientras los acompañaba hasta la puerta. --------------------------------------------------

Diez minutos después Asuma salía de la casa, mientras recibía las impacientes miradas de sus amigos…
- Bueno… ya podemos ir a ver que tal esta Ikki…
- Dijo Musashi, soltando un suspiro de resignación…

Al llegar a la sala de curaciones del Gremio, vieron que Ikki ya se había despertado, pero permanecía tranquilo, estirado en la cama. Cuando el medico les vio entrar, les dijo que en un día o dos, Ikki estaría perfectamente, pero que le dejaran reposar.
Así pues, los cazadores salieron de la sala i se dirigieron a la taberna, donde habitualmente se hallaba el jefe de Kokoto Y allí lo encontraron, fumando en su larga pipa; sentado como siempre en una de las mesas mas escondidas del lugar… no es que no le gustara tener compañía… pero desde que perdió a sus compañeros hace ya mucho tiempo… no ha vuelto a ir con otros cazadores a no ser que fuera una misión de mucha importancia.
Le pidieron permiso, y se sentaron a su lado, rogándole que le contara todo lo que sabia, de las extrañas armas que tenían el deber de encontrar.
Hablaron largo y tendido… pasaron las horas… hasta que el atardecer extendía sus oscuras garras por el mundo, haciendo huir la luz del sol… Cuando el anciano jefe les había informado ya de todo lo necesario, se despidieron de el cortésmente y decidieron irse cada uno a su casa para descansar, pues a la mañana siguiente partirían de viaje… --------------------------------------------------

Con el amanecer del sol, los cazadores se preparaban para cumplir sus misiones, y las “Armas carmesíes” no eran una excepción…
Así que a primera hora de la mañana, los cazadores se reunieron frente a la taberna, preparados para ir a buscar a Ikki y emprender el largo viaje…
No tuvieron que andar mucho… pues Ikki había salido ya de la sala de curaciones, totalmente recuperado… al menos aparentemente…
Al verle, los compañeros se dieron las manos en señal de saludo, y explicándole lo que tenían pensado, le acompañaron a su casa, donde se vistió convenientemente y cogiendo uno de sus mejores arcos, de gran calidad y belleza, se encaminaron a la salida del pueblo.
- ¡Vamos allà! – Dijo Asuma… sus ojos brillaban de impaciencia… parecía como si ya diera por seguro que podría hacerse con alguna arma mística…
Kyoshiro suspiro… - Es como un niño… - dijo arqueando los hombro
– por cierto… no pasaremos frío en Pokke… - No seria la primera vez que casi morimos congelados… y prefiero no pensar en quien se dejó las bebidas calientes… - exclamó Ikki.
Kyoshiro hizo como si no hubiese oído nada mientras Asuma decía:
- Tranquilos que eso aun queda lejos… y ya llevamos unas cuantas en reserva…
- ¿Muy bien… todo listo pues? – Preguntó Musashi.
Los demás asintieron con la cabeza…
- Pues adelante… - dijo, y con esas palabras aparentemente sencillas, dieron los primeros pasos que les encaminarían hacia un destino más glorioso del que jamás hubiesen podido imaginar…               FIN.          

 AAAAAA, PORK SE ME VE TODO JUNTO!! AYUDADME PLIS. T-T PD: perdon por las mayusculas...

horror!!

esto no hay quien lo lea... xd

esk todo lo k escribo me sale junto... komo hago los puntos i a parte plis?

pones el punto y le das a intro socio.

puede ser que al copiar y pegar como esta el html activo te ponga todo seguido, si copias y pegas debes de ir dandole a intro en cada punto para hacer separaciones.

ya te arreglo yo los mensajes, por cierto buena historia XD

bua tio.eres dios, xdxd.muchisimas gracias tio

eso desde siempre es capaz de acer todo xD

esta wapa las historia