Liya
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| Tema: Historias cortas made in me. 09/09/09, 09:53 pm | |
| Bueno pues no sé si esto va aquí... Pero como todo son historias... Yo aquí cuelgo 2 de las que escribí hace meses(durante este año) Y son las que me han gustado más. Espero que les gusten. Son histórias cortas así que NO TIENEN CONTINUACIÓN.Y tampoco tienen nada que ver con monster hunter.Memórias de Ai.- Spoiler:
“Esa noche llovía y el agua calaba en mi piel como si de estacas de hielo se tratara, ese día, era el 13 de enero de 2002 y ese día mi vida cambio. Siempre recordaré cuando él me dijo: - Nunca mires atrás y sigue caminando hasta el fin”
El 13 de enero de 2001 aparentemente un día normal de clase no lo fue, ya que sobre la tercera hora de la tarde la profesora Ayumi dijo:
- Tenemos una nueva alumna en clase, se llama Ai Takehara y espero que la tratéis bien. - ¡Si señorita! - Gritamos todos. - Ya puedes presentarte Ai - Gracias señorita – Respondió – Hola, me llamo Ai Takehara y estaré con vosotros por un año, espero sean buenos con migo.
Era una chica bellísima, morena con mechas rosas, su pelo lacio y su mirada de gatito abandonado me sedujeron como si de un cazador que quiere atrapar a su presa se tratara. Cuando ella me miro no supe que hacer y de repente me sonrojé. Ella sin decir nada sonrió y se sentó en el pupitre que había vacío a mi lado, y me dijo:
- Seré tu compañera de clase, Ai, ¿como te llamas? Y yo, cayendo en sus encantos respondí balbuceando… - So…so…soy Sora Fuji-wara, encantado en conocerte Ai. - Igualmente, respondió con esa sonrisa característica de una chica inocente, que parece que se evada del mundo como si estuviera dentro de una burbuja impenetrable.
El día acabó y esas palabras seguían retumbando en mi cabeza sin dejarme pensar en otra cosa que no fuera ella. “Seré tu compañera de clase”
Realmente esa chica, era hermosa pero lo cierto es que no sabía como dirigirle la palabra, lo cierto es que el estar enamorado me aterrorizaba, ¿Por qué? No lo sé, puede que fuese por el temor a que ella no quisiese estar con migo.
Los días pasaban y yo seguía pensando en ella, como en un objetivo al que nunca puedes llegar a él por mucho que te esfuerces tal como la mano del ser humano sentado sobre la hierba de un prado intentando coger las nubes del cielo.
Nunca pensé que el 4 de marzo llegará, realmente creo que ese día fue el más feliz que tenía desde que era pequeñito, o el único, ya que pensando en como fue mi infancia… A la hora del almuerzo saqué mi “bento” y empecé a comer, y justo cuando estaba bebiendo u trago de la deliciosa gaseosa que me había traído de casa, apareció Ai como de improvisto delante de mi bobalicona cara. Me quedé realmente sorprendido así que como qualuier alma enamorada hubiera echo en ese momento al ver al amada, salté como un conejo y creo que hasta llegué al techo. Cuando el susto pasó, ella se dirigió a mí y me dijo: - ¿Fuji-wara-san, te apetecería ir a dar una vuelta después de clases? Me quedé realmente atónito delante de esa respuesta y no supe responder más que un sí que retumbó en toda la clase. - Me alegra saber eso “Fuji-san”, pues entonces te espero a la salida de clase. ¿Realmente Ai me estaba pidiendo salir? Ni yo me lo creía, bien entonces, decidí afrontar la situación y pensar que pasase lo que tuviera que pasar.
- Ding! Dang!, Ding! Dang!
La campana había sonado, Ai y yo nos fuimos a dar una vuelta por Shibuya, primero la plaza del perro, después a shibuya 109, centro comercial muy famoso de shibuya, y por último a la riva del río más cercano. Con un helado en la mano y su sonrisa típica nunca imagine que esas palabras salieran de su boca: - Sabes Fuji-kun, te amo desde el día en que tu mirada se cruzó con la mía en las clases, siempre traté de hablar con tigo, pero por una razón u otra nunca podías estar por mí.
En ese momento pensé que era un estúpido por evadirla sin querer con los amigos u otras actividades de lucro. Después realmente pensé “Me ama”, mientras ella seguía hablando.
- Realmente hoy ha sido un día maravilloso, sabes, normalmente viajo mucho por el trabajo de mi padre, que es pintor de prestigio, y realmente me quedaba poco tiempo en las ciudades por lo cual nunca podía hacer amigos, y lo que es peor si me enamoraba enseguida me tenia que marchar y nunca funcionaba por lo que me dije a mi misma que no me enamoraría nunca más de alguien, pero llegué aquí y tú me arrebataste algo importante para mí, y que dudo que ahora lo pueda recuperar, y eso Sora es mi corazón.
¿Estaban esas palabras realmente saliendo por su hermosa boca? No lo sé pero si ya estaba enamorado, eso no facilitó las cosas, y su voz seguía entrando por sus orejas tal que el cantar de un ruiseñor cuando esta a punto de dejar este bello mundo.
- Sora, quería decirte que pase lo que pase quiero estar con tigo, sé que un año es poco pero intentaré quedarme aquí con tigo si eso te satisface, Fuji-kun.
Sin decir nada me acerque a ella y besé sus finos y blandos labios llenos del carmín que rodeaba sus labios y nuestros corazones que ardían en una pasión que no tenía límites.
Nos quedamos durante horas mirando el cielo inalcanzable dados de la mano sin decir nada. Realmente de esa puesta de sol solo se escuchaba el dulce latir de nuestros corazones unidos por esas manos.
Después de eso, recuerdo que solíamos ir a la escuela juntos, comíamos juntos y todo lo que puedas imaginar. No logro recordar esa sensación con la que parecía que pudiera llegar a tocar el cielo con mi mano. Pero nunca me imagine que un año pasara tan rápido. En realidad ni la mitad de cosas que quisiera haber echo con ella no las pude hacer. Recuerdo ese 13 de enero de 2002 como si fuera ayer mismo… Llovía y cuando ella se subió al tren llorando, cosa que nunca la había visto hacer, me dijo: - “Fuji-kun, nunca mires atrás y sigue caminando hasta el fin” Esas fueron las últimas palabras que escuche de su boca. En ese entonces era un chico despreocupado pero después de ese día mi vida cambió radicalmente. Nunca podría olvidar esa dulce voz, esa bonita cara, esos ojos de gato abandonado que me miraron por primera vez, y mucho menos sus labios. Pensándolo bien, ¿Qué fue nuestro amor?, en ese año que pasamos juntos ella no me había contado nada sobre ella, ni dónde vivía ni su teléfono móvil, y ni siquiera su mail, solo sabía su nombre que retumbaba en mi cabeza como un terremoto del cual solo puedes esperar desgracias… - Ai Takehara
Desde ese día mi corazón se cerró y aún ahora no he sabido abrir mi corazón a otra persona que no fuera ella.
Cuando acabé la preparatoria estudié derecho en los Estados Unidos, y me licencié con matrícula de honor. Actualmente trabajo en un bufete en Tokyo.
Si me preguntaran si he tocado alguna vez el cielo, les diría que no, ni volviendo a sentir esa sensación que tuve con Ai, i aún hoy me siento cada día después de trabajar en esa rivera donde nos besamos por primera vez Ai y yo.
Creo que aún tengo la esperanza de que algún día esa hermosa chica de la que me enamoré vuelva algún día aquí y que reconozca a este vejestorio vestido con un traje de marca.
Si bien decidí escribir un diario con esas vivencias que tuve de pequeño cuando aún iba a cuarto curso de secundaria. A ese diario lo titulé “Memorias de Ai”, y lo empecé y acabé con la misma frase que ella me transmitió y que aún ahora trató de seguir:
“Nunca mires atrás y sigue caminando hasta el fin”. Romántic Sauce- Spoiler:
Era una noche tranquila de mi existencia, no pensaba que en ese momento mi vida fuera a cambiar tan drásticamente… Me llamo Yume tengo 16 años y resido en Japón, estudio en una academia de chicas y mi sueño es el amor… Y bueno como seguía contando… Esa noche mi vida cambio, estaba yo tan tranquila escuchando las maquetas de mi grupo de música cuando la ventana reventó entrando por ella un misterioso hombre rodeado por la oscuridad de la noche… - Disculpe, siento haberla asustado pero es que me están persiguiendo y necesito esconderme - ¡Y COMO PLANEAS ESCONDERTE SI ACABAS DE ROMPERME LA VENTANA COMO UN BRUTO! – Le conteste enfadada. - Pues la verdad es que si lo miro así… - Tienes razón no debería haber irrumpido así en tu casa - Ahora el daño está hecho, puedes quedarte – le conteste - Pero con una condición, que te presentes como es debido. - Bien, que así sea, pero después no te arrepientas de lo que has dicho… - Me llamo leo stifflaw, tengo 16 años y actualmente resido en Tokio. – me dijo dejando ver su cuerpo Ahora entendía porque no quería presentarse… Me tuve que enamorar precisamente de un criminal... Era bellísimo, ni las rosas podían superar su hermosura, no entendía como algo tan bello podía engendrar maldad en su interior… - ¡En…encantada! - Pero antes de que te vean vamos a taponar esa ventana, mañana ya me inventaré alguna excusa para mi madre… En ese instante sonó el timbre de mi casa… Eran las 2 de la noche y mi madre se despertó enfurecida hacia la puerta. - ¿Qué quieren? - ¿¡Porque llaman a la puerta a estas horas de la noche!? - ¡Oh no! Son ellos – Advirtió leo - Buenas noches señora, venimos porque un sospechoso ha entrado por la ventana de su casa, supuestamente para refugiarse - ¿¡Que!? No puede ser… - Respondió mi madre - ¡Yume! ¡Baja aquí ahora mismo! - Leo escóndete en algún sitio mientras yo bajo con mi madre a explicarle lo sucedido. - ¡Entendido! – Me respondió - Hija, ¿es cierto que alguien está en tu habitación como dicen estos señores? - No mama, es verdad que se me ha roto el cristal pero ha sido culpa mía por jugar en la habitación… - ¡Ya hablaremos mañana de eso Yume! ¡Ahora sube a tu cuarto a dormir que es tarde! - ¿Han oído? Aquí no se esconde nadie, ahora les pediría que se fueran por donde han venido. - Pero señora… - Ni peros ni nada! Fuera de mi casa, ¡ahora! - Nos vamos… Pero volveremos a por el sujeto… - Por fin se han ido leo… - Bien, ahora me puedo marchar – dijo muy convencido - No puedes irte ahora en plena noche, es peligroso! Replique. - Yo sí que soy peligroso Yume, no debiste haberme conocido, adiós… Justo cuando iba a saltar por la ventana lo agarre del brazo y sin pensarlo dos veces lo besé intensamente, aunque no pensé que mi primera vez fuese así… Después todo se detuvo y empezamos a hablar incesantemente de lo que había ocurrido y no nos olvidemos del beso… ¿Por qué había hecho algo así? No lo sé pero seguro que pronto lo descubriría… - Así que tú eres un famoso ladrón y que esos eran parte de una mafia que quiere capturarte para que trabajes para ellos ¿es así? - Estas en lo correcto Yume, pero yo no robo con malicia robo porque sé que esas personas son odiosas y que van a usar lo que les quite para malas acciones así que al final decido vender lo que robo… - Pero… ¿Por qué robas Leo? - Para sobrevivir… Soy huérfano y ya de pequeño me tuve que buscar la vida en las calles, al cabo del tiempo uno aprende sus tretas, ya ves… - Y se estira en la cama - Pero en fin… Hablemos de ti Yume. ¿A qué aspiras en la vida? - Mi sueño siempre ha sido tener un amor… Como soy muy reservada y de gustos muy extraños nadie excepto los de mi grupo de música se acercan a mí. - Así que por eso me besaste antes… Realmente no comprendo a las chicas – Suspiro… - ¡No! Yo… En realidad… Li hice por… Porque no te fueras de mi lado… Al fin y al cabo si sales ahí fuera te van a hacer cosas malas… - Te has enamorado de mí ¿verdad? - Lo suponía, por eso no quería presentarme delante de una mujer… Toda chica que me ha querido a acabado sufriendo graves daños o saliendo por patas - ¡No me malinterpretes leo! Sí que es cierto que me he enamorado de ti pero ¡no soy esa clase de chicas que deja a una persona tirada! - Dejemos el tema – Dijo Leo - Mañana será otro día… Quien sabe lo que podrá pasar. Por cierto ¿Me dejas escuchar esa maqueta que cuando he irrumpido en tu cuarto estaba sonando? - ¿Te gusta la música Leo? - Para serte sincero, es lo único que me tranquiliza, hasta toco la guitarra. Después de esas palabras empezó a sonar la música y ni una palabra mas que las musicales resonaban por la habitación… - Muy buena maqueta, ¿la has compuesto tú? - Em… S…Sí, todas las canciones de nuestro grupo las compongo yo… - Recuérdame que algún día venga a tus ensayos, te enseñaré un par de cosillas. - Sí… - Oye Leo… - Dime. - ¿Te puedes quedar a mi lado por siempre? - Le conteste adormecida ya. - De momento me quedaré contigo por asegurarme que esos tipos no me siguen aunque no te aseguro nada, y puede que estés en peligro… - Eso no me preocupa… ¡Ahora duérmete! – Le dije. - Está bien… Buenas noches Yume - Buenas noches… Leo – Susurré. Fue extraño pero dormimos cogidos de la mano esa noche… Al día siguiente me despertó antes de lo normal y pronto iba a descubrir porque. - ¡Yume levántate! Tenemos trabajo. - Pero si son las 6 – Le dije adormecida… - ¿Para qué me despiertas Leo? - Porque hoy voy a ir a la escuela contigo y necesito que me ayudes a ingresar por este semestre. - ¿¡QUÉ!? Tú estás de broma ¿no? - No, esto es serio, te dije que iba a pasar un tiempo contigo y eso haré pero para camuflarme mejor necesito ser parte de tu vida. - Aunque este mucho de ti, no me hace mucha gracia que vengas a clases – Le conteste preocupada y enfadada. – ¿Qué pasaría si se dieran cuenta de que estas en la escuela? Pondrías en peligro a la escuela entera, además… ¡ES UNA ESCUELA EXCLUSIVA PARA CHICAS! - Esa es la razón por la que ahí estaré a salvo, me haré pasar por una chica de tu instituto y así sí que estaré bien camuflado. - Bien, tienes razón pero… Hay unas cuantas cosas que no me cuadran… Una de ellas es en las revisiones parciales ¿cómo vas a ser una chica? Y lo otro que no me cuadra es… ¿No estarás pensando en ingresar sólo para ver chicas bonitas, no? - ¡Sabes que la única eres tú! – En un tono sarcástico por mucho que me doliera. - Sí, claro, y yo soy una monja… Pues bien, tal cual lo dicho, lo hizo, la directora estaba conforme en su admisión y todo fue bien, pensé que si el ingresaba aquí podría conquistarlo desde lo más profundo de mi corazón, pero nunca imaginé que sucedieran una serie de acontecimientos embarazosos que harían reblandecer ese duro corazón solitario de Leo. El primero recuerdo que fue en clase de gimnasia… - ¡Todas por parejas! ¡Ahora! Haremos un ejercicio de fuerza que mejorará vuestro potencial. - ¡Sí sensei! – Contestamos todas - El ejercicio consiste en ponerse una delante de la otra haciendo fuerza mutuamente hacia el brazo de la otra, como si del juego de estirar la cuerda se tratara. - Todas listas, bien empecemos. ¡Piiiiiip! – Sonó el silbato con fuerza. Justo en ese momento Leo estiro tan fuerte, normal con su forma física, que nos dejó a mí encima suya, una situación realmente embarazosa que me hizo sonrojar… - Esto… Yume…. Te recuerdo que sigues encima mío – Me dijo sonriendo. - ¡Perdona! Me quede embobada mirándote… ¡Qué vergüenza! Después de ese incidente, en el instituto me lo encontraba hasta en la sopa, pero siempre con un suceso embarazoso detrás, como cuando en natación resbalé y acabé encima suya de nuevo. Pensé que esta felicidad nunca acabaría y que él estaría seguro en la escuela pero eso no fue así los mafiosos que lo buscaban esa noche volvieron a por él en la escuela. Después de clases fuimos al estudio de mi grupo, claro que en un día que no gravábamos, para estar solos, claro estaba. - ¿Cómo me habrán encontrado? – Pregunto. - Creo que aún lo hicieron, ya que si no ya hubieran ido por ti hace horas. - Quizás nos siguieron, a ti si te conocían, y no quiero ponerte en peligro… - Por mí no te preocupes Leo, ya sabes lo que te dije, y además tu vida es lo primero… - No quiero involucrarte más Yume, quizás me debería ir de aquí. - ¡Pero qué dices idiota! ¿No me prometiste estar siempre a mi lado? - Yo nunca dije eso, te dije que estaría a tu lado hasta que creyera conveniente… - Pero… - Y en aquel momento lo solté… - Aún no te has dejado cautivar por mis sentimientos, ¡Leo! Entonces se puso serio y me dijo: - Yo creo que sí, y por esa misma razón me he de ir de tu vida, para que no sufras más, no puedo estar todos los días pensando que puedes estar en peligro. - ¿¡CREES QUE ESA ES LA MEJOR SOLUCION PEDAZO DE IDIOTA!? – Le conteste llorando. - ¿¡CREES QUE HUYENDO LLEGARÁS A ALGÚN LUGAR!? - Realmente no lo sé Yume, sólo quiero que estés bien… En ese instante me beso tan intensamente que creía haber subido al cielo, pero después de eso me dijo: - No huiré, pero déjame hacer esto solo, volveré contigo y cumpliré tu sueño de sentirte amada aunque no sea por parte de un millonario o una persona de buenas maneras… ¡HARE LO QUE SEA POR PROTEGERTE! Acto seguido se fue corriendo a buscar a sus perseguidores y enfrentarlos, yo me quede en blanco tocando la maqueta de la canción que escuchaba cuando nos conocimos esa madrugada. Cuando recuperé el sentido y despejé mi mente me di cuenta que lo que debía hacer es estar con él fuera como fuese. Sabía dónde se encontraban los mafiosos ya que los investigué en secreto sin que Leo se diera cuenta, los fui a buscar pero me encontré con Leo moribundo y ‘Ellos’ a punto de huir. - Te dije que no vinieras, que era peligroso… - Me dijo tosiendo ensangrentado. - Lo sé pero aún así quería estar contigo, te quiero entiéndeme, soy una chica enamorada, ¿qué esperabas? – Intentando conservar el sentido del humor y sonriendo. - ¡No te metas en esto mujer, si no quieres acabar como él! – Me dijeron eso y se fueron sin decir una palabra más a pesar de que yo les gritaba con todas mis fuerzas. - Yume… Acércate – Me dijo. - Sí, Leo dime. - Te quiero… - Y sin decir nada más gasto sus fuerzas en su último beso de despedida, para mí. - ¡NO ME DEJES LEO! ¡ME PROMETISTE ESTAR AQUÍ POR SIEMPRE! ¡ERES UN IDIOTA! - ¿Por qué me preocupo? Siempre fuiste esa clase de hombre que hace llorar a su amada… Dije eso sonriéndole a la cara, pensando que sería lo que él querría. Y aquí me ves, 10 años más tarde explicándoos la historia de mi primer amor, si os digo la verdad, sólo lo besé tres veces, he rehecho mi vida, mi banda musical ya es famosa y trabajo en una gran empresa de tecnologías en Tokio, pero si te digo la verdad, esos 3 besos nunca los olvidaré porque fueron los más intensos de mi vida, y también los primeros. Él me enseño a luchar por lo que creo y a salir adelante con una sonrisa en la cara siempre que sea posible… Por cierto chicos, ¿Saben? Esa ventana de mi habitación, aún no la pude arreglar, sí aún conservo la casa y mi habitación perdura intacta, mil veces fueron las que intente poner un nuevo cristal, pero mi corazón nunca me dejo. - ¿Será que aún le quiero?
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