SensEssence

Renea murió...quedará el tema de la horquilla en el olvido¿?

Como me gusta dejar con intrigas jaja

pero ke capullin eres xDDDDDDDDDDD cuando tienes planeado continuar el de la luna turquesa?

Buen capitulo xD pero algo loca la pelea, no¿?

Bueno, tu sigue escribiendo xD queremos otro capitulo!

Edit: En la paranoia de la noche se me ocurrio... ¿De verdad mato a Sorrow?
Es que lo que hizo con Felix me indujo a pensar que podria haberlo transformado en Caido, o algo asi, y Mark se pudo llevar el talisman porque lo libero... y Korhill escapo porque... salio por patas xD o algo asi.
Bueno, asi escrito parece una tonteria xDDD pero en su momento tenia mucho sentido.... a partir de las 12 es una mala hora para pensar

Bueno, un saludo... y traenos otro capituloooooo

mmmmmm por fin me lo e leído y esta que te cagas ^^ XDDDDDDD
a la espera del próximo capítulo...

Triunvirato de Sensessence (a lo estilo griego con los dioses XDDD):

1º-Siegfried
2º-Mark (doppelgänger)
3º-Eric (de mote Silver)

Son todos muy cool ^^ (?) XDDDD

Nuevo capítulo. Muchos ya sabéis que estoy intentado buscar una nueva forma de enfocar los combates y tal. Al final he decidido seguir tal y como hacía al menos hasta que termine ésta saga, no me conviene tener la historia tan inactiva en mitad de una saga, sobretodo en su punto álgido con un Mark desquiciado por la muerte de la supuesta Alissa, Renea muerta del todo, Darks diciendo que sí, que esconde algo oscuro bajo su manto de simpatía, Eric, apunto de descubrir si Sorrow está vivo o es una trampa, Félix bajo control de Marisa/Black Rose...uf, mucho es. Y ahora, lo único que no he dicho: El combate de Ragna y Black Rose.

PD: ¿Y qué pasará con Sigfried? Juas juas juas XD



(Ragna)

-¡¿Qué diablos ha sido eso?! – me pregunté en voz alta mientras daba un respingo. Una oscuridad asfixiante había recorrido mi cuerpo por un segundo, oprimiéndome incluso el corazón.

Decidí no concederle mayor importancia al asunto: las puertas del ascensor emitieron un pitido y luego, se abrieron lentamente, casi con vagancia.

Inspiré y espiré varias veces. Parpadeé y me mentalicé. Ahora estaba sólo contra el enemigo, un Essencer contra un Caído. No había nada más, sólo la lucha, el dolor y el odio entre ambos. Me envolví en un gesto serio y me concentré, listo para cualquier tipo de truco que me pudiese encontrar.

Y me topé con una sala circular, muy diferente a la de la planta baja, el suelo, paredes y techo eran de mármol blanco y, rodeando en otro círculo menor el centro de la estancia, unas gruesas columnas de estilo Toscano.

Me mantuve alerta, no detectaba nada en el dicho Brindelli pero, podía haber algún Essencer detrás de las columnas esperándome.

Avancé con precaución hasta el centro de la sala, que, estaba en penumbras.

-Bienvenido Ragna, te estaba esperando – miré a todos lados pero no averigüé de donde procedía la voz.

Un foco de luz inexistente iluminó la parte central dónde yo me encontraba, y, al segundo siguiente, la luminosidad en toda la sala fue mayor. Y luego de nuevo oscuridad. Cerré los ojos y agudicé el oído.

El silbido de una cuchilla a mi espalda me alertó y rodé hacia delante.

-Eres bueno – dijo de nuevo la voz femenina. Y chasqueó los dedos.

Miré de nuevo a mi alrededor: las columnas toscanas estaban envueltas en una Esencia púrpura que iluminaba tenuemente la sala.

-Mi nombre es Black Rose o Rosa Oscura, puedes llamarme Rose Noire si lo prefieres, dado que el francés es tu lengua materna.

-Prefiero llamarte simplemente Asesina – quise añadir algo pero me contuve, no convendría darle vueltas y mostrarle que no estaba sereno en ese instante.

-¿Qué intentas, Ragna? ¿Por qué acudes como un estúpido sin cerebro con otro Essencer al Brindelli, uno de los principales centros de Caídos? ¿No entiendes que la decisión de entrar aquí sólo conducía a la muerte? Si sabías de éste lugar pudiste traer varias escuadras de los mejores Essencers, no a un Vampiro Exiliado, sobretodo si su oponente es un Santo Caído.

-Voy a matarte – dije quedamente, obviando su comentario – y luego saldré de aquí, no sin antes ocuparme del resto de Caídos.

Rosa Oscura sonrió, mostrando una mueca maléfica de sus labios pintados de lila.

-Morirás aquí…o si vives, serás mi esclavo – dicho aquello, la mujer adelantó una de sus manos, mostrando una rosa y luego, la olió – que perfume tan embriagador. ¿No crees, pequeño Alex?

-No, no lo creo – que supiese mi nombre real me hizo dudar - Conmigo no sirven tus juegecitos de olores, perfumes y besos que arrebatan la conciencia y estupideces varias. No, te he investigado y me he prevenido de ellos.

-Esencia en los pulmones que convierte cualquier tipo de perfume en oxígeno normal y corriente…interesante. ¿Y qué hay de los besos?

-No eres mi tipo. Con eso bastará.

-Muy bien, como quieras – Black Rose se dio la vuelta y avanzó hasta quedarse pegado a la última columna del círculo, justo enfrente de mí – mi nombre es Black Rose como ya he dicho. Fiel servidora de la Alianza Fraternal y futura consorte Suprema del Consejo Essencer.

-Para eso primero tendrás que salir viva de aquí. Además, hay gente advertida sobre ti, los demás consejeros ya se han puesto en marcha para probar si eres una Essencer o una Caída.

-¿Caída? ¿Yo? ¡Yo soy una Nigromante, estúpido!

-Para el caso es lo mismo, como Essencer tengo que matarte, ponte el nombre que quieras. Me da igual si eres Caída, Bestia Corrupta, Nigromante… ¡qué mas da! ¡Todos moriréis!

-¿No te presentas?

-No. Ya sabes quién soy. Y ahora, empecemos.

Me lancé en una rápida acometida contra ella, aprovechando mi rapidez y luego, en vez de golpearla de frente, salté hasta la columna, dónde hice un salto del ángel hacia atrás mientras gritaba:

Actívate, Juicio Final

Desde la punta de mis manos hasta el codo, se formaron unos brazaletes bastante pesados y de corte medieval.

-¡Destrucción! – los puños de los brazaletes se envolvieron en un aura roja y caí sobre Black Rose, golpeándola primero con el puño derecho, volteando en el aire hasta caer al suelo, medio giro y golpe a la altura del estómago con el otro puño.

-¿Eso es todo? – Comentó, aburrida, sin evitar siquiera mis ataques – supongo que es la primera vez que usas los brazaletes... Los tenía tu hermano ¿no?

Rechiné los dientes ante la mención de Max, pero, no tuve tiempo de golpearla porque dio un golpe con su pie que yo esquivé echándome para atrás. Cerca me pasó una cuchilla escondida en su tacón. Retrocedí a base de dos grandes volteretas hasta mi primera posición.

“Es fuerte, no podía ser menos. Un Talismán con un gran poder de conversión…quizá guarde algún que otro secreto”.

Corrí de nuevo hacia ella, y en el último segundo antes de que fuese el momento óptimo para un puñetazo a su rostro, grité por segunda vez:

Actívate, Ragnarök

Unas botas altas, del mismo estilo que los brazaletes me cubrieron desde el pie hasta la rodilla.

Pateé su pierna derecha con la mía propia, buscando desequilibrarla, pero, fui yo el que salí resentido: parecía de piedra.

Black Rose entonces me cogió de la camiseta y me levantó, poniéndome a su altura. La Esencia que reciclaba el aire para no caer presa del atontamiento que su perfume producía comenzó a fallar.

-No eres nada especial, Ragna. Tu estirpe acabará con tu muerte.

Me clavó un cuchillo en el estómago y luego me besó.

-Ahora veremos si soy de tu tipo o no. Descansa bien.

-¿Qué? Perdía poco a poco la conciencia.

-Si sobrevives a la herida será por tu conversión en Corrupto, si no, morirás – comenzó a reírse y contorsionarse en extrañas posturas – ¡Siervo, te ordeno que si sobrevives, vayas a la planta en la que estaré descansando!

Black Rose me soltó y caí al suelo con el ruido metálico de las dos partes de la armadura. Giré la cabeza y vi como Black Rose avanzaba, coqueta, con sus tacones en dirección al ascensor.

-Jod…er.

Me sumí en un profundo sueño.



“-Quiero contarte algo, Alex.

Miré a mi hermano a los ojos.

-¿Qué te preocupa, Max?

-Mi conversión. Siento que está cerca, no me queda mucho tiempo.

Me quedé pensativo aunque no boquiabierto – porque reaccioné rápido, si no, también estaría boquiabierto y me habría hasta desmayado.

-Sé que no hay mucho que hacer Alex. Pero me gustaría pasar unos últimos días contigo, días de hermanos, y luego…. Que seas tú el que termine conmigo.

Me ahorré los llantos para después. Había que ser práctico.

-Lo haré Max, lo haré. ¿Alguien de tu gremio lo sabe?

-No. No he contado nada, es más, tengo una misión, rescatar a una chica que será Essencer, lo de siempre.

-No vayas, no tiene sentido.

-Serán unos pocos días, estaré aquí de nuevo, aún me queda un mes o así.

-Hermano… ¿Me prometes que volverás? Quiero enseñarte algo. Me gustaría que lo vieses antes de que…tenga que evitar que te conviertas en Caído.

-Claro Alex. Ahora tengo que irme, nos iremos pronto… a Inglaterra creo. Ya me lo enseñarás a la vuelta; y te traeré algo.

-Mándame una postal desde allí.

-Pues una postal.

Sentí que me surgía un nudo en la garganta y me dolía el estómago. No quería seguir hablando de ello.

-Hasta pronto. Yo también tengo que irme. Vendré dentro de unos días a Enfats du Soleil y te esperaré allí”.

-Debes de ser estúpido – me dijo alguien a mi lado.

Abrí los ojos. Aún respiraba y había superado a su beso. Había notado hasta un regustillo a flores en él, ya lo decía yo…no era mi tipo.

-¿Quién eres?

No veía nada, de las columnas habían dejado de emanar fuego y todo era oscuridad.

-Duerme de nuevo, hablaremos en otro sitio.

La voz se apagó e intenté dormir. No me costó mucho, ya que lo que si me costaba cada vez más era respirar con la herida y tenía menos fuerzas.



-¿Qué quieres? – le pregunté nada más aparecer en la cima de un acantilado. El sol brillaba mucho y hacía un calor asfixiante.

-Eres estúpido – me dijo – ¿Cómo te has dejado ganar así? No hice un trato contigo para que pierdas de esa manera.

Me giré para mirarlo otra vez: un gólem de barro y tierra.

-Oh, quizá ahora no estaría tumbado sobreuncharcodesangre – me paré e inspiré. “Hablar despacio, hablar despacio” me dije – mira gólem, cuando le di la patada baja y ella me cogió de la camisa, ¡usé la Esencia de tierra sobre la que tu me diste el control para dispararle una esquirla a la cara! ¿Y sabes lo mejor? ¡Qué no funcionó! ¡Y no te hagas el duro conmigo, yo soy el que debería de mandarte a paseo!

-Quizá es culpa mía – me pareció ver que el gólem se sonrojaba, algo imposible para él – mira, tienes que ganar éste combate sin mi ayuda, no puedo explicártelo.

-Si que puedes. ¡Y lo vas a hacer!

El gólem suspiró:

-Ragna, no puedo concederte el poder sobre la Tierra en éste combate…esa mujer, tiene el control sobre las plantas.

-¿Y?

-Pues que…estoy saliendo con el hada que concede tal poder de la Esencia y…

-…te pidió que yo no pudiese usar Esencia de Tierra en el combate.

-Exacto. No puedo ayudarte, tiene un carácter…

-¿Sabes lo que importan las relaciones de unos espíritus elementales? Si en su día te me apareciste a mí y me diste poder sobre la tierra… voilà, ahora apechugas con ello, pero no vengas con que ayer sí y ahora no.

-Ragna, puedo hablar con un lobo de la tundra, es muy majo y te puede dejar usar el hielo para el combate…

-¡No! ¡Si tú eres mi espíritu elemental es por algo! ¡Mi elemento tiene que ser tierra, coincide con mi estilo de lucha!

-Se va a enfadar…pero en fin, está bien, lucharemos juntos de nuevo.

-Y de paso – me coloqué las gafas, en un ademán científico – espero que algún día me expliques un poco más sobre los tuyos.

-No, me temo que eso ya si que no Ragna, demasiado te estoy permitiendo. Tan sólo eres un simple humano... Así que ahora estarás inconsciente otro rato, te lo has ganado.

El gólem y el acantilado fueron volviéndose gradualmente borrosos.

-¿Y la herida?

-La Esencia de tierra que volverá a recorrerte la sanará más o menos del todo. No te preocupes por ella.

Suspiré una vez más antes de quedarme inconsciente. Menudo día llevaba.

“Sostenía una postal en mis manos. La releí de nuevo, por nosecuanta vez. Empecé a temblar, no de tristeza no, yo ya no era así, si no de rabia.

-Max…no pudiste cumplir tu promesa por su culpa…la mataré. Te lo juro. Y la mataré con Ragnarök.

¡Ese Essencer de las rosas oscuras!… ¡averiguaría quien era y acabaría con él!

-Quería mostrártelo Max. Quería enseñarte que no está todo perdido, conseguí controlarlo completamente. El Talismán definitivo Rägnarok…sí, creo que es hora de madurar también para mí. Ragna, será mi nombre de Essencer, Alex ha muerto para siempre.

Me levanté de la silla. Estaba en la habitación de mi hermano en Enfants du Soleil. Abrí la puerta con mis nuevos propósitos en la cabeza, con la intención de irme a cualquier sitio lejos del Gremio durante un tiempo.

-Hola, Ragna.

-Hola…Darkspinus – ¿me habría oído?

-Sí, de hecho he oído lo que decías – adivinó mis pensamientos - Me iré enseguida de nuevo con mis compañeros, nos necesitan unos Essencers que conocimos en Inglaterra.

-¿Hablaste con el Maestro?

-No estaba, dejé una carta resumiendo lo que ha pasado, vendré cuando pueda a contar la historia completa. Ten – me dio las llaves de la habitación del Maestro – échale un ojo al resumen de la carta, te dará algunos datos del Essencer de la rosa. No sabemos mucho, pero, aunque me parezca muy infantil el que hayas que tenido que madurar de una vez por todas por la muerte de tu hermano y para vengarte de esa mujer…creo que ya era hora.

-Llevas razón, Vampiro – le dije, un poco enfadado – nunca fui el más valiente, era un Essencer promedio. Por eso me marcho del Gremio, necesito entrenar y conseguir información.

-Eso hará bajar al Gremio en las listas de popularidad…ahora que eres el último Essencer puro aquí.

-Y el último de mi familia. Conmigo la cadena se acaba.

-El último de un gran linaje. Treinta y dos generaciones de Essencers, si no me equivoco.

-Sí.

-Y los Cinco Talismanes Legendarios de...

-Eso es mentira Darks – lo corté - y lo sabes, sólo conservamos los brazaletes Juicio Final y las botas Ragnarök.

-Pero con dos piezas, la técnica puede ser liberada, al menos, eso oí.

-Sí, pero para eso primero tengo que tener las dos piezas, los brazaletes están con el cadáver de mi hermano. Las están transportando hasta el Gremio, y tengo que entrenar mucho más, éstos Talismanes requieren de un gran Essencer, algo que yo no soy... aún.

-Sí, y lo harás Ragna, puedo verlo de alguna manera. No sé como serás la próxima vez que nos veamos, si es que nos vemos…presiento que dejarás muchos Caídos muertos a tu paso. Ten cuidado con la venganza, ella no te devolverá a tu hermano.

-Tú tampoco puedes hablar Darks… Sé que aunque estés exiliado escondes algo. Un día nos la jugarás a todos.

El vampiro sonrió. Yo también lo hice.

-Me vas conociendo un poco mejor Ragna, adiós. Mark necesita apoyo ahora mismo.

Vi como el Vampiro Exiliado se metió en el ascensor. No se volvió ninguna vez hacia atrás.

“Tengo que endurecerme, tanto como él. O más. Lo que haga falta” pensé.

Apreté los puños, era el último heredero de los Talismanes. Si llegaba a dominarlos…”.

Me incorporé con un quejido. Me sentía mucho mejor que antes aunque aún me dolía la herida. Me subí la camiseta con las manos y vi que casi había desaparecido, quedaba una pequeña cicatriz que ya apenas sangraba.

Estiré los músculos y llamé a los dos Talismanes legendarios. No tardaron en aparecer en brazos y piernas.

-Parece que tengo suficiente Esencia…apenas gasté nada – fruncí el entrecejo cuando recordé que había perdido casi antes de empezar el combate.

Me acerqué al ascensor abierto, cuya luz era la única que iluminaba la sala.

“Me gustaría haberte conocido antes de la muerte de tu hermano, parece que antes eras amable”

“Déjame en paz Gólem. Necesito concentrarme y ya te dije que no me gusta que empieces a hablarme en pensamientos, cuando necesites algo importante me llevas a tu acantilado si te apetece, pero ahora no”.

“La venganza no es buena, Ragna”.

“Es una Nigromante, como Essencer, tengo que acabar con ella. No sólo actúo por venganza, soy un profesional”.

Ni yo mismo me lo creí.

-Al piso de Black Rose – dije por segunda vez.

“Una cosa Gólem. ¿Cuánto estuve inconsciente?”.

“Quince minutos. Te recuperé rápido”.

No le di las gracias. No estaba de humor. Necesitaba un plan contra aquella mujer.

El ascensor hizo un ruido y se paró un par de pisos más arriba que la sala circular. Las puertas se abrieron.

-Alea iacta est. ¡La mataré! – dije mientras salía del ascensor, viendo que estaba en el terreno favorable para mí pero, infinitamente más favorable para ella.

Sonreí y me coloqué las gafas.

-Eres lista – la agasajé.

-Te estaba esperando Ragna. Y ésta vez luchemos en serio, quiero ver las habilidades del que se dice que controla dos Talismanes Legendarios de lo más poderoso.

La mujer avanzó hasta mí. Nos quedamos a unos escasos cinco pasos el uno del otro.

-Pero luego no te arrepientas… - me coloqué las gafas de nuevo y, liberé una gran cantidad de Esencia que hizo temblar el lugar.

Ella sonrió. Yo sonreí de nuevo.



Próximo Capítulo:

Sexagésima Sensación: Lucha por la Supervivencia II: El Último Pétalo del Odio

Lucha a muerte entre Ragna y Black Rose. ¿Qué esconde Black Rose bajo su manto de Caída? ¿Por qué Black Rose llegó a convertirse en Nigromante? ¿Es tan fuerte Ragna como aparenta? y sobretodo, ¿Qué pasará con la relación Gólem - Hada ahora que el Gólem decide ayudar a Ragna?

Todo ésto y muchas técnicas destructivas de Esencia en el Siguiente capítulo Wink

BIIIIIIIEEEEEEEEEEEEEEENNNNNNNNNNNN!!!!!!!!!!!!!!

Bien Evan bieeeeeeeeeen!!!!!!!!!!! Por fin un capitulo que no me duermo!!!!! Escribe así joder!!! Es mas fácil de entender y el comentario de los personajes tienen más picardía!!!!! Muy bien tio!!!! Ese es el Sensessence que conozco.

A la espera del próximo cap!!!!! Y rapidito xDDD

la espera ha merecido la pena... ojala no tardes demasiado en colgar el siguiente.

bueno, no ha habido acción, pero no ha estado mal, espero que cuelgues el próximo pronto.

PD: Pobre golem xD

Buenas chicos, me alegro de que os haya gustado el capítulo. Pienso continuar SE en breve ^^.

Y ahora algo que quería decir desde hace tiempo.

SensEssence yo veo que tiene muchas visitas en ETH, vale, eso es porque la gente que se pasa pues se pasa por cada capítulo o cada 2 capítulos etc. Pero me parece que es muy poco xD.

Agradecería que aquellos que se molesten en leer la historia me dejasen un comentario. No creo que sea mucho pedir, si no queréis pues nada, tampoco puedo exigirlo.

Lo pido porque siempre anima, aunque no sea una opinión super-elaborada con pelos y señales sobretodo lo bueno del capítulo y todo lo malo, cosas a tener en cuenta, mejorar, opinión subjetiva, opinión objetiva y quincemil cosas más, un simple "Me ha gustado el capítulo (o en su defecto, no me ha gustado el capítulo + pequeña explicación) + un ¿Qué pasará con tal? pues siempre anima más XD.

Ale eso es todo.

(Ragna)

Necesitaba un plan. Y rápido.

Black Rose aún no sabía que yo conocía su habilidad sobre las plantas, eso era un punto a mi favor, así, cuando intentase pillarme desprevenido podía contraatacar…pero, no me gustaba nada el escenario de lucha.

Me decidí por una sencilla pero efectiva estrategia para ganar algo de tiempo: rodeé a la chica con suma rapidez en círculos y creando así un pequeño torbellino de arena y piedras para cegarla momentáneamente.

Una vez que inundé el lugar donde ella se encontraba de polvo, salté hasta el techo y desde allí me impulsé hasta un extremo de la sala.

-Menuda habitación… - y es que dicha habitación representaba una pradera con florecillas, árboles, arbustos e incluso, debajo de ellos tierra. Sí, era sorprendente: todo lo que allí había crecido era de forma natural y no había ninguna planta de plástico ni nada así.

-Déjate de juegos Ragna – el polvo cayó como si fuese un sólido y quedó pegado al manto de hierba.

“Me conviene atacar de frente, se supone que yo tengo mayor poder físico, incluso mis Talismanes son mejores que el suyo para distancias cortas”.

-¿Tanta prisa tienes? ¿Te espera tu querido Sigfried en la cama? – dije, mordaz.

-¡¿Cómo te atreves a hablar así de él?! – alzó un brazo y unos látigos de espinas emergieron de la tierra, intentando capturarme.

-¡Filo de Sílex! – de nuevo giré sobre mí mismo para crear otro tornado, sólo que, me envolví de pequeños trozos de puntiagudo sílex que rompieron las enredaderas asesinas que me mandó, desbaratando así sus planes.

“La tengo donde quería”.

Salté, aún girando y, en mitad del aire, paré y adelanté una mano:

-¡Lluvia pétrea! – las esquirlas de sílex cayeron sobre ella, como si de una marea se tratase.

Ella sonrió y, sin moverse un ápice, nuevas enredaderas salieron de entre la fina hierba, creando un escudo que la protegió.

-Sabía que harías eso – sonreí mientras caía al suelo como un rayo y golpeaba con un puño y chillaba:

Cataclismo de Gaia

De la tierra comenzaron a alzarse distintos brazos formados de dura tierra y, con una sola señal, todos se lanzaron a por Black Rose.

-Eres un pequeño escorpión del desierto… - le oí decir detrás de su caparazón de enredaderas espinosas – pero sólo eso, no puedes con una bella mariposa como yo. Con mis alas, saldré fuera de tu alcance.

Las columnas de tierra golpearon su escudo…que resistió. A continuación, las enredaderas comenzaron a cubrir mis columnas de tierra.

-En la tierra, las flores nacen. No creas que puedes vencer.

Me coloqué las gafas:

-Entonces crearé una tierra vacía y pobre. Una tierra inhóspita donde tus flores mueran. La tierra donde reposará tu cadáver – alcé un dedo y las columnas, que intentaban en vano quitarse de encima los látigos de espinas se deshicieron en fina arena que cayó al suelo.

“Empecemos de nuevo a hacer la jugada, algo suave y que le de confianza…y nada de frente, la última vez acabé atravesado. No me fío un pelo”.

-¡Cañón! – una ola de arena se formó a mis espaldas y, de ella empezaron a surgir grandes esquirlas que volaban hacia mi enemiga.

-Es una pena. Así nunca me ganarás, si esquivé tu lluvia pétrea, ¿Por qué no esquivaré esto?

-Porque nadie dijo que fuese lo único. ¡Lluvia pétrea!

Junto con las grandes esquirlas, otras de menor tamaño y afiladas como las agujas empezaron a ser disparadas contra La Rosa Oscura.

-¡Capullo!

-¡Sin insultar! – le dije. Pero cuando me quise dar cuenta ya no estaba.

Miré a mi alrededor, había ocho capullos gigantes de la misma flor que la que Black Rose usaba como talismán.

“Capullo…mmm, sí, debe de estar relacionado con esto. No era un insulto, era una técnica”

Entonces, de cada uno de los capullos emergió una Black Rose y todas me atacaron a la vez.

-Granito – cuatro bloques de granito salieron a mi lado y me encerraron entre ellos para protegerme de tantos enemigos.

-Bien, saldré antes de que los derrumbe – apunté al suelo con una mano y automáticamente fui absorbido por la arena y me quedé enterrado.

Pasaron algunos minutos. No oí que los bloques de granito se hubiesen roto…y entonces, el sonido de una explosión.

Salí disparado de la arena, dispuesto a golpear por sorpresa a Black Rose cuando se diese cuenta de que entre las paredes de granito no había nadie. Pero fui cazado: una flor gigante – y carnívora – me atrapó.

La golpeé con los Talismanes, pero cada vez me sentía más débil.

-Nunca hubiese caído en un truco tan estúpido, pequeño escorpión.

“Si controlase el elemento fuego… ¡la haría arder!”.

-¿No te queda ningún as bajo la manga? Esperaba algo más de ti, la verdad – dijeron al unísono las ocho Black Rose.

“La Técnica. ¡Sí!, ¡eso es!”

Armaggedon

Automáticamente la planta que me aprisionaba explotó en cenizas. Caí al suelo hincado en una rodilla- gracias Rose Noire…ésta técnica no se me da muy bien y aún apenas puedo usar una pizca de su poder y forma, pero, al menos he sido capaz de hacerla.

Las Black Rose se limitaron a olisquear su flor cual perro y luego aparecieron tres gruesas serpientes formadas de plantas delante de cada Black Rose. Todas estaban dispuestas a atacarme .

-Supongo que esto está a un nivel por encima de las lianas de espinos…pero no importa.

La primera llegó hasta a mí y la esquivé con medio giró y la golpeé en el lomo con el puño del brazal izquierdo y explotó en cenizas de nuevo.

-Convierte en cenizas cualquier cosa que golpee…interesante – dijeron de nuevo todas a la vez.

Seis más llegaron a la vez. Salté hacia el techo y pateé el aire con las botas tan rápido que lo corté. Y del corte surgieron unas llamas que abrasaron a las sierpes.

Caí al suelo y lo miré: sin golpearlo, las hierbas bajo mis pies ardían lentamente.

Cuatro más llegaron hasta a mí, pero salté sobre una de ellas y luego me impulsé hasta llegar a una de las Black Rose, la golpeé y explotó.

-Más te vale que no fueses la verdadera – le dije con una sonrisa de suficiencia ante mi gran poder de ataque.

-Al fin muestras algo verdaderamente interesante… Aunque lo de que los cortes de aire también incluyan fuego me ha impresionado – las siete Black Rose restantes se pusieron la rosa enganchada en el pelo y me aplaudieron.

-Se acabó la tierra fértil, te costará usar tus técnicas de plantas y, ahora, mis talismanes producen fuego, algo mortal para tus estúpidos arboluchos. ¿Hace falta que te diga en la mala situación que estás?

Pero ellas seguían sonriendo. Y con un gesto, enviaron a todas las sierpes a por mí.

Pateé a dos y luego caí al suelo, una intentó aplastarme pero corté el aire con una patada y se quemó. Las que quedaban formaron un circulo a mi alrededor, esperando mi despiste para atacarme.

-Lo siento, estáis en la posición perfecta… - giré sobre mí mismo tan sólo una vez, pero, corté el aire en trescientos sesenta grados y una lluvia de fuego y explosiones en círculo alcanzaron a todas.

Suspiré, un poco cansado.

-¿Algo más? – miré a las Black Rose, pero de nuevo, tan sólo había una y, estaba entonando unas frases de lo más extraño y tétrico:

“Si alguno tiene oídos, que oiga. Si alguno está destinado a la cautividad, a la cautividad irá; si alguno mata por la espada, por la espada morirá. En esto está la paciencia y la fe de los santos. Vi otra bestia que subía de la tierra y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como un dragón. Ejerció toda la autoridad de la primera bestia, cuya llaga mortal había sido curada…”

-¿Libro del Apocalipsis? ¿Seguro que ese cura subordinado tuyo no te ha dado clases de religión?

-No. Todo esto es idea de Sig, por lo tanto, es una idea que funcionará.

Su sonrisa en cierto modo parecía triste. ¿Qué le pasaba?

Y para no variar: no tuve tiempo de dar con una solución. Un temblor de tierra me tiró al suelo y cuando me levanté, estaba en el acantilado.

-¿Qué hago yo aquí? – miré hacia los lados, buscando al Gólem. No lo encontré.

-Así que aquí vive tu novio…pf, menuda porquería – oí como alguien pateaba una piedra.

Me volví, y me encontré de nuevo con Black Rose…y un hada, parecía una mujer de treinta años pero le crecían dos alas de mariposa a la espalda.

-¿Qué está pasando aquí?

-La Liberación del Apocalipsis…la mía me permite ir al lugar del espíritu que ayude al Essencer, en caso de que éste lo tenga, y si derroto al Essencer, me servirá para siempre. ¿Por qué te crees que tengo a tres espíritus?

Me giré ante aquella revelación – daba por hecho que aquel hada debía de ser la de las plantas – y me encontré con un hombre con cabeza de serpiente y un esqueleto al que apenas se le veía pues iba tapado con una túnica y además, sujetaba una guadaña de tamaño nada despreciable.

-¿En qué lío me he metido yo ahora?

-Ragna, te presento al Hada, espíritu de las plantas, a la Serpiente, espíritu del veneno y a Grim, espíritu de la muerte.

-Sí, ese último es el que me da más mala espina.

-Aún no me obedecen del todo, por eso no me dejan usar sus técnicas, pero es cuestión de tiempo…en fin, para que seguir de cháchara. Vas a morir.

Los cuatro enemigos se lanzaron a por mí, me puse en posición de boxeo, dispuesto a reventar a los cuatro a base de explosiones, pero, la Serpiente, que había saltado, cambió de forma y se convirtió en una serpiente gigante sin brazos ni piernas que cayó y reptó por el suelo a gran velocidad y se enrolló en una de mis piernas.

-¡Destrucción! – Juicio Final se envolvió en un aura rojiza y golpeé al espíritu del veneno en plena cabeza, con lo que se deshizo.

-Demasiado fácil… - cuando quise reaccionar la muerte había atravesado mi pecho con su guadaña, el hada había anudado mis pies a la tierra con una red de raíces y Black Rose me había clavado su cuchilla del tacón en una pantorilla.

-Caíste…un espíritu no puede morir, la serpiente aparecerá en un rato…

-Rose… - dijo el hada – su Talismán…es muy poderoso y, afecta a los espíritus.

Las dos se miraron. No hicieron falta palabras para indicarme que sí que había matado a un espíritu que concedía poder sobre un tipo de Esencia.

-No podemos dejarlo vivir más. Es peligroso – les dijo Grim.

Extrajo el arma de mi pecho y Black Rose hizo lo propio con su cuchilla.

Me di cuenta de que no sentía dolor.

Me agaché ante un nuevo ataque horizontal de la guadaña de Grim y luego, concentré más Esencia en las Botas Ragnarök con lo que su temperatura aumentó aún más y las plantas se deshicieron.

Dispuesto estaba a echarme encima de Grim cuando un soplo de aire llegó hasta a mí:

-¿Creéis que podéis entrar aquí y hacer lo que queráis? – dijo la voz del viento, que arrastraba arena – aquí mando yo. Soy uno de los cuatro principales espíritus elementales. Marchaos ahora y os dejaré vivir. En cuanto a ti, hada, me temo que se ha acabado, no dejaré que ataques a mi protegido.

“¿Gólem? Sí, debe de ser él” reflexioné.

Se produjo otro temblor que tiró a todos al suelo salvo a mí, que no me afectó para nada.

-¿Gólem? Admito que así impones un poco…

Miré a mi espíritu que se había materializado a nuestro lado: ya no era el pequeño Gólem de tamaño humano que casi se sonrojaba no, ahora medía ocho o diez veces más y por sus músculos, hasta podría hundir el Brindelli de un puñetazo.

-Por eso nunca concedí mi poder a un Caído…jugáis con la Esencia como si fuese vuestra, os creéis los mejores y no llegáis a la altura de la mierda que pisé el otro día. No permitiré que ningún Corrupto irrumpa en nuestros lugares sagrados. La Serpiente sigue viva, gracias a mí, y ahora, Grim, vete a tu plano, y hada, tú también. Black Rose y Ragna, terminaréis esto de un golpe, os concedo gran parte de mi poder durante unos minutos, el que golpeé una vez al otro, acabará con él.

Parpadeé y de nuevo me di cuenta de que estábamos en la sala de las plantas.

-No entiendo nada. Supongo que tendremos que seguir luchando a la vieja usanza.

-No pude…creí que… - se lamentaba Black Rose - ¡Maldito Gólem!

Se levantó hecha una furia.

-¿Crees que yo elegía estar de éste lado, Ragna? ¡Yo tan sólo seguí a Félix, pero...pero ellos me encontraron! – Su triste lamento se tornó en una sonrisa macabra – y luego me convirtieron en Black Rose. Les debo todo.

-Joder, estás como una cabra. No necesito ninguna explicación más, sinceramente me importa una mierda tu vida.

-¡Te odio! ¡Os odio a todos!

Se contorsionó de manera extraña y toda la hierba de la pradera se pudrió.

-¡Te mataré ¡Os mataré a todos! – rompió a llorar.

-¡Deja de decir gilipolleces y ven a luchar! – Dije enfadado - ¿Crees que me importa lo mal que lo hayas pasado? ¿Crees que me darás pena y así te irás de rositas, nunca mejor dicho? ¡Y una mierda! ¡Mataste a mi hermano, y ahora, lo pagarás con tu muerte!

Corrí en dirección de mi enemigo y traté de golpearla, sin éxito, ella se removía de las maneras más insólitas y ninguno de mis golpes daba en el blanco.

-¡Estúpido escorpión! – trató de golpearme pero tan sólo me rozó.

El efecto fue devastador, salí volando contra la pared y me golpeé con ella.

“Así que eso querías decir, Gólem, tu poder hará que cualquier golpe que demos al contrario provoque su muerte”

Me levanté dolorido, me había despellejado los labios al reprimir una maldición mientras me empotraba.

-¡No quiero luchar! ¿No te das cuenta? ¡Ya, no, no tiene sentido!

Su cabello violeta empezaba a tornase marrón y su talismán empezaba a perder pétalos.

“Influencia. Ella ha sido controlada por alguien más fuerte…ni siquiera es Essencer”

-¡Black Rose! – No me hizo caso - ¡Marisa! – suerte tenía de haberla investigado.

Giró su rostro, surcado en llanto hasta mirarme.

“Es inocente. Déjala”

Me acerqué. Sentía como el Gólem volvía a recoger su fuerza. Había dado por finalizado el combate.

“¿Ragna? ¿No iras a…?”

La cogí del cuello y la estampé contra una pared.

-¡Dime que traman los Caídos!

-Liberar al Doppelgänger de Mark y…usar los cuatro sellos de Sigfried – estaba asustada – yo…liberé el tercero, todos usan una frase del libro del Apocalipsis – hablaba rápido y entre eso y sus hipidos me costó descifrar sus palabras.

-¿Y qué?

Cuando oí la respuesta de sus labios sentí como un escalofrío recorría mi espalda.

-¡Tienes que detenerle! Si no… - de nuevo, rompió a llorar – todo es mi culpa.

-Lo sé. Por tu culpa mi hermano no cumplió su promesa, por tu culpa, estuve meses sin hablar con nadie, por tu culpa maté caídos un día sí y otro también, por tu culpa, entrené cada noche hasta el alba, sin descanso para dormir. Por tu culpa ahora soy así, así que, esto también es culpa tuya – la golpeé en el estómago con mi puño, aún con el Armaggedon activado y se convirtió en cenizas.

“¡Ragna!”.

“Cállate. No lo digas, ¡maldita sea, ni se te ocurra decirlo!”.

Hice desaparecer mis dos Talismanes y me coloqué las gafas. Acto seguido, caí de rodillas.

-La venganza…no es dulce – golpeé con el puño desnudo la hierba podrida y manchada de tierra.


(Sigfried)

-Oh, vaya, parece que Black Rose murió – le comenté al Caído que me acompañaba.

-Lo siento señor.

-¿Qué lo sientes? – Estampé un puño en su cara y le rompí todos los dientes y la nariz – Otro Caído menos…creo que debo de aprender a controlar mis impulsos – me limpié la mano manchada de sangre por el golpe en la propia camisa del Caído – bueno, con la muerte de la chica, esto hacen tres liberaciones. Ahora sólo falta la cuarta.

La puerta del ascensor se abrió y salí. Allí estaba él:

-Vaya…hola Mark. Cuánto tiempo, ¿no?

Oh dios! oh dios!!!!! quiero masssss quiero saber lo que pasa porfa plis!!!!

gouuuuu que pasada. Quiero saber mas pero una pregunta: ¿Korhil aparecera en el siguiente capitulo? XD

Juas! si lo digo no tiene gracia XDD. Sé que tu personaje ha estado muy poco tiempo en "activo" pero tranquilo que pronto entrará a la acción ^^

bueno, no ha estado mal, un detalle, te falta la lucha de felix contra mark -_- porque te recuerdo que en caps atrás iban a luchar ewe

Nadie dijo que fuesen a luchar, Mark le dio el control al Doppel para ir a por Félix y el Doppel aceptó... pero, ¿Quién dijo que el Doppel le haga caso a Mark?

Que flipeeeeeeeeee xDDD

Hubiese molado un besico de despedida xDDD. En el próximo si eso pon mi pelea xDDDD. O mejor la de Korhil que todavía no he llegado para pelear contra mi contrincante.

A la espera del próximo capítulo!!!

(Eric)

El ascensor subía a una velocidad vertiginosa, por un momento incluso llegué a pensar que saldría disparado del edificio hacia el cielo, como en los dibujos animados. Pero eso no sucedió.

Mientras subía también capté algo: una Esencia oscura. La reconocí gracias a que durante el combate contra Portero ya la había visto, aunque no a plena potencia: Mark había liberado al Doppelgänger.

“Mierda, me dijo que salvase a Alissa si cambiaba…”

-Ascensor, cambio de planes: al piso de Alissa- no me hizo ni caso - ¡Qué al piso de Alissa te he dicho!

Me ignoró de nuevo. Rechiné los dientes y desenfundé a The Blade, dispuesto a golpear al cacharro pero justo en ese momento se paró, y de la velocidad que llevaba me desequilibré y me di con la cabeza contra la pared.

-¡Ay! – me quejé. Miré la pared con cara de enfado y descubrí que estaba en el piso “666” y que allí estaba Sorrow -¡Muy gracioso! Éste rascacielos no es tan grande. ¡Malditos Caídos, hasta se permiten hacer bromas respecto al diablo!

-Calla y pasa – dijo alguien. El ascensor estaba abierto y yo no me había dado cuenta.

Avancé por la habitación. No…eso no podía estar dentro del Brindelli: la habitación era como ocho o diez veces más grande que la planta baja.

Miré alrededor, con una mezcla de sorpresa y de emoción en la cara: estaba en una sala del trono, rodeada por columnas corintias y con una mullida alfombra roja que iba hasta un trono donde alguien estaba sentado.

-¿Sorrow? – achiné los ojos para intentar verlo. Pero estaba demasiado lejos.

-Acércate Eric.

Le hice caso y me acerqué, siempre con los nervios a flor de piel y con el brazo preparado para coger la espada y con la Esencia revolucionada dentro de mí para una “Brisa” por si tenía que esquivar algún veloz golpe.

-No tengas miedo, por ahora. Quiero hablar contigo. ¿De qué me serviría tramar una oscura conspiración asesina si luego la cumplo a la perfección y no tengo a ningún enemigo al que decírselo a la cara para que se sorprenda y me escupa entre maldiciones justo antes de que lo convierta en átomos?

-¿Sorrow? ¿Eres tú de verdad? – la figura, aún lejos de mí se levantó del trono y se acercó.

Mientras se acercaba vi su sonrisa triunfal en la cara. El chico tenía el pelo negro e indudablemente se parecía a Sorrow…pero apenas tendría unos ocho años.

-Puedes llamarme así. Tan sólo lo hice para mantener un poco de misterio, mi verdadero nombre es Pain, pero como significa lo mismo que Sorrow en Español, tu idioma junto con el de algún que otro Essencer que forma vuestro grupo, hice el juego de palabras.

El niño avanzó hasta quedarse a un par de pasos de distancia. Me miraba receloso con la cara demacrada y ojos de un profundo color negro, sin pupila ni iris.

-¿Eres emo o gótico? – le dije, mirando con reprobación la oscura Esencia que le rodeaba por completo junto con toda su ropa de color negro.

Sentí como un puñetazo invisible alcanzaba mi estómago. Caí de rodillas.

-Si quieres vivir un poco más, deja las bromas de mal gusto para otro momento.

-¿Quién eres?

No tiene sentido ocultarlo – me dijo, dándose la vuelta y sin mirarme. Alzó los brazos – yo, soy Pain, aunque quizá sientas más simpatía hacia mi persona si te regalo la información de que soy el hermano de Sorrow.

¿Tú? – Me reí con fuerza, algo que hizo que el golpe en el estómago me doliese un poco más – Sorrow no tenía hermanos.

-Renegó de mí y de su posición de poder de entre los Caídos…fue un imbécil, era un excelente Nigromante.

-¿Qué? – me levanté con suma rapidez.

-Acompáñame – anduvo en dirección al trono pero luego fue en diagonal hasta la esquina derecha – los Essencers sois unos imbéciles ¿sabes? Siempre creísteis que todos los Nigromantes son Caídos…y no es verdad, por eso mi hermano tuvo que hacerse pasar por un simple Essencer normal y corriente.

-Oh, hablas de él como si le tuvieses cariño…

-No, en realidad lo desprecio, yo mandé que Black Rose lo matase. Ni yo mismo me quería manchar las manos. Y ese fue uno de mis fallos.

Acumulé toda la Esencia dispuesto a un Cortador Blade nada más desenfundar la espada. Y aunque era visible para el tal Pain que acababa de aumentar mi Esencia considerablemente, no me hizo caso.

-Ninguno de tus ataques pueden hacerme un rasguño. Mark con todos sus amiguitos se enfrentaron a mí hace más de un año y todos quedaron heridos de gravedad.
Llegamos hasta una mesa con dos sillas y con dos tazas de té encima de ellas.

-Siéntate – le hice caso – voy a explicarte toda la genial estrategia ideada por mí.

-¿Por qué?

-Ya te lo he dicho, me es más divertido así. ¿Para que un gran plan si luego no puedes jactarte de él? Ya tendremos tiempo de luchar y de que yo te mate.

-Eres exasperarte, enano.

Otro puñetazo invisible al estómago.

-Deberías de tenerle respeto a los que son más fuertes que tú.

Me mordí la lengua antes de decir algo más. Sencillamente sabía que en ese momento podía matarme con un simple gesto. Era mucho más fuerte que yo, si quería hacerle algo necesitaba esperar a un despiste suyo, una abertura en su defensa. Además, así tendría algo más de información.

-Antes de nada quiero que sepas que todos los que estáis en el Brindelli seguís vivos porque yo os lo permito, yo controlo todo lo que hay aquí, ¿y sabes por qué?

-¿Hace falta que responda?

-No, no hace falta…pero supongo que te gustará saber que el Brindelli es un Talismán. ¿Por qué crees que no podéis detectar prácticamente Esencia aquí? ¿Por qué los ascensores funcionan solos? ¿Por qué se abren puertas secretas que llevan a los dichos ascensores? Eso es porque el Essencer que controla el Talismán lo quiere así. Y ese Essencer soy yo.

Intenté no parecer alarmado. ¿Un Talismán que en realidad es un rascacielos? ¿A qué demonios estábamos llegando?

-Te interesará saber que apenas hay Caídos en el edificio, estaban dos subordinados de Black Rose, un Cura o algo así que tu amigo Darkspinus va a derrotar, ya que él es más fuerte y Thares, que ahora mismo está muerto –eso me sorprendió - A parte de eso estoy yo junto con Black Rose, dos Nigromantes bastante fuertes, para que negarlo...aunque ella no esté en su mejor momento. Y todo gracias a mi hermano.

-Sorrow está muerto.

-Ya lo sé, pero hasta después de muerto trastoca mis planes: en su lucha contra Black Rose, mi hermano hizo algo…no sé el qué, y yo suelo saberlo todo…

“Sin ego que está el muchacho” pensé

… y eso que le hizo, redujo su poder drásticamente, si he de apostar, apuesto por tu compañero Ragna, la vencerá, lo sé.

-Entonces vamos tres a cero, si contamos a Portero.

-No tan rápido, eso era algo que mi socio y yo previmos. Y le hemos sacado partido.

-¿Quién es tu socio?

Tercer golpe de estómago.

-Esa pregunta sobra. No tardarás mucho en descubrirlo…y volviendo al tema, mi socio tiene un pequeño problema ¿sabes? Así que gracias a mis dotes y a las suya, hallamos una solución, pero esa solución necesitaba cuatro sacrificios. Dimos unas frases que recitar y, después de eso, la Esencia se consume con rapidez, en unos minutos, el que la recita morirá, pero eso es algo que ellos no saben. Les lavamos el cerebro a todos salvo a Thares, que siempre ha sido más inteligente y más servicial, de hecho, él se ha suicidado…pero no me desvíes – me dio un cuarto golpe sin yo hacer nada. Odiaba a ese muchacho con muchas ganas – les hicimos creer que las frases les daban una técnica muy fuerte pero que sólo debían de usar en momentos en los que estuviesen perdidos, o, creyesen que estaban en peligro, incluso nos permitimos el lujo de hacerles creer que ya habían usado esa técnica antes y que era muy efectiva… de hecho, en éste mismo instante Black Rose está diciéndole a Ragna que con su técnica había atrapado a nosecuantos espíritus…y no me preguntes lo que son, porque eso es algo que uno tiene que averiguar por si mismo, además, tu no llegarás a averiguarlo – sonrió. Cerré el puño pero reprimí el impulso de darle un puñetazo que le rompiese el cráneo de bebé que tenía.

-¿Algo más o ya podemos luchar? – Ambos nos habíamos acabado el té – ¿Quizá todo esto era para que me bebiese el té que contenía algún veneno?

-No, no necesito usar esa clase de trucos para matarte.

-Pues sabía a mierda.

Otro puñetazo.

“Creo que debería de aprender a callarme”.

-Enseguida nos ponemos…tranquilo, sólo me quedan un par de cosas que contar: primero, falta tan sólo un sello que liberar con las frases del Apocalipsis y de eso está encargado el joven Félix, que cayó a la oscuridad gracias a Black Rose…y tiene la orden de decirlas si el vínculo con su “ama” comienza a desaparecer, así que no tardará todo en cumplirse.

-¿Y esos cuatro sellos para qué son? Eso del problema de tu “socio”… – hice fuerza en el abdomen por si me golpeaba para que me doliese menos.

-Prácticamente eso hará que mi “socio” sea más fuerte que yo, y eso me conviene mucho, aunque tendré que doblegarme ante él en un principio, y eso no me gusta, después lo mataré en un descuido, cuando los Caídos al fin hayamos ganado la Guerra Eterna.

-¿Ganar la Guerra? ¿Sólo por tu aliado? – comencé a reírme pero él no me golpeó.

-Creéme Eric, Silver o como te llames – su cara era seria – que después de esto, no habrá nadie que pueda con nosotros. Con la revolución que hay en curso, acabaremos con todos. Los pocos Essencers que queden no tendrán a nadie en quien confiar. Se hundirán solos.

Eso no me gustó nada, su voz sonaba convencida.

-No quiero que os colguéis ninguna medalla u os sintáis especiales, pero ahora mismo el grupo que teníais formado, aunque no muy numeroso, era muy fuerte y era el único que podía detenernos, por eso, os tendimos toda la trampa, además de para incluir en nuestras filas a Mark, será el tercero al mando de entre todos los Caídos, me cae bien, no le importaba matar inocentes aún cuando conservaba su humanidad, pues ahora será la perfecta máquina de matar.

-Entonces es cierto…el Doppelgänger ha sido liberado.

-Sí, ¿y sabes qué? Vamos tres a dos, uno por Mark transformado y otro por la muerte de Renea.

-¿No era Alissa? – intenté aparentar calma, como si yo fuese uno de los suyos, pero poco me faltaba para estallar.

-No tengo por que contarte esto, pero, en realidad ya da igual, no saldrás vivo de aquí: tendimos una trampa a Mark, llevándonos a su novia, Alissa, pero cogimos a la equivocada. Tuvimos suerte y ni él mismo sabe que es mentira.

“Tengo que avisarle. Tengo que hacer algo”.

-Y creo que no hay mucho más que contar…en unos minutos el cuarto sello será liberado y los tres Essencers Caídos más fuertes de la historia, contando entre ellos a Mark, estarán bajo la Alianza Fraternal para terminar con la guerra.

-¿Y no puedes decirme quién es tu socio? – dije para ganar tiempo.

Preví el puñetazo invisible que me iba a dar y usé la Brisa para salir volando hacia la puerta del ascensor.

-¡Imbécil! – La puerta del ascensor se cerró - ¡No olvides que aquí mando yo! ¡Es mi Talismán!

Los Talismanes eran prácticamente irrompibles. Legendario no podía ser, pero aún así, iba a ser complicado abrir una abertura completa hasta la calle para poder salir de allí. ¡Necesitaba avisar a Mark pero era aún más urgente avisar al resto de Essencer!

Desenfundé a The Blade:

-Si te mato, podré controlar el Talismán. Y con ello, impedir toda esa mierda que me has contado y de la que la mitad no he entendido.

-Cómo gustes – el niño expandió toda su Esencia oscura por fuera de su cuerpo, hasta que pareció que le consumían.

-¡Lucharemos a medida, para que sea más justo! ¿No crees?– dijo fanfarroneando cuando, fundido con su Esencia había formado a su alrededor unas llamas negras con forma humana y de la misma altura que yo.

“Mierda, mientras esté envuelto en esas llamas no podré hacerle nada…necesito romperlas”.

Convertí a The Blade a la forma ofensiva en un tiempo récord – me estaba empezando a acostumbrar a ella – y lancé varios Cortadores Blade a Pain mientras se acercaba a paso lento. No esquivó ninguno y tampoco se resintió de alguno de ellos: seguía caminando a la misma velocidad.


Brote de Espinas

Clavé la espada en el suelo hasta llegar a la guarda y cientos de espadas – ésta vez, con la forma ofensiva – crecieron desde debajo del suelo.

-Eso no me hará nada. Es mi territorio.

Dichas aquellas palabras, intenté lanzar las espadas contra él pero no me hicieron caso: el suelo las aprisionaba.

-¡Mierda! – con el ataque convertido en un fracaso, intenté sacar la espada del suelo, pero tampoco pude.

Pain entonces se paró. Y al segundo siguiente ya me había golpeado en el estómago y salí disparado contra una pared.

-Al menos ésta vez lo has visto, antes creías que era un puñetazo a distancia… ¡Ni siquiera me veías con tus lentos reflejos!

-Cabrón – susurré, aún pegado a la pared porque unas manos habían salido de ella y me apresaban.

“Éste niño se está riendo en tu cara” me dijo una voz en mi cabeza “¿Necesitas ayuda para darle una tunda? No suelo molestarme en ayudar a mis portadores, nunca lo hice, ninguno lo merecía… pero entre que perdiste el combate contra el Cáliz de los Ángeles con el tal Portero ese que también fardaba y ahora con Pain, al que apodaré “microbio cansino” creo que por una vez voy a ayudar. Además, tengo ganas de pelear”

“¿Quién eres?”

“¿Cuando dije “portadores” no lo cogiste?” oí como la voz suspiraba “bueno, va, te lo diré, me siento generoso: soy The Blade… o mejor dicho, un espíritu dentro de The Blade. Un Essencer al que le dejé mis poderes para que se hiciese fuerte me selló dentro de la espada el muy desagradecido…decía que así no lo traicionaría nunca. Misteriosamente al siguiente combate, la palmó…y como llevo tanto tiempo aquí dentro…pues llámame The Blade, ya me he acostumbrado al arma”.

“Déjate de charla y ayúdame un poco si eso piensas, o si no, al menos no me molestes”.

“Un poco borde…pero me gusta tú estilo”.

Tras las palabras de The Blade me sentí mucho más fuerte y me deshice de las manos. Caí al suelo y la espada voló hasta mi mano.

-No te di permiso para que la sacases… ¿Cómo lo has hecho? – inquirió Pain – bah, no importa, tu Esencia sigue siendo demasiado débil, además, siempre me quedará mi Marca de Esencia.

“Se va a lanzar de nuevo a por ti, es mucho más veloz, pero fíjate en que cuando lo va a hacer, inclina ligeramente la rodilla derecha y lleva un poco su brazo derecho hacia atrás”

Usé la Brisa para esquivar su acometida. The Blade llevaba razón.

“No eres malo”.

“Al fin alguien tiene palabras de agradecimiento hacia mí…por cierto, no te alejes mucho o saber si usa una técnica rara que pueda matarte, pero tampoco te acerques porque te fulminará de un solo golpe…mantén las distancias”.

“¿Cómo lo gano?”.

“De momento esquiva mientras pensamos algo”.

Vi como inclinaba de nuevo la rodilla y usé la Brisa de nuevo para esquivarlo.

-Vaya, veo que tienes unos reflejos bastante buenos, creí que eras más lento…

“Va a usar algo, utiliza la forma Defensiva”.

Pain alargó una mano hacia mí mientras yo interponía a The Blade a la vez que la transformaba. Una explosión me echó hacia atrás.

“Ni siquiera llegué a ver como acumulaba Esencia” le comenté a The Blade.

“Es hora de probar una nueva forma de la espada. No tenemos mucho tiempo de crearla así que será parecida a la forma ofensiva pero con mi poder de ataque elemental añadido”.

“¿Cómo la transformo?”

“Yo me ocupo de crearlo, tú di la frase pero cambia la palabra clave por “consumirlo” ¿vale?”.

-¡Espada, concédeme el poder para consumirlo todo! ¡The Blade! – se formó en mi mano la misma espada que la forma ofensiva pero ésta vez toda la espada estaba al rojo vivo salvo la empuñadura, además, unas pequeñas llamas bailoteaban alrededor del filo - ¡The Blade forma…Infernal!

“¿Te gusta el nombre? Lo acabo de improvisar” le pregunté a The Blade.

“Bueno, no está mal, pero ahora concéntrate, vas a atacar, mantén la Brisa no para un movimiento, si no, activada”.

“Eso cansa mucho, además, ¿No decías que era un suicidio?”.

“La mejor defensa es un buen ataque, piensa que si nos defendemos todo el rato con la forma Defensiva, se gastará pronto, en cambio, si atacamos, le daremos tiempo a que la forma Defensiva se recupere y no pierda su poder”.

-¡Brisa! – grité para esquivar una nueva onda de Esencia que me había mandado mientras hablaba. Me esforcé y noté como la cantidad de Esencia disminuyó en gran parte, al menos, podría mantener la Brisa durante un buen rato y con su velocidad tendría tiempo de esquivar continuamente.

“Rodéalo por detrás, descarga el arma y luego salta al techo y…bueno, el resto de lo dejo a ti, no voy a decirte continuamente lo que tienes que hacer”.

Le hice caso e intenté un ataque primero por delante, que esquivó, entonces finté por detrás y lancé un nuevo corte que apenas pudo esquivar pero viré la espada y usé un Cortador Blade a la vez que saltaba hacia el techo y de ahí, me impulsaba hacia abajo con otro Cortador Blade, pero, gracias a la Brisa, en vez de caer, me pude mantener en el aire flotando y cambiando mi dirección hasta saltar en una columna y desde esa posición, caer al suelo como el rayo con la espada sujeta con ambas manos hacia atrás para que cogiese más impulso y fuerza y descargarla sobre Pain, que me había perdido de vista momentáneamente. Una vez que llegué hasta a él, formé una media luna con el golpe que rasgó la Esencia que envolvía a mi oponente.

“Eso lo ha herido un poco pero retrocede”.

Me había quedado en una mala posición con el juego de pies y Pain aprovechó para lanzar una explosión de Esencia oscura con la que salí despedido y atravesé una de las columnas hasta impactar con las paredes.

“Siempre las paredes ¿eh? ¿Cuántas llevarás entre el combate con Portero y éste?” se interesó The Blade. Pero no le contesté porque el ataque había quemado mi ropa y tuve que rodar por el suelo para apagarla.

-Sigues vivo – me aplaudió Pain – no lo esperaba.

“Esto…Eric, te he protegido y tal del ataque, y, aunque no sientas dolor, tienes tres costillas rotas y una amenaza con atravesar uno de tus órganos”.

Escupí al suelo la sangre que comenzaba a salir por mi boca y me limpié los labios con la manga de la camisa.

“The Blade…veo borroso”.

No era capaz de enfocar al niño envuelto en tinieblas, sólo veía una oscuridad impenetrable a veinte pasos de mí.

“¿Puedes moverte?” me preguntó preocupado “¡Cuidado! ¡Forma Defensiva, rápido!”

Le hice caso y fui capaz de frenar el puñetazo de Pain.

“La forma Defensiva se recuperará más rápido ahora gracias a mi influencia pero ten cuidado, ahora hay dos triángulos encendidos, sólo puedes protegerte de uno más”.

-¡Me sorprendes gratamente, Silver! – me dijo Pain, aún haciendo fuerza con su puño sobre mi espada - ¡Pero eso no bastará! – quitó el puño y golpeó la espada con la otra mano.

“Tres luces, rápido, la ofensiva, esa te confiere algo de velocidad extra”.

Cambié todo lo rápido que pude de forma pero Pain lanzó un rayo que no pude terminar de esquivar ni con la Brisa, Impactó en una de mis piernas y me hizo derribar dos columnas más y caer al suelo, dando varias vueltas de campana hasta chocarme – cómo no – con la pared.

“Haber como te lo digo…estás muy jodido”.

“Deja de hacerte el “cool” y échame una mano. Estoy otra vez contra las cuerdas y no hay nadie para salvarme”.

“Dos costillas más rotas, esternón hecho papilla, columna vertebral ligeramente dañada, daños severos en una pierna…genial, ¿Qué se supone que tengo que hacer? Tienes varias hemorragias internas y bastante hago suprimiendo el dolor, y de paso te digo que haciendo eso, yo siento tu dolor. Y créeme si te digo que no es poco”.

Escupí de nuevo la sangre y traté de incorporarme. Pain venía hacia mí de nuevo a paso lento.

“Lento pero inexorable…como le gusta al crío darse aires de importancia” me dijo The Blade.

Pain llegó hasta a mí y suspiró:

-Sigues vivo…no sé que tengo que hacerte para que mueras. Te alegrará saber que no me he contenido, aunque tampoco creas que me he tenido que esforzar, ni siquiera tuve que usar alguna de mis mejores habilidades.

Pain me cogió del cuello. El contacto con su mano creada con Esencia Oscura me quemaba.

-Esto es el adiós. Respetaré tus restos y te enterraré si así lo quieres. Todo por escucharme… - una cuchilla oscura se formó en su otra mano- ¿Corazón o cuello?

-¡Basta! – gritó alguien, con voz seria y grave.

El cuchillo de Pain se fundió de nuevo con el resto de su Esencia oscura y me soltó. Caí al suelo y me quedé ahí, sentado contra la pared. Miré aún con la vista desenfocada quien venía y había interrumpido mi muerte: un hombre imponente y grande y cabello rubio.

-¿Qué quieres, Sigfried? – preguntó Pain de mala gana.

“Sigfried…ha venido a salvarme” pensé.

“Ay Eric, veo que aún no te han traicionado lo suficiente para que no te confíes” me respondió The Blade.

Wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii ya empieza lo bueno!!!!! Na por tan pocas cosas rotas puedo petar perfectamente a Pain xDDDD
Recuerda que soy "cool" y mi espada es igual que yo .

A la espera del proximo capítulo....

Bueno ya te dije lo que me parecía por msn así que...eso xD

Gran capitulo Evan. espero impaciente el siguiente

Buen capitulo
Pobre Eric. Aun no le han traicionado lo suficiente XDDDDD
Espero el próximo

Si es que Pain debería leerse el perfecto manual del malvado. "Nunca contar los planes malvados a un heroe que supuestamente va a morir cuando todos sabemos que no va a morir"

De acuerdo con Rasalos xDDDD
por cierto wulf ya k has dicho eso del msn dilo aki xDDD

(Eric)

-¡Sigfried! – lo llamé con dificultad.

No me hizo ni caso.

-Lamento interrumpir tu combate, Pain, pero parece que te has sumergido tanto que te has despistado.

-¿Qué quieres decir? Sé breve, quiero terminar con esto.

-Félix ha huido sin activar el cuarto Sello.

-¡Imposible! – Gritó Pain – no estaba programado así. ¡Supervisé sus órdenes!

-Alguien ha debido de interferir. Ragna y Darkspinus siguen en sus pisos, atrapados y exhaustos, Renea está muerta y Mark no ha sido…

-¿Entonces…?

-Un traidor. ¿Pero quién? Los dos Caídos que me acompañaban los acabé matando por aburrimiento y no había nadie más.

-No hay nadie más en el edificio, ¡no ha entrado ningún enemigo más! Acabo de hacer un registro.

-¿Casualidad? Puede que el chico resistiese mejor de lo que pensamos al poder embriagador…

-No, no ha sido eso. ¡Maldita sea! – noté como Pain parecía desilusionado y desesperado.

-Tranquilo Pain. No importa, mi personalidad buena fue absorbida a lo más profundo de mi ser, aún tengo algo de tiempo antes de convertirme en un buen Essencer…sólo necesitamos alguien que se sacrifique para abrir el cuarto sello.

-Sigfried… ¿Tú….tú eres el socio de Pain?

El Supremo me miró:

-Así es Eric, y éste último sello, porque supongo que Pain se habrá ido de la lengua, me dará la llave. ¡Por fin me libraré de los Cambios! ¡Seré yo mismo! – Su gesto se convirtió en una sonrisa cruel - ¡Y sembraré el Caos entre los Essencers! Al final…yo sólo estaré vivo.

-Sigfried… ¿Y si usamos a éste? – Dijo Pain señalándome – una buena sesión de torturas hará que desee morir.

Apreté los dientes ¿Yo iba a ser un sacrificio?

“Quizá pueda hacer que se peleen entre ellos” pensé

-¡Sigfried! – Me levanté del suelo con mis últimas fuerzas - ¡Pain piensa matarte cuando no le seas útil!

Los dos se rieron a mandíbula batiente:

-Ya se lo dije – dijo Pain.

-Exacto, y de todas formas lo suponía. Por el momento colaboramos para expandir la Corrupción pero luego…cuando ya no haga falta, nos mataremos entre nosotros para disputarnos el liderato. Así somos los Corruptos.

-Sigfried dará órdenes a los Essencers de atacar una base de Caídos donde en teoría habrá rehenes humanos. Esa trampa liquidará a los más fuertes. Luego será cuestión de eliminar al resto de consejeros y a pocos Gremios que queden. ¿Sabes una cosa? – Me preguntó Pain – en la mayor parte de los Gremios hay Nigromantes infiltrados, gente incluso que se ha casado con algún Essencer, que ha salvado a sus compañeros de los Caídos, gente, que espera la señal final para traicionarlos. ¡Hemos esperado años para poner a punto el plan! – Me señaló – y finalmente tú serás nuestra última pieza.

-La llave – dijo Sigfried.

“Entonces… ¿Todo depende de mí?”.

-Pain…redúcelo, tengo que llamar a un amigo – Sigfried sonrió mientras sacaba el móvil.

-¿Reducirlo? ¿Tú lo has visto?

-No lo subestimes. Necesitará algo más que eso para dejar de dar guerra.

-Quizá eres tú el que lo sobreestima.

“Eric, me he tomado la libertad de usar tu Esencia para recuperar un poco tus órganos. Estás fuera de peligro pero sigues muy mal, no puedes luchar en ese estado”.

“Tampoco huir. Quizá si muero…” alcé la espada mirándola “Si me la clavo y muero, detendré todo”.

“No. Puede que consigas pararlo un tiempo, pero, a la larga, Sigfried volverá a convertirse en malo y su plan volverá a salir adelante”.

“Si me suicido, Sigfried se convertirá en bueno y, entonces, podrá avisar al Consejo”.

“¿Crees que Pain se lo permitirá? Ahora mismo él es más fuerte, y tampoco te olvides de Mark”.

“¿Entonces…?”

https://www.youtube.com/watch?v=3akMoysNYPc&feature=related (Cortesía de Zack XD)

“Lucha. Lucha hasta la muerte, olvida tus heridas, no luches para sobrevivir, lucha para matar o morir... ¿Qué tienes en mente?

-Espada, concédeme el poder para abrasarlo todo, ¡The Blade!

Una oleada de fuego llenó la sala.

“Estoy muy herido pero tengo mucha Esencia gracias a ti. Sigue suprimiendo el dolor”.

Hice un corte con mi nueva espada: Larga, de doble filo, hoja roja y empuñadura en forma de un Dragón.

-Forma Incandescente.

“No será suficiente. Déjame liberar todo mi poder”.

“¿Y por qué no lo has hecho antes?”

“Por que te consume la vida pero…ahora eso no importa, ¿verdad?”

“No. Adelante, Sigfried sigue llamando sin enterarse de nada y Pain está sorprendido porque he sido capaz de seguir el combate. Es el momento”.

“Sobrepasarás todos los límites. Serás el más fuerte”.

Me envolvió una espiral de fuego durante apenas un segundo y luego explotó...y me sentía diferente.

“Ahora tu cuerpo está en llamas, pero ten cuidado, tus propios órganos se quemarán lentamente”.

-¿Te lo dije o no? – comentó Sigfried tras colgar el teléfono.

-No es rival…yo… ¡soy más fuerte! – gritó indignado el hermano de Sorrow.

Pain se lanzó contra mí, formando una espada oscura en su mano con la que me intentó cortar, interpuse la forma incandescente y le golpeé con un puño del que además se desprendió una llama que atravesó su coraza de oscuridad y lo lanzó contra una columna.

No dejé que se recuperase y salté justo detrás de él y lo agarré del cuello cuando iba a caer al suelo, luego, lo lancé contra el techo y grité:

-¡Cortador Dragón! – un Cortador Blade envuelto en llamas carmesíes salió disparado de un tajo con mi nueva espada y golpeó a Pain.

Observé como mi enemigo cayó contra el suelo. Se levantó. La coraza había desaparecido completamente y tenía una brecha en la cabeza y caía sangre por entre sus labios.

-¡Vamos! – embestí contra él gracias a la Brisa que permanecía activada e intente acertarle con un mandoble horizontal que esquivó, de nuevo, usé la Brisa y llegué hasta detrás de él donde usé de nuevo el Cortador Dragón que no pudo esquivar y acabó contra una pared.

Oí como Sigfried se reía.

-¿Necesitas un poco de ayuda, Pain?

-¡Ni hablar!

-¡Vamos Eric! – Me animó Sigfried – ¡Veamos como de fuerte eres!

Decidí no hacerle caso y aumenté la Esencia en The Blade, haciendo que el filo se recubriese completamente de llamas que comenzaron a crepitar a crecer aún más.

Pain volvió a formar su armadura oscura y se acercó lentamente hacia mí.

-Me obligas a usar mi Talismán – en la mano de mi oponente apareció un largo hueso cuyos bordes desgastados estaban afilados como astillas – Voy a doblegarte, luego te torturaré mientras pides que te mate, y cuando liberes el sello y mueras, te sacaré todos los huesos y los añadiré a mi colección.

-Lleva razón, no miente, tiene una colección de huesos – dijo Sigfried, metiendo cizaña.

-¡Fénix! – agarré mi espada con las dos manos y la puse delante de mí y seguí acumulando Esencia. Sentía como si The Blade fuese a estallar pero conseguí seguir controlándola para liberarla en el momento preciso.

-No puedes ganar. Es simple: yo soy un rey y tú eres un muerto de hambre – Pain adelantó un brazo y sentí como toda su Esencia se transmitía hasta la palma de la mano.

-¡Tú lo has querido! – apreté aún más a The Blade entre mis manos y la alcé hasta la altura de mis ojos para luego realizar un corte horizontal donde toda la Esencia contenida se liberó y se formó la figura de un Fénix cayendo sobre Pain.

Mi enemigo esperó hasta el último segundo y entonces, dejó salir también la Esencia acumulada en su mano, un rayo negro salió al encuentro del Fénix mientras su Esencia se convertía en unos esqueletos.

El encuentro fue brutal. Ambos ataques eran demoledores y letales, de la fuerza de la Esencia, al no imponerse una sobre la otra, explotó, destrozando casi completamente todo el interior de la sala, haciendo que el techo se derrumbase por algunos lados y que yo saliese despedido contra una pared.

“No más paredes” viré en el aire y en vez de estrellarme, toqué la pared con los pies y luego salté de nuevo al campo de batalla con un Corte Dragón para evitar algún ataque sorpresa. No supe si le di a algo.

Me abrí paso entre el polvo mientras comenzaba a sudar y notaba que las llamas de mi cuerpo comenzaban a escocerme. Observé a mi enemigo de nuevo:

Pain se las había ingeniado para no salir volando pero supe que estaba cansado, alzó su hueso y con él desvió un chorreón de fuego que le lancé con tan sólo levantar la mano. Mi ataque que hizo que una de las pocas columnas que aún se alzaban se despedazase y la roca que la conformaban cayesen con un estruendo contra el suelo.

-Pain, es más fuerte que nosotros, no hay duda. Dentro de The Blade está encerrado el espíritu elemental del fuego, uno de los cuatro principales. Y se ha implicado mucho con Eric. Simplemente no podemos ganar – confesó Sigfried a pesar de no parecer preocupado en lo más mínimo.

-Imposible…yo… - Pain respiraba agitadamente – soy… más… fuerte… ¡Aún no he jugado todas mis cartas! ¡Apenas estoy luchando con la mitad de mi poder!

“¿Es cierto?” le pregunté a The Blade.

-Es más fuerte que nosotros, pero ganaremos – aseguró Sigfried. Cuando la última sílaba se la llevó el aire, el sonido del ascensor al abrirse me hizo levantar la vista.

-Mark… - dije sorprendido.

“Es al aliado que llamó” me dijo The Blade “Y es cierto. No sé porque no está usando más Esencia, con todo su poder sería superior a nosotros”.

Sigfried sonrió.

-Tres contra uno, además, esos poderes no le durarán mucho más. En cuanto el fuego se apague será de nuevo el de siempre y acabaremos con él.

-¡Mark! – Grité - ¡Alissa está viva! ¡A la que mataron fue a Renea, se equivocaron y se la llevaron a ella! ¡Y tu amigo Félix ha huido, estaba siendo controlado por la Rosa Oscura! ¡Creéme! ¡Confía en mí!

-No te esfuerces – me dijo Mark – él ya no puede oírnos. Yo tengo el control, está encerrado dentro, muy dentro.

-Ataquemos los tres a la vez – dijo Sigfried.

Mark asintió y en tan sólo un segundo vi como Sigfried saltó hacia una pared lateral por donde comenzó a correr, Pain, corrió frontalmente hacia mí y Mark me lanzó una Onda de Esencia Oscura.

“No puedo dejarlo así…tiene que haber algo que lo saque. Después de todo Sigfried no ha cambiado, así que Mark podría seguir siendo bueno”.

Salté hacia atrás y lancé otro Corte Dragón que disolvió el ataque de Mark pero me llevé un puñetazo de Sigfried que no sólo me lanzó contra una pared, si no que la atravesé limpiamente y me quedé colgando al borde del Brindelli.

-El Talismán empieza a flaquear Pain. ¿Seguro que estás bien? – oí como Sigfried se preocupaba por él.

Me levanté y corrí hacia mi antiguo Maestro y comencé a atacarle con numerosos combos de sable que él esquivaba con suma rapidez:

-¡Yo confiaba en ti! – Liberé una llama de The Blade en forma de círculo que nos dio a ambos con lo que conseguí agarrarlo de la camiseta y le di un cabezazo que lo lanzó varios metros hacia atrás - ¡Eras mi ejemplo a seguir! ¡Yo…! – noté como unas lágrimas aparecieron por mis ojos pero el calor de las llamas las evaporaron - ¡Yo tan sólo quería tu respeto!

Sigfried se recuperó de mi ataque y sonrió.

“No pierdas la cabeza Eric. Comienzo a cansarme, soportar tus heridas y además mantener tu mente fría es difícil”.

“¿Me estás controlando los sentimientos?”.

“Hago lo que puedo si no, ahora estarías completamente fuera de ti y habrías muerto por precipitarte”.

Noté una Esencia detrás de mí y me tiré contra el suelo lo suficientemente rápido: el hueso de Pain me pasó por la cabeza y luego, usé la Brisa en un brazo mirando contra el suelo con lo que salí despedido hacia el techo, desde donde me lancé a por Mark, que me esquivó.

-Dejádmelo a mí tan sólo un minuto – noté como Mark incrementaba su Esencia como unas treinta veces más, sobrepasándome ampliamente a mí.

-Cuatro liberaciones, más de lo que tu Mark hizo nunca. Será suficiente – me contó.

El poder del nuevo Mark era superior al mío, al igual que su velocidad con lo que llegó hasta mí – sin siquiera sacar su Talismán – y lanzó un “Desesperación” en toda mi cara del que no me pude zafar. Tan sólo antes de incrustarme en una nueva pared pude agarrarle de la camiseta y arrancársela por la fuerza centrífuga de su ataque.

“Eric, estoy en mi límite”.

“Un poco más The Blade, sólo un poco”.

Levanté la cabeza, siendo consciente de que me costaba un gran esfuerzo ver: el ataque había hecho que empezase a sangrar por los ojos y apenas era capaz de abrirlos.

“Me concentraré en curarte un poco los ojos, pero nada más, los siguientes ataques son cosa tuya, no puedo soportar más y apenas aguantaré tus emociones el dolor anterior unos minutos más”.

Salté hacia donde antes estaba Mark y dónde aún veía una figura que supuse que era él. Vi como adelantaba un brazo y usé la Brisa para evitar su ataque pero fue tan débil que incluso la Onda me rozó y me hizo perder el equilibrio, cayendo al suelo. Ésta vez si sentí el dolor del golpe.

Me levanté y me di cuenta de que me costaba, pero no me paré a pensar en ello: tenía que seguir luchando. Seguir combatiendo hasta el final.

Abrí los ojos más por rabia y mucha voluntad que porque estuviesen curados.

Mark estaba agachado y no paraba de tomar aire, como si estuviese muy cansado.

-¡Joder…! ¡Mier….! ¡Mierda! – noté como le costaba hablar e incluso respirar.

En su cuello pendía un colgante. Él me había hablado de aquel colgante mientras llegábamos a Roma: se lo había regalado Alissa mucho tiempo atrás y él se lo había devuelto para que no se transformase en Essencer hacía unos meses. ¿Cómo lo había recuperado?

-¿Por qué se lo has dado, Sigfried? – Exigió saber Pain desde el otro lado de la sala, perdiendo totalmente el autocontrol y la confianza en sí mismo - ¡Sabes que eso hará que el otro Mark recobre un poco de la conciencia!

-Mark es mi rival. Antes de que se una a nosotros quiero luchar contra él una vez más, luego, haré que Caiga y será un fiel vasallo que no cuestionará mis órdenes.

-Eric… - noté como la voz de Mark sonaba algo diferente - ¿Alissa de verdad…?

-Sí, todo era una trampa para que sacases al Doppelgänger. Mark, lucha, no…mejor aún: luchemos juntos.

Pain saltó hacia mí para atacarme:

-¡No dejaré que Mark vuelva a ser bueno! ¡Ese no era el plan!

-No lo he vencido aún Eric…necesito…tiempo – Mark intentó ponerse en pie pero le costaba mucho.

-¡Te conseguiré lo que quieras mientras no valga dinero! – dije alegre mientras bloqueaba el ataque de Pain y le daba una patada a la altura del estómago a las llamas negras que le hizo retroceder un par de pasos.

-Ese es el espíritu – Mark gruñó por el esfuerzo y se puso en pie. Noté como las cuatro liberaciones se sellaban y la Esencia maléfica que le rodeaba disminuía notablemente.

-¡Sigfried, tienes que pararlos! ¡Somos dos contra dos y podríamos perder! – gritó Pain, perdiendo los papeles.

-¿No confías en mí, Pain?

-Sí…pero…

-Yo me ocuparé de Mark y tú de Silver. ¡Concéntrate! ¡En una semana los Caídos habremos derrotado para siempre a los Essencers! ¡Tan sólo tienes que usar la marca de Esencia!

-Al final… ¿Yo no sirvo para nada? Tan sólo…tan sólo soy un instrumento. Él me superó, siempre, siempre estaba por encima de mí. Sigue por encima de mí aunque yo fuese el responsable de su muerte, aunque yo pudiese ser más fuerte, él siempre me adelantaba. ¿Por qué alguien más débil puede llegar más lejos que alguien fuerte? – las llamas oscuras de Pain se cayeron al suelo, sólidas y pegajosas. Él cayó de rodillas y comenzó a llorar de rabia.

-Úsalo Pain. Ahora sólo estás tú, lo has superado en todos los aspectos. ¡Él murió! ¡Tienes que admitirlo: Tu Marca de Esencia ha cambiado pero no por ello significa que él esté por encima de ti! – Sigfried parecía ahora algo mosqueado.

Y con un movimiento más rápido de lo que pude ver, Sigfried llegó hasta Mark, lo cogió del cuello y lo lanzó hacia la azotea medio-derruida.

-Confío en ti Pain – luego me miró a mí y sonrió de una forma macabra – Gracias Eric. Muchas gracias – Sigfried saltó y se coló por uno de los agujeros.

“Tengo que ir a ayudar a Mark. ¡Aún no puede estar listo para luchar!”

“Preocúpate por ti mismo: mira a Pain. Parece que va a hacer algo”.

-Yo…voy a mostrártelo Eric. Desde el día en que mi hermano murió a manos de Black Rose – su voz se rompió. Tardó un minuto en recuperar el habla – mi Marca de Esencia cambió. ¿Por qué? No lo sé, tan sólo sé que al final, mi hermano de alguna forma sigue vivo – el cuerpo de Pain comenzó a brillar. Me tapé los ojos con un brazo y oí un estruendo.

“Ha usado la Marca de Esencia. Estate preparado”.

-¿Qué? ¡¿Qué?! – La luz se disipó - ¿Pero que cojon…? – estaba impresionado.

-Una vulgar copia. Eso es lo que soy – una lágrima negra cayó por uno de los ojos de Pain…o Sorrow.

-Has… ¡has copiado su forma! – la Marca de Esencia había convertido a Pain con la misma forma física que Sorrow, ¡Hasta llevaba su Talismán a pesar de que era Mark el que lo tenía!

“Acaba con él. Ahora o nunca, su poder está ahora al máximo y el nuestro está decayendo. Ahora somos más débiles”.

Ni le respondí a The Blade. Atrasé una pierna detrás y pisé hasta que el suelo comenzó a hundirse.

-¡Brisa! – salí catapultado hacia Sorrow y lancé un par de estocadas mientras pasaba por encima que él bloqueó con su cuchilla en el antebrazo.

Toqué el suelo detrás de él y le ataqué pero no había nadie.

“Sorrow era un experto en sigilo y era letal…” rodé justo a tiempo antes de que su Talismán me rebanase el pescuezo por detrás pero, con la otra mano, proyectó una gran onda de Esencia Oscura.

-Forma Defensiva – hice un giro de trescientos sesenta grados en medio del a voltereta con lo que conseguí bloquearlo, por suerte, la forma Defensiva se había recuperado completamente.

“Te quedan dos bloqueos, no malgastes. Usa la forma Ofensiva, aunque no use el fuego como arma, es más velocidad”.

Le hice caso nuevamente y con ello puse tierra de por medio.

“¿Y las llamas?” me di cuenta de que no funcionaban.

“Tuve que sellarlas…no puedo con tanto, me debilito y ya es mucho mantener tu dolor y tus heridas. A cada golpe que das, a cada maniobra, se intentan abrir nuevamente”.

-Estoy jodido.

-Puede que no sea el verdadero Sorrow. No le llego ni a la suela de los zapatos, ¡pero te mataré!

“No lo entiendo. Es más fuerte que Sorrow…entonces ¿Por qué dice que es peor?”

“Tuvo que pasar algo entre ambos… ¡pero concéntrate!”.

Sorrow se lanzó en parábola y sin llegar a tocar el techo se impulsó hacia mí mientras gritaba:

-¡Cadáver! Se volvió negro.

“Mierda. Ese ataque de su repertorio me lo conozco”.

Rodé de nuevo antes de que me diese y lo conseguí, pero ésta vez no pude esquivar su siguiente ataque:

-¡Llanto! – una llama de fuego azul impactó contra mi pecho.

“¿Qué ha sido eso?” Preguntó The Blade.

“los ataques de Sorrow… además de herir físicamente, deprimen a su oponente”.

Me levanté. Sentí como unas nuevas lágrimas trataban de aflorar en mis ojos.

-Mierda, me siento desconsolado.

-Precisamente… ¡Desconsuelo! – una coraza negra se formó a su alrededor, no era tan fuerte como la del Pain original pero para mis fuerzas actuales era bastante imponente.

Sorrow vino a por mí de nuevo, de frente y sin tapujos, esquivé su primer tajo y le di una patada en el pecho que lo lanzó hacia atrás y luego lancé un Cortador Blade que no dio en la nada. Había desaparecido.

“Esa es la Sombra Cautiva…no puedo detectarlo sin nada de Esencia. Puede atacar por cualquier flanco”.

Bajé la espada y cerré los ojos. Debía de ser rápido. Con tantas aperturas no tardé en percibir un cuchillo rozando mi nuca…el cuchillo cada vez estaba más cerca de formar una herida mortal y no tenía tiempo.

-Brisa – la usé en mi cabeza con lo que conseguí agacharme a tiempo y con un nuevo Cortador Blade hice que Sorrow se volviese de nuevo visible.

-Mierda…me da vueltas la cabeza – me fijé en que algo le pasaba a mi enemigo, parecía apunto de morir, de caer inerte al suelo.

-Ese hijo de…- Comenzó a pronunciar Pain pero una nueva parte del techo cedió ante un impacto y Mark salió empotrado contra el suelo, atravesando otras dos o tres plantas hacia abajo.

“Su Talismán Brindelli está muy débil. ¿Qué le pasa?”.

“Creo que ha sido traicionado. No sé como pero… en realidad… la Marca de Esencia de Pain es…”

-¡Soy libre! – Sigfried se asomó por el hueco abierto - ¡Al fin!

“Con su grito no he podido oír lo que decías pero…supongo Sigfried se la jugó y por eso nos dio la gracias. La Marca de Pain es en realidad…el cuarto sello. El último. La llave.

-Sigfried… ¡tú me has matado! – Sorrow se estiró lo más que pudo y lo apuntó con un dedo.

-Exacto. Tu Marca de Esencia no mutó, ¡Yo la cambié! ¿Creíste de verdad que todos los sacrificios necesitaban frases del libro del Apocalipsis? ¡Tan sólo lo hice para confundirte!

Detecté una Esencia oscura a mi espalda: era Mark que había subido de nuevo.

-Eric…el Doppelgänger intenta retomar el control. No podré…no puedo conseguirlo solo.

-Solo hay una forma… ¡Piensa que Alissa estará esperándote!

Mark me sonrió mientras tosía.

-La confianza da asco, Eric – su sonrisa era resplandeciente. Parecía recuperado - ¡Preocúpate de ganar a ese… - su sonrisa se congeló en los labios - ¿Sorrow?

La Esencia oscura aumentó en Mark.

-¡Luego te lo explicaré, pero es Pain, que a la vez es su hermano!

Mark parecía no escucharme. Saltó de nuevo hacia el techo para continuar su combate.

“¿Qué mosca le habrá picado?”.

Me volví hacia Pain, aún con forma de Sorrow. Estaba de rodillas nuevamente y con los puños cerrados clavados en el suelo:

-¡Mataré a Sigfried! ¡Lo mataré!

Se puso en pie, tambaleante, dispuesto a interrumpir a Mark.

-¡Ni de coña! ¡Yo soy tu rival! ¡Primero tendrás que pasar por encima de mi cadáver!

Sus dientes chirriaron y una mirada asesina me traspasó:

-Como gustes.

Su Esencia Oscura barrió todo el Brindelli, se multiplicó, sobrepasando ampliamente a la mía, la de Mark y a la de Sigfried juntos.

“Dicen que los animales se vuelven mucho más fuertes antes de morir” explicó The Blade.

-¡Cadáver! – de nuevo, Pain se volvió de color negruzco.

-¡El Brindelli será la tumba de todos nosotros!

Se lanzó a por mí y su puño me rozó:

“Un toque te convertirá en cenizas”.

Lo esquivé y luego lo ataqué con The Blade con un golpe cruzado de arriba abajo.

Mi espada se quebró en dos partes: más de la mitad del filo salió volando y se quedó en el otro extremo de la sala.

-Os mataré a todos.

“¡The Blade! ¡The Blade!”.

El espíritu no me contestó. Yo mismo contemplé como la espada volví a su primera forma. La dejé caer en el suelo.

-Os mataré a todos – repitió Sorrow.

Le golpeé en la cara con un derechazo y el contacto hizo que se me quedase el puño en carne viva.

Retrocedí. Y me caí sobre una rodilla. Apreté los dientes: el dolor y las heridas retenidos por el espíritu del fuego pasaron a mi control.

Estallé en un grito de dolor y Sorrow aprovechó para echarse encima de mí:

-Os mataré a todos – me golpeó con un puño cargado de Esencia Oscura y todas las columnas del Brindelli estallaron. El techo casi terminó de ceder.