SensEssence

LOL jajaj muy buen cap, me ha gustado mucho, espero la proxima entrega

kiero mas!!!!!!!!!!!!! no me dejes asi T.T XDDDD

a la espera del proximo cap...

(Mark)

-¡Te tengo!- grité, agarrando por la camisa a uno de ellos.

-¿Cuándo diablos nos ha cogido?- preguntó preocupado el que iba vestido de cura.

Al fin, había alcanzado a los Caídos, y los había pillado in fraganti. Aunque estaba tremendamente exhausto y ellos, parecían aún frescos.

-Novato, ocúpate de él- le ordenó Thares- ha perdido mucho de su poder al intentar dominar dos Talismanes. No te será ningún problema.

-Entendido, jefe- mi contrincante se encaró a mí y me empujó hacia atrás con desdén- no me toques la camiseta, no te creas tan importante.

-Caídos y engreídos hasta la médula- les reproché- lo que aún no entiendo es como lo sois si no tenéis el pelo negro, típico de vuestra calaña.

-Ya te dije que muchas cosas han cambiado y que, tú sólo has visto la punta del iceberg- me recordó el Nigromante con el que había luchado y perdido en el Refugio- ahora, es momento de irnos- finalizó.

El que iba vestido de cura asintió y echó a correr: me fijé en que llevaba una gran espada de sangre. Probablemente era el Talismán Legendario de Darkspinus, tal y como me lo había dicho también Thares.

-Nos vemos…Mark. Haz lo que puedas, tú novia- se cargó al hombro a Renea- estará esperándote en el Brindelli de Roma- me guiñó un ojo y también comenzó a correr.

No tenía sentido intentar perseguirlos sin derrotar antes al tipo de pelo castaño y vestido con un chándal que tenía enfrente.

-No haremos presentaciones- sentenció- me parece una bobada.

-A mí también- concedí- total, cuando mueras de poco te servirá haberme conocido.

Él hizo una mueca sarcástica y elevó una mano con rapidez:

-Sé que fuiste un Supremo. No creas que empezaremos por el calentamiento, ¡voy a darlo todo desde el principio!

Una onda invisible salió disparada de su mano, si no fuese porque a su paso fue agrietando el suelo, no la hubiese percibido. Me aparté hacia un lado en el momento justo pero, me rozó el hombro y sentí un tremendo dolor. ¿Era un novato? A mí me parecía muy fuerte.

Desenvainé la barra de hierro que, había llevado a la espalda hasta el momento y, con un movimiento de brazo, la cuchilla de Sorrow también se abrió, amenazante.

“Veamos” pensé. Mi repertorio de técnicas era muy amplio, pero, si ya antes de conseguir la cuchilla y reducir drásticamente mis poderes podía usar menos de una docena de mis habilidades, ahora, eran muchas menos.

Lo mejor de momento iba a ser combatir normalmente, sin usar ninguna técnica y buscarle un punto débil a mi enemigo.

Para ello, comencé a correr alrededor de mi oponente, esquivando las continuas explosiones, rayos y otro tipo de ataques con Esencia con algo de esfuerzo. Era mucho más lento que antes, no me había fijado en ello hasta el momento.

En vista de que si seguía a sí perdería brutalmente, miré a los lados intentando buscar algo útil entre lo que me rodeaba: era una lástima que estuviésemos en una pequeña llanura sin nada más que pastos verdes.

-¿Y éste es el “todopoderoso” y “gran” Mark?- se burló- alzó los dos brazos pero salté antes de que una explosión se produjese justo donde había estado pocos segundos antes- ¡Ahí te quería ver!- trazó una raya invisible en el aire con uno de sus brazos y, de pronto, me sentí pesado y caí al suelo.

-¿Qué mierda es ésta?- me quejé. No podía ponerme en pie, era como si fuese de piedra.

-No me molestaré en pronunciar el nombre de mis técnicas. ¿Para qué las quiere saber un muerto cómo tú?- sonrió, amenazadoramente y chasqueó los dedos. Una explosión como las anteriores sacudió el lugar donde estaba, sólo que ésta vez no pude esquivarlo.

Reprimí un grito de dolor y seguí con mis intentonas de alzarme: nada.

“Alpha Status” ni siquiera podía pronunciarlo, pero, con pensarlo bastó: mis ojos y el fluido que corría por mis venas se tornó oscuro, permitiéndome ver mejor la Esencia y controlarla.

Gracias a ello, pude entender el flujo que había sido invisible hasta el momento de la habilidad que me retenía. No era nada más y nada menos que realizar una presión mucho mayor de la atmósfera sobre mi cuerpo.

-Por mucho que lo entiendas- vaticinó él- no podrás liberarte.

“Muerte” volví a pensar. Cómo otras tantas veces, el tercer segmento de la barra se oscureció, dotándome de mayor fuerza y aún más control que con el Alpha Status sobre la Esencia.

Ahora, teniendo más poder con mis técnicas, creé un escudo protector de Esencia sobre la superficie de mi piel: así contrarrestaría la presión.

Y por fin, conseguí moverme aunque, apenas fui capaz de despegar el torso del suelo. Seguía sin poder levantarme.

De nuevo, el Caído chasqueó los dedos, realizando de nuevo la extraña habilidad que provocaba grietas en el suelo.

Gracias al Alpha Status, pude discernir de que se trataba: ni más ni menos que una extraña onda de Esencia violeta cuya parte frontal, la que se dirigía hacia mí, tenía dibujada una extraña calavera que iba abriendo la boca.

Si eso me daba, podía despedirme.

-Tú lo has querido…- esperé al momento justo en que su técnica me iba a dar para pronunciar la mía y anularla- ¡Profunda tristeza que inundas el alma!- entone- ¡Rompe la cadena que libera la “Gula”!- recordé cuando Sorrow me había alzado, contra Hércules y había gritado aquellas palabras. Ahora que él no estaba, yo tenía el control sobre los sellos.

Tal y como había predicho, su onda-calavera se volatilizó gracias al contraste de Esencia que se creó a mi alrededor.

-Sienta de maravilla recuperar el poder perdido- dije. Usar la técnica de Liberación no me convenía: había dominado la primera liberación de sello durante mi estancia en el Refugio. El problema era que, mi parte malvada ganaba fortaleza rápidamente con uno de los Pecados sueltos.

“Es hora de que me dejes el control total” me asaltó una voz. Sí, hacía tiempo que no me molestaba, me había dado meses de tregua, estaría muy aburrido.

“Haremos un trato: pronto te dejaré salir durante bastante tiempo, pero, aún no puedo. A pesar de ello, te dejaré dominar parte de mi ser durante el combate”

“Odio que me uses de esa manera…pero acepto. Necesito algo de acción, da gracias a que hoy me siento contento”

Me puse en pie con facilidad, con el Alpha Status, la Muerte y el Primer Sello, sería probablemente un rival bastante fuerte. Y más si ahora mi “yo” más fuerte salía a la luz.

“Dime una cosa, ¿Por qué cuando Thares te atacó en el Refugio no usaste la Liberación del Sello?”

“Aunque lo controlé antes de que eso ocurriese, tener el Talismán de Sorrow sin dominar, probablemente hará que se descontrole. Si antes tenía un minuto para usarlo y, un diez por ciento de posibilidades de sobrevivir, ahora, si se desestabiliza podría durar o veinte segundos o una hora y luego, aunque no muera…”

Mi Doppelgänger entendió a lo que me refería.

“Me daré prisa, por una vez no iré contra ti”

Yo, bueno, Mark, compartido por mí y mi otra mitad, se abalanzó a la velocidad del sonido contra el Caído.

-¿Crees que mientras estabas parado y divagando yo estaba mirando?- flexionó las rodillas y pegó un golpe sobre el suelo con la palma de la mano abierta- ¡Cataclismo!

Para evitar quedarme inmovilizado por las grandes sacudidas de la tierra en ese momento, salté hacia delante, preparando un ataque contra él:

-¡Desesp…!- algo me dio en el estómago con fuerza y me hizo caer al suelo.

Me levanté aprisa y contemplé como del suelo se había alzado una parte de tierra que me había golpeado. Al instante el terreno cambió: partes hicieron depresiones y otras, se alzaron, incluso algunas, crecieron hacia arriba y después volvían a caer hacia un lado, formando arcos de tierra. Era impresionante.

-¿Y eso sirve para algo?- me mofé.

Y justo en esa milésima de segundo, otra parte de tierra se alzó hacia el aire para luego bajar en picado, tratando de darme.

Lo esquivé saltando sobre esa especie de “pata” que le había salido a la tierra y, me encontré rodeado de otras que ya venían con intención de darme.

-¡Contempla el poder de Gaia!

-No me hagas reír- esquivé otra acometida de la “pata” y, lancé un “Desesperación” para detener a otra. Cada vez eran más- yo luché contra un Essencer que usaba a Gaia. Esto es pura mierda comparado con él.

-¡Aplastadlo!- ordenó, furibundo. Todas las “patas” se alzaron a la vez, alargándose y formando una cúpula por encima y a mis lados. Ahora intentarían aplastarme y, no había ningún hueco por el que escapar.

Fui testigo de cómo el cúmulo de “patas terrestres” estaba apunto de aplastarme.

-Amargura del Ángel Caído- la ilusión de las Alas Negras apareció en mi espalda y, luego, perforé la parte superior del nudo de “patas” para salir saltando segundos después por arriba- Cuando un tonto coge una linde, la linde se acaba pero el tonto sigue- recité- soy más fuerte, si quieres vivir deja de intentar matarme y huye ya.

Por toda respuesta, me intentó dar un golpe desde uno de los ángulos ciegos: por detrás, con otra de las “patas”. Me giré y di un golpe con la barra que destrozó esa “pata”.

“Esto empieza a descontrolarse” nos dijimos tanto el Doppelgänger como yo “Hay que terminar rápido”

La Amargura del Ángel Caído era una técnica impresionante, usarla junto con las otras tres técnicas activadas y con el descontrol por culpa de la cuchilla estaba haciendo que la Primera Liberación fallase.

“Podrías usar la técnica de Sorrow, su Talismán está acostumbrado a ella y no te dará tantos problemas” indicó mi parte “mala”.

“Muy amable estás tú…”

Bajé de la red de patas antes de que el Essencer las pusiese en movimiento, pero, me fijé en que comenzaba a respirar con dificultad: la técnica del Cataclismo de Gaia estaba fuera de su alcance.

Me dirigí hacia el a paso lento y cuando quedaban a penas cinco zancadas, dije:

-Cadáver- me volví completamente oscuro, brillando entre llamas negras. Era la Técnica que mi amigo muerto usaba a menudo, con ella, tocando a cualquier Essencer más débil directamente se carbonizaba.

Di una, dos y tres zancadas. Alcé el brazo para tocarlo, él ni siquiera huyó. Pero cuando iba a tocarlo…

“No” Abrí los ojos, a punto de salirse de mis cuencas, mi pupila se dilató para luego volverse lo más pequeña posible.

Caí al suelo con un ruido sordo: sentí como el Alpha Status, la Muerte, el Cadáver y, hasta la Liberación dejaban de hacer efecto.

Y ahora, vendrían las consecuencias, no me había equivocado: no moriría pues ya la había dominado, pero, tendría secuelas por culpa del segundo Talismán.

-¡Ahhhhhhh!- grité de extremo dolor.

La sangre comenzaba a revolverse en mi interior para luego comenzar a brotar por todos y cada uno de los poros de mi piel.

Era tremendamente doloroso, era mucho peor que la misma muerte. Ni siquiera tenía fuerza para retorcerme. Pero, vi de reojo como mi contrincante se había recuperado del cansancio y me miraba con una sonrisa torcida y malévola.

El dolor se agudizó más y solté la barra de hierro, rodeándome con mis propios brazos. Por eso no lo había usado, porque contra Thares el combate abría sido mucho más largo y duro y, al final hubiese acabado de esa forma, a su merced.

El tormento continuó durante un buen rato más, ni siquiera fui capaz de calcular cuanto. Pero mi enemigo siguió observando con placer como toda la Esencia abandonaba mi cuerpo. Porque era eso.

Cuando al fin acabó el proceso, no tenía ninguna gota de ella: no era algo permanente. Era cuestión de tiempo y descanso recuperar mi Esencia.

-¿Ya has acabado?- me sonrió mostrando toda su perfecta dentadura- me he excitado mucho viéndote sufrir.

-Eres…repugnante- aunque el dolor había cesado, eso no significaba que tuviese ni las fuerzas de un humano. Estaba rayando la inconsciencia.

-Voy a acabar este combate ya. Luego liberaré mi excitación con tu cadáver.

No tuve fuerzas para contestarle. ¿De verdad iba a…? No quería ni pensarlo. Era demasiado surrealista, por su locura, debía de estar cerca de convertirse en un Corrupto Completo.

Me propinó una patada que me dejó mirando boca arriba y luego, chasqueó un dedo y una estalagmita surgió de la tierra, atravesándome las costillas.

-¿Qué se siente cuando la vida se escapa de tus manos? ¿Cuándo después de días persiguiendo a tu chica, mueres contra aquel que la dejó semidesnuda?- se rió a carcajadas- cuando tu mueras y regresemos a la base, yo me encargaré de cuidarla bien.

-¡Déjala en paz!- malherido como estaba, no pensé que fuese Renea, si no que hablaba de la verdadera Alissa- ¡Si la tocas te mataré!

-¿Y cómo lo harás?- su sonrisa se esfumó, en ese momento una espada le atravesó por el corazón.

-¿Cómo lo has he…?- murió antes de terminar su pregunta.

Vi como un chico de pelo castaño corto, delgado y de ojos azules vestido con una camisa de manga corta de color plateado, tejanos rotos pero, sobretodo unas bambas blancas, sacó la espada del cadáver y la guardó en la funda que llevaba a la cintura.

-¿E…ric?- fue por sus zapatillas que lo reconocí.

-Llámame Silver. Es mi nombre de Essencer, Mark, tú no mereces nombrarme por mi nombre de nacimiento.

-¿Por qué…m..e?- perdí la consciencia unos segundos- ¿Por qué me has salvado?- lo dije lo más rápido que pude.

-No lo he hecho, solamente cumplí mi deber y maté a un Caído. Es el trabajo de cualquier Essencer.

Se dio la vuelta, dispuesto a marcharse.

-Ayúdame, Eric.

Se giró, enfadado:

-¡Qué no me llames así, Mark-és!- gruñó.

-Sigues siendo igual de infantil que cuando era Supremo- bromeé. Pero empecé a toser sangre- sé lo que piensas de mí, pero no soy tan malo, créeme. Ayúdame, y después te contaré los detalles.

-¿Qué no eres tan malo?- su tono era burlón- Perdiste limpiamente contra Sigfried, Essencer que se rebeló por tu tiranía cuando fuiste Supremo, tras eso, perdiste tus poderes pero, para recuperarlos te dedicaste a matar inocentes… ¿Eso no es ser un capullo integral?

-Llevas razón, mi pasado es negro, funesto. Pero he cambiado…

-¿Por qué ibas a cambiar?- la pregunta me dio en todo el pecho.

Ya no importaba, no tenía que ocultarlo, aún así, me costaba admitirlo.

-Porque ahora la tengo a ella…- él me miró con interés- y a otros amigos. Tengo que salvarlos. ¿Me ayudarás?

Se hizo el interesante y el remolón durante otro minuto. Sabía que diría que sí, pero, tuve que preguntárselo otra vez para que al fin diese el visto bueno: no quería tener que esperar dos horas y desangrarme simplemente porque quería escuchar como le pedía ayuda otra vez.

Eric, o Silver para la mayoría de Essencer, puso sus manos sobre mí y comenzó la curación.

-Sorrow siempre fue mejor que yo en el tema de curar. ¿Qué fue de él?

-Murió…hace meses.

-¿Se convirtió en Corrupto?

-No. Íbamos un grupo en una cacería de bestias corruptas cuando nos cruzamos con unos extraños Essencer: un niño pequeño con marcas de Esencia, parecía un Nigromante. Casi nos mató. Luego, había otro Essencer, usaba pétalos de rosas oscuras como forma de saber que estaba apunto de llegar…

-¿Qué pasó?- me instigó.

-Sorrow y otro del grupo se quedaron para entretenerle…nos salvaron la vida.

-Sorrow… ¿Salvándoos la vida? Increíble, no sé que clases de cosas habéis estado haciendo pero, parece que al menos él si que ha cambiado un poco- me vio pensativo- ¿Qué pasa?

-Él nos avisó, bueno, a uno del grupo, le dijo algo como: “¡La Rosa Oscura caerá sobre todos y os matará! ¡Sólo tu puedes liberarlos pero, para ello, primero tienes que liberarte tú!”

-¿Ese Essencer usaba una Rosa Oscura o algo así?- Eric parecía alarmado.

-Nunca le vimos. Pero al parecer sí, era su “señal”.

-¿Podría ser que fuese una Essencer?

-Puede, tampoco sabemos si es un hombre o una mujer…

-¡Be-Ere-!… ¡Black Rose!- gritó Silver, mientras aún me curaba. No me hizo falta preguntarle- ¡Hay una Essencer en el consejo que mandó a tres tipos para matarte a ti y a un grupo de gente. Descubrí una carta y, uno de ellos no era un simple Essencer…era el Nigromante…

-Thares- acabé yo- me enfrenté a él. Perdí bastante patéticamente.

-¿“pe-pe-ele”?- me preguntó.

-Sí, penosa, patética y lamentablemente- respondí.

-Mmm…sigo sin fiarme mucho de ti, todo sea dicho pero. La carta de la que te hablo, la de matarte con Caídos y tal…era entre esa Essencer del Consejo que al parecer es una Corrupta y…Sigfried.

-No es algo que me extrañe. Es su periodo de maldad.

Eric me miró, interrogante.

-Es una larga historia…te la contaré mientras vamos al Brindelli en Roma- dije con la voz ahogada mientras me levantaba con cansancio- espero poder recuperar algo de Esencia por el camino.

-¿Por qué te tengo que acompañar?- me preguntó.

-Porque te voy a contar una verdad secreta sobre tu “admirado Sigfried”- puse voz de enamorado- porque tenemos que salvar a una amiga mía, para ti, una “tía buena”- sus ojos se iluminaron- y porque no tienes nada mejor que hacer.

-¡Me has convencido!...pero una cosa, ¡no te creas que me he olvidado de tus pecados! Sólo te ayudo porque hay una damisela en apuros.

“Joder, ya tengo otro Félix merodeando a mi alrededor” pensé. Y me reí por ello, volvía a estar con alguien, a darle esquinazo a la soledad, que se empeñaba en perseguirme.


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Otro capi más. Me ha costado mi tiempo currármelo (me escuché tres discos de música enteros [bueno, el 3º me faltaron un par de canciones xD])

Aviso que pronto subiré también capítulo de "El Cazador de la Luna Turquesa" ya le comenté a alguien que tenía el capítulo escrito, sólo que lo tengo en papel (lo que hace una primera hora libre en el instituto -.-") así que lo que me falta es pasarlo a pc y repasarlo. Pero es que da pereza¡! (tengo el capítulo más de 1 semana XD)

mmmmm... veo k me conoces mu bien eeeeeeeeeee....
dile a tu amiga k haga los dibujos para ver como somos todos y no nos hagamos un lio con los personajes XDDDDD

mu buen cap... espero k en el siguiente salga yo ^^ XDDDDD

Buen cap, es ahora que lo veo xDD muy currado ^^ espero la contiiiiiii!!

(Mark)

-¿Cuántos años tienes ya?- pregunté por llenar el silencio que nos invadía en nuestra particular maratón hacia Roma: aunque Eric había sido un fiel subordinado durante mi temporada de Supremo, ahora, servía a Sigfried.

Si me seguía y me ayudaba era simplemente porque quería demostrar que su alabado Supremo era un verdadero líder, sin atisbo de Corrupción – en el sentido natural de la palabra y en el sentido de Essencer-.

-Dieciséis. ¿Seguro que estás bien? Después de ese patético combate que he visto…- parecía incluso ligeramente preocupado por mí. No en vano habíamos sido más que Jefe-subordinado pero…el tiempo pasa. La gente olvida.

-Mi Esencia es muy limitada ahora mismo- resolví- Necesitaré más horas para restablecerla como para poder hacer algo. Y esto además, hace que sea aún más débil- agité la mano con la cuchilla de Sorrow.

-Aún no me creo que muriese…era tan, oscuro pero, al mismo tiempo siempre me regañaba y me curaba después de mis peleas. Era como un hermano mayor.

-Lo echo de menos- musité, para que no se me oyese demasiado- bueno- me aclaré la garganta- ¿estás preparado para oír la verdadera historia que nos une a Sigfried y a mí?

-A oírla sí, a creérmela…ya veremos.

Carraspeé una vez más. Había tiempo suficiente. Estábamos cerca de Roma pero aún quedaban horas hasta que llegásemos corriendo a velocidad humana, ya que aún no había recuperado tanta Esencia como para usarla de manera útil.

-¡Vamos!- me dijo. Era muy impaciente.

Lo miré con cansancio y empecé:

-Sigfried y yo nos convertimos en Essencers al mismo tiempo, a pesar de nuestra diferencia de edades; pero había un pequeño problema: éramos unos extraños Essencers Primarios incompletos, no podíamos asegurar nuestra superviviencia a menos que uniésemos fuerzas. Al menos, es lo que nos dijeron.

Eric estuvo apunto de interrumpirme pero lo frené con un gesto de “stop” con la mano:

-Durante un ritual para mezclar nuestra Esencia y fundirla en una sola para hacer una Esencia completa, la cosa se fue de las manos: Sigfried había estado en un sanatorio mental por unos problemas que desconozco pero, su corazón era bueno y bondadoso, por eso, no fue un nigromante. Mientras tanto, yo, tras perder a mis padres, me retraí y me volví mucho más…Sorrow, por decirlo de alguna manera. Nuestras personalidades chocaron: en ese momento el estaba reformado y yo, trastornado. Y de la combinación de nuestras Esencias surgió algo inesperado: los Doppelgänger.

-¿Qué?- profirió mi antiguo compañero, sin poderlo evitar por más tiempo.

-Nuestra Esencia ya era completa sí, pero, nuestra personalidad quedó divida en dos, mezcla de lo bueno y lo malo de cada uno, y, no era una simple interconexión momentánea. Aún perdura: mientras yo sea amable y bueno, Sigfried volverá a sus tiempos más oscuros, siendo como un simple Caído y, viceversa. Además, con el paso del tiempo, nuestras personalidades se pueden intercomunicar entre sí: en este instante, estoy siendo “bueno”, por llamarlo de alguna forma, pues, la maldad de Sigfried y mi trastorno se pone en contacto conmigo para “cambiar”. Debemos de volvernos malos y buenos durante el resto de nuestras vidas como Essencer. Y te digo que Sigfried lleva bastantes meses con el “chip” de “Malo Maloso”.

-Eso es una locura- Eric no parecía muy seguro de sí mismo. La historia le había impactado.

-Se que es raro pero, aún no he acabado: lo de las Esencias incompletas es una pura mentira. En realidad, yo fui usado…

Un pesado silencio nos invadió a ambos hasta que Silver reventó:

-¡Explícamelo!, ¡no me dejes a medias!

-¿Conoces a los Essencers Zero?- el negó con la cabeza- fueron un experimento. Tal y como sabes, los Essencers Santos fueron los primeros y más poderosos, combatían a los Caídos y a los Nigromantes. Pues los Zeros fueron un experimento fallido por Essencers para crear unos nuevos Santos.

Lo miré a los ojos:

-En otras palabras, los Essencers Zero son gente de probeta: nacen y crecen al gusto del científico y, desarrollan poderes de Essencer.

-¿Y a dónde me quieres llevar con esto?

-A Sigfried, él es uno de los escasos Zero- Eric palideció, pero, trató de enmascararlo tras una sonrisa cargada de sorna, de incredulidad- déjame explicarte…para que un Zero sea un Essencer completo, necesita Esencia y células de un Essencer Primario recién formado, vamos, un novato. ¿Y quién mejor que un estúpido Primario cargado de ira, que no aguantaría en el “negocio” ni dos días? Por eso fui el elegido.

-Claro, claro. Pues a mí Sigfried no me parece un Santo, o un Zero, o lo que quieras que estés diciendo.

-los Zero son como Primarios normales y corrientes, con la excepción de que tienen dos Talismanes: el suyo propio, con el que nacen y…uno muy, muy débil que les garantiza la supervivencia, y éste proviene…

-…de la Esencia del novato, ¿no? Es muy fácil saber lo que piensas, es como en el cine.

-Exacto, como los novatos- hice caso omiso de su comentario final- su Talismán fuerte es como el que todo Primario tiene pero, al romperse, no pasa nada; en cambio, si se rompe el débil, el Zero muere directamente.

-¿Puedes resumírmelo en palabras para tontos?- me pidió.

-Haber, esto es como el Yin-Yang: mitad bien y mitad mal. Y dentro de lo malo algo bueno y dentro de lo bueno algo malo, ¿vale?- asintió- pues ahora digamos que la parte“mala” dentro de lo bueno crece y ocupa todo lo bueno, dejando a lo bueno en lo mínimo, y, en la parte mala, sucedería lo mismo.

-¡So caballo!, ¡Para el carro!, ¡Tiempo muerto!- incluso paró en su carrera- haber Sigfried y tú, unidos, cuando uno es bueno, el otro malo y, al poco tiempo, cambiáis los papeles.

-Correcto. Por eso, cuando fui Supremo primero hice lo que pude con mi personalidad amable. Luego cambié y…bueno, Sigfried aprovechó que estaba en su “modo héroe” para derrocarme y ocupar mi puesto.

-¿Dices que Sigfried lleva tiempo en su modo “malo”?

-Sí. Aunque no quieras admitirlo.

-No puedo tragarme toda tu historia pero…como ya te dije, no se ni porque, puesto que no debería de confiar en ti…

-Pero lo haces.

-Calla: Sigfried encargó matarte a ti y unos amigos tuyos a una Essencer del Consejo que, a su vez, mandó a Thares y a un supuesto Santo Corrupto…

-Y al capullo que te cargaste antes. ¡Y ellos tienen a Alissa!

-Alissa… ¿es una Essencer novata?- preguntó.

Asentí.

-Vi su fotografía en la mesa de Sigfried…además, había una dirección en Roma.

-¿Dices que la carta era para Sigfried?

Ahora fue él el que asintió.

-Eso significa que puede que Sigfried venga a Roma…
Y de repente, a lo lejos, la ciudad de Roma se materializó.

-Siempre quise visitarla- me informó.

-Pues, tengo que avisarte de una cosa: pronto cambiaré. Te avisaré llegado el momento pero, si me ves haciendo el mal y, hiriendo a Alissa…escapa con ella. Prométeme que si el Doppelgänger me obliga a cambiar antes, tú la pondrás a salvo.

Suspiró:

-Está bien, ¿algún sitio al que llevarla?

-Bueno, hay unos amigos de un gremio en Francia…Enfants du Soleil. ¿Podrías llevarla allí? No se me ocurre otro lugar.

-Hecho- su respuesta fue rápida.

-Sabía que aceptarías. Veo que tu faceta de mujeriego sigue intacta, a pesar de que deberías de empezar a madurar.

-No me hables como si fuese un niño pequeño, recuerda que tú tienes aproximadamente mi misma edad.

-No…ya cumplí los diecisiete.

-No tienes remedio. Siempre te empeñas en comportate como un abuelo.

Sonreí- y tú como un estúpido. Un estúpido al que apreciaba y, ¿Quién sabe?, quizá lo siga haciendo.


(Félix)

-Ya hemos llegado, señora- el hombre que conducía la limusina quitó las llaves y, salió para abrirnos la puerta.

Cuando ojeó el interior de la parte trasera, nos vio a Marisa y a mí despatarrados y semidesnudos.

-Perdonen- el coger cerró la puerta y esperó a que nos vistiésemos.

-Bésame otra vez, Félix- me pidió cuando terminamos de volver a ponernos la ropa. Me acerqué y deposité otro de los numerosos besos en sus labios, ahora pintados con un color morado oscuro- así me gusta. Vayamos afuera, te voy a presentar tu nueva casa: El Brindelli de Roma.

-Ya voy, amada mía- mi voz era neutra y, mis palabras empalagosas, incluso, para mis oídos. No era el tipo de persona que decía aquellas cosas.

-¡Rápido, nuestro anfitrión nos estarás esperando!- me miró sonriente- ¡y si te portas bien, puede que conozcas al gran Sigfried!

-Vaya, me encantaría que me lo presentases. Seguro que es un hombre respetable por la forma en la que hablas de él.

-Lo es, querido, lo es…


(Renea)

¡Había estado a un palmo! Esa pequeña distancia me había separado de Mark. Y ahora, estaba en una celda de un extraño edificio.

Me llevé una mano al cuello, dolorida. No recordaba como había llegado hasta allí.

“Maldito Thares” Si salía de allí me lo iba a cargar. ¡Me había golpeado en el cuello de una forma tan vulgar! Ahora podría estar tetraplégica, más le valía que todo siguiese en orden, porque si no…

Entonces caí en la cuenta que estaba vestida con unos vaqueros y una camisa colorida. Y había una nota colocada justo encima de una mesilla, al lado de la cama.

“Espero que lo que haya elegido para evitar que se vea tu ropa interior sea de tu agrado. No me tomes por alguien tan vulgar como ese novato.

Que disfrutes de tu estancia, Thares”

Resoplé, angustiada. La celda era grande y, parecía una casa: tenía un pequeño salón con una televisión de plasma, a un lado, una cama con una mesita e, incluso, una cocina americana. ¡Ah, y una puerta daba a un estrecho baño! No carecían de nada.

Lancé una mirada fuera de la celda: el resto de la habitación era muy simplona: suelo, pared y techo metálico y, en un rincón, mi Talismán.

No se habían currado un sitio donde mantenerlo a buen recaudo.

-Pongo a Dios por testigo que, cuando averigüe como salir de aquí, os voy a petar el culo, ¡miserables!-grité con el puño alzado y mirada desafiante.

Lo malo era que sin mi Talismán no era nadie: no podía atraerlo para usarlo, no podía lanzar rayos ni nada así.

Ahora era una simple mujer, desarmada y sola contra el mundo.

Me llevé una mano al bolsillo, angustiada: sí, mis tabletas de chocolate seguían ahí… ¡Ah! ¿Qué hacía yo con una horquilla en el bolsillo? Siempre llevaba el pelo suelto…

“No importa” me dije “ahora tengo algo con lo que intentar escapar”

Me acerqué a la puerta, dispuesta a enfrentarme en un combate de ingenio por salir de allí. Mi arma: una horquilla. Mis habilidades de ladrona: nulas.

XDDDDDD todo interesante....
espero muuuuuchas peleas

PD1: Espero k me explikes lo de los essencers zero por el msn
PD2: A la espera del próximo cap ^^

Not bad, not bad

waiting for another chapter

no ta mal pero es demasiao trankilo

Interesante capitulo... ¿Por que no puedo evitar pensar que la horquilla no esta ahi por pura casualidad?...

aunque a sido un capitulo trankilo me a gustado
ademas siempre son necesarios capitulos como estos, xk sino t pierdes xDD

PD: al igual que Zeromaru, me parece demasiada casualidad lo de la orquilla xD

Citación :

Me llevé una mano al bolsillo, angustiada: sí, mis tabletas de
chocolate seguían ahí… ¡Ah! ¿Qué hacía yo con una horquilla en el
bolsillo? Siempre llevaba el pelo suelto…

Es lo que quería dar a entender xD. Os veo ágiles XDDDDD

Ahora la pregunta es: ¿Cómo ha llegado a su bolsillo?

Creo que no es muy complicado de adivinar...jejeje

claramente pork alguien queria que estuviese ahí, pero kien??
o, si yeva los pantalones de la otra, puede k si k fuera una kasualidad...
weno, nose! xD

Citación :

si yeva los pantalones de la otra, puede k si k fuera una kasualidad...

Turdragor...I hate you xD no vas desencaminado, no vas desencaminado pero...todo es un poco más confuso y lioso de lo que pueda parecer. Las apariencias engañan. Aún así, en el próximo capítulo en el que salga Renea debería de averiguarse ya...jejeje.

(Mark)

-Pues aquí estamos- me dijo Eric.

Nos encontrábamos en la misma calle en la que se alzaba el Brindelli, un gigantesco rascacielos de unos cincuenta o sesenta pisos, quizá más –no estaba entre mis prioridades de ese momento contar cuantos eran con exactitud –. Tan sólo nos separaban unos cincuenta metros de él, estábamos muy cerca, tanto, que vimos una limusina aparcar al lado del edificio. Dos personas salieron de la parte trasera.

-¡No me jodas!- fui a echar a correr hacia la limusina pero, Eric me agarró de la manga.

-¿Qué haces?- parecía molesto- parece que no sepas que si vamos corriendo sospecharán, como si no fuese ya extraño que lleves una funda rosa de guitarra la espalda.

-Félix…uno de mis Essencers amig….bueno, aliados, es ese- señalé con un dedo al joven que iba agarrado de la mano con otra chica de nuestra misma edad- y la funda es rosa porque no quedaba otro color, listillo- en ella estaban guardados tanto mi Talismán como el de Eric. Nos habíamos tomado la libertad de pasar por algunas tiendas.

-No importa Mark, además, ¿desde cuando te dejas llevar de esa manera? Parece mentira que con tu frialdad acabes de cometer ese error de perder los papeles.

Resoplé. Llevaba razón.

-Parece que se ha liado una bien gorda, pero todavía no puedo decir que Félix me esté traicionando. Quizá haya venido de encubierto a liberar a Alissa, no tiene sentido que la ayudase antes para dejarla encerrada ahora…debe de ser eso. Seguro.

-Por ahora tenemos que infiltrarnos. ¿Crees que se darán cuenta de que somos Essencers?

-Desde esta distancia no, no hemos usado ninguna técnica. A menos que tu no estés intentando ocultar la Esencia, algo que sería de muy novato.

-Claro que la estoy ocultando- se quejó- pero el portero del Brindelli no: él es un Essencer también y tenemos que pasar por delante. A esa distancia nos detectará.

-Entonces hagamos un plan- aún seguía mirando como la chica y Félix saludaban al portero y penetraban en el rascacielos. A su vez, el chofer que había conducido la limusina, arrancó y se marchó- bien, ahora mismo tan sólo está el portero.

-Y no sabemos si es o no un Caído…

-La chica que iba con Félix es una Caída, ¿no has sentido el repelús que me ha dado a mí?

-Creo que eso es envidia malsana, pero bueno, si es así, suponemos que el portero también será Caído o, al menos, estará compinchado con los Corruptos.

Giré la cabeza para mirar a Eric, me lo pensé un momento, dubitativo y al fin, dije:

-Silver…tengo una idea, pero no te va a gustar…


(Eric)

Tragué saliva y me despeiné un poco. Mentir no era mi especialidad y, menos aún, si existía la posibilidad de que un tipo me matase si me pillaba. Repasé mentalmente “el plan”: me acercaría solo, le diría que venía de parte de Sigfried (cosa que no me gustaba, puesto que si me dejaba pasar confirmaría que el Supremo tenía algo que ver con los Corruptos) y, antes de entrar, lo dejaría inconsciente con un movimiento rápido e inesperado para que Mark pudiese seguirme. Todo sería más fácil si casi todos los Essencer no conociesen el rostro de Mark, impidiendo que fuese él el que se ocupase de mentir, en lo cual era un experto.

-Buenos días- le dije al portero, él, me miró de arriba a bajo con una inquisitiva mirada de ojos grises.

El hombre era viejo, no un anciano con bastón, pero sus cejas y pelo se habían tornado grisáceos y blancos y algunas arrugas de la edad ya surcaban su cuerpo. Además, pese al esmoquin negro e impoluto que llevaba, parecía bajito y delgado. No imponía. Al menos no a la gente normal. Pero el aura si que me asustó: era claramente la de un Caído.

-¿Un Primario bonachón?- se rió. La única razón por la que no me había atacado era porque le había hablado en vez de haber sacado el Talismán.

-Puede, o puede que no, las apariencias engañan…- una sonrisa malvada apareció en mi cara. La verdad es que no me salió nada mal- pero no tengo tiempo para charlas. Vengo de parte de Sigfried.

-¿Sigfried?, ya veo, ¿pero no viene él de camino?- se interesó.

-De hecho, según me informaron, estaría aquí. Vengo a traerle un mensaje vital para seguir con el plan- no sabía ni lo que decía, pero, al menos, el hombre parecía mirarme con buenos ojos en ese momento.

-¿Puedo saber el contenido del mensaje?

-Eso es algo que no puedo hacer pero…como hermanos de armas, creo que puedo aclarar que se trata sobre la incursión llevada a cabo contra Mark, ya sabes a quien me refiero.

Él estaba al corriente, lo noté en su mirada.

-Ya veo, ya veo, de hecho, me temo que llegas un poco tarde, los Essencers enviados regresaron hace un par de horas, y Black Rose también acaba de llegar, no hace ni diez minutos.

“Black Rose… ¡B.R! la que firmaba en la carta...sí, entonces, ¿era la chica con la que Félix había llegado?”

-Entonces he hecho un viaje estúpido, pero comprenderá que no era seguro una simple llamada, tenía que venir alguien personalmente.

-Claro, ¡no te preocupes! Sigfried no tardará mucho en llegar, pasa y descansa. Habrá una reunión entre Black Rose, Sigfried y Sorrow, creo que estaría bien que también tomases parte.

La cantidad de información y que el mismo portero me dejase participar en una reunión hacía que me plantease la organización de los Corruptos. ¿Hasta los más bajos en el escalafón de los malvados sabían de los planes y tenían derecho a opinar? Parecía hasta irrisorio que los malvados lo hiciesen de esa forma y, nosotros, ocultásemos información a nuestros propios aliados.

Y toda esta charla es simplemente para disimular mi nerviosismo, él había mencionado a Sorrow. Y eso no me gustaba nada. ¿Podría haberme mentido Mark? ¿Se habría hecho un Caído? Sería un motivo más para acudir a aquel sitio…pero no tenía sentido que no me lo hubiese contado. Yo había sido amigo de Sorrow, si era un Caído, ayudaría a Mark a acabar con él.

El Portero me miraba de forma extraña. Seguía allí, a su lado, como esperando por algo. Mis pensamientos me habían distraído y, aún necesitaba averiguar un par de cosas más:

-¿Podría decirme donde se encuentra Thares? Me gustaría también charlar con él, tengo asuntos que discutir.

-Claro, claro, es en el piso treinta y seis, toda la planta le pertenece.

-Una última pregunta, si no le molesta, ¿la chica raptada está en el edificio también?- me miró suspicaz, no le gustaba la pregunta- Sigfried estaba muy interesado en ella, si no se encuentra aquí, recomiendo que se la traslade puesto que estoy seguro de que querrá verla.

Mi puntualización lo calmó un poco pero lo noté tenso:

-Está en la planta menos veinte, la mantienen encerrada allí.

-Muchas gracias por su tiempo- le estreché la mano- voy a buscar a Thares.

Me despedí para irme y entonces, cuando él ya había vuelto la vista hacia el frente en su vigilia, alcé el brazo para darle un golpe seco en el cuello.

Mi mano bajó, él seguía imperturbable. Estaba a escasos centímetros y entonces fue cuando…

-Me pareció entretenido, me tenías convencido hasta que me preguntaste por ella- mi mano impactó contra su cuello pero nada le sucedió.

-Parece que tenemos a un infiltrado del bando de los “buenos”- sonrió macabramente y me pegó un puñetazo que me lanzó hacia dentro del edificio.

Cómo un Essencer preparado que estaba, mientras volaba me fijé en el interior. La sala estaba vacía, sin enemigos…y no me dio tiempo a más: me estampé contra una pared y el dolor del golpe me cegó unos instantes.


(Mark)

Todo parecía ir perfectamente hasta que el golpe que Eric le propinó al portero no sirvió de nada. Intenté llegar a tiempo para evitar que el vigilante le golpease. Fallé: aunque le pegué un puñetazo cargado de Esencia- no podía sacar la barra y pelear con ella en medio de la calle- que lo arrojó al interior del Brindelli, fue demasiado tarde. Mi amigo estaba dentro también.

Cerré la puerta del rascacielos y di gracias que los cristales eran tintados y no se podía ver el interior desde fuera. Observé rápidamente la escena:

Era un edificio extraño, era gigantesco y su suelo, pared y techo alternaban cuadrados blancos y negros. No había un solo mueble en la sala y, con todo pintado de la misma forma empecé a sentir una sensación de agobio.

-Te veo flojo, Eric- me burlé, olvidando momentáneamente nuestra mala situación: estábamos en territorio hostil, pese a que por el momento éramos dos contra uno.

Mi compañero ya se había incorporado y se limpiaba unas gotas de sangre que le caían por la comisura de los labios.

-Tienes un buen derechazo, abuelete- le felicitó mientras alzaba la mano para recoger la katana que yo le había lanzado.

Yo me remangué para dejar a la vista mi segundo Talismán y activarlo mientras dejaba la barra guardada en la funda de guitarra- sí, la rosa-.

-¡No Mark, no lo subestimes!- oí. Pero yo ya me había lanzado hacia el Caído que, le costaba incorporarse.

-¡Acabaré con él de un solo golpe!- Eric pensaba que yo era débil. Y llevaba razón, los dos Talismanes me impedían hacer gran cosa. Al menos tendría que demostrarle que podía ganar a un vulgar abuelo con tan sólo un Talismán.

En un abrir y cerrar de ojos, mientras yo iba a asestarle una puñalada con la cuchilla, el viejo se impulsó y rodó en el aire hacia atrás y se puso en pie. Eso era algo que hasta a mí me costaría hacer sin usar Esencia.

-No me compares con un simple viejo, niñato- entonces me reconoció- no te creas tan importante por haber sido Supremo.

Salté hacia el techo y desde ahí me impulsé para aprovechar la fuerza de la gravedad y realizarle un tajo que no podría evitar.

-¿Lo ves?- me dijo tras parar mi embestida con un puño americano que acabó incrustado en mi estómago- ¡No eres nada!

El golpe me dejó K.O. sobre el suelo, aún seguía teniendo la Esencia y fuerzas en los demás miembros pero…no podía despegar la parte afectada del suelo.

-Te acabo de romper unas cuantas costillas y tu estómago también está un poco afectado…será mejor que te dejes matar rápido.

-¡No tan deprisa!- gritó Eric a la par que una brisa cortante le rajó horizontalmente la espalda del esmoquin al portero- ¡Aún quedo yo!

-¿Tú?- lo miró despectivamente- ¡Eres sólo basura!

Silver no se amedrentó por la acusación:

-¡Mark, déjame mostrarte lo que he mejorado!- saltó hacia arriba y luego, aceleró en el aire para acercarse en milésimas de segundo al Portero. Esa técnica me sonaba de algo… - Demostraré que Sigfried es bueno, no en vano, mi Talismán, fue un regalo suyo. ¡¿Dices que siempre me engañó?! ¡No me lo creo!- mi antiguo subordinado dio dos sablazos en los que el portero tuvo que interponer su puño americano y luego, conectó con una patada baja que desequilibró a su oponente para después, clavarle su arma en el pecho.

Sus golpes, su velocidad…estaban a un nivel muy superior al mío. Para poder vencerle yo mismo, tendría que liberar al menos tres sellos, si no, cuatro. Y cierto era que durante mi periodo de Supremo Essencer, Eric o Silver, aún era un novato Semi-Primario, el tiempo pasa y, en ese momento, era un Primario sumamente poderoso.

-¿Ves?- me dijo, fardando un poco mientras extraía su arma del cuerpo del enemigo.

El viejo seguía en pie, pero parecía apunto de caer muerto en el suelo en cualquier momento.

Pero eso no pasó, en su lugar, el Portero sacó otro puño americano y se lo ajustó en su mano izquierda.

-Parece que tendré que esforzarme un poco, soy Portero, y soy un Caído. Dicho esto, golpeó a Eric en la mandíbula y lo mandó a volar contra otra pared.



(Eric)

-Ese es un nombre un poco ridículo, vejestorio- me sacudí las esquirlas blancas y negras que me salpicaban la ropa y el pelo- ve rezando tus oraciones: Soy Eric, alias Silver y, ¡Te voy a destrozar!


Corrí hacia él mientras intentaba averiguar el punto débil de su posición. No le encontré ninguna abertura en la defensa así que salté para atacarle por arriba.

Portero pegó un puñetazo a la vez que yo descargaba mi arma sobre él. Y fui yo el que acabé impulsado contra el techo.

Estaba a punto de caer del techo justo encima de él, dejándome en una muy mala posición.

-Pf, no quería que Mark viese esto demasiado, no me gusta que me llamen copión. Aquella era una pequeña técnica que Mark había desarrollado, no en vano, la velocidad era su fuerte. Pero vayamos por partes:

La fuerza de la gravedad me despegó y me hizo caer, justo cuando Portero me iba a enganchar con su Talismán, susurré:

-Brisa- Pareció que yo mismo planease sobre el aire durante unos segundos y, aceleré, apartándome del Caído y rodeándole por detrás.

-¡Dejaste desprotegida tu espalda, viejo!, ¡Cortador Blade!- mi espada se tornó de un color transparente tenue de la cual salió disparada un corte en forma de media luna que atravesó limpiamente su espalda en un tajo horizontal- ¡Dirás que no te ha dolido un poco!- me aparté con una voltereta lateral y me quedé hincado sobre una rodilla, evitando así un furioso puñetazo de mi contrincante.

La expresión de Portero no varió un ápice, seguía siendo divertida:

-Te lo dije, eres basura- se arrancó la parte superior del traje, dejando a la vista su tórax.

Y aparte de las naturales arrugas de la edad, no tenía ninguna herida. No le había hecho nada.

-¡Yo soy el Portero del lugar!- vociferó a la vez que entrechocó sus dos puños americanos, produciendo un fuerte sonido que me dejó aturdido.

Cuando levanté la cabeza, aún dolorido por el ataque sónico, vi como todas las baldosas se habían transformado en negras y, acto seguido, una extraña parálisis invadió mi cuerpo.

-¿Qué cojon…?- intenté articular pero, el viejales ya estaba a escasos centímetros de mí y yo aún seguía sin poderme mover.

Sólo fui capaz de ver impotente como me golpeaba con toda la fuerza de su Talismán en la cara.

Y no salí volando como antes. Seguía pegado al suelo.

Más puñetazos cayeron sobre mí. Comencé a sentir el regusto de la sangre en la boca.

Y las baldosas volvieron a su estado original: intercalando el blanco y el negro.

Salté hacia atrás, retrocediendo para recuperar el aliento. El truco de chocar sus dos armas me había atontado a la vez que cambiaba el suelo y, éste, me paralizaba.

No me gustaba esa habilidad.

-Tengo control total sobre mi territorio. Mi amo confía en que proteja la puerta.

-¡No me interesa!

Entrechocó de nuevo su Talismán y, las baldosas cambiaron a un color blanco. Entonces empecé a flotar.

Esa vez no me dejé engañar. Blanco, peso ligero, negro, peso pesado, difícil de mover. Debía de ser algo así.

A pesar de darme cuenta de su estrategia, no pude impedir que pegase golpes tanto a suelo, pared y techo para salir rebotando por toda la estancia y, pasar a mi lado varias veces, todas ellas con un puño preparado para embestir.

No fui capaz de esquivarlo ninguna vez y, salía continuamente volando de un lado a otro.

-¡Deja de pavonear y ponte serio!- oí que me gritó Mark, también flotando aún con su grave herida mientras intentaba avanzar para quedarse en una esquina de la habitación donde, aquella falta de gravedad, había desplazado a la funda de guitarra rosa.

Por el Rabillo del ojo noté como se acercaba de nuevo. Tenía el arma preparada.

Intenté bloquear el ataque aunque de nada sirvió: volví a empotrarme contra una pared, que, misteriosamente seguía intacta, como el resto.

Las baldosas cambiaron de nuevo y caí de culo al suelo.

-¿No lo entiendes?- besó sus dos puños americanos- estas armas, pequeñas y pegadas a mi cuerpo me permiten golpear con relativa facilidad aunque no haya gravedad. Pero la katana, no es igual, te cuesta moverla.

-¿Y? no creas que aún me doy por vencido.

La verdad sea dicha, aunque seguía casi al tope de Esencia, estaba bastante herido físicamente, lo raro es que no tuviese aún ningún hueso roto, como Mark.

-¡Vamos, ven, viejo cobarde!- lo incité. Ya tenía una pequeña estratagema.

Él, a pesar de sospechar algo, vino hacia mí. Me estaba subestimando. Yo también corrí hacia él, dispuesto a un choque entre nuestras armas. El viejo, imitando uno de mis movimientos, saltó al techo y se impulsó hasta mí.

-¡Puño de Thor!- sentí como una gran presión se formaba en una de sus manos. Brillaba de pura electricidad.

Pero era algo que podía esperar dentro de lo que cabe. Mi plan había funcionado. Cerré los ojos y grité:

-Espada, concédeme el poder para protegerlo todo: ¡The Blade!- abrí los ojos e interpuse mi Talismán.

Él aunque sorprendido, continuó con el Puño de Thor e impactó contra mi espada. No me vi afectado, retiré la hoja y lancé un tajo en diagonal que esquivó por los pelos.

-Parece que he perdido algo de versatilidad, es lo que tiene usarla en este modo- apoyé a mi Talismán, The Blade, en mi hombro.

Mark también me miraba confuso ya que ahora sostenía un enorme espadón que ni los hombres más fuertes podrían manejar a dos manos. Su tamaño me tapaba por completo, como un escudo. Y en medio brillaba con un color amarillento una de las tres runas de forma triangular que poseía el filo.

-The Blade, forma Defensiva- les informé.

Portero parecía ligeramente preocupado.

-Así que es verdad que conoces a Sigfried…tú debes de ser el muchacho al que se la concedió…

-¡Exacto!, ¡te venceré!, ¡rescataré a la chica!, ¡le patearé el culo a Thares! y luego, ¡demostraré que Sigfried es un gran Supremo!

-Ya veo…- sonrió- entonces sigamos, nada de eso pasará hasta que no seas capaz de herirme.

-Tengo el poder para protegerlo todo- le recordé- y, ¡no sólo eso!- volví a The Blade a la forma neutra y usé la Brisa para acercarme con velocidad, rodearlo y atacarle por detrás.

-No está mal, pero sigues muy verde- me bloqueó con un solo puño y me iba a golpear con el otro, mandándome a volar, así que debía de hacer algo.

-¡Cortador Blade!- fue lo primero que surgió de mi garganta: el corte lo hizo retroceder un par de pasos, pero, seguía intacto.

-De nada te sirve tu gran defensa. La mía es mayor sin usar ningún tipo de truco- chocó los dos puños americanos y esta vez, no produjo ningún estrepitoso sonido ni el suelo cambió, si no que extendió las manos y un rayo grisáceo se impulsó desde ellas.

-Espada, concédeme el poder para protegerlo todo: The Blade- murmuré antes de que su ataque me diese.

Acabó impactando contra mi espada, la cual usé a modo de escudo y, se desvaneció sin provocar ningún daño.

Ahora, había dos de los tres triángulos brillaban en tono anaranjado.

-¡Puño de Júpiter!- le oí decir justo después de bloquear su anterior ataque.

Su puño volvió a colorearse de azul eléctrico y me intentó golpear. Apenas tuve tiempo de girar sobre mí mismo para bloquear aquel ataque por detrás.

-¿Aún no lo entiendes?- le pregunté- Mi defensa es inquebrantable. No puedes ganar- me jacté.

-Ahora los tres triángulos brillan en color rojo- me dijo- Muchos conocen a The Blade y no a sus habilidades. Pero yo sí.

-Voy a triturarte con el ataque especial de la forma defensiva, ¡tus ataques la han cargado de energía!

Él sonrió y yo retrocedí. No parecía asustado.

-Ya te he dicho que conozco sus habilidades. Se lo que significa los tres triángulos rojos…

Volvió a la carga a gran velocidad mientras recitaba:

-¡Puños de Thor y Júpiter!- ambos brazos fueron los afectados. Ahora su potencia era mucho mayor.

-Joder- dije- la he cagado.

Llegó hasta mí y descargó un golpe a la vez que una luz intensa brilló por algunos instantes.


(Mark)

Miré con preocupación cuando por fin la luz desapareció. Allí, en pie, sólo estaba el viejo, con cara divertida.

Busqué con la mirada a mi amigo y lo encontré hundido contra otra pared. A ese paso se iba a acostumbrar a ello.

-¿Por qué no usaste la habilidad especial?- inquirí- o a caso…perdió contra su ataque.

Él cayó de la pared contra el suelo. No era capaz de levantarse, aún así, me respondió:

-Era mentira…no es ninguna habilidad especial que se tenga que cargar...

...Cuando los tres símbolos brillan en rojo, significa que el poder defensivo de la espada se anula durante un tiempo. Sólo aguanta tres golpes y luego, pierde toda su capacidad de proteger- terminó Portero.

-¡¿Cómo puedes saberlo?!- Eric se levantó de un salto con la frente sangrando, parecía enfadado.

-¿No estabas malherido?- me interesé.

-No, estaba descansando un poco, las peleas continuadas me dejan exhausto- me respondió con una seriedad que rayaba lo cómico. Y siguió fulminando con la mirada a su oponente.

-Eso es porque, un usuario de Talismán Legendario debe conocer a los Talismanes Legendarios que se le parecen…

Mi amigo y yo lo miramos terriblemente sorprendidos por la revelación.

-¿Entonces?…-articuló Eric-…eso... ¿Qué significa?

Me entraron ganas de pegarme cabezazos contra el suelo hasta quedarme con la frente embadurnada de sangre tal y como la llevaba Silver en ese momento.

-Quiere decir que el tiene otro Talismán Legen…espera, ¡¿The Blade es un Talismán Legendario, Eric?!

-Claro- se encogió de hombros- todas las personas fuertes los solemos tener.

Me sentí desmoralizado…yo no había visto ni de lejos ninguno hasta hacía bien poco- cuando oí de Thares que Darks estaba usando uno mientras yo perdía patéticamente contra el Nigromante, para ser exactos.

-Escúchame, niñato: no creas que eres el único con un Talismán Legendario que cambia de forma…- Portero chocó las manos y sus dos puños americanos se transformaron en dos espadas: una igual que la de la Forma Neutra de Eric y la segunda a mi propia barra de hierro (que todo Essencer sobre la faz de la Tierra conocía al menos de oídas)- yo, estudié todas las armas legendarias capaces de cambiar de forma y, luego, me decanté por la mejor.

-Ese es…el Cáliz de los Ángeles- dijo Eric, entre extasiado y sorprendido.

-Correcto. Es el Talismán Legendario más poderoso de su tipo. Tu “The Blade” es algo secundario si tenemos que comparar-Portero mostró sus dientes, dando ya la victoria por algo conseguido- No podías ganarme y, ahora estás acabado. No puedes luchar contra un Talismán que no tiene ninguna debilidad.

-Silver, no puedes perder… si no, ¡no presentaré a una chica que te puede interesar!- era mi última baza.


(Eric)

-¡Haber empezado por ahí!, ¡tú si que sabes como motivarme, Mark!

Alcé mi espada- es verdad que la forma defensiva necesita un tiempo para recuperarse, aún así, aún tengo la neutra y…- sonreí.

-Espada, concédeme el poder para cortarlo todo: The Blade- una luz me envolvió.


(Mark)

Una luz rodeó a Silver y, de ella, surgió una voz:

-¡Cortador Blade!

Su ataque pilló desprevenido a Portero y lo golpeó en el hombro, que comenzó a sangrar.

-¡Tú!…has conseguido cortarme con ese ataque- su cara era de incredulidad- ¿Cómo has podi…?

Antes de que terminase de formular la pregunta, otro Cortador Blade salió disparado, pero Portero lo bloqueó con sus dos réplicas.

-¿Crees que eso era todo lo que tenía?- la luz desapareció.

Eric sonreía con una nueva espada en la mano.

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Quiero dar la gracias a Caradryan por su ayuda para éste capítulo y, algunas cosillas que usaré para la continuación de la pelea ^.^ thx

jajaja Eric acaba siempre empotrado en todas partes xd

Y a Mark ya se porque se le rompieron los huesos, tiene la enfermedad de los huesos de cristal xdd

buen cap, espero la conti

joder.... pork me gustan la sparedes??? TT.TT bueno sigeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

a la espera del proximo cap ^^

este capi si ke esta bien espero la continuacion pero ¿portero? ¿no tenias un nombre mejor? bueno apartando eso buen capi

buen capi, sigue asi aver si nos enterams de donde sale la horquilla de Renea

Gran capitulo Evan. quiero ver la forma ofensiva de The Blade ¡YA!

(Darks)

El camino empedrado que atravesaba, sinuoso, aquella arboleda tocaba a su fin. Frené el coche y eché el freno de mano. Me tomé unos segundos para decir:

-Ya hemos llegado.

Alissa no me hizo caso y, me di cuenta de que estaba dormida. Agarré su brazo y la zarandeé lo suficiente como para que diese un brinco.

-¿Qué pasa? ¿Dónde están los malos?

-Nada de eso, ya hemos llegado. Estamos en la base de “Enfants du Soleil”- sonreí, condescendiente. A pesar de no llevar mucho en el negocio y ser débil, Alissa se lo estaba tomando muy bien, no tenía crisis nerviosas ni existenciales y cosas así, algo natural si de repente viene gente y no sólo te dice, si no que, te demuestra que todo lo que has creído durante tu vida era mentira y, que la verdad, es aquello que la sociedad tachaba y daba por ilusiones fantásticas.

-¿Pasa algo?- me dijo. Me había quedado pensando mientras la miraba.

-No, no es nada, sólo pensaba que en cuanto madures un poco más, serás una buena Essencer.

Me desabroché el cinturón de seguridad y salí del coche para estirar las piernas.

-Me da un poco de corte- oí como me confesaba Alissa, a mi lado, estirándose también.

-Tranquila, son buena gente.

Caminamos lentamente hasta el edificio que se extendía a menos de cien metros: una gran construcción de más de quince pisos, completamente de madera y, junto a una cascada.

-¿Te gusta?- le pregunté.

Ella asintió.

Abrí la puerta y cuando pasamos grité a pleno pulmón:

-¡Darkspinus ya está aquí!

Les faltó tiempo para que un corro de curiosos se arremolinase a mi alrededor.
-¿Qué ha pasado Darkspinus?

-¿Es verdad que Max…?

-¿Y Renea y Korhil?

-¿Lo de que conociste a Mark y en verdad es de nuestro bando, es cierto?

Las preguntas volaban. La información que mis amigos y yo habíamos pasado al Gremio desde nuestra partida para rescatar a Alissa y adiestrarla la habíamos filtrado con cuentagotas.

-No es el momento chicos, tengo que hablar con el Maestre…-me abrí paso entre ellos con suavidad pero firmeza.

-¿Quién es ésta chica?

-¿Es la que fuisteis a reclutar?

-Más tarde contestaré a vuestras dudas compañeros, pero, el deber me llama: tengo que informar a los superiores de la situación actual.

Alissa y yo llegamos al final de la multitud de curiosos y fuimos hasta un ascensor metálico que, desentonaba con el resto de mobiliario de madera. Pero no se me escapó de la vista alguien.

Quizá fue el único que no me preguntó: se limitó a situarse en la última fila de la multitud apilada en la sala y, a mirarme, afectado.

Se trataba de un muchacho alto y desgarbado, un par de años mayor que yo, desde mi ausencia debía de haberse convertido ya en mayor de edad. Su piel era de un color blanco y estaba muy delgado, casi consumido.

Se llevó una mano a las gafas que llevaba y que ocultaban sus ojos marrones para colocárselas. Hizo que los cristales de la montura brillasen un segundo.

Sí, con él si que tenía de que hablar…

Aunque había cambiado un poco: ya no llevaba el pelo castaño despeinado como antes, si no que ahora lo llevaba corto y peinado con estilo y mucha gomina.

-Ragna…

-Darks...

Alissa se aferró a mi espalda a la par que me incitaba a seguir andando para que la multitud no nos volviese a rodear.

Conseguimos guarecernos en el ascensor y subimos a la penúltima planta, donde estaba el Maestre…


(Ragna)

Habían pasado más de cuatro horas desde la llegada de Darkspinus y la chica pero, aún seguían discutiendo con el Maestre en el interior de su despacho.

Mientras tanto, yo esperaba a fuera, necesitaba confirmar algunas cosas para, poder ir con la mentalidad tranquila a aniquilar Essencers.

La puerta del despacho al fin se abrió y Darkspinus y su compañera salieron. Parecían agotados.

-Sabía que estarías esperándome Ragna- me hizo saber Darks.

-Tengo que hablar contigo…- señalé a ambos para que me siguiesen y, terminamos en una habitación.

-Sentaos y poneos cómodos…

-¿Qué tal estás?- intentó descentrarme Darks, pero no caí en su trampa.

-Dime la verdad, ¿mi hermano murió? ¿Lo asesinaron?

Darkspinus se llevó una mano a la cabeza.

-Sí, Max se convirtió en una Bestia Corrupta por culpa de una extraña Essencer y, no sobrevivió a la noche de las alcantarillas de la que informé, no sé exactamente quien lo mató, supongo que Sorrow.

-¿Qué pasó con el resto?

-Ya le he contado todo al pie de la letra al Maestre…pero está bien, te lo podré resumir: Mark es de los nuestros, en principio, se estaba volviendo Caído sin darse cuenta para vengarse de Sigfried, pero, ésta chica- señaló a Alissa- lo cambió para bien y, nos ayudó mucho. En las alcantarillas, después del ataque del extraño niño que nos derrotó a todos, algo de lo que también os dijimos mediante una carta, Korhil y Sorrow se quedaron a protegernos y murieron.

-¿Y Renea?- pregunté.

-Pasaron los meses, fuimos a una base secreta de Mark donde entrenar, allí, estábamos cinco o seis Essencers, pero, nos descubrieron unos Caídos, entre los cuales estaba Thares y, la raptaron, confundiéndola con Alissa- volvió a señalar al a chica.

-¿Por qué querían a Alissa?- mis preguntas hacían diana.

-Porque es algo así como la novia de Mark- la tal Alissa se sonrojó profundamente- querían destruirlo a él. Ah, y Alissa me salvó la vida: perdí un combate y me la robaron…

-Chsss- lo hice callar- nadie sabe que tú la tenías. ¡Si te descubren estoy muerto!


(Darks)

Era cierto, Ragna me había ayudado a recuperar el Talismán Legendario Vampírico: la Espada Visceral. Claro que por una suma nada despreciable de dinero- era un mercenario que ayudaba de vez en cuando a los “Enfants du Soleil”. De hecho, en ese momento no nos encontrábamos en su habitación, si no, en la habitación de Max.

-Vas a ir a por ella, ¿verdad?

-Sí, he averiguado muchas cosas: su nombre de Essencer es Black Rose, su nombre verdadero, Marisa.

-¿Sabes dónde está?

-Sí…pero lo que es más importante: no es una Essencer cualquiera. Es una Nigromante.

-¿A qué te has dedicado en todo éste tiempo?

-A informarme, como ya te he dicho. En realidad, sé mucho más que tú: tu Espada Visceral fue robada por un antiguo Obispo que, “curiosamente”, se encuentra en el mismo lugar que Black Rose, ¡ah! Y tú amigo Mark junto con la mano derecha de Sigfried, Eric, han ido a rescatar a Renea…pero hay algo que no sabes.

Conforme hablaba empezaba a encajar piezas. ¿Pero que era lo que no sabía?

-Otro de tus amigos Essencer, Félix –sí, no tenía duda de que Ragna nos habría investigado- está de parte de Black Rose.

-¡No!, ¡eso es imposible!- estalló Alissa. La chica, que se había mantenido en silencio todo el rato, ante aquella acusación había sacado la cara por su compañero.

-Es cierto, pero tiene su explicación. Una que a ti no te voy a dar ya que Darks y yo nos ocuparemos de esto…


(Ragna)

-Verásacompañadme- comenzaba a emocionarme y, a enfadarme a partes iguales.

Había confirmado a la asesina indirecta de mi hermano.

Darks y Alissa salieron del a estancia pero, paré a Alissa.
-Tú vas a bajar a la entrada y esperarás en un sillón, ¿vale?

Gruñó pero obedeció.

-Mientrasellasevaporelascensor- dije, pero, suspiré. Mis palabras atropelladas siempre surgían en momentos tensos como aquel, debía de tranquilizarme- nosotros…iremos…allaboratorioquiero….que…veasalgo.

-Te veo menos despistado de lo normal- me alabó Darks- antes siempre te ibas por las ramas.

-Hoynohaytiempo…compañero, yadivagaréenotraocasión.

Bajamos un par de pisos por las escaleras y pasamos a por una puerta de nogal a un laboratorio.

Caminamos por entre distintas salas del lugar que obviaré hasta que llegamos a lo importante.

Corrí una cortina.

-¿Lo trajiste?

-Sí. Fui a las alcantarillas con unos cuantos “Enfants du Soleil” cuando nos llegó vuestro mensaje. Recuperamoselcuerpo –inspiré y espiré varias veces más- y lo trajimos.

Allí, sobre una camilla, estaba el cuerpo de la Bestia Corrupta de Max.

-Es extraño como estos bichos nosedescomponen…-comencé a argumentar- megustaría sabermás sobre esto…

-Ya empiezas…bueno, ¿para qué lo quieres?

-¿No está claro?- respondí.

Me acerqué al cuerpo de mi hermano muerto y puse la mano sobre una de sus pezuñas. Allí, había mezcla de la piel de animal con hierro.

-Quiero extraersuTalismán, que quedófusionado a laBestia.

-¿Cuánto tardarán?

-Elmétodo ya está resuelto…se llevará a cabo cuando delaorden.

-Veo por dónde vas… ¿usarás también ese Talismán?

-Porsupuesto.

-Entonces…quieres pedirme que cuando extraigan el Talismán y tú lo juntes con el tuyo, te acompañe a la base donde está Black Rose y algunos de mis compañeros y Renea para sabotearla, ¿no?

-Síeslosuyo, quieroquevengas…peroBlackRoseesmía.

-Vale, te la dejo. Tómate una tila que cuando hablas rápido no hay quien te entienda…

Asentí, llevaba razón, por eso, no me gustaba sulfurarme y mantenerme siempre indiferente y frío.

-Ah- me dijo Darks- lo del Cura es algo personal…yo te dejo a Black Rose y tú me dejas al Cura.

-Trato hecho- me costó decirlo separado.


(Korhil)

-¿Qué alegas, Korhil?- me preguntó el juez.

-Lo hice pensando en nuestro propio bien, no en el suyo. Si ayudé demás a mis compañeros Essencers mientras estaba infiltrado fue porque lo creí oportuno para salvaguardar nuestro plan.

-En cambio…lo pusiste en peligro. Está bien, Korhil, por tus servicios no serás castigado pero, no saldrás de aquí hasta que todo acabe. Las emociones humanas te han trastocado y necesitas reflexionar- dictaminó el Essencer Juez.

-El acusado, el Santo de Primera Línea, Korhil, queda relegado de su cargo hasta que la Operación Noé no se complete- dijo otro Essencer del Tribunal.

-Se levanta la sesión- el mazo del Juez cayó de manera irrevocable.

Abandoné mi puesto de acusado y salí del Juzgado visiblemente molesto.

-Menuda mierda- dijo John Ramírez, que había estado viendo el juicio- y encima, nuestro trato también se rompió y los Santos nos vais a borrar la memoria a todos los que sabemos sobre vosotros…en tres días no te recordaré Korhil.

-¿Y qué quieres que haga?- pegué una patada al aire- ¡yo tampoco quiero esto!

Los Santos con los que me cruzaba “en aquel idílico mundo” se me quedaban mirando. No era normal el gritar.

Todo complicado, sí, yo era un Santo infiltrado entre los Essencers normales para informar sobre sus movimientos a los míos…pero luego, había conocido la amistad. Y no podía olvidarla.

Aunque había echado de menos en un principio aquel plano construido por Santos para refugiarnos del mundo natural, ahora, quería volver al mundo humano. No era complicado pero, si salía, los Santos vendrían a detenerme.

-Debe ser una jodienda…-siguió “blasfemando” John- saber lo que pasa y no poder actuar…

-¿¡No lo entiendes!?- chillé- ¡Yo sabía que Marisa era Black Rose!, ¡Yo sabía que Sigfried era un Caído!, ¡Yo sabía lo del Döppelganger de Mark! Y a pesar de ello, no hice nada, apenas pude ayudarlos, cuando, ellos confiaban en mí…incluso dejé a Sorrow morir. Podría haber luchado contra Black Rose, haberle plantado cara a aquel niño pequeño que en teoría me derrotó con tanta facilidad…pero no lo hice.

-Seguías órdenes- trató de animarme mi amigo- no tenías opción.

-La tuve, pero, preferí ignorarlos y seguir con algo de lo que ni yo estaba convencido.

-Aún queda tiempo…dos años.

-A lo sumo John, a lo sumo. ¿Y qué puedo hacer yo? Tengo prohibido salir y, nadie se interpondrá en el plan.

En ese momento, caminábamos por una réplica de Nueva York y, John me hizo pasar por un callejón.

-Escapemos Kor, escapemos.

Suspiré:

-Nos pillarán.

-No, no lo harán.

-Necesito recuperar mis Talismanes.

-Eso es fácil, no te han prohibido cogerlos.

-¿Y dónde iremos?

-Tú eres el que sabes lo que pasa en este momento…

-Sí…están en Roma.

-Los Santos no saldrán del plano si huyes lo suficientemente lejos, y, Roma está suficientemente lejos. Prefieren seguir con su plan, aunque lo sepan los Essencers, no podrán detenerlo.

-Muy bien, entonces, escapemos.


(Darks)

-Tranquila, el mismo Maestre te ayudará a fortalecerte como Essencer.

-¡Quiero ir con vosotros!, ¡Allí está Mark!

-Es muy peligroso, no estás a la altura aún, entiéndelo…

-¡Mark me necesita!-Alissa pataleaba para acompañarnos a Ragna y a mí al “Brindelli en Roma” dónde estaban nuestros amigos. Y yo, la convencía de lo contrario.

-Debemosirnos- dijo Ragna- o puede que sea demasiado tarde.

-¡Dejadme ir!-siguió diciendo ella.

-Noirás- le contestó al fin Ragna- nopuedessobrevivir. Sóloserásunestorbo.

-Te prometo que traeremos a Mark y a Renea sanos y salvos, ¿vale?- aquella chica me daba un poco de pena, para mí, era algo así como una hermana pequeña, aunque, no sabía hasta que punto tenía confianza con ella, hice lo que creí oportuno: la abracé y la besé en la frente- Tú tienes que quedarte aquí, por favor, ¡ya sabes como se pondrá Mark si vas a rescatarle!

Ella sonrió-está bien- me devolvió el abrazo y luego, me soltó- ¡marchaos antes de que cambie de opinión!

Salimos del edificio del Gremio y Ragna me condució a un claro del bosque donde había una pequeña pista don diferentes aviones y helicópteros.

-Así será más rápido- dijo.

-¿Te has tranquilizado?

-Sí, no es momento de perder los nervios: voy a destrozar a Black Rose y, necesitaré estar concentrado al máximo.

Nos subimos al que parecía el avión más rápido y despegamos el vuelo.

Íbamos a tener un día movidito.

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Mwahahaha, ¡nada de la lucha de Eric! Os tenía que dejar con el intríngulis un capítulo más bueno, como habéis leído, un capítulo de presentación de personajes y un poco de desarollo de la trama ^.^ No es brillante, lo sé, pero era necesario, yo también quería hacer el combate de Eric T.T

Y quién sabe si el próximo capítulo será ya el combate o sea otra cosa....jejejej xD

Buen cap aunque no hubiese accion ya sabemos algom as de personajes como korhill y Drks =) espero la conti