Kingdom hearts 2.5 La gran guerra

un poco corto pero esta bien una pregunta ¿por que clava la llave-espada en el suelo?

agotamiento XD la clava y se apoya en ella. Kairi no esta preparada para un combate tan reñido XD

Aqui teneis otro.

Dentro de poco comenzara una de mis partes favoritas xD


Cuando Kairi miró a su alrededor se los encontró a todos mirándola.

-¿Se puede saber qué os pasa?- Dijo Kairi seria. – ¿Acaso nunca habéis visto matar a un sincorazón?

-No es por eso.- Dijo Krhis. –Es que estamos sorprendidos de lo bien que te manejas sola.

Kairi se llenó de satisfacción. Había demostrado a sus amigos que no era la damisela en apuros del grupo, que era capaz de pelear igual que ellos y que no era un estorbo. Podía ayudar y lo había dejado más que claro.

-Bah.- Respondió ella. –Aun me queda mucho camino por recorrer.-

-No creas.- le respondió a su vez Goofy. –Tienes talento para la lucha, si lo pules, seguro que conseguirás sorprenderte incluso a ti misma.-

Una vez se tomaron las pociones, se dispusieron a infiltrarse en el castillo con ayuda de un mapa que les había entregado Kagura justo antes de partir y que les facilitaría enormemente el tener que dar vueltas por todo el castillo hasta encontrarlo.

Pero cuando llegaron a sus aposentos no había nadie. Sin hacer ruido comenzaron a registrar la habitación en busca de cualquier cosa que les fuera útil; no mucho: solo 150 platines y un maltrecho libro que solo a Alex le pareció interesante sobre técnicas de combate.

Cuando salieron de la habitación vieron al otro lado del pasillo, una figura a la que no consiguieron verle el rostro ataviada con una piel de mono blanco como la nieve que se escurría entre los pasillos y no conseguían alcanzar hasta bien entrada la noche, donde la vieron salir al patio, al salir la vieron en medio del patio, se dio la vuelta y encaró a Sora y a los otros.

-Creo que ya he jugado bastante con vosotros.- Dijo el hombre de la piel de mono.

-¡¿Quién eres?!- Gritó Riku. -¡¿Acaso eres Naraku?!

-Vaya, el chaval nos ha salido listo.- Se burló Naraku mientras se despojaba de la piel.

Naraku no parecía un amo sanguinario ni mucho menos, hablaba con tranquilidad y casi con cortesía, llevaba un kimono holgado, de un color azul eléctrico con detalles verdes su pelo era negro y largo hasta la cintura
Con el iris rojo como la sangre y los ojos tenían una marca azul alrededor de ellos, a ello se le sumaba el rostro de un hombre joven de mirada seria.

-¿Se puede saber por que estas en este mundo guaperas?- Dijo Manu en un tono burlón.

-Es simple.- Dijo Naraku con tranquilidad. –En realidad me parece inútil robar el corazón de este mundo pero, así me lo mandó Ragnarok y supongo que tendrá buenas razones para ello.

-¡Estas loco!- Gritó Sora fuera de sí. -¡¿Acaso no sabes que es lo que pretende?!-

-Si.- Dijo Naraku sin rodeos. –A mi no me importan los mundos ni los planes de Ragnarok, lo único que ansío es el poder, nada más.-

-Que así sea.- Dijo Sora mientras se fusionaba con Donald y Goofy en la forma final. –En ese caso no tengo más remedio que acabar contigo. Una persona como tu merece la desaparición.-

-Que valentía muchacho.- Dijo Naraku, su cuerpo comenzó a transformarse. –Pero no soy una persona. ¡Soy un demonio chaval! No tengo corazón que puedan robarme los esbirros de Ragnarok. ¡Vas a necesitar mucho mas que esa estupida transformación para derrotarme!-

El kimono se desgarró y Naraku mostró su autentica forma, de cintura para arriba no había cambiado, pero de cintura para abajo era una masa informe de colas, tentáculos, garras, algo parecido a patas de cangrejo y muchas cosas mas que hicieron que a Alex le dieran ganas de vomitar... y no era el único porque Krhis ya lo había hecho en una esquina y en los demás se mostraba una cara de asco bastante perceptible.

-Déjame adivinar.- Dijo Manu. –Eres malvado porque hasta le dabas asco a tu madre ¿Verdad?-

Naraku simplemente respondió lanzando uno de sus tentáculos a modo de látigo contra ellos que fue cortado inmediatamente por Riku, Alex dio un salto para llegar a la cabeza y cortársela, sin embargo una de las patas de cangrejo le dio de lleno tirándolo al suelo, Sora se lanzó contra él haciendo girar las espadas y cortando los tentáculos que se le acercaban mientras Kairi le lanzaba la llave espada imitando el tiro mortífero de Sora, Riku por su parte se lanzó como una flecha disparando las razias tenebrosas a la cara del demonio, por ultimo Krhis lanzaba flechas que se dividían y golpeaban al monstruo por todo el cuerpo.


Los tentáculos los agarraban y los lanzaban de aquí para allá, alejándolos de su dueño, pero por más que lo intentase, Naraku no podía defenderse de todos a la vez, eran demasiado rápidos para golpearlos de forma contundente, y para terminar de empeorar las cosas, Kagura no aparecía por ningún lado, así que llamó a su último recurso.

-¡Ven mi Heraldo!- Gritó Naraku. -¡Acaba con mis enemigos!
Enseguida apareció, montado sobre el lomo de su monumental tigre, con su espada negra en la mano izquierda y su lanza blanca en la derecha, cuando se plantó ante el elegido vio como llegaba Kagura, si embargo abrió un portal y entró por el, Kagura lo siguió sin mediar palabra.


-¡SE HA ESCAPADO!- Gritó Donald furioso. -¡MALDITO COBARDE!

-Tenemos cosas de las que ocuparnos antes.- Gritó Riku mientras bloqueaba el golpe de la lanza del Heraldo con su arma y mantenía las fauces de su tigre abiertas con la ayuda de la mano y la pierna derechas. – ¡Así que ayudadme de una maldita vez!-

Krhis saltó sobre el lomo del animal y atacó a su jinete, si embargo el Heraldo bloqueó el ataque y lo mantuvo para que su atacante no pudiera moverse, apartó la lanza de Riku y fue a clavársela a Krhis pasando la punta por detrás de la espalda, por suerte, el golpe no llegó a su objetivo ya que desde esa posición no pudo golpear con toda su fuerza y eso permitió a Alex sujetarla con la mano y mantenerla debajo de el brazo izquierdo, Alex envolvió su guantelete con su poder elemental y comenzó a dar puñetazos en la cabeza del Heraldo con todas sus fuerzas.

-¡NO... VAS... A... MATAR... A MI AMIGO!- Cada palabra iba seguida de un puñetazo mas fuerte que el anterior.

Mientras tanto Kairi, Goofy y Sora estaban golpeando los cuartos traseros del animal y evitando los ciegos zarpazos que daba con sus patas traseras.

Por la parte de delante Riku había clavado su llave espada en el paladar del sincorazón, pero se negaba a penetrar mas, ni siquiera golpeando el arma con la pierna conseguía moverla, miro hacia detrás y vio a Manu concentrando sus energías, el le devolvió la mirada y sin ni siquiera mediar palabra comprendieron el plan, Manu dio un salto sobre el tigre y le dio un mazazo lo mas fuerte que pudo en el cráneo del sincorazón justo cuando Riku de daba una patada con todas sus fuerzas en el mango de la llave espada, lo que provocó que el arma atravesase el cráneo con facilidad.

El animal profirió un enorme rugido y comenzó a salir un líquido negro de la herida, y luego se desvaneció haciendo caer a todos los que se encontraban encima.

Todos estaban agotados y se prepararon a enfrentarse al Heraldo, el cual tenia el casco machacado a golpes y la armadura rota, ya que en la caída Krhis le clavó sus espadas varias veces en el pecho, pero cuando parecía que iba a atacar comenzó a escupir el mismo liquido negro que su montura y se desvaneció sin mas.

esta mu bien. buen capi ^^

el heraldo muere penosamente jajaja mu buen capi espero conti

Ooooh, se escapó -.-' En fin, buen capi, 3 comments ... así que the next one!

Otro capitulo mas!!!!!


-¿Ya esta?- Dijo Donald jadeando. – ¿Esto es todo lo que nos puede ofrecer Naraku?

-Al parecer no duda en retirarse si ve que no tiene todo de su parte.- Soltó Alex tirado en el suelo. –Es una pena, pensaba que podía dar mucha mas guerra.-

-Será mejor no bajar la guardia.- Dijo Kairi con gesto preocupado. –Si es como nos ha dejado ver, tal vez no dude en atacarnos si ve que estamos cansados.-

Sora se acercó y se cargó a un inconsciente Riku a la espalda. –Larguémonos de aquí, este sitio me pone enfermo.-

Manu se acercó a Kairi y le susurró: -Tú lo conoces de mucho antes que yo. ¿Sabes que le pasa?- A lo que Kairi le respondió: -No tengo ni idea. Jamás lo había visto tan furioso al enfrentarse a alguien.-

Avanzaron por el castillo hasta llegar a un muro con un gigantesco portón, en cuanto lo atravesaron vieron que no había mas que un circulo de luz flotando apaciblemente sobre un trozo de tierra, y mas adelante, el olvido, así que no tuvieron mas remedio que usar el circulo para llegar a la nave gumi. Sin embargo cuando observaron el mapa se dieron cuenta de que el castillo de Naraku era un mundo aparte de las tierras del clan, es mas, las tierras del clan quedaban muy lejos para volver y luego dar la vuelta, ya que al usar el circulo de luz, la nave se había teletransportado directamente a su ubicación y no habían podido trazar una ruta hasta el castillo... De manera que, lejos de cualquier mundo conocido, o de cualquier mundo en si, pusieron en marcha los motores y se encaminaron hacia el siguiente mundo.

Los días pasaban y Sora no dejaba de cavilar sobre Naraku, no era el primero que
conocía que deseaba el poder de Kingdom Hearts a costa de muchas vidas, ni seria el ultimo, sin embargo no podía comprender como sus palabras le habían despertado un odio tan profundo hacia él que lo había hecho luchar casi sin darse cuenta, por otro lado, le preocupaba el hecho de que pudiera manejar a los sincorazón sin que estos le arrebaten su corazón. En ese caso puede ser un enemigo peligroso si decidese crear sincorazón sin pausa.

Mientras meditaba sobre esto Kairi apareció por la puerta de su habitación.

-Sora, ya hemos llegado.-


Al bajar de la nave se encontraron en la plaza donde estaban las tiendas, sin embargo alli no había ni un alma. Ni en la heladería ni en cualquier otro lugar.

-Creo que lo primero que deberíamos hacer es ir a ver a León para informarles del plan de Sephirot y pedir ayuda.- Murmuró Donald algo tenso.

Bajando las escaleras observaron que algunas casas tenían los cristales rotos y habían pintado el símbolo de los sincorazón en las paredes de otras, al llegar a un recodo, unos chavales vestidos de negro y con el símbolo de los sincorazón cosido en sus ropas saltaron de los tejados de las casas y rodearon al grupo. El más alto del grupo se adelantó.

-Alto forasteros.- Exclamó el chico con aire de superioridad. –No podéis pasar de este punto a menos que paguéis un tributo a los sincorazón, o lo que es lo mismo, a nosotros.-

-Lo siento mucho.- Dijo Manu adelantándose hasta el que parecía ser el jefe de aquellos “sincorazón”. –Pero no tenemos dinero para pagaros.-

-Pero queréis pasar. ¿Me equivoco?- Respondió el jefe.

-Exacto.- Respondió Goofy.

-Bueno jefe.- Dijo otro de los macarras poniendo una mano sobre el hombro de Kairi. –Igual esta monada pueda hacernos un favor a todos, no se si me entiende.-

Kairi inmediatamente agarro la muñeca del pandillero y se la retorció hasta detrás de la espalda. –Espero que consideréis un favor que esta “monada” os devuelva a vuestro amigo ileso.-

Aquellos pandilleros automáticamente sacaron unas navajas y amenazaron al grupo con ellas. –No os hagáis los héroes por favor.- Dijo el jefe sin ningún cambio en su voz. –Soltadlo y marchaos si queréis salir sanos y salvos de aquí.-

-Por el amor de dios.- Dijo Riku con un suspiro. –Será mejor que digas: Soltadlo y nos marcharemos sin causar problemas.-

-¿Cómo dices chulito?- gritó uno de los macarras que se acercó a Riku con la intención de apuñalarlo, Riku simplemente lo agarro por la muñeca y dio un brusco movimiento hacia abajo haciendo que esta se rompiera y el pandillero soltara la navaja, luego lo atrajo hacia si y le dio un puñetazo con todas sus fuerzas en el estomago haciéndolo caer de rodillas al suelo.

-Parece que no sois tan duros después de todo.- Dijo Krhis mirando a los pandilleros que se pusieron a temblar al ver a su compañero tirado en el suelo.

-¿Así que os creéis duros de pelar eh?- Dijo el jefe guardando su navaja y
desenvainando una katana que llevaba sujeta en la espalda. –Veamos que tenéis que decir a esto.-

-Dejadme este pringado a mi.- dijo –Manu llamando dos cuchillos de su brazalete y colocándose en posición de batalla, con los cuchillos agarrados con la punta mirando hacia el suelo, el jefe se colocó agarrando su arma con una sola mano colocándola paralela al suelo y poniéndola frente a él. El combate se resolvió de un solo movimiento cuando el jefe de los pandilleros intentó dar un tajo de izquierda a derecha a Manu con su katana, el cual solamente chocó su cuchillo contra el filo del arma partiéndolo en dos, al ver a su líder derrotado, los macarras huyeron despavoridos, uno de ellos (el que Kairi le retorció el brazo) no huyo hasta que esta le dio una buena patada en el culo.

-¡Esto no quedara así!- Dijo el jefe de los matones. – ¡Nuestro líder Ragnarok os enseñará donde esta vuestro sitio os lo aseguro!-

-Con que Ragnarok esta aquí.- Dijo Alex con la cara seria.

-Quien iba a pensar que se escondía aquí...- Dijo Kairi con aire pensativo.

-Es sencillo.- Respondió Donald. –No existe lugar en el que estés mas seguro de un enemigo que su propia casa.-

-¿Pero por que usar a unos pandilleros de tres al cuarto para imponer su poder?- Preguntó Alex apoyado en una pared.

-Creo que nuestro trabajo aquí es averiguarlo.- Dijo Sora.

Pero sin previo aviso una figura veloz salio corriendo de una esquina a una velocidad antinatural y se abalanzó sobre un desprevenido Sora haciéndolo caer de morros contra el suelo. Pero antes de que la figura se pudiese incorporar ya tenía la llave espada de Kairi en el cuello. –Levántate, despacio.- Dijo Kairi con la voz más amenazante que pudo usar. Cuando el asaltante misterioso levanto la mirada hacia ellos, Kairi se quedo de piedra al ver a una especie de clon de si misma: su rostro era exactamente igual al suyo, pero parecía que se habían revertido los colores: tenia la piel de un color oscuro, los ojos eran rojos como la sangre y el pelo de un color azul eléctrico, llevaba una camiseta blanca que le llegaba por encima del ombligo, con dos franjas negras que iban desde la parte derecha de la cadera hasta el hombro izquierdo y unos pantalones negros a los que les faltaba la manga izquierda mostrando la pierna con un tatuaje tribal que, por lo que se podía observar, le iba desde el costado hasta el tobillo cogiéndole la mitad de la pierna, la otra manga del pantalón estaba llena de bolsillos y, entre ellos, había unas brillantes cadenas del color del oxido, tenia puestas unas botas de combate de color negro verdoso, en las manos tenia unos guantes negros sin dedos y en el cuello llevaba una especie de pequeño cinturón ajustado y un collar plateado del cual colgaba una pequeña esfera carmesí.


-¿Se puede saber que pretendías saltándome encima?- Exclamó Sora con una mano en la boca para comprobar que todos los dientes siguiesen en su lugar.

-¿Qué pasa?- Dijo la chica con cara de sorpresa. -¿Ahora una no puede saltar sobre su novio?

LOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL

Batalla de mujeres Rulz mwahahah jajajj

Ooooh...poor Kairi, tiene rival. Este tipo de cosas me encantan xD

un clon? esto se pone interesante

vamos zero, tu puedes hacerlo danos un capi mas, q me muero de inpaciencia ^^

Aqui teneis otro tios xD. que os aproveche!!!!!


-¡¿SU NOVIO?!- Exclamaron todos que automáticamente posaron sus miradas sobre Sora.

-¡Yo no se de que diablos esta hablando!- Exclamó Sora asustado.

-Ayyy, pillín.- Dijo Alex a Sora dándole golpecitos con el codo. –Que calladito te lo tenias.-

Sora simplemente señalo a la chica y dijo: -¡Pero si no te he visto en mi vida!-

-¿Acaso es que ya no me recuerdas Sora?- le respondió la chica con carita triste. – ¿Ya no recuerdas todo lo que pasamos juntos?-

-Te lo vuelvo a repetir: No te conozco de nada.-

-¿Es eso cierto Sora?- Preguntó Kairi. -¿Es tu novia?

-¡Te digo que no!- Casi gritó Sora.

-Pero si tus amigos lo pueden comprobar.- Volvió a decir la chica señalando a Donald y a Goofy. –Nosotros no sabemos nada. – Dijeron Goofy y Donald al unísono.

-¿Lo ves? Te estas confundiendo de persona.- Dijo Sora con una sonrisa desesperada.

-¡Que no!- Volvió a gritar la chica. –Eres tú, Sora, el elegido de la llave espada.-

-¿Y según tu como os conocisteis?- Pregunto Krhis con curiosidad.

-Pues bueno...- Comenzó a relatar la chica. –Todo comenzó hará un par de meses. Un día estaba yo caminando por el mercado con una montaña de paquetes y me tropecé contigo y me caí, entonces tu que eres todo un caballero, me tendiste la mano, me pediste perdón y me ayudaste a levantarme y a volver a coger los paquetes, luego te fuiste y no te volví a ver hasta el día de hoy... Fue amor a primera vista.-

-¡¿Y ya esta?!- Dijo Manu patidifuso. -¿Esa es toda la historia?-

-Si. ¿A que es muy romántica?- Dijo la chica con los ojos brillándole

-La verdad es que es una historia más bien estupida.- Dijo Riku llevándose una mano al rostro. –A todo esto... ¿Cuál es tu nombre?-

-¿Mi nombre?- Dijo la chica. -¡Ah si que mala educación la mía! Me llamo Uriko y soy la novia de Sora.-

-¡No eres mi novia!- Gritó Sora.

-¿Ah no? Pues tú te lo pierdes por que soy un buen partido.- Dijo Uriko.

-Ahora lo único que queda saber es porqué te pareces tanto a mi.- Dijo Kairi.

-Bueno lo primero será ir a casa de Merlín para hablar con León y dejar las cosas claras más cómodamente.- Dijo Donald

-Pues dudo que lo encontréis ahí.- Señaló Uriko.

-¿Y como puedes saber eso?- Preguntó Alex sorprendido.

-Pues por que ahora viven en el Dojo.- Explico la joven. –Ya que veo que sois
amigos suyos os guiare hasta la nueva base.-

-¿Y se puede saber por que se han cambiado de base?- Volvió a preguntar Alex.

-Por tres sencillas razones.- Expuso Uriko. –Ubicación, ubicación y ubicación. Ahora la base está mas centralizada y debido a los matones sincorazón ahora debe ser una ubicación secreta excepto para los integrantes... ¿Vosotros sois integrantes del comité de restauración verdad?- Sora le mostró el carné que le había dado León.

-¿Y el dojo de donde lo sacaron?- Preguntó Krhis.

-Bueno el edificio se los doné yo, y la idea del dojo fue de Tifa.- Dijo Uriko sin inmutarse.

-¡¿Eres rica?!- Exclamó Manu sorprendido.

-Que va- Respondió ella. –El rico es mi abuelo, y es todo un rata, nos obliga a pagar el alquiler del local, por eso montamos el dojo-

-¿Y tus padres?- Preguntó Alex.

-Bueno mi madre murió por culpa de los sincorazón.- Dijo ella sin más.

-Lo siento mucho.- Dijo Alex rápidamente

-¿Y que pasa con tu padre?- Preguntó Sora

-A mi padre nunca le he visto, y tampoco quiero.-

-¿Por qué?- preguntó Sora una vez más picado por la curiosidad. –Dejémoslo en que no todos somos fruto del amor entre dos personas.-

Entonces Sora deseó no haber preguntado.


Llegaron entonces a una enorme plaza partida en dos por una hilera de viejas secuoyas, al fondo se encontraba un edificio de dos plantas en el que se podía leer claramente un cartel que rezaba: Dojo Lockheart. Al entrar dentro del edificio se encontraron a un montón de chavales no mas mayores que ellos, vestidos con unos kimonos de color azul marino con unos tribales plateados tanto en la espalda como por el exterior de las mangas del pantalón, todos colocados en perfecta formación y practicando los movimientos que se les había enseñado, en el fondo se encontraba Tifa, ataviada con un kimono de color negro y los tribales violetas, debido a que aun estaba dando la lección, Sora y los demás se sentaron en un banco a esperar. Media hora mas tarde la lección había acabado de una manera desastrosa cuando uno de los alumnos mas nuevos retó a Tifa por la dirección del dojo alegando que una mujer jamás podría derrotar a un hombre y mucho menos enseñar artes marciales, eso debió de molestar mucho a Tifa ya que dejo al chaval estampado contra la pared cuando se abalanzó encima de ella.

-Para practicar artes marciales hacen falta dos cosas fundamentales: Respeto a tu maestro y Disciplina, por lo que veo te faltan las dos, mañana no hace falta que vuelvas.-

Una vez se hubieron marchado todos los alumnos, Tifa fue a darse un baño, se cambió de ropa y acompaño al grupo al piso superior donde se encontraban todos.

Yuffie fue la primera que vieron al subir.

-Vaya mira lo que nos ha traído el gato.- Bromeó ella. -¿Qué os trae por aquí chicos?-

-Una historia muy larga.- Dijo Kairi. -¿Están León y los demás por aquí? Tenemos que contaros una cosa muy importante...

joer tifa que bestia a un xavalin no se le trata asi jajajaja buen capi

Zas! en tod la pared! Luego le tocará a Tifa o a quien limpie quitar la sangre incrustada -.-'

Buen capítulo xD. Y que patética la historia de la novia de Sora XD

Hoy estaba de buenas y os traigo doble ración XD


-¡ESE PLAN ES TODA UNA LOCURA!- Gritó Cid. -¡En que diablos piensa ese tío!-

-Vincent piensa que es un buen plan y que podría funcionar.- Añadió Donald.

-¡¿Vincent?!- Dijo Yuffie. -¿Os referís a Vincent Valentine? ¿Capa roja, pelo largo negro, voz grave y masculina, y una cara que haría derretirse a cualquier chica?-

-Pues... si- Dijo Riku. –Aunque sobre la cara no daré mi opinión.-

-Dejando a Vincent a parte...- Dijo León desde la otra esquina de la habitación. -¿Como puede saber Sephirot que vamos a ayudarle?-

-Ni idea.- Respondió Alex. –No he visto a ese tío en persona, pero por lo poco que se de el, se ve que piensa dos pasos por delante de nosotros. De todas formas si lo que dice es cierto, este es un problema que nos concierne a todos por igual.-

-O sea.- Dijo Aeris. –No vamos a tener más remedio que aceptar. Conozco a Sephirot y sé que no haría esto si no fuese por motivos de peso... además, no gana nada matándonos, el único que le interesa matar es a Cloud.-

-¿Y se puede saber donde esta Cloud?- preguntó Sora.

-No lo se.- Respondió Yuffie. –En cuanto empieza a salir el sol se levanta y se va con su moto a dios sabe donde y no regresa hasta altas horas de la madrugada.-

-Ahora bien...- Comenzó Donald. -¿Se puede saber por que os habéis pasado a la clandestinidad?-

-No somos clandestinos.- Respondió Cid para defenderse. –Nuestra base si.-

-¿Y entonces a que se debe este cambio?- Preguntó a su vez Goofy.

-Ya os los habéis cruzado cuando veníais hacia aquí...- Dijo León. –Son esos niñatos que se hacen llamar a si mismos “Los sincorazón”, han estado causando problemas desde hace uno o dos meses, el mes pasado se colaron en la casa de Merlín y destrozaron todo lo que encontraron incluido el ordenador de Cid, y con él, sistema de seguridad anti sincorazón.-

-Me costó meses programarlo.- Exclamó Cid. –Y esos idiotas se lo cargaron en un día... Malditos insensatos...-

-Bueno a lo que iba.- Retomó León. –Llevamos semanas intentando encontrar a su líder para desmontarlos, pero están muy bien organizados, incluso les hemos visto acompañados por auténticos sincorazón. Ahora que sabemos a quien debemos de buscar, ya solo es cuestión de encontrarle y destruirlo.-


Tras hablar con León, Uriko convenció al grupo para dar una vuelta por la ciudad.

-Pero los sincorazón están sueltos por ahí.- Dijo Krhis. –No podemos garantizarte que estés segura con nosotros.-

-No hay problema.- Respondió ella. –Soy una de las mejores del dojo, solo Tifa es capaz de tumbarme.-

-¡¿Pero es que acaso nadie se da cuenta de que somos idénticas?!- Gritó Kairi desesperada.

-Eso es porque no tienes un ojo tan observador como yo.- Dijo Alex. –Kairi es pelirroja, tiene ojos azules y la piel mas blanca, Uriko, por el contrario, es peliazul, tiene los ojos rojos, es mas morena, es 15 centímetros mas alta que Kairi, posee una complexión mas fuerte además de que tiene mucho mas pe...-

No pudo terminar ya que tanto Kairi como Uríko le dieron sendos puñetazos en la cara que lo dejaron tumbado en el suelo.

-¿Se puede saber que he dicho?- Dijo Alex sorprendido.

-¿Acaso no lo sabes?- Dijo Kairi.

-¿Pero que tiene de malo decir que alguien tiene mas pelo?- Volvió a preguntar Alex.

-Hala, ¿Así que era por eso?- Dijo Uríko sorprendida. –Lo siento mucho creía que hablabas de otra cosa...-

-Es lo que sucede cuando no dejan terminar de hablar a uno.- Respondió Alex mientras Kairi le ayudaba a incorporarse de nuevo. –Y ahora espero que podamos dar una vuelta sin que nos salten esos pringados encima otra vez.


-¿Pero por qué necesitará Ragnarok tener a una panda de matones cuando tiene a sus sincorazón para ayudarle?- Preguntó Manu pensativo.

-Supongo que lo sabremos en cuanto le encontremos.- Respondió Sora. –Aunque yo me hago esa misma pregunta... ¿Quieres hacerme el favor de quitarme las manos de encima Uríko?-

-Oh, lo siento je je.- se disculpo la joven. –Ya no me acordaba de que ya no eres mi novio.-

-Nunca fui tu novio.- Replicó Sora con gesto agotado.

-¿Podemos dejar de hablar de esto?- Dijo Krhis. -¿y se puede saber hacia donde vamos?-

-Cuando hayáis terminado de hablar de estupideces, avisadme.- Dijo Alex alzando la voz. –Voy a dar una vuelta lejos de los tortolitos.-

-Espera que te acompaño.- Gritó Riku corriendo detrás de él.

-En serio Uríko.- Dijo Sora. -No se que ilusiones te habrás hecho pero no soy tu novio, ni lo seré.-

-Vale, vale ha quedado claro.- Rió ella. –No hace falte que me lo digas mas.-

-Entones... ¿Sin rencores?- Añadió Sora extendiendo su mano.

-Sin rencores.- Respondió ella estrechándole la mano. –Pero no me negaras que tenía que intentarlo.-

Cuando Sora ya se había alejado, Krhis se acercó hasta donde estaba ella y vio la expresión de su rostro.

-Ay, el amor no correspondido.- Suspiró Krhis.

-¿Y tu que sabes?- Respondió ella con tono enfadado.

-Es mas listo el diablo por viejo, que por diablo.- Le respondió a su vez Krhis con una sonrisa. –De todas formas la que metió la pata fuiste tú.-

-Déjame en paz.- Dijo Uríko mientras se marchaba enfadada.



Alex se despertó en medio de la noche, había vuelto a tener ese extraño sueño... ¿querría decir algo? Él no podía dar con la respuesta.

Después de dos horas intentando dormir lo dio por perdido y decidió dar una vuelta por la ciudad por la noche. Nunca antes había recorrido una ciudad tan silenciosa como aquella, no había nadie en las calles y hasta se podía oír caer un alfiler... Jamás se había sentido tan a gusto, solamente acompañado por el viento que soplaba entre las calles y un silencio sepulcral que hacia que sus pensamientos se oyesen claramente en su cabeza. Ese tipo de quietud lo relajaba y, aunque sabia que ambos tipos de sincorazón, los falsos y los auténticos, rondaban cerca, nada podía inquietarle en esos momentos.

Y así fue hasta que, al llegar al patio interior, vio que la puerta de barrotes que
llevaba hasta el castillo de Ansem estaba abierta de par en par. Al acercarse observó que no la habían forzado. “¿Quién querría ir al laboratorio de Ansem a estas horas?” Pensó. Estaba seguro de que cuando se fue a dormir todos estaban en el dojo... ¿Quién seria el que había llegado hasta allí? En el mas absoluto silencio, Alex avanzó por el pequeño camino franqueado por dos enormes paredes de rocas a ambos lados con cautela, por si, en el peor de los casos, hubieran enemigos ocultos esperando que se acercase algún curioso, sin embargo nadie salió a su paso en el camino, ni en la pequeña plaza que se situaba encima de la entrada del laboratorio, ni siquiera en el laberinto que había antes del despacho de Ansem, habitualmente plagado de sincorazón, según le había contado Sora.

Al llegar a la puerta del despacho, abrió la puerta en el mayor de los silencios para no alertar a cualquiera que se hallase dentro, cuando miro... “Nadie...” Pensó. Pero sin embargo no se volvió ya que se puso a buscar la entrada secreta al laboratorio, alguien podría haberla cerrado desde dentro para no levantar sospechas. En cuanto la encontró, avanzó lentamente por la pasarela, la puerta del laboratorio estaba abierta pero dentro no se veía un alma. Pero fue cuando miró a su izquierda, donde estaba la maquina creadora de sincorazón donde Xehanort, haciéndose pasar por Ansem el sabio, realizó sus investigaciones sobre la oscuridad del corazón. Allí se encontraba una figura tendida en el suelo. Debido a la distancia y a la mala iluminación, Alex no podía discernir de quien o qué se trataba, sin embargo ya no tenia escapatoria puesto que la única salida se encontraba en el ascensor que Alex se disponía a coger.

A sabiendas de que el ruido del ascensor alertaría al intruso, llamó a sus armas dispuesto a defenderse en el caso que le esperasen en la puerta, sin embargo no fue así. Cuando las puertas del ascensor se abrieron no había nadie esperándole, y la figura seguía tendida en el mismo sitio y no se movió hasta que Alex había llegado hasta ella. Cuando le acercó la espada derecha al rostro se dio cuenta de que la figura era Uríko. Estaba en pijama y profundamente dormida.

-Eh, despierta Uríko.- Dijo Alex en voz alta mientras la movía un poco.

-¿Eh? ¿Se puede saber que haces aquí?- Preguntó ella estirando los brazos.

-Podría hacerte la misma pregunta a ti.- Respondió Alex tendiéndole la mano para que se levantase.

-Bueno, a veces me gusta venir aquí a dormir, me relaja.- Dijo Uríko tranquilamente.

-Mientes.- Dijo a su vez Alex. –Hay otra razón.-

-¿Ah si?- Le respondió con tono burlón. -¿Y se puede saber por que lo sabes, OH, Gran Gurú?-

-Hasta donde yo sé.- Respondió Alex. Mientras, le pasó un dedo por su mejilla y luego se lo miró. –Nadie se suele dormir llorando, aunque es muy acertado que vaya a un sitio apartado donde nadie pueda oírte sollozar ¿No te parece?-

-Aunque así sea.- Añadió ella. – ¿Quien te da permiso a meterte en mi vida?-

-Nadie.- Respondió él. Y dándose la vuelta, añadió. –Si quieres hablar de lo que te pasa estoy dispuesto a escucharte, no se si te podré ayudar, pero siempre es bueno soltarlo de vez en cuando.-

-No sabía que te preocupases tanto por mí...- Dijo Uríko.

-Suelo hacerlo cuando la persona en cuestión me cae bien.- Le respondió Alex dándose la vuelta de nuevo.

-Esta bien, esta bien.- Dijo Uríko con un suspiro. –Te lo contaré ya que tienes tanta curiosidad.-


-Ay, el amor no correspondido.- Dijo Alex cuando Uríko terminó de hablar.

-Tu amigo Krhis dijo exactamente lo mismo.- Soltó Uríko. –También me dijo que yo tenía la culpa.-

-Pues, desgraciadamente para ti, la tienes en parte.-

-Gracias por los ánimos.- Le respondió Uríko en tono irónico. -¿Se puede saber porqué tengo la culpa?-

-No puedes obligar a una persona a amarte ya que lo único que conseguirás será justamente lo contrario.- Respondió Alex.

-¡Yo no obligaba a Sora a que me amara!- Exclamó Uríko.

-Conscientemente no.- Añadió Alex. –Pero al dejar esa relación de novios por sentada, sin que el ni siquiera supiera de tu existencia, fue como un mensaje subliminal que provocó que Sora se cerrara en banda desde un principio... o al menos eso creo yo...-

-Tal vez sea así.- Dijo Uríko. –Pero ya no me importa, además, seguro que algún día habrá un chico que se muera por mis huesos.-

-Si tú lo dices...- Dijo Alex riéndose. –Venga, volvamos al dojo a ver si podemos volver a dormir.-

Cuando llegaron al patio interior ya estaba a punto de amanecer, sin darse cuenta la charla había durado más de lo que pensaban.

-Por cierto...- Dijo Alex. –La próxima vez deberías abrocharte más la camisa que se te ve todo...-

-¿¡Me has estado mirando ahí!?- Gritó Uríko.

-Lo siento.- Se defendió Alex. –El cerebro dice no, pero los ojos dicen si...-

-Solo te lo paso esta vez por que me has animado.- Dijo Uríko Abrochándose la camisa y con la cara roja como un tomate. –Pero la próxima te castro. ¿De acuerdo?-

-V...vale.- Dijo Alex agarrándose la entrepierna.

los comentarios siempre son bien recibidos por este servidor

XDDD. Good Job my friend.

-Uríko y Alex .... (

-¡Calla Sora!

xDDD

Nice! Mola. ¿Alex y Uríko se liarán? ¿No? ¿Sí? ¿No otra vez? xDD

ke gran frase: el cerebro dice no pero los ojos dicen si jajajajaja mu buen capi

Krhis se encontraba subido en la copa de una de las enormes secuoyas de la plaza, desde esa altura se podían ver perfectamente las calles, quería encontrar a los pandilleros del día anterior, sonsacarles donde estaba su jefe y fregar el suelo con sus caras, o fregar el suelo con sus caras y luego preguntárselo, según lo que le apeteciese en el momento. También por que quería ver al famoso Cloud que salía al amanecer, aunque también le encantaría ver al tío que estaba moviendo el cotarro, ese tal Sephirot. Quería saber si era tan bueno como le contaban. Según León, era el mejor dentro de una fuerza de elite, aunque tampoco le había contado mas... “El pasado de Sephirot es un autentico misterio.” Pensó Krhis.

Otra cosa que lo intranquilizaba eran esos pandilleros. ¿Dónde estarían escondiéndose? ¿Por qué Ragnarok necesitaría una panda de matones si ya tiene a los sincorazón?

-Hablando de los reyes de Roma...- Dijo Krhis cuando vio a un enorme grupo de ellos dirigiéndose al dojo, un grupo de ellos cargaban con palanquín de color rojo con detalles dorados.

Automáticamente Krhis se lanzó por el árbol ayudándose de las ramas para frenar su caída, solo para ver como Sora y los demás ya estaban esperándolos.

Una vez llegaron a su altura, los pandilleros se hicieron a los lados para que sus compañeros colocasen el palanquín en el suelo.

-Os dijimos que volveríamos a encontrarnos.- Empezó uno de los macarras. –Ahora tendréis que enfrentaros a nuestro líder, el grandioso Ragnarok así que suplicad por vuestras vidas y tal vez seamos benévolos.

- ¿Ah si?- Dijo Manu. – Mas bien deberíais largaros con el rabo entre las patas mientras hablan los mayores.-

-¡Como te atreves insensato!- Grito uno de los que estaban cerca del palanquín.

Manu saco su martillo y golpeó con fuerza el suelo haciendo un boquete.

-Muy bien.- Dijo Riku. –Lo que mi amigo quiere decir es mas o menos así: El que no quiera que freguemos todo este lugar con su cara puede ir marchándose
¡AHORA!-

Algunos estuvieron a punto de marcharse cuando del palanquín salió una voz distorsionada.

-Ya veo que no queréis abandonar...- Hablaba con mucha confianza aunque muchos de sus subordinados habían empezado a temblar de pánico. –Así que os daré el honor de morir a mis manos...-

Las puertecillas del palanquín se abrieron y de el salió un chaval no mayor que ellos, de piel blanca, el rostro sumido en un enfado eterno, ojos ocultos detrás de unas gafas de sol naranjas y pelo teñido de verde recogido en una coleta que le llegaba hasta la cintura. Llevaba un chaleco vaquero negro, al igual que sus pantalones, lo único que destacaba era la camisa blanca que llevaba.

-¿Así que tu eres Ragnarok?- Preguntó Sora con una pequeña sonrisa.

- Exacto chaval.- Respondió el supuesto “Ragnarok”. – Y te ofrezco tres opciones. 1º: Os retractáis de lo que has dicho y hecho, te arrodillaras y me limpiaras las botas con tu lengua. 2º: Os unís a mi banda sin rechistar. 3º: morir en un combate que ya tenéis perdido.

- Pues yo elijo la cuarta opción.- Dijo Riku adelantándose. – Te cogemos, limpiamos toda la zona con tu cara, te disculpas y luego te esfumas para no volver. ¿Qué te parece? No tengo ganas de gastar fuerzas con un impostor de tres al cuarto.

- Parece que me habéis descubierto.- Le contesto el falso Ragnarok. – Pero no por eso soy incapaz de aplastaros.-

Dicho esto de una vaina en su espalda sacó una imitación de llave espada, los guarda manos poseían una forma de cadenas plateadas, y el mango estaba forrado de cuero negro, el filo estaba envuelto de alambres de espinos, la zona que le daba al arma forma de llave tenia forma de filo de guadaña.

Alrededor del arma se concentró una gran cantidad de energía oscura que liberó en el suelo y creando en el acto a todo un ejercito de invisibles. No contento con eso se lanzó contra el grupo, agarro a Sora por el gorro de su chaqueta y lo lanzó lo mas lejos que pudo, en el tiempo que dura un suspiro el falso Ragnarok había sido lanzado por dos de los invisibles contra Sora, el cual llamó a su arma para bloquear el ataque de su adversario, cuando ambos habían aterrizado, se percató de que habían aparecido barreras mágicas que lo aislaban de sus compañeros.

- Bueno. ¿A que esperas para pelear en serio?-

- ¿A que te refieres?- Preguntó Sora.

- Eres el elegido de la llave espada, el verdadero, el que ha viajado por tantos mundos. ¿Como te atreves a insultar mi espíritu de lucha usando semejante arma?-

Cuando Sora miró su llave espada no vio nada extraño: era “cadena del reino” no tenia nada de malo. Pero justo entonces se dio cuenta de lo que su enemigo quería decirle: quería la versión más poderosa de la llave espada. Sin embargo, ¿cual usaba? ¿Fenrir o Arma Artema? Ambas estaban casi a la par en cuanto a poder...

Inmediatamente cambió el llavero y la llave espada comenzó a transformarse: la empuñadura se redondeó, encogió y le salieron dos adornos con forma de corona, el filo se volvió mas fino y se alargó volviéndose se color azul y le comenzaron a crecer una especie de pelos metálicos. Sora apuntó con el filo de Arma Artema a su enemigo.

- ¿Mejor ahora?

-Si, por supuesto.- Contestó el falso Ragnarok.
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Si, sé que puse demasiadas veces lo de "fregar el suelo con las caras" pero es que el dia que lo escribi me sentia... violento. XD

buah ese capullo no tiene nada ke hacer contra la artema buen capi

A mí me ha gustado lo de fregar el suelo con las caras xDDD. Se notaba mucho que ese tipo era un impostor, el Ragnärok verdadero no saldría tan fácilmente xD, y menos con esos 4 criajos -_-"

jolin,con el ppoco tiempo que tengo y no puedo leer,por fin he podido librarme de ea atadura.

MUY BUENA LA HISTO XD SIGUEE ASI=)

Hala, aqui teneis otro capitulo jejeje.


-¡Sora!- Gritó Krhis cuando vio a su compañero salir volando.

-¡Ahora deberías preocuparte por lo que tenemos delante!- le gritó a su vez Manu

Los invisibles habían rodeado al grupo y no lo dejaban apenas moverse, lanzando golpes a diestro y siniestro Kairi se fijo en el hecho de que los estaban empujando lejos de Sora.

-¡Apartad de mi camino!- Gritó Riku dando sablazos sin piedad entre los sincorazon.

En un intento de acercarse hasta su amigo, Manu agarró a Riku por la muñeca y lo lanzó con todas sus fuerzas hacia donde había aterrizado Sora, sin embargo, la zona estaba rodeada por una barrera de oscuridad infranqueable que impedía ver lo que sucedía dentro. Riku la golpeó con una patada y se impulso hacia atrás para enfrentarse a los invisibles.

“Sora sabe cuidarse, ahora los que necesitan ayuda son los demás.” Pensó Riku.


Manu le arranco la espada de las manos a uno de los invisibles y la usó para seccionarle la cabeza, a continuación la lanzó contra el que tenía mas cerca, ensartándolo y destruyéndolo en el acto. Cuando bajo la mirada vio unas llamas negras rodeándolo y que se iban acercando cada vez más. Cuando ya estaban a punto de tocarle golpeó suavemente el suelo con el talón y se elevó sobre un gigantesco pilar de tierra y luego saltó a la copa de una de las secuoyas y miró el panorama.

-Esto va para largo.- Dijo Manu cuando vio que el ejército de invisibles estaba incluso en los tejados de los edificios que rodeaban la enorme plaza ya abarrotada de sincorazón.


Ofensivo. Así era como podía Sora describir el estilo de su adversario, lo que buscaba era impedir una respuesta del enemigo para hacer que se agote y baje la guardia, a simple vista podría parecer una buena táctica, sin embargo, contra un enemigo que consigue mantenerse alejado y esquivar los golpes en vez de bloquearlos todo el rato, hacia que la táctica se volviese contra su rival, y eso era precisamente lo que hacia Sora, a medida que pasaban los segundos, la velocidad de los golpes iban disminuyendo.

-¡No huyas cobarde!- Gritó el Falso Ragnarok entre jadeos.

-No es culpa mía que seas tan lento.- Le respondió a su vez Sora.

Era hora de pasar a la ofensiva, Sora bloqueó el impacto del arma de su oponente y la levantó para poder acercarse y propinarle una patada en el estomago que lo alejó, para luego saltar y golpearle con el talón en la cabeza y luego hacer lo mismo pero esta vez con la llave-espada. Lo primero funcionó, pero el golpe con el arma falló por los pelos debido a que el objetivo cayó de bruces, seguido de Sora debido a que no midió la fuerza del golpe haciendole dar una voltereta y cayendo de espaldas.


-Oh no, no, nonononononononono ¡NO!- Gritó Alex nervioso al ver la tromba de enemigos que saltaba sobre el. Justo antes de que le cayeran encima dio una voltereta alejándose de ellos. Los invisibles enseguida fueron contra él dando golpes que Alex esquivaba con dificultad. Cuando se vio literalmente entre la espada y la pared comprendió que era hora de dejarse de estupideces. Golpeó la espada con su puño de fuego apartándola de el para luego saltar y golpear en la cabeza del invisible, con la otra mano agarro la cara de otro y la estampó contra el suelo destruyéndolo. Un aura ardiente lo rodeaba, había roto su límite físico para aumentar su poder así que tenia poco tiempo para destrozar al mayor numero de sincorazón que pudiese.

-¡Venid a por mi maldita pandilla de imbeciles!- Gritó

Mientras se lanzaban contra el Alex lanzaba el puño contra el suelo.


Una enorme explosión llego a oídos de Kairi cuando se giro hacia el lugar del que provenía vio una gigantesca torre de fuego que levantaba e incineraba a montones de sincorazón.

-¡Que diablos es eso!- Gritó Kairi a Krhis.

-¡Ese imbecil lo ha vuelto a hacer!- Le respondió este.

Enseguida Kairi comprendió lo que quería decir y salió corriendo hacia Alex llamando a Donald y a Goofy para que la acompañaran abriéndose paso, pero cuando estaban a punto de llegar se aglomeró un gran grupo de sincorazón a su alrededor impidiéndoles avanzar. Por más que les golpearan los sincorazón no retrocedían.

-¡Dejadnos pasar!- Gritó Donald.

Kairi miró con horror como los movimientos de Alex iban haciendo se cada vez mas lentos hasta llegar el momento en el que ya no se movía. Segundos más tarde Alex se desvanecía y caía al suelo rodeado de sincorazón que se le abalanzaron sin dudar...

Noooo!! Alex...madre mía, que manía tiene de quedarse inconsciente el muchacho xD. Esa manía made in shonen jajaja. Pretty good. Con algunas faltas de tildes...pero bueno, eso ya lo sabes xD.

Muy bueno el capi zero, espero con ansia el siguiente ^^

buen capi zero, espero el siguiente

hubiera esperado un poco mas. pero me apetecia colgar otro xD.



-¡Eh tu!- Gritó Sora a su contrincante.

-¡¿Qué demonios quieres!?- le respondió este.

-Tu nombre.- Le contestó a su vez Sora. -¿Tienes uno verdad? De alguna forma te tengo que llamar.

-Una petición curiosa por tu parte.- Dijo el falso Ragnarok después de echar una carcajada. –Pero ya que te veo con tanto interés, te lo diré: en el lugar de donde vengo se me conoce Félix Rathéllsson, y mi fama me ha dado el nombre de “Hijo de Ramuh”.

-De acuerdo Félix, ahora si... ¡Bailemos!- Dijo Sora lanzándose contra Félix.


“Todo... esta... oscuro...” Pensó Alex cuando se dio cuenta de que estaba despierto... o de que estaba consciente dentro de su propia inconsciencia. Era incapaz de distinguirlo. No sentía, no veía, ni siquiera era capaz de saber si pensaba o hablaba.

Después de lo que le parecieron horas solo en aquella nada, tensó el cuerpo todo lo que pudo, y abrió los ojos hasta lo mas que pudo hasta que logró abrirlos de verdad. Y allí estaba, tumbado en el suelo, rodeado de sincorazón, lentamente se incorporó y vio la razón de por que no había muerto todavía: Los Invisibles, creyendo que había muerto de verdad, se habían concentrado en atacar a Kairi, Goofy y Donald, los cuales luchaban sin pausa contra una horda interminable.

Con un enorme esfuerzo y apoyándose en sus espadas, Alex se levantó del suelo y se acerco lentamente a sus compañeros que se encontraban en apuros. Con las pocas fuerzas que le quedaban consiguió girar y cortar la cabeza de un invisible con la espada izquierda y luego se dejo caer hacia el centro del circulo, justo entre las miradas atónitas de sus amigos y clavó las espadas en el suelo, de las cuales salieron dos llamas que se transformaron en una serpiente ígnea que devoró a los invisibles cercanos.

-Vaya.- Dijo Alex en un tono casi inaudible. –Al final fui yo quien os ha salvado el culo. Y después de una risilla cayó de nuevo inconsciente.


La serpiente se vio desde la ventana del Dojo, donde se encontraba Uríko.

-¿Se puede saber por que no salimos a ayudarles? ¡Los van a matar!- Exclamó Uríko.

-Mira...- Le respondió Cid. –Hace años que no empuño un arma. Si voy a salir, que sea con las cartas a mi favor, por eso estoy programando las Claymore a máxima potencia.-

-Pues date prisa.- lo increpó León.

De repente Yuffie salió de la habitación contigua con un shuriken enorme.

-Hacia tiempo que no lo sacaba.- Dijo Yuffie feliz. –Será como en los viejos tiempos. ¿Verdad Tifa?-

-Y que lo digas.- Le respondió Tifa ajustándose los guantes.

-Pues esto ya esta.- Soltó Cid. –Niños, hora de salir. Pero antes voy a ponerme digno para la ocasión.-

Entró en la habitación un momento y luego salió con una chaqueta azul, un cigarro encendido y portando una monumental lanza con el filo de color verdoso y enorme.

-Creía entendido que lo habías dejado.- Le dijo Aeris con la cara seria.

-Mira, no hay nada mejor que fumarse un pitillo mientras machacas a los malos.- Le respondió Cid a lo que Aeris le respondió dándole con la vara que llevaba en la nuca.

-¿Ya han terminado de recordar batallitas los abuelotes?- Dijo León apoyado en la puerta.

-Cállate Squall.- Le respondió Tifa dándole un suave golpe en el estomago mientras pasaba por la puerta.

-Aburrido.- Le dijo Yuffie cuando paso junto a el.

-Carroza.- Gritó Cid cuando había terminado de bajar las escaleras.

-¿Algo más? ¿Ya habéis terminado?- Dijo León justo en el momento en el que Uríko se le plantaba delante. Se miraran durante tres segundos e inmediatamente Uríko le golpeó en el hombro y salió corriendo escaleras abajo.

León simplemente respiró hondo y los siguió.


Por mas que lo intentaban ni Félix ni Sora conseguían romper la defensa del rival y conectar un golpe que les diera ventaja, era como si cada uno se leyera la mente o supiera instintivamente donde bloquear el ataque del adversario, solo sabia que se decidiría el combate en cuanto uno se agotase.

En un momento dado, Félix se alejó de Sora, clavó su arma en el suelo y de el, salieron nueve dragones creados a partir de rayos.
“Ya veo por que lo llaman Hijo de Ramuh”. Pensó Sora al ver semejante técnica.